Tuesday, March 20, 2018


DOMINGO DE RAMOS - 2018

Evangelio. Mc 14, 1–15, 47

Ø  El evangelista Marcos nos da una introducción a la pasión.

Ø  Nos sitúa en el tiempo “los panes ácimos”, y nos dice la decisión de las autoridades judías de dar muerte a Jesús, pero no en la Pascua.

Ø  Esta es la ironía que tienen las decisiones humanas cuando no cuenta con el designio divino y el bien de los demás.

Ø  La muerte de Jesús, el verdadero cordero pascual, tenía que ser en tiempo de la Pascua, ya que él es la pascua definitiva que realiza la liberación total. 

Ø  Y también nos cuenta el acto de amor y ternura de aquella mujer amiga, la hermana de Lázaro, María, que derrama sobre Jesús un perfume que tal vez ella tenía para usarlo en ocasiones especiales, y lo derrama todo sobre Jesús.

Ø  Quienes no entienden de ternura, de gratuidad protestan, ‘’’ se podía haber vendido….para los pobres.”

Ø  Judas Iscariote decide ir a los sumos sacerdotes y entregarlo por dinero.

Ø  Ya tenemos el escenario del acontecimiento más grande de la historia.

JESÚS CELEBRA LA PASCUA JUDÍA 
Ø  En este relato se alternan las escenas dentro y fuera.

Fuera

Ø   ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?" le preguntan los apósotoles.

Ø  Jesús les da una descripción de a quien encontrarán al entrar en el pueblo, si lo siguen sabrán donde preparar la cena. ¿Por qué no se lo dice claramente? No sabemos se han hecho diversas conjeturas. Los discípulos van, entran en la ciudad y preparan todo.

Dentro

Ø  Llega Jesús al atardecer, cuando se celebraba el rito haciendo memoria de las maravillas que Dios había hecho en favor de su pueblo en la salida de Egipto. 

Ø  Jesús les avisa que uno de ellos lo entregará, están tristes… preguntan…"¿Soy yo?"

Ø  Jesús responde sin denunciar directamente a Judas que está presente. Y, lleno de dolor exclama   ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! ¡Más le valiera no haber nacido!"

Ø  Y Jesús transformará esta Cena para siempre con un gesto y unas palabras que cambiarán la historia de la humanidad.

Ø  Jesús tomó

o    un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen: esto es mi cuerpo".

o   Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo: "Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos.  

o   Jesús hace sacramentalmente, bajo signos lo que realizará en la cruz al día siguiente: entregará su vida por todos nosotros. Se quedará para siempre entre nosotros para que podamos dar el verdadero y único culto al Padre.

Ø  Después de cantar el himno, salen para ir al monte de los Olivos, pero antes Jesús les advierte que todos ellos lo abandonarán, como huyen las ovejas cuando alguien hiere o mata al pastor.

Ø  Y le avisa ya que cuando resucité después de su muerte irá a Galilea.

Ø  Pedro no puede aceptar lo de traicionar a su Maestro, no es consciente de su debilidad humana, pero Jesús le dice que le negará tres veces antres de que el gallo cante dos.

Ø  La afirmación de Pedro se hace más dolorosa pues nosotros sabemos que lo que Jesús le ha dicho es la verdad de lo que pasará.  

Fuera

Ø  Van al huerto, Jesús deja la mayoría de sus apóstoles a la entrada

Ø  Y se lleva a los tres que fueron testigos de su transfiguración: Pedro, Santiago y Juan para que le acompañen.

Ø  Se aleja un poco de ellos y empieza su oración llena de tristeza, dolor y  miedo. El que tiene miedo es la Palabra, el Hijo, la Segunda Persona de la Trinidad, Dios que se ha hecho hombre y ha querido sufrir lo mismo que nosotros sufrimos.

Ø  Como nosotros, busca a sus amigos para confiarles su estado de ánimo, pero nos dice el evangelista que ellos se durmieron.

Ø  Jesús pide al Padre “si es posible… Tú lo puedes todo…. Pero como había dicho unos días antes Él ha venido para esta hora en que va a ser fiel a la voluntad de salvación del Padre aunque a Él le cueste su vida.  

Ø  Vuelve a sus discípulos y lo encuentra dormidos y les dice “ya pueden seguir durmiendo…. ¿por qué? Porque Él ya ha recibido del Padre la fuerza para seguir adelante pues para esto puso su tienda entre nosotros.

Jesus y Judas

Ø  Judas viene capitaneando un grupo de gente armada y lo besa. ¿qué sentiste Judas al dar un beso de traición a tu Maestro? Los besos no son para esto.

Ø  Y Jesús se entrega en las manos de aquellos hombres armados, aquellos hombres por quienes ha venido al mundo y ahora se entrega sin defenderse. El que así obra es La Palabra eterna del Padre, la Palabra creadora, que en el mismo momento en que es maltratado está creando les está dando la vida a aquellos hombres.

Ø  Sus apóstoles huyen, pero un muchacho envuelto en una sábana lo sigue para ver que pasa, la tradición nos dice que seguramente era Marco, el mismo que ahora escribe el evangelio.

Jesús y Pedro – Juicio religioso

Ø  Hemos visto a Jesús con uno de sus apóstoles: Judas

Ø  Veamos ahora qué pasa con otro de sus apóstoles. No sabemos si Judas amaba a su Maestro, pero si sabemos por los evangelios que Pedro amaba mucho a su Maestro de quien era no solo apóstol sino también amigo.

