Sunday, March 12, 2023

 

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA – A - 2023

  • El cuarto domingo de Cuaresma se llama domingo de laetare, es decir domingo de alegrarse, pues nuestro camino cuaresmal está ya en la mitad de su recorrido,  la Pascua se ve ya más cercana. Se llama laetare porque la antífona para empezar la misa en latin empieza así “Laetare…”
  • En este domingo los catecúmenos que se preparan para los sacramentos de iniciación cristiana pasan su segundo escrutinio, es decir la segunda oportunidad de entrar dentro de sus corazones y examinarse como va su vida, su deseo de seguir al Señor.
  • El domingo pasado el tema de la liturgia fue el agua, hoy el tema es la luz.

LIBROS DE SAMUEL

Ø  Los dos libros de Samuel se encuentran entre el libro de los Jueces y los de los Reyes

Según la tradición judía forman parte de los Profetas anteriores (Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes). Esta clasificación corresponde a la tradición judía

Ø  Según la tradición cristiana los dos libros de Samuel forman parte de los libros históricos (Josué,Jueces,1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes 1 y 2  Crónicas, Rut, Esdras, Nehemías, Tobit, Judit, Ester y 1 y 2 Macabeos)

Ø  Los dos libros de Samuel formaban un solo libro que más tarde se agruparon con los dos de Reyes formando los cuatro volúmenes que la Biblia griega tituló “Libro de los Reinos” y en la traducción latina de la Vulgata se les llama “Libro de los Reyes 

Ø  Las repeticiones, los distintos estilos literarios que encontramos juntos en estos libros hacen pensar en una redacción no solamente de un autor, sino en distintas redacciones a lo largo de varios siglos.

Ø  Toda la información de cada libro está organizada de acuerdo a un esquema particular

Ø  Además de mirar a la expresión literaria de estos libros, necesitamos mirar y considerar la teología que transmiten.

Ø  La preocupación central: la cuestión de la monarquía

Ø  En torno a este tema central encontramos otros que giran alrededor del principal: historia, iniciativas humanas, la vocación, la confrontación religiosa y algún otro tema.

PRIMERA LECTURA: 1 Sm 16,1b,6-7,10-13a

ü  El autor o autores del libro de Samuel nos narran  como David fue ungido rey de Israel.

ü  En realidad fue ungido rey, pero no ejerció su misión hasta después de la muerte del rey Saul. En el segundo libro de Samuel c. 4 hay otra versión de cómo David llega a ser rey de Israel.

ü  Samuel es enviado por Dios para ungir rey a un hijo de Jessé de Belén en Judá

ü  Samuel se deja llevar de las apariencias agradables de los jóvenes, pero el Señor le va diciendo que no hasta que al pasar David le manda que lo unja.

ü  Al ser ungido el Espíritu de Dios baja sobre él.

ü  Nosotros somos ungidos en nuestro bautismo y en nuestra confirmación, y somos ungidos reyes para ser reyes como Jesús, que vino a servir y no a ser servido. 

SALMO RESPONSORIAL Sal 23, 1-3a-3b-4,5,6

El Señor es mi pastor, nade me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce
para reparar mis fuerzas.
R.
El Señor es mi pastor, nade me faltará.
Por ser un Dios fiel a sus promesas,
me guía por el sendero recto;
así, aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
R.
El Señor es mi pastor, nade me faltará.
Tú mismo me preparas la mesa,
a despecho de mis adversarios;
me unges la cabeza con perfume
y llenas mi copa hasta los bordes.
R.
El Señor es mi pastor, nade me faltará.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán
todos los días de mi vida;
y viviré en la casa del Señor
por años sin término.
R. El Señor es mi pastor, nade me faltará. 

v  El salmo 23 es uno de los más hermosos salmos del salterio. Lo usamos casi siempre en las misas de funerales, pues describe la realidad de lo que el Señor hace por cada ser humano, seamos conscientes de ello o no.

v  En la primera lectura leímos como David fue escogido rey de Israel. También hemos visto como nosotros somos ungidos en nuestro bautismo para ser reyes que sirven a sus hermanos y hermanas en el camino de la vida.

v  Para saber ser servidores necesitamos la presencia y el acompañamiento de Dios en nuestra vida. 

SEGUNDA LECTURA: Ef 5,8-14

*      El autor de la carta a los Efesios nos recuerda como hemos pasado de ser tiniebla a ser luz en Cristo por nuestro bautismo, aunque no menciona en este fragmento el bautismo, pero si  la conducta cristiana en versos anteriores.

