Tuesday, March 29, 2022

 

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA – CICLO C – 2022

INTRODUCCIÓN

v  Hemos llegado al quinto domingo de Cuaresma, Jesús continua mostrándonos en sus actuaciones la misericordia de su Padre y nuestro Padre. 

v  Hoy es una mujer sorprendida en adulterio la que experimenta la bondad de Jesús y el respeto hacia ella. 

PRIMERA LECTURA  Is 43,16-21

·         Esta lectura está tomada del Segundo Isaías o Deutero-Isaías que va desde el capítulo 40 al 55 del libro de Isaías.  

·         Dios habla a su pueblo y se presenta como el autor del éxodo de Egipto

o   El que abre una vía en el mar

o   Y un camino por las aguas poderosas

o   Que arroja fuera caballos y jinetes

o   Los cuales  terminan siendo como una pabilo apagado

·         Pero ahora no te detengas en el recuerdo del pasado sino es para mirar hacia el presente, hacia el futuro, Mira

o   Yo hago algo nuevo

o   Ya está brotando, ¿no lo ves?

o   Abro un camino en el desierto, no es en el mar, ahora es en el desierto

o   En las tierras áridas abro ríos

o   Los animales salvajes me buscan

o   Porque pongo agua en el desierto

o   Para que mi pueblo elegido pueda beber

o   El pueblo que yo me he formado

·         Para que me alabe y me haga alabar

·         A nosotros van dirigidas también estas palabras

o   “no te detengas en el pasado, ni en sus sufrimientos, ni en las cosas grandes que Dios ha hecho para ti”

o   Que el recuerdo sea para abrir tus ojos y mirar el presente, a tu alrededor y ver las maravillas que Dios hace en ti, en tu familia, en tu sociedad, en tu iglesia, en el lugar de tu  trabajo, en la juventud que florece a tu alrededor, mira y descubre… 

SALMO RESPONSORIAL Sal. 126

 Grandes cosas ha hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver cautiverio
creíamos soñar:
entonces no cesaba de reír nuestra boca
Ni se cansaba entonces la lengua de cantar.
R
. Grandes cosas ha hecho por nosotros, Señor.
Aun los mismo paganos con asombro decían:
“¡ Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!”
Y estábamos alegres,
pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor.
R
. Grandes cosas ha hecho por nosotros, Señor.
Como cambian los ríos la suerte del desierto,
cambia también ahora nuestra suerte, Señor,
y entre gritos de júbilo
cosecharán aquellos que siembran con dolor.
R. Grandes cosas ha hecho por nosotros, Señor.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla;
al regresar, cantando vendrán con sus gavillas.
R. Grandes cosas ha hecho por nosotros, Señor.. 

*      Salmo hermoso que describe y pinta de manera poética la diferencia entre sembrar y cosechar.

*      La siembra de la tierra y la de nuestro corazón es siempre difícil, con incertidumbre, sin saber los resultados, con el peligro de las tormentas y de perder la cosecha

*      La cosecha es tiempo de gozo exuberante, ya ha pasado el invierno y la dificultad, ahora es el tiempo del gozo, de ver los frutos.

*      Así sucede en nuestra vida humana a todos los niveles: material y espiritual.

*      ¿Cómo será nuestro gozo al llegar a la eternidad, tiempo de la cosecha?

SEGUNDA LECTURA Flp 3,8-14

Ø  Pablo habla a su comunidad predilecta, la de Filipo. 

Ø  Considera todo como basura, lo único que tiene valor para él es conocer a Cristo, su Señor, por el cual ha aceptado perderlo todo.

Ø  Pues sólo desea hallarse en él, no siendo justo por la ley, sino por la fe-el amor-la confianza en Cristo

Ø  Y así conocerle a él y la fuerza de su resurrección.

Ø  En su encuentro con Cristo, Pablo ha descubierto el tesoro que es Cristo resucitado, y no la ley que era solamente preparación para encontrarse con él.

Ø  No considera haber alcanzado ya esta meta, pero sigue adelante. De acuerdo con las palabras del profeta de la primera lectura, no mira al pasado, a lo alcanzado, sino que mira hacia delante, hacia su sueño, hacia el futuro, para ver si alcanza el premio que es Cristo Jesús.

