TERCER DOMINGO DE PASCUA – CICLO A - 2023
INTRODUCCIÓN
Ø En este domingo la
liturgia, a través de las lecturas, nos
invita a mirar como vive la resurrección todo seguidor de Jesús. Tenemos dos lecturas de Lucas, una de los
Hechos, otra del Evangelio.
Ø Raymond Brown en su libro
a Risen Christ in Easter Time,
comenta que Lucas coloca los dos volúmenes de su obra dentro de un marco geográfico:
o la narración empieza en Jerusalén en el
Templo (Lc 1,5-8). Zacarías el Padre Juan Bautista le toca ofrecer el incienso)
y la narración termina en Roma (He 28,28) con una orientación evangelizadora
hacia los gentiles.
o El punto de unión entre
la historia de Jesús de Nazaret (evangelio)y la historia del Espíritu Santo que
guía a la Iglesia(Hechos), son los acontecimientos que sucedieron en Jerusalén:
la Pascua de Jesús.
§ La pasión y muerte Lc
22-23 se nos cuenta en el primer volumen
de la Obra de Lucas: el Evangelio.
§ El envío del Espíritu
Santo se cuenta en el segundo volumen de esta Obra (Hechos 2) Los
Hechos de los Apóstoles.
§ En cambio la resurrección
es tan central a nuestra fe que Lucas relata las apariciones de Jesús resucitado tanto en el
Evangelio como en los Hechos (Lucas 24; Hechos
1,3-9).
o El evangelio empieza en el
templo de Jerusalén (1, 5-8) y termina en el templo de Jerusalén (24,53).
o En cambio la narración de
los Hechos empieza en Jerusalén (1,3) y termina en Roma (28,28), y de allí se
anunciará a los paganos.
En el
Antiguo Testamento el profeta Isaías describe las naciones invitándose a subir a
Jerusalén para recibir la instrucción del Señor, pues de Sión saldrá la Ley de
Jerusalén la Palabra del Señor.( Is 2,1-3) y esto es lo que Lucas nos presenta aquí.
PRIMERA LECTURA – Hch 2, 14. 22-33
« Este texto en Hechos lo
encontramos después de la venida del Espíritu en Pentecostés
« Sin embargo en la
liturgia la Iglesia nos lo presenta en este tercer domingo de Pascua en que
todavía no se ha dado la experiencia de Pentecostés; porque en su proclamación Pedro anuncia el
misterio pascual de Cristo, que estamos celebrando en este tiempo de Pascua.
« El primer versículo es la
introducción para la proclamación de Pedro
« Los versos 22-24 nos
describen el contenido del Kerigma, primer anuncio de Cristo
« Pedro se nos presenta
como los profetas del A.T. con un mensaje de denuncia “ustedes lo crucificaron”
y de anuncio “pero Dios lo resucitó.”
« Pedro dice a su pueblo
o
que Jesús ha sido el regalo que Dios les ha hecho y que
ellos no han sabido apreciar.
o
Que Jesús es el cumplimiento de las promesas hechas por
Dios a su pueblo Israel
« Es consolador al leer
estos textos darnos cuenta de que las promesas de Dios se cumplen siempre y que
ninguno de nosotros puede hacer que no se cumplan, Dios es siempre fiel.
« Jesús es el gran regalo de Dios no sólo al pueblo de Israel, sino a toda la humanidad y nosotros seguimos crucificándolo en los millones de hermanos y hermanas nuestras que sufren a causa de la falta de amor, la ambición, la avaricia, la sociedad de consumo, la destrucción de nuestra casa común y la indiferencia de muchos de nosotros. Como dice Pedro “ustedes lo crucificaron” podríamos decir esta frase así: ustedes crucifican a sus hermanos hoy.
SALMO RESPONSORIAL Sal 16
R. (11a) Enséñanos, Señor, el camino de la
vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres me refugio.
Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia:
mi vida está en sus manos.
R. Enséñanos,
Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor
y con él a mi lado, jamás tropezaré.
R. Enséñanos,
Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Por eso se me alegran el corazón y el alma
y mi cuerpo vivirá tranquilo,
porque tú no me abandonarás a la muerte
ni dejarás que sufra yo la corrupción.
R. Enséñanos,
Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Enséñame el camino de la vida,
sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti.
R. Enséñanos,
Señor, el camino de la vida. Aleluya.
v Hermoso salmo, al leerlo
percibimos en quien lo escribió una gran confianza, un abandono total en manos
de Dios.
v Palabras que la liturgia
pone en boca de Jesús.
v ¡Oh, si nosotros
tuviésemos esta confianza total en nuestro Padre Dios!
v Esto es lo que Jesús nos
ha enseñado con su vida.
v Que nosotros podamos como
Jesús decirle al Padre “mi corazón descansa seguro en ti”.
v Confiemos pues el Padre nos ha dado nos ha creado por amor, nos acompaña toda la vida con amor, ha enviado a su Hijo unigenito para que haciéndose hombre pudiese ofrecerse para redimirnos, ¿Qué más puede nuestro Abba, papá, hacer?
