Sunday, February 19, 2017


OCTAVO   DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A – Febrero 26, 2017

ü  La primera lectura y el evangelio de hoy nos hablan de confiar en Dios.

ü  Ambos autores sagrados eligen unas imágenes de una ternura y belleza incomparables.

ü  Después de escuchar durante dos domingos consecutivos las exigencias de la Ley, ahora Jesús nos habla de dejarnos en las manos del Padre, que no sólo hace llover y salir el sol sobre buenos y malos, sino que cuida de todas sus criaturas incluso de las flores del campo y de los pájaros del cielo.

ü  Necesitamos oír esta palabra que nos invita a confiar,  después de haber oído el domingo pasado las exigencias de la Ley tal como Jesús nos la explica.

PRIMERA LECTURA  Is 49,14-15

El texto está tomado del Profeta “Segundo Isaías”. En la actividad de este profeta se distinguen dos momentos: el primero cc. 40-48 habla a los desterrados que deben emprender el camino de regreso,

El segundo 49-55 se refiere a los que han regresado, algunos no han encontrado la acogida que esperaban, pero  han permanecido fieles al Señor.

A esta parte del libro de Isaías se le llama también el Libro de la Consolación.  Consolación no sólo para el pueblo desterrado, pero también consolación para Jerusalén, cuya suerte cambia con la caída del poder de Babilonia.

v Isaías nos presenta a Sion, la ciudad santa, de manera personificada lamentándose de que “su Señor” se ha olvidado de ella, la ha abandonado.

v Y el Señor le responde con una imagen tan tierna que no deja lugar a dudas del amor tierno de su Señor, de su Dios.

v La ternura de la madre es lo que todos tenemos por seguro en nuestros primeros días, meses y años de vida.

v Sus brazos dan seguridad y paz al bebé, le aseguran de que no está solo o sola  ni abandonado.

v Pues así, dice el autor sagrado, que es el amor de Dios para con nosotros.

v Y añade algo más para darnos completa paz y seguridad y conquistar nuestro amor: Aunque una madre pudiese olvidad y abandonar el bebé concebido en sus entrañas Yo nunca te olvidaré.

v Nosotros necesitamos oír estas palabras, pero sobre todo creerlas y dejarnos en brazos de nuestro Dios, como un niño en brazos de su madre.

v Dios es presentado en diferentes partes de la Escritura bajo las imágenes de padre pero también de madre. De él recibimos los humanos, padres y madres,  la capacidad de tener amor y ternura.

SALMO RESPONSORIAL Sal 62, 2-3. 6-7. 8-9

R. (6a) Sólo en Dios he puesto mi confianza.
Sólo en Dios he puesto mi confianza,
porque de él vendrá el bien que espero.
El es mi refugio y mi defensa,
ya nada me inquietará.
R.
Sólo en Dios he puesto mi confianza.
Sólo Dios es mi esperanza,
mi confianza es el Señor:
es mi baluarte y firmeza,
es mi Dios y salvador.
R.
Sólo en Dios he puesto mi confianza.
De Dios viene mi salvación y mi gloria;
él es mi roca firme y mi refugio.
Confía siempre en él, pueblo mío,
y desahoga tu corazón en su presencia.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.



*     Este salmo sigue con la misma tónica que la primera lectura y que el evangelio que veremos a continuación.

*     Dios es esperanza, salvación, refugio, roca salvadora.

*     Hay una invitación a confiar, a desahogar el corazón.

*     Todos necesitamos desahogar nuestro corazón en alguien, el autor sagrado nos dice que podemos hacerlo siempre con Dios, pues Él es nuestro refugio.



EVANGELIO, Mt 6,24-34

Ø  En nuestra lectura continuada del evangelio de Mateo, llegamos a una de las páginas más hermosas de la Escritura.

Ø  En la primera Isaías nos invitaba a confiar con la imagen tierna de la madre.

