Sunday, April 24, 2022

 

TERCER DOMINGO DE PASCUA – CICLO C – 2022

Ø  El Señor le ofrece a Pedro la oportunidad de reparar sus tres negaciones, ahora con tres afirmaciones “tu sabes que te amo”.

Ø  El Señor nos hace también una pregunta y nos da una encomienda: ¿me amas? Apacienta, cuida, ama… a tus hermanos y hermanas.

LIBRO DE LOS HECHOS

·         El libro de los Hechos de los Apóstoles, es el segundo volumen de la obra de Lucas. Esta obra tiene dos libros uno el Evangelio que nos habla de Jesús y el otro sobre la iglesia naciente.

·         Lucas quiere que comprendamos que la salvación prometida a Israel en el Antiguo Testamento ha sido cumplida por Jesús y bajo la guía del Espíritu Santo se ha extendido a los gentiles también

·         Los que llevaron  la buena nueva de la salvación a los gentiles  fueron los apóstoles, los 12, que Jesús había estado preparando durante su ministerio entre nosotros.

·         Jesús mismo los envió después de su resurrección diciéndoles “vayan por todo el mundo…” Esta misma encomienda se nos hace a cada uno de nosotros en nuestro bautismo.

PRIMERA LECTURA – Hechos 5,27-32. 40-41b.

Ø  Los apóstoles están felices porque han podido sufrir humillación por el “Nombre” es decir por Dios y en este caso por Jesús, a quien reconocen como Dios.

Ø  Las autoridades religiosas les habían prohibido hablar de Jesús, pero ellos, como les dicen, han llenado Jerusalén del mensaje acerca de Jesús.

Ø  Los apóstoles  no pueden callar aquello que han visto y oído; no pueden dejar de ser fieles a la palabra de Jesús que los envió a compartir la buena nueva con todos.

Ø  Nosotros también hemos visto, con los ojos interiores y oídos del corazón. Nos pasa como a ellos que no podemos hacer otra cosa que proclamar con gozo, entusiasmo, fuerza lo que ha sucedido en nosotros.

Ø  Ellos se consideran testigos de las maravillas que Dios ha obrado en Jesús, y dicen algo muy interesante, “y el Espiritu Santo también es testigo”.

Ø  Seamos testigos valientes y arriesgados para que el mundo crea y se convierta a nuestro Señor, y todos  podamos convertirnos de nuestros pecados y vivir la fuerza de nuestros bautismo en un mundo renovado.

SALMO RESPONSORIAL Sal 29

Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste
que se rieran de mí mis enemigos.
Tú, Señor, me salvaste de la muerte
ya a punto de morir, me reviviste. 
Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya.

Alaban al Señor quienes lo aman,
den gracias a su nombre,
porque su ira dura un solo instante
y su bondad, toda la vida.
El llanto nos visita por la tarde;
por la mañana, el jubilo.
Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya..

Escúchame, Señor, y compadécete;
Señor, ven en mi ayuda.
Convertiste mi duelo en alegría,
te alabaré por eso eternamente.
Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya.

Ø  Este salmo nos invita a cantar, alabar, dar gracias al Señor

Ø  Porque ha cambiado mi luto en danza

Ø  Porque me ha salvado, me ha liberado de todos mis pecados

SEGUNDA LECTURA Rev. 5:11-14

Ø  El autor del libro de la Revelación o Apocalipsis como también lo llamamos nos presenta una escena grandiosa y majestuosa de la liturgia celestial

Ø  Todas las criaturas, las describe como ángeles, seres vivientes, ancianos…

Ø  Todos cantan fuerte y repiten “Digno es el Cordero que fue degollado de recibir la gloria y la alabanza…

Ø  A este canto se unen los seres de la tierra, del mar y de los abismos… todo el universo

Ø  Además de cantar todos dan muestras de reverencia y de adoración.

Ø  Qué imagen tan hermosa, y que invitación tan fuerte se nos hace a alabar a nuestro Dios, la Santísima Trinidad, no tanto con palabras como con nuestra vida, ojalá lleguen nuestras vidas a ser alabanza de su gloria, para que el mundo crea.

