Thursday, August 9, 2012

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO-CICLO B- 2012

PRIMERA LECTURA – 1 Reyes 19,4-8 

«  En este episodio de la vida del profeta Elías, el profeta emprende una peregrinación hacia el monte de Dios,  como el pueblo de Dios al salir de Egipto se dirigió al monte de Dios, el Horeb, el Sinaí.

«  En el profeta se revive la historia pasada de Israel:

o   Israel era perseguido por el Faraón de Egipto. Elías huye de la reina Jezabel que ha jurado matarlo, después que Elías ha pasado a cuchillo a todos los profetas del dios pagano Baal.

o   Israel en su huida llega a la orilla del mar de las cañas (mar Rojo) y lleno de miedo y desesperación cree que todo se acabó, que sólo le queda la muerte. Durante su peregrinación por el desierto desfallece muchas veces, pierde la confianza en Yavé. Elías cansado después de un día de camino por el desierto decide no seguir y disponerse a morir.

o   En su peregrinación por el desierto Yavé le da a Israel, al pueblo elegido,   para comer el “maná” y para beber agua de la roca. Elías abre los ojos y ve pan y agua, y la voz de Yavé que le manda comer y beber para poder tener energía para seguir su camino

«  En este episodio de la vida de Elías podemos también reconocer el camino de la vida de todo hombre o mujer.

o   Israel y Elías están cansados, desalentados, sin esperanza, dispuestos a morir. En nuestra vida también hay momentos así.

o   Israel y Elías huyen de quienes les persiguen, también en la vida de muchos hombres y mujeres hay persecución y dificultad, de lo que intentamos huir.

o   Pero como a ellos Dios nos da el alimento y la bebida necesaria para seguir nuestro camino, como veremos en el evangelio.

«  El texto bíblico nos presenta a Elías huyendo, pero en realidad más que huir de algo, es Elías atraído por la fuerza seductora de Yavé que lo empuja a caminar hacia el monte de Dios, el Horeb, para allá encontrarse con el Dios vivo y compasivo. También en nuestra vida hay momentos en que huimos de Dios, porque nos hemos asustado al sentirnos profundamente atraídos y seducidos por su incomparable belleza y bondad.

SALMO RESPONSORIAL:  Salmo 34

ü  La respuesta que daremos al salmo es GUSTEN Y VEAN QUE BUENO ES EL SEÑOR.

ü  Sí, sigamos la invitación que nos hace el salmista descubramos en nuestra vida la bondad del Señor que nos rodea de su ternura y compasión sin límites, no importa cual sea la situación actual o pasada de nuestra vida.

ü  El Señor es bueno, entremos en nuestro corazón y descubramos allá esta verdad que nos hará libres y felices.

ü  Si Él nos ama, ¿a quién temeremos? 

EVANGELIO Juan 6, 41-51

Ø  Los judíos murmuran de Jesús, porque les ha dicho que es el pan bajado del cielo

Ø  El pueblo de Israel en su camino por el desierto después de la salida y liberación de Egipto, murmuró, y le reclamaba a Moisés que los había sacado de la esclavitud.

Ø  Jesús invita a sus contemporáneos a no murmurar, a no dar por seguro que saben su origen, o que saben otras cosas que dan por supuesto.

Ø  Les recuerda y nos recuerda a todos que nadie va a Dios si primero Dios no lo atrae, como decíamos  Elías, sigue su camino en la búsqueda de Dios que ha tenido la iniciativa de atraerle irresistiblemente.

Ø  También Dios, el Señor, nos atrae irresistiblemente y lo descubriremos si estamos atentos a los movimientos interiores de nuestro ser, y nos dejamos seducir por Él, sin miedo.

Ø  Jesús nos dice que sólo van a Él quienes escuchan al Padre

Ø  Nos recuerda que nadie ha visto al Padre, sino sólo Él que está junto al Padre.

Ø  Quien cree ya tiene la vida eterna, porque el que cree ama a Dios incondicionalmente y por eso cree, se fía, entra en una relación de intimidad con el Señor que nos ama primero.

Ø  En los versículos del 48 al 51 Juan nos habla de Jesús Pan de Vida. Él es el Pan que da la vida, no como el maná, imagen y anticipo del verdadero pan, pues quienes lo comieron murieron. Ni tampoco como el pan que Elías comió en el camino hacia el monte de Dios, pues Elías también murió;  pero quien coma de este Pan que es Jesús vivirá para siempre.