*      Ahora que somos luz, se nos invita a vivir en la luz de Cristo, porque la luz hace que hagamos obras buenas, obras de luz.

*      Se nos invita a dejar de lado todo cuanto ha sido y es tiniebla, malas obras, en nuestra vida para ser luz.

*      Si recordamos en el evangelio de Mateo Jesús nos dice que la luz se enciende para ponerla en lugar visible. Podemos imaginar una población en lo alto de un monte totalmente a oscuras durante la noche. Si alguien enciende una luz en su casa, es como invitación a hacer lo mismo, pronto una casa tras otra encienden también una luz, pronto aquel monte oscuro está todo iluminado y atrae a quienes pasan por el camino. Así hemos de ser cada uno y toda la comunidad eclesial.

*      La lectura de hoy termina con una invitación apremiante “Levántate tú que duermes y Cristo te dará su luz”

*      Sí levantémonos, emprendamos con decisión el camino diario de la conversión a Cristo, dejemos que él nos ayude a pasar día a día de la tiniebla a la luz. 

EVANGELIO Jn 9,1-41

Como decíamos la semana pasada en relación al evangelio de la Samaritana, este domingo Juan nos vuelve a presentar una reflexión teológica sobre un hecho real, un ciego a quien Jesús le devuelve la vista.

El relato lo podemos dividir también en diferentes escenas, como se hace en las representaciones teatrales.

Primera escena

ü  Yendo de camino Jesús con sus discípulos se encuentran a un hombre ciego que pide limosna, cosa muy corriente en aquel tiempo y también ahora.

ü  Los discípulos, como buenos Israelitas, conocen lo que dicen los que interpretan las escrituras: si te portas bien Dios te dará su favor y todo irá bien en tu vida. Si algo va mal es porque te portas mal. Recordemos el libro de Job, pues este evangelio de Juan podríamos decir es como una versión reducida de la historia de Job. Si estás tan mal es porque has pecado. Y le preguntan al Señor ¿quién ha pecado él o sus padres?

ü  La pregunta parece algo fuera de lugar, quien puede pecar antes de nacer, pues este hombre nació ciego.

ü  Jesús les dice que nadie ha pecado, que en este hombre se manifestará la gloria de Dios que puede sacar de las tinieblas a la luz, que puede devolver la vista corporal pero sobre todo espiritual.

ü  Jesús hace barro con su saliva y envía el hombre a la piscina de Siloé, enviado, para que se lave los ojos.

ü  Jesús quiere devolver la vista a este hombre, pero este hombre va a tener que colaborar. Lo mismo pasa en nuestra vida, el Señor quiere convertirnos a Él, pero nos pide nuestra colaboración con nuestras obras buenas o de luz.

ü  El hombre regresa pudiendo ver 

Segunda escena

ü  Los vecinos del que había sido ciego estaban divididos en cuanto a la identidad de este hombre que ahora veía, unos decían que era el mismo, otros que se le parecía.

ü  El repetía una y otra vez, “soy yo”

ü  Entonces ¿cómo es que ves? El les decía el hombre llamado Jesús hizo barro, me lave y veo.

ü  Y ¿Dónde está este hombre?  No sé.

Tercera escena

ü  Lo llevan ante los fariseos. Juan nos aclara que Jesús había hecho esta obra buena en sábado, en sábado los fariseos habían interpretado cada vez con más cerrazón que no se podía hacer “ningún trabajo” y hacer barro era de alguna manera trabajar.

ü  Juan nos pone a continuación un diálogo muy interesante entre los fariseos, hombres sabios y letrados de posición social elevada y este pobre mendigo ciego que ahora veía. En esta conversación hay una gran dosis de ironía. Podemos imaginarnos como ellos miraban a este ignorante y la simplicidad y sentido común de este hombre sencillo, pero que como toda persona sencilla, tiene la sabiduría propia del ser humano salido de las manos del Creador.

ü  Este hombre no puede ser de Dios trabajando en sábado… ellos mismos estaban divididos respecto a esto.

ü  ¿Qué tienes tú que decir? Es un profeta

ü  Despiden al hombre momentáneamente y llaman a sus padres

Cuarta escena

ü  Para asegurarse de que se trata del que era ciego y no de otro preguntan a sus padres

ü  ¿es éste su hijo? Sí

ü  ¿cómo es que ahora ve? No sabemos, pregúntenle a él tiene edad para responder

ü  Sus padres no querían ponerse en problemas y ser echados de la comunidad de fe por causa de lo que Jesús había hecho a su hijo.