EVANGELIO: Jn 21:1-19

Este evangelio tiene varias escenas.

v  Pedro está con varios de sus amigos  apóstoles y decide volver a su vida normal, tal como la tenía antes de conocer a Jesús “voy a pescar”.  Nosotros también.

o   No pescan nada en toda la noche, no pescan peces, pero podemos ver en esta situación algo más que la pesca, su vida ya no puede ser como antes

o   Quien se ha encontrado con Jesús no puede seguir siendo igual, porque el encuentro con el Señor lo ha cambiado

o   Si intenta seguir con su vida “normal” su vida será estéril, no dará fruto, no encontrará peces…

v  El forastero, pues ellos no habían reconocido que era Jesús, les invitan a echar las redes de nuevo al otro lado de la barca y tienen una pesca grandiosa.

v  Este episodio, el forastero, la pesca les recordaría, sobre todo a Pedro cuando Jesús lo llamó por primera vez, no solo a él sino también a su hermano y a los dos hijos e Zebedeo.  

v  Cuando regresan, Jesús los está esperando con el desayuno preparado. No lo reconocen del todo, presienten que es Él, pero no preguntan, como siempre.

v  Pero hay uno entre ellos “el discípulo amado o el discípulo que Jesús quería” que lo reconoce. Dicen algunos autores que este discípulo amado puede ser dada uno de nosotros, en aquella ocasión cualquiera de ellos, aunque siempre pensamos en Juan.

v  Este le dice a Pedro “¡es el Señor!”

v  Después de comer el desayuno Jesús tiene unas preguntas para Pedro

o   ¿me amas más que estos? A las tres preguntas sobre su amor, Pedro responde lo mismo en las dos primeras “sí tu sabes que te amo”,

o    pero la tercera vez se lo piensa un poco más, su experiencia de la pasión…  “Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”

v  Sí el Señor sabe que le amamos, a pesar y con nuestras debilidades, y así debiles y pobres, inseguros de nosotros mismos, de lo que somos capaces, nos envía a apacentar, cuidar, amar con ternura y compasión.

v  Nos dice con fuerza y ternura a la vez “Sígueme”. Y su palabra hace posible nuestro seguimiento.

v  He leído en un comentario unas preguntas que pueden ayudarnos en la oración “¿dónde se encuentra en mi vida, el discípulo que Jesús amaba?” ¿Quién me ayuda a ver que ‘es el Señor’?

RINCON CLARETIANO

A partir de este domingo voy a poner fragmentos de la vida y espiritualidad de una hermana claretiana, muy joven, falleció antes de cumplir sus 19 años de edad. Los que la conocieron siempre vieron en ella algo especial y su causa fue introducida y ya está bastante adelantada.

MARIA DEL CARMEN ALBARRACÍN ( llamada TERESITA ALBARRACÍN DE SANTIAGO EL MENOR A PARTIR DE SU NOVICIADO) nació el 1 de mayo de 1927 en Puerto Mazarrón de la Provincia de Murcia en España.  

Su padre era un hombre muy trabajador y emprendedor de diversos proyectos de ingeniera relacionados con las minas, honesto, compasivo, siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitara, gran admirador de Jesucristo pero no de los ministros de su Iglesia. Murió de peritonitis poco después de terminada la guerra civil española. Su mamá mujer de gran piedad que infundió en todos sus hijos, también compasiva y siempre ayudando a quienes estaban necesitados. De sus padres ciertamente aprendería nuestra joven hermana. Era la sexta de nueve hermanos. La infancia de María del Carmen, como la de todos los niños de su edad en la España de entonces quedó marcada por la terrible experiencia de la guerra civil, por entonces ella tenía 9 años. La muerte de su papá poco antes de sus catorce años la afectó profundamente y todos los que la conocían por entonces coinciden en afirmar que la muerte de su papá fue motivo de un encuentro más profundo con el Señor. (Positio super virtutibus pp. 51-58)

 
BIBLIOGRAFÍA

Congregatio de Causis Sanctorum, Mariae Teresiae, Positio super virtutibus.

Conferencia de Obispos de España, Sagrada Biblia, versión oficial 2012

 

No comments:

Post a Comment