Ø  ¿Qué te pasó Pedro?

Ø  Mientras Jesús es interrogado en el juicio religioso, Pedro está fuera, poniéndose en peligro.

Ø  Jesús es interrogado pero no responde, sólo lo hace cuando le cuestionan sobre su identidad ¿eres el Mesías? Ya no pude callar, tiene que dar testimonio de quien es “Sí lo soy”.

Ø  Y es condenado por ser quien es, por ser el Mesías que Israel ha esperado tanto tiempo y que vienen para salvarnos a todos.

Ø  Y como sigue pasando en tantos lugares de nuestro mundo, los que tienen el poder, las armas, se olvidan de que el enemigo, el preso, el criminal es también un ser humano con una dignidad que hemos de respetar, y empiezan a torturarlo, a divertirse haciéndole sufrir.

Ø  ¡Cuánta ignorancia la nuestra! Éste que nos atrevemos a torturar Jesús o cualquiera de los demás seres humanos es hijo de Dios, hermano nuestro “cuando lo hicieron a uno de estos… a mi me lo hicieron.!

Ø  Pedro niega conocer a este hombre…. El gallo canta y Pedro recuerda las palabras del Maestro, de su amigo querido y rompe a llorar.

 Jesús y Pilato – Juicio político

Ø  Al día siguiente, viernes, llevan a Jesús a Pilato

Ø  Pilato le pregunta “¿eres el rey de los judíos?  “Sí lo soy”

Ø  Pero cuando Pilato le pregunta de nuevo, Jesús no responde. ¿Para qué responder a quien no tienen interés en escuchar?

Ø  Pilato, que es cobarde, como tantas veces cuando tenemos lugares de poder, desea liberarlo pues se da cuenta de que es por envidia que se lo han traido, pero tiene miedo…

Ø  Hace escoger entre Jesús y Barabás, y la muchedumbre elige a Barabás, cuantas veces se ha repetido en la historia esta escena….. incluso en nuestros días se sigue repitiendo…

Ø  Pilato da gusto al pueblo, y permite que sus soldados se diviertan torturando a Jesús.

Ø  Cuando se han divertido a su gusto, le cargan la cruz para que la lleve al lugar de la crucifixión, en el monte calvario.

Ø  Como Jesús están ya tan destrozado y débil para poderlo crucificar y que no muera antes le obligan a un padre de familia, un trabajador que regresa del campo, Simón de Cirene a cargar la cruz.

Ø  En la película “La Pasión” esta escena está muy bien presentada y hace pensar. Simón que está enojado con ese hombre por tenerle que llevar la cruz, al contacto con él, poco a poco va cambiando, al ver su bondad, su inocencia y lo defiende.

Ø  No sabemos qué pasó en la realidad, pero la verdad es que quien se acerca a Jesús, o a alguien que necesita ayuda, llega a encontrarse con Él y enamorarse de Él y su vida cambia.

Ø  Jesús ya clavado en la cruz, en la oscuridad de su dolor, de su abandono, todos se han ido. ¿Dónde están los leprosos, los epilépticos, los muertos, los enfermos de todas clases, los hambrientos…..? y ¿Dónde está el Padre?  Jesús está colgado entre el cielo y la tierra y está solo, incluso su Madre no puede hacer nada más que mirar y llorar. ¿Por qué me has abandonado?....

Ø  Y Jesús recobra la calma, vuelve a sentir la presencia del Padre que nunca lo ha abandonado, y se entrega en sus manos.

Ø  Su forma de morir, gritando, cosa que un crucificado no podía hacer pues le faltaba el aire, es lo que le hace descubrir al centurión que aquel ajusticiado era especial  "De veras este hombre era Hijo de Dios".

Ø  El velo del templo que separa el santuario del resto del templo se rasga, ya no se necesita, Jesús es el templo y el santuario. Se hace realidad lo que dijo a la Samaritana “adorar al Padre en espíritu y en verdad, en todas partes.” Ya no necesitamos buscar al Señor en lugares especiales que llamamos sagrados, pues toda la creación es sagrada desde que Jesús ha muerto en esa cruz para salvarnos y redimir toda la creación.

Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

RINCON CLARETIANO 

Aquí vi a Nuestro Señor Jesucristo, que lo tenía presente de un modo muy especial, con tanta pena por los males de la Iglesia, que parecía como que le saltaran lágrimas de sus divinos ojos, y me dijo con gran sentimiento:  «Mira, hija mía, si con lágrimas pudiera renovar el espíritu de mi Iglesia, de sangre viva las lloraría; pues que no me contenté en agotar toda la de mis venas para su creación, sino que me dejé a Mí mismo en prenda y memoria del infinito amor que le tengo para su conservación hasta el fin de los siglos». Venerable Maria Antonia París, Fundadora de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas, Autobiografía 9.

¿Quién hará caso, amadísimo Teófilo, de persecuciones, calumnias y otros obstáculos que se presentarán a un misionero, viendo que Jesucristo, San Pablo, los demás Apóstoles y todos los misioneros verdaderos han tenido que pasar por ese camino?  […]  

Tú procura callar, trabajar y esperar, que el Señor hará desaparecer aquella tempestad. Y, si tan recia es la persecu­ción, te huirás a otra ciudad; pero nunca desampararás ni abandonarás tu ministerio o misión, pues lo que pretende el enemigo es espantarte como niño tímido. ¡Dichoso tú si sufres hasta la muerte! San Antonio María Claret, Fundador de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas, Carta al Misionero Teófilo, 9.


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