Sunday, August 11, 2019


XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C - 2019





La liturgia de este domingo nos presenta la exigencia de la fidelidad a la Alianza y la fidelidad en el seguimiento del Señor.



LIBRO DEL PROFETA JEREMÍAS.

ü  Estamos en el siglo VII antes de Cristo, es una época en que en el escenario internacional se dan cambios que afectan a todos los pueblos.

ü  Siria va perdiendo su poder ante la fuerza creciente del imperio de Babilonia. Por otra parte Egipto quiere aprovechar la debilidad de Siria para extender su poder sobre esa nación.

ü   Mientras tanto va creciendo la fuerza de Babilonia sobre todos los pueblos de la región. Cada gobernante busca aliarse con otros para hacer frente al poder creciente de esa nación.

ü   Los reyes de Judá hacen el juego político de sumisión algunas veces y de rebelión otras. Esto tiene un efecto devastador sobre la nación.

ü  En esta situación política  Jeremías ve o reconoce la infidelidad del pueblo a la alianza con su Dios  y las consecuencias que todo esto les trae. Por eso denuncia y también anuncia lo que él entiende es mejor para el pueblo.

ü  Aconseja la alianza con el poder naciente, Babilonia, para poder salvar a su pueblo y las instituciones de su pueblo.

ü  Al leer el libro de Jeremías descubrimos el gran amor que este hombre tuvo al Dios de la alianza, y también a su pueblo.

ü  Este amor, esta fidelidad a sus dos amores le trajo muchos sufrimientos, persecuciones e incluso la muerte.

ü  Veamos qué le pasa en la escena que la liturgia nos presenta.



PRIMERA LECTURA. Jer 38, 4-6, 8-10

v Los grandes del pueblo, los que tienen sus intereses puestos en la situación actual, no quieren oír lo que el profeta está diciendo al pueblo.

v Van y piden al rey haga algo, el rey, como tantos políticos de todos los tiempos es cobarde y les entrega a Jeremías en sus manos. ¿No nos recuerda esto lo que pasó con Jesús?

v Pero no hay solamente personas en contra de Jeremías, hay  también quienes se dejan iluminar por sus palabras, aunque les cueste aceptarlas, y no quieren que muera.

v Otra vez el rey les deja hacer lo que piden. Y Jeremías es liberado.

v Muchos a lo largo de la historia han vivido esta misma experiencia de persecución y muerte por decir la verdad llevados del amor a sus pueblos.



SALMO RESPONSORIAL - Sal 39 2,3,4,18

·       En este salmo alguien que sufre confía incondicionalmente en Dios.

·       La forma en que Jeremías sufre su situación ayuda a otros a alabar a Dios por su grandeza en  cada ser humano.

·       Estas palabras y estos sentimientos son adecuados para reflejar lo que pasa en el corazón de Jeremías.

·       Pero no solamente de Jeremías sino también de muchos o de todos nosotros que en algún momento de nuestra vida, o tal vez ahora mismo, estamos en una situación de sufrimiento, de enfermedad, de desesperanza.

·       Hagamos nuestras las palabras del salmista recitando el salmo.



R.   Señor, date prisa en ayudarme.
Esperé en el Señor con gran confianza;
él se inclinó hacia mí
y escuchó mis plegarias.   
R. Señor, date prisa en ayudarme.
Del charco cenagoso
y la fosa mortal me puso a salvo;
puso firmes mis pies sobre lo roca
y aseguró mis pasos.   
R. Señor, date prisa en ayudarme.
El me puso en la boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos se conmovieron al ver esto
y confiaron también en el Señor.   
R. Señor, date prisa en ayudarme.
A mí, tu siervo, pobre y desdichado,
no me dejes, Señor, en el olvido.
Tú eres quien me ayuda y quien me salva;
no te tardes, Dios mío.   
R. Señor, date prisa en ayudarme



EVANGELIO - Lucas 12,49-53

*     En los domingos del tiempo ordinario la primera lectura y el evangelio tienen el mismo tema.

*     Cada lectura nos ayuda a descubrir el significado de la otra.

*     En la primera hemos visto a Jeremías sufriendo la persecución por su amor y su fidelidad a Dios.

*     Al leer el fragmento del evangelio de Lucas en la Eucaristía de este domingo escuchamos a Jesús diciéndonos qué hace su presencia en nuestras vidas, qué cambios se suscitan y muchas veces nosotros no estamos contentos con esto y lo experimentamos como mal.

*     Como dice Gianfranco Ravasi en uno de sus comentarios a esta lectura, Jesús nos presenta 3 imágenes, examinémoslas una a una:

·       Fuego. Jesús dice que ha venido a poner fuego en la tierra. El símbolo del fuego se usa muchas veces para representar la fuerza devoradora y arrolladora del amor.  Jesús está consumido por su amor incondicional a su Padre y todos nosotros. Hemos visto como Jeremías estaba totalmente poseído por el amor a Dios y a su pueblo.

·       Agua. Nos dice Jesús que tiene que recibir un bautismo y siente el ansia de que llegue ya la hora de este bautismo. Este bautismo es su muerte por amor a todos nosotros. Muerte que nosotros mismos le daremos porque no nos gusta tener un Dios tan cerca de nosotros y que nos ame tanto, porque esto   cuestiona nuestros comportamientos. En nuestro bautismo morimos al pecado y empezamos a vivir la nueva vida que es la vida de Dios en nosotros.

