XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO  - CICLO A – SEPTIEMBRE 10, 2017

ü  Ezequiel ha sido llamado para ser el vigilante, para cuidar a la casa de Israel. 

ü  Jesús nos invita a ayudarnos y amarnos unos a otros en nuestras comunidades.  

ü  Pablo nos invita a no tener deudas con nadie si no es la deuda del amor.

PRIMERA LECTURA  Ez 33,7-9

v ¿Quién es el profeta Ezequiel?

o   El libro de Ezequiel forma parte del grupo de libros llamados “Profetas mayores”.

o   El autor del libro era un sacerdote que vivía en Jerusalén

o   Y fue deportado a Babilonia con el primer grupo de exiliados en el 597 a.C.  

v El libro

o   La composición literaria de este libro nos hace pensar en que fue obra de un solo autor, cosa que no es así en muchos de los libros del Antiguo Testamento.

o   El acento no está en los oráculos o gestos que este hombre tiene que hacer sino en quien le pide que los haga,  es decir en Dios.

o   La presencia   del Señor en estos oráculos y en la vida de este hombre es continua.  Dios le da la orden de realizar el gesto o dar el oráculo y, le comunica, al mismo tiempo, cual será la reacción del pueblo.

o   El libro tiene una estructura dramática en que se distinguen los siguientes elementos:

§  Una  visión inicial que da el tono a toda la obra de este libro

§  La caída de Jerusalén que se encuentra en la mitad del libro

§  Siguen unos capítulos de condena y anuncio de salvación para Israel.  

§  Entre los anuncios de condena y los de salvación para Israel se intercalan oráculos relacionados con las naciones.

§  La visión de la nueva organización del país y del templo como conclusión del libro.

v El mensaje 

o    abarca problemas inquietantes variados, pero hay una preocupación central:

§  Infundir esperanza a una comunidad nacional y religiosa que está sufriendo una grave crisis.

§  Que no es consecuencia solamente de la ambición de otros pueblos poderosos

§  Sino que Israel tiene una gran parte de la responsabilidad con sus comportamientos, porque

§  El destino de un pueblo se funda en su propia responsabilidad, que se traduce en comportamientos justos o erróneos en todos los órdenes, religioso y político.

VEAMOS LA LECTURA DE HOY

Ø  Hijo de hombre te he puesto como vigilante para la casa de Israel

Ø  Cuando me oigas decirte algo, tienes que repetirlo

Ø  Si te digo algo para que el malvado cambie y tú no se lo dices, el malvado permanecerá en su maldad que le lleva a la muerte, pero  tú serás el responsable de su muerte a causa del pecado

Ø  Si te digo algo para que el malvado cambie y no te hace caso, él será responsable de las consecuencias de este rechazo, pero tú no lo serás, te salvarás.

Ø  Parece decirnos aquí el profeta que somos responsables unos de otros, que necesitamos preocuparnos de los comportamientos de nuestros hermanos y hermanas  compañeros de camino, no para juzgar sino para anunciar donde se halla la salvación.

Ø  Si no lo hacemos seremos responsables de que el mal continúe y de que nuestros hermanos y hermanas no conozcan la salvación que el Señor nos ha traído.

Ø  El profeta en su libro quiere hacer caer en cuenta al pueblo y a todos nosotros de la responsabilidad de nuestras acciones, sobre todo de la responsabilidad a la respuesta que damos a nuestra llamada de parte del Señor.

Ø  No estamos llamados a dominar, a condenar sino a amar y este amor nos tiene que mover, quemar por dentro ante el daño que nos hacemos, que nuestros hermanos y hermanas se hacen con sus pecados que no les dejan descubrir el amor que Dios les tiene.

Ø  La sociedad que nos rodea, generalmente nos invita a ser indiferentes, a no preocuparnos por  la vida ajena. Pero de acuerdo a nuestra fe sabemos que  todos somos responsables unos de otros.

Ø  Esto está afirmado en la Biblia en diferentes partes, recordemos que le pregunta Dios a Caín ¿dónde está tu hermano Abel? Y nos repite hoy, ¿Dónde está tu hermano, tu hermana? ¿Les has ayudado a encontrarme como tú me has encontrado? Has sabido respetarlos como sagrados, y respetarlos y cuidarlos como se cuida algo frágil y precioso que puede romperse?

Ø  Cuándo has creído que tenías que decirle que lo que había hecho no estaba bien, ¿qué es lo que te ha movido?

Ø  Dice el Papa Francisco que la condición para poder hacer esto, es reconocer que todos somos  pecadores y sabernos necesitados de la misericordia de Dios.   

Ø  Decía mi Fundador, Antonio María Claret, cada persona es la imagen de Dios, de nuestro Padre, y como dejar que esta imagen esté pisoteada, sucia y destruida por nuestros pecados.

SALMO RESPONSORIAL Sal 95, 1-2. 6-7. 8-9

R. (8) Señor, que nos seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor,
aclamemos al Dios que nos salva.
Acerquémonos a él, llenos de júbilo,
y démosle gracias.
R. Señor, que nos seamos sordos a tu voz.
Vengan, y puestos de rodillas,
adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo,
pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo,
él nuestro pastor y nosotros, sus ovejas
R. Señor, que nos seamos sordos a tu voz.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice:
"No endurezcan su corazón,
como el día de rebelión en el desierto,
cuando sus padres dudaron de mí,
aunque habían visto mis obras".
R. Señor, que nos seamos sordos a tu voz.

