Monday, October 7, 2019


DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C- 2019

El tema de la celebración de este domingo “la acción de gracias por el bien recibido”.


Ø  Naamán es curado de la lepra y vuelve para agradecer al profeta por la curación. 

Ø  El leproso samaritano regresa para dar gracias a Jesús de su curación de la lepra. 

Ø  Jesús se queja, ¿dónde están los otros 9 curados?  ¿Se queja también de nosotros?

EL SEGUNDO LIBRO DE LOS REYES

Ø  Los dos libros de los Reyes son la continuación de los dos libros de Samuel

Ø  En la Biblia Hebrea constituyen una sola obra llamada Los Reyes (Melakim) 

Ø  En la versión de los LXX (setenta)y en la Vulgata se les denomina “tercer y cuarto de los Reyes”

Ø  Ya que los dos de Samuel se llaman “primer y segundo de Reyes”

Ø  1 y 2 de Reyes forman parte de la Historia Deuteronomista.

Ø  Que va desde la entrada en la tierra prometida(Josué) hasta el destierro de Babilonia(587).

Ø  La figura de Salomón y su reinado ocupan un lugar destacado.

Ø  El autor se complace en mostrar la magnificencia de Salomón, pero al mismo tiempo su pecado

Ø  Cuya consecuencia es la división del Reino entre Norte (Israel) y Sur (Judá)

Ø  El criterio teológico empleado para juzgar la historia es: pecado                 castigo                   retorno 

Ø   Dos figuras de profetas tienen gran importancia: en el 1 Reyes el Profeta Elías y en 2Reyes el Profeta Eliseo, del cual leeremos hoy durante la Eucaristía.

Ø  Puntos teológicos:

o   Monoteísmo 

o   esperanza mesiánica,

o   instituciones:

§  la monarquía, el rey es el representante de Dios

§  el templo, lugar de la presencia de Dios

§  destierro ¿como punto final, o tal vez nuevo comienzo?

PRIMERA LECTURA 2Re 5,14-17

ü  Todo el capítulo está dedicado a la historia de Naamán

ü  Que es un general del rey de Siria, que tiene lepra

ü  Nos cuentan la historia de cómo llega hasta el reino de Israel

ü  Hoy la liturgia nos presenta el fragmento relacionado con la curación de este hombre, no por su fe sino por la fe y confianza de una muchacha israelita sierva de su esposa.

ü  Naamán, como le ha dicho el profeta, se sumerge siete veces en el río Jordán y queda limpio de la lepra.

ü  Acción sencilla, aparentemente inútil ¿acaso no hay ríos incluso mejores en Siria, se preguntaba Naamán?

ü  Pero no es el agua material que cura la enfermedad de este hombre es la aceptación de la palabra del profeta que así le dice de hacerlo, en realidad es la humildad suficiente para creer que algo tan sin importancia pueda curar.

ü  Naamán regresa al profeta, al hombre de Dios, para darle las gracias, y ofrecerle sus dones en sobreabundancia.

ü  El profeta no acepta nada. Los profetas del Antiguo Testamento en Israel y Judá no cobran,  no son asalariados, son llamados por Dios a ser su voz su presencia.

ü  Naamán le pide que le de tierra del lugar para llevarla a su tierra y allí sobre esta tierra de Israel poder ofrecer sus oraciones y sacrificios al único Dios verdadero, el de Israel.

ü  Para aquellas culturas, Dios estaba ligado de manera especial a su pueblo, y cada pueblo tenía su propio Dios

ü  Sin embargo aquí Naamán en esta curación descubre que hay un solo Dios verdadero, el Dios que lo ha curado.

ü  Dicen que cuando uno es curado por Dios de una manera extraordinario, que normalmente llamamos milagro, no es solamente el bienestar físico que se experimenta sino un bienestar total, como un nuevo nacimiento que relaciona la persona de una manera especial con Dios.

ü  Es de suponer que esto le pasara a Naamán y por eso su reacción.

Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4

R.  El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria.
R.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
El Señor ha dado a conocer su victoria,
y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios
su amor y su lealtad hacia Israel.
R.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
La tierra entera ha contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Que todos los pueblos y naciones
aclamen con júbilo al Señor.
R.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

v Este domingo repetiremos cantando

o   El Señor ha mostrado su amor. Su amor que no hace distinciones, que ha curado a un extranjero, un pagano, porque todos somos obra de su amor, somos hijos e hijas.

o   El Señor ha mostrado su lealtad, el Señor es siempre fiel

EVANGELIO  Lc 17,11-19

Ø    En la lectura continuada que hacemos cada domingo del evangelio de Lucas hoy nos cuentan lo que les pasó a 10 leprosos que se encuentran con Jesús.     

Ø  Le piden a Jesús que tenga piedad de ellos

Ø  Dice el evangelista Lucas que cuando Jesús se acerca y los ve no dice nada de curarlos, ni de su fe, sino que vayan al sacerdote.