EVANGELIO Juan 8,1-11

*      El marco de este relato de Juan es el templo donde Jesús regresa cada día de la semana antes de su muerte. Por la noche va al monte de los olivos a orar, se alberga probablemente en casa de sus amigos Lázaro, Marta y María

*      Está ya en el templo donde le escuchan y le preguntan del reino, de la buena nueva, del Padre y él les enseña con cariño y sin cansarse.

*      Mientras está hablando llegan los escribas y fariseos arrastrando una mujer que supuestamente han descubierto en el acto de adulterio.

o   Extraña situación, y extraña denuncia, el adulterio es siempre entre dos, nunca puede ser una persona sola.

o   Le exponen la situación a Jesús, no tienen buenas intenciones, les importa bien poco la mujer y lo que hacía, no les preocupa el pecado como ofensa a Dios, les interesa usar la mujer para poder tener algo de que acusar a Jesús.

o   Jesús escribe con su dedo en el suelo. El dedo de Dios, en el éxodo el dedo de Dios escribe los mandamientos sobre las tablas.

§  Los mandamientos que Dios ha escrito primero en el corazón humano

§  Para enseñarnos a ser hermanos, a reconocernos todos iguales, pecadores, pobres, necesitados del perdón del único Padre.

§  Jesús nuestro hermano mayor, el Hijo único del Padre, el predilecto escribe en la arena. ¿qué escribe? Nunca lo sabremos. Haremos muchas conjeturas y tendremos muchas imaginaciones, pero no pasarán de esto.

§  Los acusadores de la mujer siguen importunando a Jesús y esperando su veredicto, la mujer también.

§  Ella ha oído seguramente hablar del rabino Joshua, del hombre bueno que atiende a todos, pero ella ha cometido un gran delito, está sucia, es impura, y este hombre es justo, es santo, seguramente que la condenará.

o   Ahora sucede algo sorprendente, Jesús les dice que el que no tenga pecado eche la piedra el primero.

§  Hemos de reconocer que fueron honrados, dejaron las piedras y se fueron empezando por los más ancianos. Por lo menos reconocieron que eran pecadores.

o   Se quedan Jesús y la mujer de frente a frente.

§  ¿se fueron tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?

§  No, Señor.

§  Yo tampoco te condeno, ve y no peques más.  Jesús no ha venido a condenar sino a salvar, a restaurar, a buscar lo que está perdido. Su palabra, su mirada, su respeto por esa mujer la ayudaron seguramente a no volver a pecar, a buscar el amor verdadero y no falso.

o   Todos nosotros estamos llamados a hacer llegar la salvación de Jesús a todos, y nunca nuestras condenaciones que no sirven para nada, que no brotan del amor sino de nuestra falsedad, de querer encubrir nuestro pecado.

o   Todos estamos llamados a considerarnos hermanos y hermanas, a sentir dolor por nuestros pecados y los ajenos, a entregar nuestra vida como Cristo para que su salvación llegue a todos y el Reino del Padre se haga presente entre nosotros, poco a poco, persona a persona, uno a uno…

