Monday, October 2, 2023

 

27 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO –  A – 2023

Tenemos hoy otro evangelio sobre el tema de la vina, hoy se trata de nuestra fidelidad a la fidelidad de Dios.   

PRIMERA LECTURA: Is 5, 1-7 

v  Una persona, no nos dicen quien, tal vez el profeta quiere cantar en nombre de su amigo un canto de amor a la viña.  

v  Esta vina es la Casa de Israel, podríamos decir también que es la iglesia o cada uno de nosotros, los seres humanos, que vivimos sobre nuestro planeta.  

v  Este amigo que es propietario de la viña, que la ha cuidado, adornado, embellecido y la ha amado intensamente, es nuestro Dios. 

v  El Señor nos ha embellecido también, primero ha quitado las piedras y todo cuanto podía impedir nuestro desarrollo en el terreno donde nos había plantado.  

v  Este principio tan entusiasmante, porque es un canto de amor, se cambia en oscuros nubarrones, ¿por qué? Porque esta vina tan amada no ha dado frutos, no ha fructificado como el que la ama, esperaba.    

v   ¿Soy yo esta viña que no da frutos? Cada cual sabe su respuesta, porque cada respuesta es diferente.     

v  Y ahora, ¿Qué hará el Señor con su vina para curarla y poder embellecerla, para que ella se enamore de Él otra vez.   

v  La deja, no la abandonará, pero la deja para que ella se dé cuenta de su pequeñez, y viéndose sucia y sin bellos ornamentos, ella sienta el hambre y la sed, reflexione y vuelva a Él.      

v  Y cuando regrese dé frutos de justicia, de bondad, de misericordia, de compasión y conquiste de nuevo el amor del que nunca la ha abandonado.   

v  ¿Es esta la historia de tu vida?  

SALMO RESPONSORIAL:  Salmo 79, 9 y 12. 13-14. 15-16. 19-20

R. (Is 5, 7a) La viña del Señor es la casa de Israel.
Señor, tú trajiste de Egipto una vid,
arrojaste de aquí a los paganos y la plantaste;
ella extendió sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes llegaban hasta el río.
R. La viña del Señor es la casa de Israel.
Señor ¿por qué has derribado su cerca
de modo que puedan saquear tu viña los que pasan,
pisotearle los animales salvajes,
y las bestias del campo destrozarla?
R
. La viña del Señor es la casa de Israel.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos,
mira tu viña y visítala;
protege la cepa plantada por tu mano,
el renuevo que tú mismo cultivaste.
R. La viña del Señor es la casa de Israel.
Ya no nos alejaremos de ti:
consérvanos la vida y alabaremos tu poder.
Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos,
míranos con bondada y estaremos a salvo.
R. La viña del Señor es la casa de Israel

Ø  El salmista habla con el Señor y

o   Le recuerda como sacó a su pueblo, su viña, de Egipto y la trasplantó en otra tierra.

o   Para los Israelitas este recuerdo encerraba un sin número de prodigios obrados por Dios en su favor

o   ¿Por qué Señor has abandonado tu viña?

o   ¿No será más bien que la viña ha abandonado a su Señor?

o   Y formula con humildad, dolor y confianza “vuelve tus ojos hacia nosotros”… “no nos alejaremos más de ti.”

Ø  ¿Es ésta nuestra súplica humilde y confiada? ¿cuáles son nuestros recuerdos de lo que Dios ha obrado con nosotros?

EVANGELIO Mt 21, 33-43

v  Jesús cuenta a los lideres religiosos de su pueblo una parábola de una viña

v  Ciertamente aquellos hombres se pondrían en guardia al oir la viña, pues en el antiguo testamento se hablaba de una viña, querida y cuidada…

v  Esta viña tan querida la deja el dueño arrendada a unos viñadores para que la cuiden

v  Normalmente ellos tendrían que cuidar y luego entregar los frutos al dueño quien les compartiría lo que fuese justo en aquella sociedad.

v  Pero cuando el dueño va en busca de los frutos por medio de sus enviados, no recibe nada y ellos son maltratados e incluso asesinados.

