Tuesday, June 21, 2022

 

13º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – C – 2022 

v  Estamos de nuevo de lleno en el tiempo ordinario, que como decía un profesor que escuché, no tiene nada de ordinario. 

v  La vida ordinaria, es la vida de cada día, la de todos los seres humanos, la vida que pasa desapercibida, que parece monótona y sin sentido 

v  Pero es la vida en la que Dios se nos hace presente en las personas con las que vivimos o nos encontramos, y en los acontecimientos del diario vivir. 

LIBRO 1 Reyes 

v   Los dos libros de los Reyes son la continuación de los libros 1 y 2 de Samuel 

v  Estos dos libros forman parte de lo que llamamos la historia deuteronomista, que va desde la entrada en la tierra prometida hasta el destierro de Babilonia. 

v  En estos libros la monarquía es juzgada en su conjunto con el criterio teológico del Deuteronomio y con el esquema pecado – destierro – retorno 

v  El autor deuteronomista emite generalmente un juicio negativo sobre el comportamiento de los reyes y del pueblo 

v  Tienen gran importancia las figuras de los profetas  Elías en 1 Reyes y de Eliseo en 2 Reyes. 

PRIMERA LECTURA  1 Reyes 19, 16b. 19-21 

v  La lectura de este domingo tiene tres párrafos, que podríamos describir como escenas de una obra teatral. 

v  En la primera estrofa Elías oye la voz de Dios que le manda ungir a Eliseo como su sucesor 

v  ¿Cómo oye la voz? Si leemos algunos versículos anteriores se nos dice que Elías oye el suave susurro de una brisa suave. 

v  Entonces salió de la cueva donde estaba y la voz le pregunta  ¿qué haces aquí Elías?  

v   Elías dice que arde en celo por el Señor, y que las cosas andan mal en su sociedad 

v  El Señor le pide que vuelva por el camino que había andado y que busque a Eliseo para ungirlo como profeta sucesor suyo. 

v  Dejar el ministerio a otro siempre cuesta, es como quitarse parte de la vida, aceptar que la vida ha cambiado, que la vida llega a su fin, al encuentro definitivo. 

v  No sabemos lo que pensó, lo que sintió Elías la Escritura no nos lo dice. 

v  En la segunda estrofa se nos dice que Elías se va al encuentro de Eliseo 

v  “Este está trabajando, arando la tierra con unas yuntas de bueyes 

v  ¿No nos recuerda esta escena la que se nos cuenta más adelante en el Nuevo Testamento de la llamada de aquellos pescadores, o aquel cobrador de impuestos “sígueme….”? 

v  La llamada de Dios no viene necesariamente cuando estamos en oración, casi siempre viene en nuestra vida ordinaria, en nuestro trabajo ¿no es esto interesante y entusiasmante? Dios me llama en mi vida de cada día ¿escucho su voz que resuena a través de las personas y acontecimientos? ¿Cómo me ha llamado…..? 

v  Elías le comunica la elección de Dios echándole el manto por encima. 

v   Me parece que algunos de los ritos que tenemos en la Iglesia tienen un significado semejante: la imposición de manos del Obispo a los futuros sacerdotes. Es como pasar a quien va a ser sacerdote el don, la gracia del servicio sacerdotal, como dicen se pasa la fe de unos a otros como por contagio…. 

v  Eliseo deja lo que está haciendo, se despide de sus padres 

v  En la tercera parte Eliseo

ofrece un sacrificio a Dios con los buyes con los que trabajaba, e invita a la gente a compartir la comida

v  Es como si Eliseo ofreciera en holocausto toda su vida hasta entonces para seguir viviendo pero totalmente al servicio de Dios. ¡Qué escena tan diciente! 

v  Luego nos dice el texto se va con Elías.  

SALMO RESPONSORIAL Salmo 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11 

R. (cf. 5a) Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio.
Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia:
mi vida está en sus manos.
R. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor
y con él a mi lado, jamás tropezaré.
R. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
Por eso se me alegran el corazón y el alma
y mi cuerpo vivirá tranquilo,
porque tú no me abandonarás a la muerte
ni dejarás que sufra yo la corrupción.  
R. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
Enséñame el camino de la vida,
sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti.
R. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. 

¡Qué petición tan hermosa la del responsorio “Enséñanos Señor, el camino de la vida!