Ø  Mateo nos toma de la mano y nos lleva a mirar la creación que nos rodea con toda su belleza, y nos ayuda a caer en cuenta de lo que Dios está haciendo aquí y ahora;  y que tal vez nosotros damos por supuesto.

Ø  En los dos domingos pasados Mateo nos presentaba cómo Jesús enseña y descubre la verdad profunda y exigente de la Ley.

Ø  Empieza hoy diciéndonos que no podemos servir a dos señores a Dios y al dinero. Podríamos decir a Dios con mayúscula y a dios con minúscula es decir un ídolo, un dios falso.

Ø  Sigue luego una invitación a no preocuparnos y confiar

o   Nos invita a mirar nuestra vida, con todas sus necesidades, menciona las más básicas y luego nos pregunta: ¿qué es más importante la vida o la comida? o ¿la  ropa con que nos cubrimos?

o   Las aves no siembran, no recogen, ni guardan para después, sin embargo el Padre las alimenta.

o   Las flores del campo, no las flores que destacan y que ponemos para adornar nuestras mesas, casas, iglesias, banquetes…. no, sino las que pisamos, no miramos y no son objeto de venta.

o   Jesús nos invita a mirarlas, a ver qué hermosas son y, que no tejen ni hilan pero se visten mejor que Salomón, el Padre las viste.

o   Si Dios alimenta los pájaros y viste las flores ¿no hará mucho más con nosotros?

o   Y Jesús nos pregunta esto y nos dice a ti y a mi: “hombres/mujeres de poca fe”.  

o   No te angusties por el mañana cuando venga vendrá con sus propias dificultades y también con la presencia de Dios en nuestra vida.

Ø  Esta lectura no es una invitación a no hacer nada, sino a confiar

Ø  El trabajo no es solamente para proveer a nuestras necesidades, el trabajo es un derecho del ser humano llamado a ser co-creador con su Dios.

Ø  En el trabajo estamos llamados a desarrollar este don recibido, ser co-creadores, transformar la creación que Dios inició y continúa ahora con nuestra colaboración.

Ø  Por lo tanto esta lectura es una invitación a trabajar, a proveer, a hacer todo cuanto necesitamos hacer, pero sabiendo que hay un Padre que nos cuida con ternura de madre.

Ø  Otro tema que seguramente veremos en algún otro domingo, es el pecado de quienes convierten al ser humano de co-creador en instrumento de producción, privándole de su dignidad recibida de Dios. La dignidad de ser imagen del creador y por lo tanto con la capacidad de transformar la creación y no de ser usado como un objeto.

Ø  Y la primera parte de la lectura de hoy, “ servir a Dios y servir al dios dinero” suscita siempre en mi una pregunta que me golpea y no se ver la respuesta, o mejor dicho la veo, pero no sé como se hace. Mi preocupación no va dirigida principalmente a la sociedad, aunque también, sino a nosotros los seguidores de Jesús de cualquier tradición cristiana que seamos. ¿Cómo podemos llamarnos y querer ser sus seguidores, sin abrazar de todo corazón sus valores? Él nos ha explicado la Ley diciendo, pero yo les digo….. ¿Cómo podemos tener lujo en algunos de nuestros  templos, casas…  cuando los verdaderos templos de nuestro Padre Dios, los seres humanos, siguen muriendo de hambre, y  nos dicen que son un número  incontable, cómo es posible? No están lejos, algunos están bien cerca de nuestras casas, en nuestro mismo barrio.



SEGUNDA LECTURA 1Co 4,1-5

*     Pablo nos dice que nos comportemos como servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.

*     La Palabra que anunciamos, que compartimos, que profundizamos, que tratamos de interpretar, no es nuestra es del Señor.

*     Y por lo tanto en lo que hago y lo que digo tengo que ser fiel, como dice Pablo, esto es lo que se espera de un administrador.