ü  No sabemos si se quedan o se van y presencian la segunda parte del interrogatorio de su hijo. Juan no nos dice nada.

Quinta escena

ü  De nuevo hacen entrar al que había sido ciego y siguen preguntando

ü  Da gloria a Dios, pues nosotros sabemos que este hombre es un pecador

ü  Si es pecador o no, no lo sé, lo que sí sé es que me ha devuelto la vista

ü  ¿cómo te abrió los ojos?

ü  ¿por qué me preguntan de nuevo? ¿acaso quieren hacerse discípulos suyos?

ü  Tú si eres discípulo de este hombre, nosotros somos discípulos de Moisés. A Moisés le habló Dios, pero no sabemos de dónde viene este hombre

ü  Esto es lo que es sorprendente que ustedes no saben de dónde viene, pero me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha los pecadores. (Este hombre sabía bien que un milagro solo lo hace Dios y aquellos a través de los cuales Dios quiere actuar)

ü  Ante la sabiduría de este hombre pobre y sencillo, sin estatus en la sociedad religiosa, civil y política de Israel los jefes se sienten amenazados y lo expulsan de la comunidad de fe de Israel (la Sinagoga) 

Sexta escena

Esta escena es el clímax de la historia, todo este relato nos ha llevado a la revelación de Jesús a este hombre, así como en la historia de la samaritana todo nos lleva a la revelación de Jesús como Mesías

ü  Jesús sale al encuentro de este hombre, toda la historia de Dios con el ser humano es un constante salir Dios a nuestro encuentro.

ü  ¿Crees en el Hijo del hombre? ¿Quién es? ¿El que habla contigo? Sí creo

ü  Y Jesús como si hablara en voz alta lo que hay en su corazón, dice que la razón de venir él a este mundo es para que quien es ciego pueda ver y quien se cree que ve quede ciego, es decir se de cuenta de que está ciego y pida también como el ciego poder ver.

ü  Los fariseos preguntan ¿acaso somos ciegos nosotros? No, si lo fueran no tendrían pecado porque no verían, pero sí ven, sí saben, pero tapan la luz para no ver y tener que cambiar de vida.

ü  Pongámonos nosotros en lugar de este hombre, leamos este evangelio poniendo nuestro nombre donde el evangelista pone al ciego y preguntémonos si nuestra fe es como la de este hombre o como la de los fariseos, ¿en quién creemos? Y ¿a quién seguimos?

ü  Y pongámonos también en lugar de alguno de los fariseos, ¿acaso no actuamos nosotros de forma parecida pasando juicio sobre nuestros hermanos o hermanas de la comunidad eclesial o civil?

ü  Jesús se reveló a la Samaritana como el Mesías, aquí se revela como el Hijo del Hombre. Para aquellas gentes esto les decía que el esperado por siglos estaba ya aquí. 

RINCON CLARETIANO

 Tan preciosa debe ser esta virtud (la pobreza evangélica) que fue la primera que practicó la Humanidad Santísima de Cristo Señor Nuestro, naciendo en un desabrido portal, más pobre que todos los pobres del mundo. ¡Oh pobreza de mi Dios, quién pudiera heredar tus riquezas! Todas las virtudes me enseñó Cristo Señor Nuestro en grado heroico porque era la misma virtud de Dios, pero la Santa Pobreza parece nos quería inculcar de un modo particular (porque fue su compañera inseparable. Nace pobrísimo; vive en suma pobreza y muere en extrema necesidad), como fundamento de la vida evangélica. (Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Puntos para la Reforma de la Iglesia 48)

El Prelado, como buen Pastor, debe conocer a sus ovejas, y también debe conocer a los sacerdotes que ha de destinar y enviar a las parroquias, capillas, ermitas, etc. Y así, a más de los conocimientos literarios, debe parar su atención sobre las virtudes, y si algún sacerdote ha sido destinado, que examine bien cómo lo ha desempeñado, porque las obras son argumentos más convincentes que las palabras, excusas o empeños; y así siempre acertará y tendrá el placer de ver lo acertado de la elección.  (San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Notas de un Plan para Conservar la Hermosura de la Iglesia , “Deberes de los curas párrocos)  

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