EVANGELIO Lc 9, 51-62

v  Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. 

v  A partir del c.9 versículo 51 empieza la etapa final del ministerio de Jesús. Jesús enseñará a sus discípulos por el camino, ésta es su forma de ser Maestro Rabbí 

v  ¿No nos recuerda esto el camino de Emaús donde les hablaba y enseñaba y a ellos les ardía el corazón? 

v  Ahora que nosotros, toda la iglesia, estamos haciendo el proceso sinodal, nos hemos puesto en “camino sinodal” es decir en camino juntos para escuchar juntos la voz del Señor, para seguirla y así construir juntos y con nuestro Maestro un mundo, una humanidad, mejor más parecida al sueño que Dios ha tenido y tiene para cada uno de nosotros y para todos como comunidad humana. 

v  Jesús decide subir a Jerusalén donde entregará su vida. ¿estamos dispuestos/as a seguirle y entregar  nuestra vida por amor a nuestros hermanos y hermanas sean quien sea? 

v  En la lectura de hoy Lucas nos narra tres episodios de vocación 

v  En los tres episodios Jesús dice a los que se ofrecen y al que se ofrece a sí mismo detalles del seguimiento que pueden descorazonar a cualquiera: no tener donde vivir, no despedirse de sus padres, no enterrar al padre…. 

v  Estos episodios han dado mucho que pensar, escribir y hablar en relación a la vida de seguimiento. Creo que no es la intención del evangelista que nos paremos en los detalles sino en la realidad de la entrega generosa, total y sin condiciones, tal como se nos presenta. Nos invita a cuestionarnos sobre la radicalidad de la llamada, no solo religiosa o sacerdotal, la llamada que hace a todos nosotros sea cual sea nuestro estado de vida. 

v  Miremos cada cual nuestra propia historia vocacional y pidamos al Señor nos de luz para descubrir su presencia en esta historia.

SEGUNDA LECTURA Gal 5, 1. 13-18

v  Pablo nos recuerda que Cristo nos ha dado la libertad 

v  Creo que la libertad nos la ha dado en la creación y se nos devuelve con la muerte y resurrección de Jesús 

v  No dejemos que nada ni nadie nos quite esta libertad 

v  Pablo nos recuerda también que la ley y la libertad no están enfrentadas sino que van juntas 

v  Nos recuerda el mandamiento Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 

v  Dice Pablo algo muy interesante que vivamos de acuerdo  a las exigencias del Espíritu, y si nos  guía el Espíritu ya no estaremos  sometidos al dominio de  la ley.
 

v  Invito a todos nosotros a reflexionar durante esta semana

o   sobre esta última frase para descubrir que quiere decirnos

o   en la radicalidad de la llamada que Jesús nos hace.

o   cada uno de nosotros veamos si Jesús es de verdad el origen, centro y meta de nuestra vida, es decir todo pues Él es el Señor.

RINCON CLARETIANO

TERESITA ALBARRACÍN  

A partir de enero 1945 vuelve a sentirse en oscuridad, con lucha y “muchas distracciones y sequedad” con “repugnancia hacia las cosas de Dios “. Así mismo sigue en mayo y más tarde en agosto.

Se puede decir que la vida espiritual de la Sierva de Dios atravesó en este tiempo cercana ya a su muerte, un período de duras pruebas interiores. Todo parece indicar en ella la noche purificadora que está pasando embestida cada vez más por la fuerza de la contemplación infusa. […] En algunas ocasiones la sequedad y turbación era más bien externa pues en el interior de su espíritu reinaba una gran paz: “… en el fondo de mi alma reina una paz muy grande y sólo deseo amar a Dios con todo mi corazón, aunque no le sienta y cueste lo que cueste. […] La Maestra nos dice que supo de sus “luchas por la fe” y que juzgaba que era precisamente por su semejanza con el espíritu de Santa Teresita a quien tanto ansiaba parecerse y cuya espiritualidad le sintonizaba tanto.

Sabiendo -como sabemos ahora – que la enfermedad en esas fechas ya le estaba destrozando los intestinos pues poco después la llevó a la muerte, vemos el gran sufrimiento que tenía que llevar la Sierva de Dios. Sin embargo según el testimonio de sus hermanas y superioras no dejo nunca de asistir a sus clases y de seguir con todas los actos de comunidad. […] y en este contexto de la noche purificadora es donde cobran sentido algunas dificultades interiores que, que al parecer, experimentó la Sierva de Dios en las relaciones con sus superioras.(P.91-92)

 

BIBLIOGRAFÍACONGREGATIO DE CAUSIS SANCTORUM -1.  Mariae Teresiae – Positio super virtutibus. 2. PAGOLA, José Antonio sj. El camino abierto por Jesús – Lucas - 3. SAGRADA BIBLIA. Versión oficial de la Conferencia episcopal española.

No comments:

Post a Comment