v  Finalmente envía al hijo, esperando que lo respetarían y nada, peor, lo matan también

v  Y Jesús como hace muchas veces pide el parecer de sus oyentes,  que en este caso habían entendido perfectamente lo que él quería decirles.

v  Y termina diciéndoles, el reino se les quitará a ustedes y se dará a un pueblo que produzca frutos.

v  Creo que es bueno que aprendamos la lección, pues este nuevo pueblo, la Iglesia necesitamos reflexionar si somos aquello que el Señor quiere de nosotros, si le damos los frutos que espera

v  Esta semana, el día en que recordamos a San Francisco de Asis, esta viña, la Iglesia, empieza el Sínodo de sus Obispos, para hablar de la “sinodalidad” del “caminar juntos” a que somos llamados por el Señor cuando nos ha enviado “Vayan por todo el mundo…” y en otra ocasión ha orado para que seamos uno … y así el mundo crea.

v  Cada uno de nosotros puede mirar su vida y ver si trabajamos para la unidad de la Iglesia aunque todos no pensemos igual.    

v  Con humildad regresemos juntos  a nuestro Dios y Padre para que nos transforme en aquello que Él ha soñado para cada uno de  nosotros al crearnos, para que quite de nuestro corazón los ídolos que nos alejan de nuestro único Dios.

v  Para que nos dé un corazón nuevo para que sepamos reconocernos pequeños y necesitados unos de otros, para poder caminar juntos, que esto es la sinodalidad.

v  Y así podamos seguir construyendo el Reino del que Jesús nos habló y que Él inició.

SEGUNDA LECTURA Fil 4, 6-9

ü  Pablo invita a la comunidad de Filipo a no inquietarse

ü  En cambio les dice que presenten sus peticiones a Dios en la oración

ü  Con un corazón agradecido

ü  Y esto dará como resultado la paz de Dios que sobrepasa todo cuanto podemos esperar

ü  Porque la paz no es solamente ausencia de conflicto, es mucho más es el bienestar total tal como Dios soñó para todos y cada uno de nosotros y para toda la humanidad; y que en hebreo se expresa con la palabra shalom.

ü  ¡Qué lejos estamos de esto! Nuestros conflictos son muy  numerosos, como si no participáramos todos de una misma humanidad, llamados a  seguir creando el mundo que Dios inició.

ü  ¿Dónde ha quedado lo que Jesús nos dijo? “Ámense unos a otros como Yo los he amado……”

ü  Es cierto que decimos siempre y es verdad que hay más de lo bueno que de lo malo

ü  Y que hay muchas personas grandes unas y humildes otras que hacen el bien sin que sea publicado en los medios de comunicación.

ü  Pero no está de más preguntarnos como vamos de amor.

 

RINCÓN CLARETIANO

 
 

 


Pongo a continuación dos fragmentos, uno de Paris y otro de Claret en que describen quien es una Misionera Claretiana o una Misionero Claretiano. Me parecieron estas descripciones interesantes y que nos recuerdan la manera en que cada uno de ellos quiso vivir esta llamada y envío a evangelizar desde su propio carisma. Creo que, como ellos, cada uno de nosotros participa en el Reino y en la vivencia de la sinodalidad o del caminar juntos desde la fidelidad a la llamada que hemos recibido (sacerdote, monje/a, misionero/a, soltero/a, casado/a…..)

 

Ore el Misionero con Cristo, orando: viaje con Cristo, viajando: como con Cristo, comiendo: beba, con Cristo, bebiendo: duerma con Cristo, durmiendo: sufra con Cristo sufriendo; predique con Cristo predicando: descanse con Cristo, cansado: y viva con Cristo muriendo, si quiere entrar en la vida con Cristo, reinando. A mayor Gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén. (María Antonia París, fundadora, El Misionero Apostólico.)

Yo me digo a mí mismo: Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas. (Antonio María Claret, Fundador. Autobiografía 494)

 

BIBLIOGRAFÍA

CLARET, S.Antonio María. Autobiografía.  

PARÍS, María Antonia. El Misionero Apostólico.

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