Sunday, November 18, 2018




 DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO- CICLO B – 2018

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY DEL UNIVERSO



«  Hemos llegado al último domingo del año litúrgico y al domingo 34 del tiempo ordinario, en  el que la Iglesia nos presenta a Cristo Rey del Universo. 

«  En el primer domingo del tiempo ordinario hemos celebrado el Bautismo de Jesús. Durante su bautismo o mejor dicho cuando Jesús salía del agua se oyó la voz del Padre decirle “Tú eres mi Hijo querido, mi predilecto.”

«  Jesús oye al Padre decirle que es su Hijo, con estas palabras el Padre de alguna manera confirma la vocación de Jesús como Mesías. A continuación hemos visto a Jesús tentado y luego haciendo su ministerio de anuncio del Reino

«  En los domingos del tiempo ordinario Jesús se nos ha ido revelando poco a poco a través de sus conversaciones con el Padre, sus palabras, sus milagros y su relación con los apóstoles y con el pueblo.

«  Ahora después de todo este recorrido la Iglesia nos presenta a este mismo Jesús, que ha sentido la oposición de los líderes religiosos de su pueblo, que se ha mostrado tan cercano y a veces tan vulnerable, como Rey y Señor.  

«  Como Rey y Señor no ha perdido su ternura, al contrario su realeza es de misericordia para todos. 

 

PRIMERA LECTURA: Daniel 7,13-14 

Ø  La semana pasada explicamos ampliamente algunos aspectos interesantes de este libro.  Hoy nos vamos a concentrar en el mensaje del capítulo 7.

Ø  La lectura nos presenta este personaje “Hijo del hombre” título que Jesús se dará a si mismo muchas veces.

Ø  Es un título de soberanía, de autoridad porque a esta figura del libro de Daniel se le ha dado

o   Poder real y dominio. 

o   Todos los pueblos y lenguas lo respetan, se inclinan ante Él.

El dominio de este Hijo de Hombre es para siempre, su reino no tendrá fin

Ø  Transcribo aquí un comentario de Luis Alonso Schökel:

o   Para nuestro tiempo, el creyente no puede conformarse con la simple espera de un ser celestial que aparezca para juzgar a los opresores modernos y las estructuras opresoras.

o   En y desde la fe el cristiano convencido del valor liberador, consolador y esperanzador de la Palabra y del proyecto de Jesús tiene que hacer de sus luchas y sudores profecía actual y actuante.

o   En nuestras manos está hacer obras de justicia, solidaridad y búsqueda de la fraternidad en medio de este mundo dividido y gobernado por las fuerzas del mal.



SALMO RESPONSORIAL – Salmo 92  

R.  Señor, tú eres nuestro rey.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes.
Estás revestido e poder y majestad.
R.
Señor, tú eres nuestro rey.
Tú mantienes el orbe y no vacila.
Eres eterno, y para siempre está firme tu trono.
R
. Señor, tú eres nuestro rey.
Muy dignas de confianza so tus leyes
y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo.
R. Señor, tú eres nuestro rey.



*      Este salmo forma parte del IV libro de los salmos que comprende los salmos 90-106

*      Es un himno a la realeza divina.

*      Su poder es el que da firmeza a la creación

*      Los mandatos del Señor son fieles y seguros

*      Su casa está adornada con la santidad.

*      La realeza y el poder de Dios son su santidad, su amor, su bondad, ternura su misericordia hacia todo lo creado.  



EVANGELIO JUAN 18,33-37

§  El encuentro entre Jesús y Pilato está narrado por Juan en una serie de siete pequeños cuadros, en que se alterna la acción dentro y fuera, entre Pilato y Jesús, o entre Pilato el pueblo y sus autoridades. 

§  Éste que vamos a leer es el segundo en esta serie de siete.

§  Se desarrolla dentro del palacio de Pilato.

§  Durante el interrogatorio Jesús se declara rey, pero un rey no de este mundo, es decir que   también se declara Dios.

§  Es Rey que da testimonio de la verdad. ¿Cuál verdad? La verdad de Dios y la verdad del ser humano.

§  Sólo  a quien le interesa la verdad y la acepta  puede escuchar su voz, la voz del Maestro.  

¡TU REINARÁS POR SIEMPRE!



SEGUNDA LECTURA: Revelación 1,5-8

ü  Este fragmento está tomado del primer capítulo del libro de la Revelación.

ü  Después de la introducción y del saludo a las iglesias, el autor del libro de la Revelación describe quien  es Jesús de una manera poética y hermosa:

o   El testigo fiel

o   El primero entre los muertos y rey de los reyes de la tierra.

o   Nos ama y nos ha librado de nuestros pecados por su sangre

o   Y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre.

ü  Viene sobre las nubes, esta descripción nos recuerda la visión del libro de Daniel del hijo de hombre.

ü  Todos lo verán incluso aquellos que lo mataron.

ü  Ahora es Jesús quien se identifica y dice:

o   Yo soy el alfa y la omega,

o   El que es y el que era y el que ha de venir, el todopoderoso

RINCON CLARETIANO

Pero el martirio de muerte era para mí, porque me hacían luchar sin gana, porque yo en nada me resistía a las disposiciones de mi Prelado, como ya he dicho, que Dios Nuestro Señor me daba gracia para sujetarme en todo; y esto de nunca acabar de determinar una cosa u otra, y verlos tan disgustados me traspasaba el alma. Pero Nuestro Señor que gustaba de verme tan humillada no descuidó de consolarme. Porque en tiempo de tanta tribulación me mandó mi Director que no estaba ni sabía lo que pasaba. Así me dejó tan sola Su Divina Majestad en tan recia pelea. Mas al llegar este buen Padre mío[Curríus], me pareció lo tenía todo hecho, porque en cuanto el confesor me asegura la conciencia, no tengo ninguna pena. Me ayudó tanto este buen siervo de Dios, que yo no sé cómo habría salido en bien, si él no hubiera tomado el negocio por propio. ¡Bendito sea para siempre Nuestro Señor Jesucristo que se complace en mandar el consuelo en tiempo de la más precisa necesidad!.  Venerable Maria Antonia París, Fundadora.  Autobiografía 222.

 Todos los días en la oración tengo que hacer actos de resignación a la voluntad de Dios. De día, de noche y siempre tengo que hacer actos de este sacrificio de estar en Madrid, pero doy gracias a Dios por esta repugnancia. Conozco que es un grande bien para mí. ¡Ay de mí! ¡Si la Corte y el mundo me agradaran! Esto sólo me agrada: al ver que nada me agrada. Bendito seáis, Dios y Padre mío, que tenéis de mí tanto cuidado. Estoy convencido, Señor, que así como al agua del mar le habéis dado el salobre y la amargura para que se conserve pura, así a mí me habéis concedido la sal del disgusto y la amargura del fastidio en la Corte para que me conserve limpio de este mundo. Gracias y muchas gracias os doy, SeñorSan Antonio María Claret, Fundador.   Autobiografía 623.



BIBLIOGRAFÍA

CLARET, Antonio María. Autobiografía.

PARIS, María Antonia. Autobiografía  en Escritos

RAVASI, Gianfranco. Según las Escrituras-Año B. San Pablo 2005.

Schökel, Luis Alonso, La Biblia de nuestro Pueblo.

Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia episcopal española.

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