Ø  Al sacerdote había que ir cuando uno se sentía y veía curado de la lepra, para que el sacerdote diera el diagnóstico positivo y así les diese autorización para regresar a su casa y estar en la sociedad de la que habían sido excluidos durante su enfermedad.  

Ø  Ellos van, ¿entendieron lo que Jesús les estaba diciendo, ya estaban curados? No sabemos, pero se nos dice que van de camino para el sacerdote

Ø  Se dan cuenta de que están curados

Ø  Uno, un samaritano, se llena de gozo, de admiración y de gratitud y regresa para comunicar a Jesús cuan feliz es y darle las gracias.

Ø  La pregunta de Jesús ¿no eran 10? Y ¿Dónde están los otros 9?

Ø  Nosotros podemos reflexionar sobre nuestras propias actitudes.

Ø  Dicen que para ser agradecidos hay que tener la capacidad de dejarse sorprender, de descubrir la novedad y sobre todo tener ojos para ver más el bien que el mal. Tener luz o dejarnos invadir por la luz de Cristo que se hace más brillante en algunas ocasiones.

Ø   Copio a continuación unas palabras del Papa Francisco en una homilía del año 2016:4

Qué importante es saber agradecer al Señor, saber alabarlo por todo lo que hace por nosotros. Y así, nos podemos preguntar: ¿Somos capaces de saber decir gracias? ¿Cuántas veces nos decimos gracias en familia, en la comunidad, en la Iglesia? ¿Cuántas veces damos gracias a quien nos ayuda, a quien está cerca de nosotros, a quien nos acompaña en la vida? Con frecuencia damos todo por descontado. Y lo mismo hacemos también con Dios. Es fácil ir al Señor para pedirle algo, pero regresar a darle las gracias… Por eso Jesús remarca con fuerza la negligencia de los nueve leprosos desagradecidos: «¿No han quedado limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?» (Lc 17,17-18).

SEGUNDA LECTURA 2Tm 2,8-13

ü  El apóstol  nos invita a recordar a Jesucristo

o   Resucitado de entre los muertos.

o   Y descendiente de David.

o   Jesús está resucitado, es nuestro Dios que vive para siempre, y es el primero de nosotros de haber resucitado, todos resucitaremos también, él es la prenda de la resurrección de todos. 

ü  Pablo habla de su prisión, como si fuese un criminal sin libertad, pero dice que la Palabra de Dios no está encadenada, nadie la puede parar ni callar

ü  Si hemos muerto con él, también con él resucitaremos

ü  Pero si lo negamos también él nos negará. ¿qué quieres decirnos Señor con estas palabras del apóstol? 

ü  Pero Jesús será siempre fiel, ésta es su naturaleza.  

 RINCON CLARETIANO


         Cuando Dios Nuestro Señor tenía determinado desde la eternidad, el que yo saliera del convento, dispuso Su Divina Majestad para mi mayor aflicción, que viniera el real permiso para la profesión, que hacía 15 años que estaba prohibido por el gobierno, y cerca diez que tenía yo de noviciado, esperando por momentos el día feliz de mi profesión. ¡Aquí fueron las apreturas!!!!!!!

         Estaba ya en esta sazón el Excelentísimo Señor Claret consagrado Obispo y a punto de embarcarse para su Diócesis. Como Dios Nuestro Señor me puso tanta certeza en las palabras que este Siervo de Dios me dijo cuando vino a hablar conmigo, como tengo dicho, de que no dudase que la Obra se haría, así que no podía yo quitarme de la memoria, de cómo podría ser esto, de profesar en aquel convento, si Dios quería que yo pasara adelante la Obra que Su Divina Majestad me tenía encargada. Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 94-95

¡Oh Dios mío! ¡Qué bueno habéis sido para mí! ¡Oh cuán mal he correspondido a vuestras finezas! Si Vos, Dios mío, hubieseis hecho estas gracias que a mí a cualquiera de los hijos de Adán, habría correspondido mucho mejor que yo. ¡Oh que confusión, qué vergüenza es la mía! 

             ¡Oh María, Madre mía! ¡Qué buena habéis sido para mí y qué ingrato he sido yo para Vos! Yo mismo me confundo, me avergüenzo. Madre mía, quiero amaros de aquí en adelante con todo fervor; y no sólo os amaré yo, sino que además procuraré que todos os conozcan, os amen, os sirvan, os alaben, os recen el Santísimo Rosario, devoción que os es tan agradable. ¡Oh Madre mía!, ayudad mi debilidad y flaqueza a fin de poder cumplir mi resolución. San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 54-55 

 BIBLIOGRAFÍA:

CLARET, San Antonio María. Autobiografía

PAGOLA, José Antonio. El camino abierto por Jesús. Lucas.

PAPA FRANCISCO, Homilía 9 de Octubre 2016. Página web del Vaticano “Homilías”.

PARIS, Venerable María Antonia. Autobiografía

SAGRADA BIBLIA. Versión oficial de la Conferecia Episcopal Española.


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