Ø  El maná y el pan de Elías son momentos de luz en el camino de la revelación progresiva de Dios a los  hombres/mujeres. Jesús, Pan de vida, es la revelación plena de Dios, que dio pan a los Israelitas y a Elías.

Ø  Este pan es su carne entregada en la cruz para la vida del mundo. Y la bebida que nos da no es el agua, ni de la roca, ni del jarrón junto al pan, es su misma sangre entregada y derramada   para la vida del mundo.

SEGUNDA LECTURA  Efesios 4,30-5,2

La carta a los Efesios:

*      Escrita después de la muerte de Pablo por uno de sus discípulos que usa su nombre para invitar así a leer esta carta llena del pensamiento de Pablo aunque también modificado por la reflexión teológica y espiritual de su discípulo.

*      Los cristianos de la segunda generación se enfrentan a una problemática distinta a sus hermanos y hermanas de la primera generación, en que los cristianos procedentes del judaísmo eran más numerosos que los procedentes del mundo pagano

*      Ahora después del año 70 los cristianos procedentes del judaísmo son minoría, hace falta una nueva reflexión sobre la universalidad de la llamada a la fe, sobre no haber diferencias entre los bautizados: paganos o judíos, libres o esclavos, mujeres u hombres, todos formando un solo pueblo de bautizados.

*      Dicen que donde termina la carta a los Colosenses empieza la carta a los Efesios.

o   Colosenses nos habla de Cristo

o   Efesios nos habla de la Iglesia

*      Después del saludo el autor

o   Pronuncia una bendición  sobre estos hermanos y hermanas que han llegado a este momento de su vida en que recibirán el bautismo

o   Y eleva una súplica pidiendo que estos hermanos y hermanas puedan descubrir y gozar de las inmensas riquezas de Cristo.

o   La segunda lectura de este domingo, está tomada del final del capítulo 4 y principio del capítulo 2. El autor invita a los hermanos y hermanas bautizados

§  A no entristecer el Espíritu de Dios

§  Con comportamientos que no se parecen a los de Cristo

§  Más bien les invita a perdonarse mutuamente como Cristo nos ha perdonado a todos.

§  Nos invita a imitar a Cristo y a ser hijos e hijas queridos como lo es Él

§  Sigamos el camino del amor y hagamos de nuestra vida una ofrenda y sacrificio de olor agradable, hagamos de nuestra vida diaria una liturgia, una Eucaristía.

§  Qué hermosa comparación para nuestra vida de esposos y esposas, padres y madres, hijos e hijas, estudiantes, trabajadores, científicos, políticos, economistas, sacerdotes, obispos, diáconos, seminaristas, religiosos y religiosas, etc…. una liturgia de acción de gracias, una Misa a nuestro Dios y Padre.


RINCON CLARETIANO



Ore el Misionero con Cristo, orando: viaje con Cristo, viajando: como con Cristo, comiendo: beba, con Cristo, bebiendo: duerma con Cristo, durmiendo: sufra con Cristo sufriendo; predique con Cristo predicando: descanse con Cristo, cansado: y viva con Cristo muriendo, si quiere entrar en la vida con Cristo, reinando.
A mayor Gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén. María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, El Misionero Apostólico 2,31.

Que el mayor sacrificio que puedes hacer a tu Dios y Señor es dedicarte a las misiones y a la conversión de los pecadores. Según San Gregorio, es tan grande el honor del hombre que se hace coadjutor de Dios (3) en la conversión de las almas, que su dignidad no sólo es angélica, sino divina, dice San Dionisio 4. ¡Oh, y cuán hermosos son los pies de los que evangelizan la paz y los bienes de la otra vida!, exclama San Pablo con Isaías 5. Son especiosos 6 por su velocidad en discurrir por los pueblos, como si fueran espíritus celestiales, y, como ángeles, se ocupan en la salvación de las almas, sin llamarles la atención otra cosa que la mayor gloria de Dios y bien de sus semejantes; son especiosos también por su virtud y fortaleza en sobrellevar las asperezas, espinas y dificultades del ministerio; especiosos por su pureza con que andan, sin llamarles la atención ni intereses temporales, ni aplausos, ni honores, ni comodidades; especiosos, en fin, por la hermosura de su vida ejemplarísima y por la suavidad y santidad de su doctrina, con que convierten, atraen y enamoran las almas. San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Carta al Misionero Teófilo, 1.


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