SEGUNDA LECTURA 1Pe 1,17-21
Continuamos
la lectura de la Primera carta de Pedro que iniciamos el segundo domingo de
Pascua.
Ø El Padre nos juzga de
acuerdo a nuestra conducta
Ø Pedro nos invita a vivir durante nuestra vida (permanencia en
tierra extranjera) recordando que hemos sido liberados de nuestra antigua forma
de vida, no con monedas sino por la sangre del cordero.
Ø En la primera Pascua celebrada cuando el pueblo salió de Egipto, la sangre del cordero que se inmolaba para comerlo luego, al marcar las puertas era la señal para que el ángel exterminador pasara de largo. Pedro usa esta imagen para recordarnos que el verdadero cordero, cuya sangre nos salva y redime, es Cristo muerto en la cruz y resucitado de entre los muertos por el Padre.
EVANGELIO Lc 24,13-35.
Este pasaje del evangelio de Lucas es la narración más
bella de la resurrección.
Este
pasaje representa la vida de fe de todo seguidor de Cristo.
Y
también representa la celebración de la
Eucaristía (palabra y cuerpo del Señor)
Nos
muestra el camino de fe apoyado en las Escrituras, que el Señor nos va
clarificando (vv.17; 25-23)
Camino
de fe que tiene sus altos y bajos (vv. 21-24)
Su
corazón se iba caldeando, encendiendo sin ellos darse cuenta (v.33), como nos pasa a nosotros al entrar en
contacto más íntimo y consciente con el Señor.
Fieles
a la hospitalidad que Dios les pedía en la Ley, invitan al caminante forastero
a quedarse pues al anochecer era peligroso y difícil caminar (v.29)
Este
gesto es el que, juntamente con el calor recibido de la palabra del caminante, predispuso su corazón a reconocerle en su
gesto tan habitual “partir el pan” (v.30)
Venían
tristes, aburridos cuando el caminante se les juntó, ahora que han descubierto
que es el mismo Jesús que las mujeres
vieron, pero que otros no…. tienen tal
entusiasmo que regresan al instante.
Pasa
en ellos lo mismo que leemos una y otra vez en las Escrituras, quien se
encuentra con el Dios vivo no puede menos de anunciarlo con alegría y
entusiasmo sin sentir el cansancio.
Cuando
llegan los otros saben que ha resucitado porque Pedro lo ha visto.
Pensemos
y meditemos en el silencio de nuestro corazón:
o
Cuándo
venimos a la Eucaristía, ¿dejamos que el
Señor caliente nuestro corazón, lo encienda en su amor?
o
¿Escuchamos
su Palabra como si fuese la primera vez que la oímos?
o
¿Recibimos
el Pan de la Eucaristía, su cuerpo y sangre, con la ilusión y entusiasmo de la
primera vez?
o ¿Nos dejamos enseñar por el Señor mientras caminamos por la vida, le preguntamos por el significado de lo que pasa en nosotros, la familia, comunidad, nación, mundo?
RINCON CLARETIANO
En esta ocasión
que me era tan necesaria esta esperanza, la avivó tanto Nuestro Señor en mi
alma que redundaba en el cuerpo, y los
que me rodeaban en aquellos últimos días estaban admirados de ver el reposo con
que obraba en todas las cosas, indicio cierto de la tranquilidad que disfrutaba
mi alma, en ocasión que todo era motivo de turbación y espanto. Pero para los
que tienen la fe muerta, y más esperan en los hombres que nada pueden, que en
Dios que con un acto de su voluntad gobierna y sustenta todo el mundo. Y ni la
tierra ni el mar con todos sus elementos jamás traspasarán sus límites sin la
divina ordenación. (Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras
Claretianas, Autobiografía 136).
Espantado del nombramiento, no quise
aceptar por considerarme indigno e incapaz de tan grande dignidad, por no tener
ni la ciencia ni las virtudes necesarias. Y reflexionando después más detenidamente,
pensé que, aunque yo tuviese ciencia y virtud, no debía abandonar la Librería
Religiosa y la Congregación que acababan de nacer. Así es que con el mayor
esfuerzo rechazaba todas las instancias que me hacían el Sr. Nuncio de S.
Santidad, Excmo. Sr. Brunelli y el Sr. Ministro de Gracia y Justicia, don
Lorenzo Arrazola. Viendo estos dos Señores, el Nuncio y el Ministro, que de mí
no podían sacar partido, se valieron de mi Sr Prelado, el Sr. Obispo de Vich, a
quien tenía la más ciega obediencia, y este Señor me mandó formalmente que aceptara.
(San
Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 495).
BIBLIOGRAFÍA
BROWN, Raymond . A Risen Christ in Easter Time.
CLARET, Antonio María.
Autobiografía.
PARIS, María Antonia. Autobiografía.
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