Sunday, February 24, 2019


OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – 2019

Ø  Las lecturas de este domingo nos ayudan a reflexionar sobre nuestras palabras y a cuidarlas, ya que son el reflejo de nuestro interior

Ø  Jesus nos invita además a no juzgar a nadie.

LIBRO DEL SIRACIDA (Eclesiástico) [1]

v  Este es el único libro del Antiguo Testamento que lleva la firma de su autor (50,27)

v  Escrito originalmente en Hebreo por el maestro de sabiduría Jesús Ben Sira

v  Hacia el 180 a.C. en Jerusalén

v  Ben Sira se dedicó a estudiar lo que nosotros llamamos ahora el Antiguo Testamento: La Ley, los Profetas y los otros Escritos de sus antepasados.

v  Escribió para los jóvenes de las familias pudientes de Jerusalén.

v  Quiso transmitir el patrimonio religioso de Israel a las nuevas generaciones.

v  Supo inculcar a los jóvenes el valor de sus tradiciones y sobre todo, su fe incondicional en Dios

v  Su nieto tradujo el libro al griego, lengua más fácil y conocida por las nuevas generaciones.(132-117 a.C)

v  Este libro quedó excluido del canon de los libros, aceptados como revelados por la comunidad judía, por creerse había sido escrito originariamente en griego.

v  Y por lo tanto también de los libros del Antiguo Testamento aceptados como revelados por las comunidades de la reforma protestante que siguen la Biblia Hebrea.



PRIMERA LECTURA   Sir 27, 5-8

ü  Según el autor  nuestros defectos se hacen visibles en las discusiones.

ü  La prueba de quien somos se manifiesta en nuestro razonamiento.

ü  Nuestras palabras revelan  nuestra mentalidad, nuestra mente, nuestros razonamientos, nuestros pensamientos que se hacen patentes en nuestras discusiones. 

ü  Por eso el consejo del sabio es no alabar a nadie antes de que esta persona hable, es decir manifieste su interior y revele como se ha ido formando a través de las experiencias de la vida.   



SALMO RESPONSORIAL - Salmo 92 (91)

R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo,
y celebrar tu nombre,
pregonando tu amor cada mañana
y tu fidelidad, todas las noches!
R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
Los justos crecerán como las palmas,
como los cedros en los altos montes;
plantados en la casa del Señor,
en medio de sus atrios darán flores.
R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
Seguirán dando fruto en su vejez,
frondosos y lozanos como jóvenes,
para anunciar que en Dios, mi protector,
ni maldad ni injusticia se conocen. 
R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor



·         Este salmo es un himno individual de acción de gracias, cuya introducción es:

o   Introducción (2-4)

o   Cuerpo del himno (5-12) se alternan las obras de los justos y de los impíos

o   Conclusión (13-16)Las acciones de Dios son piedra de escándalo en la que tropiezan los necios, como lo fue la muerte en cruz de Cristo (1Cor 1,23) Sólo quien vive en el Espíritu puede comprender las acciones de Dios en la pasión de Cristo.[2]



·         Siguiendo el tema empezado en la primera lectura, el salmo por medio de imágenes sugestivas alaba a Dios por los justos.

·         Estos crecerán como palmas, como cedros, en la casa del Señor

·         En la edad anciana seguirán dando frutos como jóvenes

·         Con sus vidas anunciarán que en nuestro Dios no hay ni maldad ni injusticia.

EVANGELIO 6,39-45

 En el fragment del evangelio que leeremos este domingo hay 3 dichos o enseñanzas de Jesús a sus discípulos, que tienen que ver con llevar una vida con sabiduría, no solamente humana, sino sabiduría divina.

*      Algo muy obvio un ciego no puede guiar, porque no ve

o   Y Jesús sigue diciendo que el discípulo no es superior al maestro pero

o   Cuando haya terminado su aprendizaje será como el Maestro.

o   ¿Cuándo se termina el aprendizaje? Será cuando se  alcanza la santidad, o se llega a la eternidad? porque una vez llegados a la eternidad, no hay más tiempo para aprender.

*      El ejemplo participa de las exageraciones que a veces Jesús usa.

o   Una paja puede estar en el ojo pero dificilmente una viga

o   Tal vez Jesús quiere hacernos reflexionar que si nuestro ojo no ve nada, somos como el ciego del otro dicho que no puede guiar porque no ve

o   ¡Qué fácil se nos hace juzgar, criticar actuaciones ajenas y no vemos lo mismo en nosotros, tal vez todavía más grandes!

*      Cada árbol da los frutos correspondientes a la clase de árbol y al estado de “salud” del árbol

o   Dice Jesús que conoceremos el árbol al ver sus frutos

o   Lo mismo pasa con nosotros, pues la boca habla de lo que hay en el corazón

o   Eso mismo quiso decirnos el sabio Ben Sira que hemos leído en la primera lectura.

*      ¿Soy tan ciego que no veo como son mis frutos?

SEGUNDA LECTURA  1 Cor 15, 54-58

v  Pablo nos dice que la muerte será aniquilada por la victora, la victoria de Cristo


v  Y el apóstol nos invita a trabajar, con fervor, en la obra de Cristo

v  La obra de Cristo es nuestra salvación, la de todos

v  Y nosotros con nuestras obras colaboramos, “completamos” la obra de Cristo

v  Y nos dice Pablo que nuestras fatigas, las fatigas por el anuncio de la salvación no se perderán

v  ¿Trabajamos con entusiasmo, colaboramos  con fervor y con alegría en la obra de Cristo, la salvación de nuestros hermanos y hermanas?

RINCON CLARETIANO

Yo me espanté mucho en esto, porque hasta entonces siempre había creído que todas las personas que profesan perfección, servían derechamente a Dios; y por esto quería yo ser religiosa. Aquí Nuestro Señor me puso de nuevo delante de los ojos del alma, a mi entender, porque con los del cuerpo nada vi, su Santísima Ley y Consejos Evangélicos. Venerable María Antonia París, fundadora de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas. Autobiografía 4

Las primeras ideas de que tengo memoria son que cuando tenía unos cinco años, estando en la cama, en lugar de dormir, yo siempre he sido muy poco dormilón, pensaba en la eternidad, pensaba siempre, siempre, siempre; me figuraba unas distancias enormes, a éstas añadía otras y otras, y al ver que no alcanzaba al fin, me estremecía, y pensaba: los que tengan la desgracia de ir a la eternidad de penas, ¿jamás acabarán el penar, siempre tendrán que sufrir? ¡Sí, siempre, siempre tendrán que penar...! San Antonio María Claret, Fundador de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas. Autobiografía 8.  

BIBLIOGRAFÍA

CLARET, San Antonio María. Autobiografía.

PARIS, Venerable María Antonia. Autobiografía

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. Sagrada Biblia, versión oficial.     











[1] Sagrada Biblia p.1095-1096

[2] Sagrada Biblia, p.956

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