RINCON CLARETIANO

MADRE FUNDADORA

          Un día de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, después de comulgar me retiré a una tribuna, para tratar a solas con mi Dios la obra que me había encomendado, y hacerle presente las grandes dificultades que yo veía en la ejecución. No me atrevía a decirle a Nuestro Señor que aquello era imposible para mí, porque la certeza del poder de Dios en sus criaturas siempre la he tenido muy firme por la gracia de Dios; pero en aquellos días permitió Nuestro Señor que me olvidara de todas las promesas que Su Divina Majestad me tenía hechas, y no veía más que causas humanas, que se me presentaban de todas clases como un ejército formidable e invencible. Miraba mi poquedad y la pobreza de mi persona, me confundía tanto que hasta de tratar tales cosas con el mismo Señor, que me mandaba, me daba vergüenza, porque ningún don veía en mí, ni de naturaleza ni de gracia, para poder cooperar a los designios de Dios Nuestro Señor. Así que, anegada en un mar de lágrimas, no sabía pronunciar otras palabras que: ¿cómo será, Señor, esto? También me angustiaba mucho el verme tan sola en Obra de tanto empeño, que cuanto más me  aniquilaba en mi nada, más claramente me descubría Su Divina Majestad los grandes fines que tenía en su cabal cumplimiento, y la gloria que había de redundar a Dios Nuestro Señor por el grande bien de la Iglesia. En esto yo me animaba mucho a padecer, porque Dios Nuestro Señor me ha dado un amor tan grande a mi Santa Madre la Iglesia, que si a costa de mi vida (y aunque tuviera mil) pudiera yo restituirle la paz, con grandísimo amor sufriría los más crueles tormentos,  aunque fuera hasta el fin del mundo.[1]

 PADRE FUNDADOR

Digo, pues, que además de asistir siempre mañana y tarde, allá, al anochecer, cuando apenas quedaba gente en la iglesia, entonces volvía yo y solito me las entendía con el Señor. ¡Con qué fe, con qué confianza y con qué amor hablaba con el Señor, con mi buen Padre! Me ofrecía mil veces a su santo servicio, deseaba ser sacerdote para consagrarme día y noche a su ministerio, y me acuerdo que le decía: Humanamente no veo esperanza ninguna, pero Vos sois tan poderoso, que si queréis lo arreglaréis todo. Y me acuerdo que con toda confianza me dejé en sus divinas manos, esperando que él dispondría lo que se había de hacer, como en efecto así fue, según diré más adelante.[2]



[1] PARIS, Venerable Ma. Antonia, Autobiografia 35.

[2] CLARET, San Anthonio Ma., Autobiografía, 40.

Sunday, March 20, 2022

 

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA – (DOMINGO DE LAETARE)

Ø  El cuarto domingo de Cuaresma se llama domingo de laetare por las palabras con las que se inicia la antífona o verso de entrada de la Misa del día. Dice en latín “Laetare Jerusalem” es decir “alégrate Jerusalén”.

Ø  Este verso de entrada está tomado del profeta “Tercer Isaías” 66,10-11

Ø  Estamos invitados a la alegría porque está cercana la Pascua, y ya queda menos del camino cuaresmal.

Ø  Dejemos que la Palabra de nuestro Dios nos penetre y nos transforme, meditemos con atención.

LIBRO DE JOSUÉ

v  El libro de Josué se encuentra después del Deuteronomio

v  Es imprescindible para completar el relato del Pentateuco

v  Es, podríamos decir, la prueba del cumplimiento de las promesas hechas a los Padres

v  El pueblo ya ha entrado en la tierra prometida y celebra la primera Pascua con los frutos del país, y cesa el maná que había alimentado al pueblo durante su camino por el desierto.

v  La tierra prometida se da con una condición para seguir teniéndola, la fidelidad.

v  Podríamos decir muchas cosas al respecto de esta realidad, compararlo con nuestra vida terrena en que la Eucaristía nos alimenta hasta nuestra entrada en la verdadera tierra prometida, la casa de nuestro Padre Dios, que llamamos el cielo.

PRIMERA LECTURA   Jos 5, 9a. 10-12

·         El pueblo de Israel ha recorrido el desierto, ha andado errante, nómada durante 40 años, ahora ya ha entrado o está entrando en la tierra que fue prometida a los padres.

·         Están en la llanura de Jericó. Jericó era ya una ciudad próspera, hermosa. Ciudad atractiva por sus fuentes y sus palmeras. Cómo debió admirar a aquellos hombres y mujeres que llevaban toda una vida viendo solo arenas del desierto y buscando oasis donde reposar.

·         Abraham, el primero en recibir la promesa, nunca vio esta tierra, tuvo sus dudas, preguntó, pero como dice Pablo creyó en la palabra que el Dios que el no conocía hasta entonces, le había dado. Tu descendencia, no él, sino su descendencia poseería la tierra.

