SEGUNDO
DOMINGO DE PASCUA – A - 2023
Estamos en plena Pascua, hoy
celebramos el segundo domingo y la lectura del evangelio nos dice que el Señor se presentó a sus apóstoles.
San Juan Pablo II estableció este domingo como
el domingo de la Divina Misericordia.
PRIMERA LECTURA – Hch 2,42-47
Ø En este pasaje se nos describe la vida de
la primera comunidad de seguidores de Jesús.
Ø Comunidad de hombres y mujeres impactados
por la resurrección de Jesús, del Jesús que habían visto clavado en la cruz, o
habían oído de él.
Ø La comunidad hace lo que nosotros seguimos
haciendo en nuestras celebraciones Eucarísticas. Se reúnen para
o
Escuchar
la enseñanza de los apóstoles
o
La
vida común
o
La
fracción del pan
o
La
oración
Ø ¿No es acaso esto lo que hacemos en
nuestras comunidades eclesiales?
o
En la
celebración Eucarística o Misa
§ Escuchamos las Escrituras, las enseñanzas
de los apóstoles
§ Oramos juntos
§ Partimos el pan de la comunión eucarística
Ø ¿No ponemos nosotros también los bienes en
común? de una manera más drástica o de manera menos exigente, pero compartimos
nuestros bienes,
o
Nuestras
obras sociales de ayuda y promoción
o
Nuestras
obras de caridad cuando nuestros hermanos y hermanas están pasando grave
necesidad
o
Nuestra
ayuda al mantenimiento de nuestras parroquias donde nos reunimos como comunidad
de seguidores de Jesús del siglo XXI
Ø Podemos preguntarnos, ¿es nuestro
entusiasmo por la resurrección de Jesús parecida a la de ellos, o el paso del
tiempo ha ido enfriando nuestro entusiasmo, nuestro amor, nuestra entrega a
Jesús mismo o a Jesús en sus miembros los demás seres humanos, nuestros
hermanos y hermanas?
Salmo Responsorial: Salmo
117, 2-4. 22-24. 25-27a
R. (1) La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”.
Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”.
Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna”.
R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Querían a empujones derribarme,
pero Dios me ayudó.
El Señor es mi fuerza y mi alegría,
en el Señor está mi salvación.
R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
La piedra que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
es un milagro patente.
Este es el día de triunfo del Señor:
día de júbilo y de gozo.
R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
La respuesta al salmo
responsorial nos invita a dar gracias y nos recuerda la bondad de nuestro Dios
que ha resucitado a Jesús, piedra rechazada por los constructores, pero ahora
piedra angular.
PRIMERA CARTA DE PEDRO
Digamos algo sobre la carta
de Pedro. En la Biblia tenemos dos cartas de Pedro, la primera y la segunda.
« La carta empieza diciendo Pedro, apóstol
de Cristo a los elegidos…. Y termina saludando desde Babilonia, nombre que se
daba a Roma.
« En el capítulo 5 se menciona como anciano
y testigo de la pasión y gloria de Cristo
« Desde el principio se atribuyó con
facilidad esta carta a Pedro por las razones arriba mencionadas
« Sin embargo para algunos esta afirmación
presenta algunas dificultades por las razones siguientes:
o
El
estilo y el griego de esta carta parecen impropios de un pescador de Galilea
o
Las
citas de la Biblia las toma de la versión griega llamada de los Setenta, no de
la versión hebrea
o
Faltan
también en la carta los recuerdos personales de un compañero íntimo de Jesús
« Sin embargo no hay nada definitivo, ni
decidido plenamente, pues los argumentos no son suficientes.
« Esta carta tiene 5 capítulos, y se parece
más a una homilía que a una carta
« El tema es la pasión de Cristo en
referencia constante con los sufrimientos de los destinatarios de la carta.
« Éstos sabían a lo que se comprometían con
el bautismo y qué les esperaba, por eso hay referencias dentro de la carta a la
catequesis y liturgia bautismal.
« Les pone ante los ojos el futuro que les
aguarda si permanecen fieles.
SEGUNDA LECTURA 1Pe 1,3-9
o
Acción
de gracias al Padre porque nos ha hecho renacer de nuevo, gracias a la muerte y
resurrección de Jesús.
o
La
esperanza que tenemos es la herencia que no puede destruirse, la tenemos en el
cielo
o
Dios
nos protege para que la podamos alcanzar
o
Después
de hablarnos de la esperanza el autor nos habla de la fe, nos invita a
alegrarnos de las dificultades que ponen a prueba nuestra fe
o
Y nos
dice que amamos a Jesús sin haberlo visto, esto nos recuerda lo que el Señor le
dice a Tomás en el evangelio que leeremos este domingo “felices los que sin ver
creerán…”
o
Esta
fe en Él es motivo de un gozo indecible, por la salvación personal que
recibiremos.
o
¿Son
nuestra esperanza, fe y amor al Señor así de fuertes que nos producen un gozo
indecible?
o
No
solo un gozo indecible, pero también de admiración cuando nos hacemos
conscientes de que el Señor nuestro Dios, Padre Hijo y Espíritu santo me aman
incondicionalmente siempre abiertos para recibirme, para perdóname, para acariciarme.
EVANGELIO Jn 20,19-31
En la tarde de aquel día de
la semana, ¿cuál? El de la resurrección, Jesús se hace presente en medio de los
suyos, que están cerrados por miedo.
El Señor
se presenta en medio de ellos, les muestra sus heridas para que se den cuenta
que es Él mismo, y se deja tocar para que no crean que es una imaginación, un
fantasma.
Su
presencia trae paz, la da Él y esto produce gozo en los suyos.
Los
envía como Él ha sido enviado, las da el Espíritu Santo que les dará la
posibilidad de perdonar.
Cuando
al domingo siguiente regresa, con cariño deja que Tomás lo toque,
Tomás
responde con la hermosa exclamación “Señor mío y Dios mío”
Y
Jesús le dice a él y a todos nosotros
“Tú has creído porque has visto, pero felices los que sin ver creerán”
¿No
es esta nuestra felicidad o bienaventuranza? Nosotros no hemos visto
físicamente al Señor pero como dice
Pedro, lo amamos y creemos en Él.
RINCÓN CLARETIANO
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Muéstrese
el Misionero, siempre afable y sea todo para todos, pero sin perder un punto
la gravedad, y circunspección religiosa. Todo el mundo le debe ser patria al Misionero de Cristo, porque nuestro divino Redentor a todos nos vino a redimir mandando predicar un mismo Evangelio en todo el mundo.(María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Clareetianas; El Misionero Apostólico 2.1 y 2.10) En muchas partes de la Santa Biblia sentía la voz del
Señor que me llamaba para que saliera a predicar. En la oración me pasaba lo
mismo. Así es que determiné dejar el curato e irme a Roma y presentarme a la
Congregación de Propaganda Fide para que me mandase a cualquier parte del
mundo.(San Antonio María Claret, Fundador de las
Misioneras Claretianas; Autobiografía
120) |
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