·       División. Jesús dice que no ha venido a traer paz a la tierra, sino división. Esto seguramente que nos sorprende siempre que lo leemos. Creo estamos ante estas afirmaciones de Jesús que siempre nos sorprenden y que tienen la finalidad de ponernos a pensar.

v Acoger a Jesús plenamente en nuestra vida nos trae siempre esta división interna en que tenemos que elegir entre él y nosotros mismos.

v Acoger a Jesús es acoger a todo ser humano como hermano o hermana y esto comporta lucha interior en nosotros.

v Acoger a Jesús nos exige dejar el pecado y todo aquello que nos gusta pero que nos aleja de él y del bien de nuestros hermanos y hermanas, y esto siempre lo experimentamos como lucha interior.

v Cada uno de nosotros o de nosotras puede mirar en su vida, qué lucha, qué división le causa el seguimiento de Jesús.

v Pero esto no es algo negativo sino positivo, pues al entregarnos incondicionalmente a él y a nuestros hermanos y hermanas, adquirimos una gran libertad y una felicidad no soñada.

v En la primera lectura hemos podido intuir la división en el reino de Judá a causa del anuncio y denuncia que hacía Jeremías movido por amor a Dios y a su pueblo.

*     Dejemos que el amor de Jesús queme en nosotros todo cuanto es obstáculo a este amor.

*     Dejemos que las aguas del bautismo nos sumerjan en el mar inmenso del amor de nuestro Dios.

*     Dejemos que su Palabra cause división entre el bien que hay en nosotros y el mal que también hay y colaboremos para que sea el bien el que venza.       



SEGUNDA LECTURA - Hebreos 12,1-4

§   De la carta a los Hebreos no se conoce el nombre de su autor, aunque por mucho tiempo se le atribuía a Pablo.   

§  Todos los libros del Nuevo Testamento nos presentan la persona de Jesús vista desde diferentes perspectivas de acuerdo al autor y a la comunidad a la que va dirigido el libro en cuestión.

§  La carta a los Hebreos hace una reflexión sobre el sacerdocio de Cristo, como sacerdote eterno al modo de Melquisedec. 

§  El sacrificio que Jesús, ofrece no es la sangre de animales degollados para ofrecerlos a Dios, sino es su propia sangre ofrecida por la redención del mundo y ahora esta salvación y redención se nos ofrece de manera sacramental, es decir a través de signos y ritos.



v En la lectura de hoy el autor de la carta nos invita a contemplar la "nube de testigos" es decir los innumerables hermanos y hermanas testigos de la fe, que entregaron su vida a través de una muerte violenta como los mártires, o a través de una vida entregada sencillamente al amor del prójimo en la familia y en la sociedad, en la monotonía de cada día.

v Se nos invita también a correr nuestra propia carrera viendo como ellos corrieron la suya teniendo fijos los ojos en Jesús el testigo fiel, que corrió su carrera antes que nosotros.

v Si lo miramos a él, contemplamos su vida, no nos desalentaremos al contrario sentiremos la energía suficiente para seguir nuestra carrera hasta el final, donde él nos espera.

v La lectura termina diciéndonos que todavía no hemos estado en la situación de derramar nuestra sangre por la fe, y tal vez nunca estaremos en esta situación; pero sí estamos todos invitados e invitadas a entregar nuestra vida por amor a Jesús y a todos nuestros hermanos y hermanas que caminan con nosotros.



  RINCON CLARETIANO 



Unos meses antes de venir la Bula de aprobación de Roma, me escribió este buen siervo de Dios desde Puerto Príncipe, que estaba allá entonces con el cuidado de dirigir la fábrica de la Beneficencia por orden de Su Excelencia Ilustrísima; y me mandaba en su carta que le dijera muchas cosas concernientes a su espíritu y al mío; yo no tenía cosa particular para escribir, porque siempre he sido perezosa en esto de dar consejos, especialmente a la gente que me los debe dar a mí, pero como me da miedo faltar a la Obediencia (que de ella luego se valen) me entré en el coro un rato antes de escribir a preguntar a Nuestro Señor me dijera qué le había de escribir. Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 75.



Digo, pues, que además de asistir siempre mañana y tarde, allá, al anochecer, cuando apenas quedaba gente en la iglesia, entonces volvía yo y solito me las entendía con el Señor. ¡Con qué fe, con qué confianza y con qué amor hablaba con el Señor, con mi buen Padre! Me ofrecía mil veces a su santo servicio, deseaba ser sacerdote para consagrarme día y noche a su ministerio, y me acuerdo que le decía: Humanamente no veo esperanza ninguna, pero Vos sois tan poderoso, que si queréis lo arreglaréis todo. Y me acuerdo que con toda confianza me dejé en sus divinas manos, esperando que él dispondría lo que se había de hacer, como en efecto así fue, según diré más adelante. San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 40.



BIBLIOGRAFÍA

CLARET, Antonio María Claret, Autobiografía.

PARIS, María Antonia, Autobiografía

RAVASI, Gianfranco, Según las Escrituras, Año C.

SCHÖKEL, Luis Alonso, Comentario a La Biblia de nuestro Pueblo.

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