·         Dice un comentarista, Israel comprendió el valor de este don, la tierra, y la exigencia “la fidelidad  cuando perdió la tierra por el destierro a Babilonia.

·         Ya que están en la tierra, ya no necesitan más el maná, porque la tierra que Dios les da mana “leche y miel” es decir es fértil, da buenos frutos, ofrece todo lo bueno que puede ofrecernos la creación que Dios ha hecho para que podamos vivir en ella.

SALMO RESPONSORIALSal.  33, 2-3. 4-5. 6-7

R. (9a) Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Bendeciré al Señor  a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegre su pueblo al escucharlo. R.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Proclamemos la grandeza del Señor,
y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todos mis temores. R.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Confía en el Señor y saltarás de gusto,
jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres
y los libra de todas sus angustias. R.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. 

ü  Repetimos en cada estrofa “haz la prueba y verás…” ¿qué tengo que probar?

ü  Lo que tengo que “atreverme a probar” es lo que dice la penúltima estrofa “cuando acudí al Señor, me hizo caso…” A esto me tengo que atrever a pedir con confianza, seguro de que Él me escucha.

ü  Al final del salmo el salmista nos da la razón para esta seguridad de la fe “porque el Señor escucha el clamor de los pobres…”

ü  ¿Me siento pobre? O por el contrario ¿me siento “prepotente, poderoso, autosuficiente que no necesito de nada ni de nadie?

ü   La prueba será entonces creer aunque no sienta la fuerza, pidámosla y se nos dará, pidamos y estemos seguros de que el Señor nos responderá, a su manera, que necesitamos aprender.

ü  Pidámosle a Jesús, nuestro Maestro, que nos enseñe a creer, y “hacer la prueba”.

SEGUNDA LECTURA- Segunda carta de Pablo a los Corintios

§  Pablo nos habla de la reconciliación

o   Quien está en Cristo es porque ha sido reconciliado y es por lo tanto una creatura nueva, porque el mundo antiguo ha pasado.

o   Dios nos reconcilia consigo en Cristo

o   Y Dios nos ha dado a todos el ministerio de la reconciliación, poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. La palabra es Cristo, el Hijo encarnado.

o   Dice Pablo que somos pues embajadores de Cristo, el embajador habla en nombre de quien le envía

o   Es Dios mismo el que nos envía y que nos llama y nos pide “En nombre de Cristo les pedimos “Déjense reconciliar con Dios”.

o   Porque a quien no conoció pecado, Dios lo hizo “pecado” por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos.

o   Reflexionemos y meditemos en oración esta última afirmación de la carta de Pablo, nos puede hacer mucho bien.

EVANGELIO – Lc 15,1-3,11-32)

*      La introducción al capítulo 15 de Lucas, donde encontramos tres parábolas propias de Lucas, llamadas las parábolas de la misericordia, nos dice que Jesús dice esta parábola como en respuesta a lo que piensan y dicen los fariseos y escribas “ese acoge a los pecadores y come con ellos”.

*      La parábola del hijo pródigo que podríamos decir del Padre bueno, nos cuenta la historia de una situación familiar que puede ocurrir en muchos lugares. Un hijo descontento e insolente que pide la herencia que no le corresponde hasta después de morir su padre.

*      Un padre que no pelea y se la da, seguramente con el dolor y temor de lo que pueda hacer con estos bienes que han costado tanto de ganar.

*      El hijo se va contento, rico, libre, sin responsabilidades y malgasta todo cuanto no le ha costado nada adquirir, cuando todo se acaba se acaban también los “amigos”.

*      Siente hambre y tiene que trabajar en pésimas condiciones y en esta situación límite, cuando ha tocado fondo, como decimos, entonces tiene tiempo para acordarse de su padre, de lo bien que su padre trata a los empleados y mucho más a los hijos y desea volver.

*      Seguramente lucha con este pensamiento o invitación interna que le da el Padre Dios, y al final se deja vencer, se levanta y va.

*      Su padre que lo ha estado esperando durante tanto tiempo o anos, le sale al camino y viéndolo andrajoso, sucio, con señales de su sufrimiento y humillación corre hacia él y no le deja terminar de decir su confesión. Dice a sus criados traigan la túnica, el anillo, las sandalias… todo cuanto le pertenece por ser hijo, porque es hijo y no asalariado.