ü  Este salmo es una invitación a aclamar, cantar con entusiasmo a nuestro Dios porque nos ha salvado

ü  Vengan con júbilo, entren con aclamaciones, doblen la rodilla, aclamemos con música… porque él es nuestro Dios

ü  Y nosotros somos su pueblo que él mismo conduce,

ü  Las ovejas de su rebaño, ¿por qué ovejas?  Porque en Israel el rey es el pastor, David el gran rey de Israel, el rey que tenía el corazón semejante al de Dios, había sido un pastor.

ü  El pastor da la imagen de un cuidado bondadoso y  tierno y continuo sobre las ovejas.

ü  Este domingo el salmo termina con la estrofa donde se nos dice de recordar qué había pasado en otro tiempo a los que se apartaron del Señor para no repetir nosotros lo mismo.

EVANGELIO Mt 18,15-20

v En este evangelio podemos distinguir dos temas relacionados con la vida de la comunidad de fe, la comunidad de seguidores de Jesús.

v El primer tema: la corrección fraterna,

o   es decir todo cuanto podemos hacer para ayudarnos cuando nos hemos alejado del camino de la vida y nos estamos destruyendo por el pecado.  

o   Buscar todas las formas posibles, a solas, con otro, con un grupo, con la comunidad….

o   No nos está invitando el Señor a vigilar la conducta de nuestros hermanos y hermanas para escandalizarnos interiormente y condenar creyéndonos mejores o llamados a ser vigilantes de los demás.

o   Se nos llama, nos llama el Señor a vivir el único mandamiento que nos dejó que lo llamó “nuevo”

o   Y ¿cuál es? Nos dijo antes de morir “ámense unos a otros como yo los he amado” y sabemos que él mismo dijo que no había venido a condenar sino a salvar.

o   Nosotros no podemos salvar a nadie, pero sí ayudar a encontrar el camino que conduce a la intimidad con quien puede salvar que es el Señor Jesús.

v El segundo tema: cuando dos o tres nos reunimos  en nombre de Jesús, el mismo Jesús está en medio de nosotros, de nuestra reunión.

o   Nos reunimos en nombre del Señor, es decir que no es cualquier reunión, sino en nombre de él

o   Es un reunión en que nos hemos juntado para orar, para pedirle algo

o   El Padre se lo concederá

o   Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos, y el Padre siempre me escucha.

o   Todos los domingos nos reunimos en su nombre, qué consoladoras palabras. Cómo nos pueden entusiasmar cada domingo cuando venimos a celebrar la Eucaristía y cómo ya no se nos haría rutinaria, hay tanto que pedirle por toda la humanidad, por todos nuestros hermanos y hermanas que caminan por la vida con nosotros al encuentro del Padre que nos espera a todos.

SEGUNDA LECTURA Rm 13,8-10

v Pablo nos invita al amor mutuo. Este domingo la segunda lectura es como una explicación del mensaje de las otras dos lecturas.

v No tengan otra deuda más que la del amor fraterno

v Porque todos los mandamientos: no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no deseará lo del prójimo, y cualquier otro mandamiento

v Se reduce al gran mandamiento de la ley “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

v El amor es el cumplimiento de la ley porque no hace daño al prójimo.

v De qué manera tan hermosa Pablo compara la nueva ley del amor a la antigua ley dada en el Sinaí por Dios.

v La antigua ley se resumía en: amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a uno mismo

v Jesús formula de nuevo esta ley y nos invita a amarnos cómo él nos ha amado.

v En su amor Jesús está movido por su amor incondicional de hijo hacia el Padre y de hermano hacia nosotros, y a esto nos invita al darnos la nueva ley del amor.

v Sólo nos hemos de acordar de esto, amarnos unos a otros, porque esto ya supone el amor al Padre, porque sin su amor en nosotros no podríamos amarnos cómo Jesús nos pide.

  RINCON CLARETIANO

No me exige poco sino mucho sacrificio la Obediencia mandándome escribir el modo con que Dios Nuestro Señor se ha dignado manifestar los medios de poner en pie la guarda de su Santísima Ley y Consejos Evangélicos; y algunas mercedes que Nuestro Señor me ha hecho en confirmación de lo mismo; unas veces animando mi pusilanimidad y otras reprendiendo fuertemente mis resistencias, que han sido sin número, porque siendo yo tan mala como era todo me parecía fuera de camino (después he visto que es condición de Dios hacer mercedes a los grandes pecadores como yo) y me confundo al ver la gran bondad de Dios en sufrirme tanto tiempo, a quien con toda mi alma suplico perdone tantas ingratitudes y me dé gracias para que con toda claridad y verdad, yo haga esta relación que la Santa Obediencia me manda, y sea para gloria de Su Divina Majestad y confusión mía por mis grandes pecados. A Dios Nuestro Señor alabe toda criatura por sus grandes misericordias. Amén.  Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 1.

Habiéndome pedido el señor D. José Xifré, Superior de los Misioneros de los Hijos del Corazón de María, diferentes veces de palabra y por escrito una biografía de mi insignificante persona, siempre me he excusado, y aun ahora no me habría resuelto a no habérmelo mandado. Así únicamente por obediencia lo hago, y por obediencia revelaré cosas que más quisiera que se ignorasen; con todo, sea para la mayor gloria de Dios y de María Santísima, mi dulce Madre, y confusión de este miserable pecador. San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 1.

BIBLIOGRAFÍA 

CLARET, Antonio María Claret, Autobiografía.

PAGOLA, José A.   El camino abierto por Jesús. PPC 2012

PAPA FRANCISCO. Angelus Septiembre 7, 2014

PARIS, María Antonia, Autobiografía

STOCK, Klemens. La Liturgia de la Palabra. Ciclo A (Mateo)  2007