*     Continua Pablo diciendo que no le preocupa que lo juzguen, ni siquiera que su conciencia esté tranquila, porque quien juzga es el Señor.

*     Y sigue invitándonos a no juzgar, pues nosotros no sabemos toda la realidad de nada ni de nadie, sólo el Señor lo sabe y a su tiempo lo revelará.

*     Cumplamos el precepto del Señor “ámense….” Y dejemos de criticarnos “no juzguen”.



RINCON CLARETIANO  




Oh Señor y Dios mío! Cuán grande es vuestra bondad! Cuán infinita vuestra misericordia!... ¿Quién, Señor, sino vuestra abrasada caridad sufriría tantos desprecios?... tantas indignidades?... tantas profanaciones?... Y de quién, Redentor mío sois tan ultrajado? Ah!!! Vuestros hijos, Dios mío los hijos predilectos de la Santa Iglesia! Los Sacerdotes del Señor han pisado las leyes más sagradas, poniendo debajo de sus pies a nuestra Santa Madre la Iglesia!!! Por esto no hay fe! No hay caridad en la tierra!... Oh Jesús mío! Enviad un rayo de vuestra divina luz y alumbrad toda la tierra, especialmente Señor mío iluminad a todos los Prelados de la Iglesia; romped, Señor este velo de la vanidad mundana, y hacedles ver con ojos despreocupados los deberes de su estado según Vuestra Santísima Ley.

Debe el Obispo en la santa visita repartir el pan de la Divina Palabra; no excuse el confesar, entrañe en el corazón de todos la Ley Santa del Señor; enseñe por palabra y obra el cumplimiento de los Mandamientos Divinos. (Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Puntos para la Reforma de la Iglesia  32-33)

Bases de buen gobierno

El gobierno de un buen Prelado ha de tener por bases las siguientes virtudes: 1ª La humildad, porque con esta virtud se agrada a Dios, y a los humildes les da la gracia y el don de gobernar bien. La mansedumbre, y con ésta se agrada a los hombres, como lo hizo Moisés y así es como se conquistan los corazones. 3ª La paciencia, y con ella se posee su propia alma y la de los feligreses; disimulando a veces, según aquel proverbio que dice: “quien no sabe disimular, no sabe reinar”. Escuchando a las gentes en sus cuitas y pretensiones, aunque sean imprudentes; si se puede consolarles se les concede lo que piden, y si no es posible, con buen modo se les desengaña, pero nunca se les despide con enfado y de mal modo.

Medios para alcanzar el don de gobierno

El Prelado, para alcanzar el don de gobierno, se ha de valer de los medios siguientes:
1º Es la oración, como hizo Salomón.
Este es el medio primero y más eficaz para alcanzar de Dios la gracia de gobernar bien. 2° Es la imitación de Jesucristo, Pastor y Obispo de nuestras almas, como lo llama San Pedro; la imitación de los santos Apóstoles y de los Santos Prelados, tomando alguno por especial patrón o modelo en el episcopado, como San Francisco de Sales, San Carlos Borromeo, Santo Tomás de Villanueva, el Beato Juan de Ribera, San Ligorio, el venerable D. Pedro de Castro; y leer sus vidas escritas por extenso. Es el consejo, no de cualquiera, sino de hombres sabios, prudentes y benévolos. 4° El estudio e informaciones, y nunca jamás precipitarse, y dar la corrección a su tiempo y del modo debido. (San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Apuntes de un Plan para conservar la hermosura de la Iglesia: Sobre el Buen Gobierno).   

BIBLIOGRAFÍA

CLARET, Antonio María Claret,  Apuntes de un Plan para conservar la hermosura de la Iglesia.

PARIS, María Antonia, “Puntos para la Reforma de la Iglesia”.  

LA BIBLIA, traducción tomada de la página web del Vaticano.

SAGRADA BIBLIA,  versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.   

     

No comments:

Post a Comment