*      El perdón es total, es la alegría no solo de quien es perdonado, sino del Padre y de los ángeles de cielo, porque un pecador ha regresado a casa. Y hay fiesta no solo en el cielo sino en la tierra en la casa de este hijo afortunado de tener un padre tan bueno y misericordioso.

*      Un padre que no le reprocha, sino que lo acoge, pues bastante reproche tiene con su humillación y sufrimiento.

*      Empieza la fiesta, ¿por qué empezó la fiesta antes de que llegase el otro hijo, el hermano del que regresó? No sabemos por qué Jesús contó la parábola así.

*      Al regresar el hijo mayor que está trabajando en el campo, se sorprende de la música, baile, fiesta y mucho más cuando sabe que es para obsequiar al que se fue con la herencia y la malgastó con amigos y amigas. Malgastó lo que el padre y él, el hijo mayor, habían trabajado con tanto sacrificio.

*      Siente ira, rencor, se siente abandonado por el amor de su padre

*      En cambio el padre nunca ha pensado que al no decirle nada, no agradecerle su trabajo iba a causar este dolor en el hijo “tantos años que te sirvo y nunca me has dado….. podría decir nunca has hecho fiesta, nunca me has hecho sentir que me amas…” Quien sabe lo que había en la mente de Jesús cuando nos contó esta parábola, tal vez  una invitación a mirar nuestra vida y ver quien somos de los tres personajes o si somos los tres en diferentes circunstancias de nuestra vida.

*      La tristeza es que el mayor por su enojo se priva de gozar del gozo de su padre y también de su hermano menor. No dejemos que nos pase esto. Hablemos, conversemos, aclaremos situaciones en nuestras relaciones familiares y más íntimas para encontrar un punto común donde podamos coincidir y empezar de nuevo.

RINCON CLARETIANO

MADRE FUNDADORA

Esta breve noticia, pero compendiosa, sin apartarse un punto de la Regla que Nuestro Señor me mandaba escribir, llenó mi corazón y mi alma de una santa alegría tanto, que por un largo espacio no podía contener las lágrimas, viendo la grande obra que va a hacer el Señor. En estas breves palabras que me dijo Su Divina Majestad me hizo comprender tantas y tan grandes cosas de esta santa alma[Padre Claret], que me quedé como fuera de mí, creo perdí los sentidos del cuerpo, mientras las potencias del alma se ocupaban en admirar cuánto puede la gracia de Dios en un alma. Vi o entendí, no sé explicar de qué manera, cómo dejaba Dios Nuestro Señor al arbitrio de esta santa alma los intereses de su Iglesia, y cómo si de él dependiera el poner en pie la Ley Evangélica, y me parecía que Su Divina Majestad le decía: «Gracia te he dado para ello». Conocí que esto era una gracia singularísima que sólo ha concedido Dios a los Santos Apóstoles, y vi cómo Nuestro Señor Jesucristo se lo rogaba de un modo que yo no sé cómo encarecer.[1]

PADRE FUNDADOR

A los diez años me dejaron comulgar. Yo no puedo explicar lo que por mí pasó en aquel día que tuve la imponderable dicha de recibir por primera vez en mi pecho a mi buen Jesús... Desde entonces siempre frecuenté los santos sacramentos de Penitencia y Comunión, pero ¡con qué fervor, con qué devoción y amor!... Más que ahora, sí, más que ahora. y lo digo con la mayor confusión y vergüenza. Ahora que tengo más conocimiento que entonces, ahora que se ha agregado la multitud de beneficios que he recibido desde aquellos primeros días, que por gratitud debería ser un serafín de amor divino, soy lo que Dios sabe. Cuando comparo mis primeros años con los días presentes, me entristezco y lloro y confieso que soy un monstruo de ingratitud.[2]

 

 

 

 

 



[1] PARIS, Venerable María Antonia. Autobiografía 33.

[2] CLARET, San Antonio María. Autobiografía 38