Sunday, November 13, 2016


CRISTO REY DEL UNIVERS O -XXXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C - NOVIEMBRE 20,2016

  • En este domingo celebramos y honramos a Jesús Rey del Universo
  • El año litúrgico empezó con el bautismo de Jesús y termina con la celebración de Jesucristo Rey del Universo.      
  • El joven carpintero de Nazaret fue al Jordán para unirse a todos cuantos se hacían bautizar por Juan, y luego empieza una predicación considerada peligrosa por las autoridades religiosas y civiles de su pueblo. 
  • Este joven oye la voz de su Padre que le dice "Tú eres mi Hijo muy amado"
  • Este joven después de su muerte y resurrección ha sido constituido Señor de vivos y muertos, se nos ha revelado plenamente quien es.
  • Es el Hijo eterno del Padre, la Segunda Persona de la Trinidad, la Palabra creadora de Dios, por quien todo fue hecho.

PRIMERA LECTURA: 2 Sm 5,1-3

ü  Este pasaje nos narra como David fue constituido rey sobre Israel.

ü  La figura de David está sumamente exaltada en la Escritura. Se le ve como amigo de Dios, hombre de acuerdo al corazón de Dios pero también pecador. Guerrero con los demás pueblos para defender su reino,  y cantor de las maravillas de Dios. Aunque pecador también hombre justo.

ü  De su designación como rey de Israel tenemos varios textos: 1 Sm 16,1-13; 2Sm 5,1-3; 1Cr 11,1-3; Sal 78, 70-72.

ü  Hacen un pacto mutuo entre David y el pueblo.

ü  Antes de llegar al pacto le recuerdan que a pesar de que Saul era el rey, quien traía las victorias para Israel era él, David

ü  David que había sido sacado de su rebaño por Samuel para ungirlo rey de Israel oye a los ancianos recordarle que ahora tiene que ser pastor del pueblo.

ü  Como pastor será el jefe. Bonita imagen de un jefe ser pastor, como Jesús ha sido.

ü  El jefe de acuerdo a la Escritura siendo pastor, quiere decir que sirve a su pueblo, no lo domina, lo cuida y pone su vida por su pueblo.  

SALMO RESPONSORIAL 122,1-2.3-4.4-5
ü  R.  Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron:
"Vayamos a la casa del Señor"!
Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas.
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

A ti, Jerusalén, suben las tribus,
las tribus del Señor,
según lo que a Israel se le ha ordenado,
para alabar el nombre del Señor.
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

Por el amor que tengo a mis hermanos,
voy a decir: "La paz esté contigo".
Y por la casa del Señor, mi Dios,
pediré para ti todos los bienes.
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.



ü  Este salmo canta la fascinación del peregrino cuando se acerca a la ciudad de Jerusalén

ü  Tiene una belleza externa de su construcción, de sus edificios, que cautiva la mirada y el corazón de quien la visita

ü  Y tiene una belleza interna que le da la paz de que gozan sus moradores  y la justicia que se imparte a sus puertas



EVANGELIO Lc 23,35-43

*       En este domingo leemos lo que sucedió entre los criminales crucificados con Jesús y Jesús.   

*       Los jefes lo insultan, los soldados se burlan de su persona, de su predicación, de su vida.

*      Lo tientan, si eres quien dices que eres, sálvate a ti mismo. 

*      Si recordamos un poco lo que leímos, al principio de la Cuaresma, Jesús tentado por el espíritu del mal. Cuando Lucas termina la narración nos dice que el diablo lo dejó hasta el momento oportuno.

*      En esta cruz, ahora que ha perdido sus fuerzas, que está totalmente fracasado a los ojos humanos, en que experimenta lo más profundo del desamparo y abandono, es el momento de regresar el tentador

*      Y lo hace por medio de los hombres que lo rodean.

*      Uno de los dos compañeros de suplicio que tiene a cada lado también lo tienta, tú puedes porque no lo haces, te salvas a ti mismo y también a nosotros, así de fácil, ¿por qué no lo haces?

*      Es la misma tentación que la del pan en el desierto, si eres Hijo di que estos panes... por qué no usas tu poder en beneficio tuyo y nuestro.

*      Pero el otro compañero de suplicio reprende al que está en contra de Jesús y le recuerda que ellos están en este suplicio porque con sus actuaciones lo han merecido, pero este hombre no ha hecho nada malo.

*      Qué verdad es que incluso los más malvados y los más pecadores tienen la posibilidad de abandonar el mal y volver al bien, la posibilidad de conversión, para esto sólo hace falta quererlo.

*      Este hombre no entiende muy bien, como el joven nazareno predicador itinerante puede ser rey, pero lo confiesa así. Qué vio en aquel hombre desfigurado en la cruz que le hizo descubrir en él al Señor del Reino que predica.

*      Cuan cierto es que Dios nos acoge inmediatamente en sus brazos así que nos volvemos a él.

*      Hoy mismo estarás conmigo en mi reino.

*      ¡Feliz ladrón, que fiel a su oficio, robó el paraíso, el corazón de nuestro Redentor.

*      Copio a continuación algo muy hermoso que he leido en un comentario de Gianfranco Ravassi:



  Lucas en el acontecimiento de los dos criminales narrado solamente por él, hace brillar ya el horizonte del reino que se inaugura precisamente con ese hombre crucificado en un día de primavera en Jerusalén. En efecto las únicas palabras que Jesús pronuncia semejantes casi a un soplo tienen como vértice un término simbólico de origen  persa, paraíso, que literalmente  significa "jardín de delicia" y que es colocado en paralelo con la palabra "reino" pronunciada    por el compañero de muerte de Jesús. La imagen del paraíso tomada del mundo oriental con sus  palacios reales rodeados de fascinantes parques ricos de fuentes y de vegetación lozana, esta  imagen en labios de Jesús evoca la primera página fundamental con la que se abre la Biblia, la  del paraíso del Edén, de donde el hombre con su pecado y con su rebelión fue expulsado y a la que ahora regresa con la guía de Cristo. El hombre reencontrará paz y plenitud de vida, armonía  y felicidad.



SEGUNDA LECTURA Col 1,12-20

v  En la liturgia de hoy, por ser una solemnidad, las tres lecturas coinciden en el mismo tema, aquí es el tema de la realeza de Cristo.     

v  El primer párrafo que leeremos este domingo es una invitación a dar gracias al Padre por habernos concedido participar en la herencia de los santos.

v  El Padre nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha introducido en el reino de su hijo querido, en el que tenemos la redención de nuestros pecados.

v  Estas palabras complementan y explican lo que Lucas nos ha narrado de Cristo crucificado.  

v  El segundo párrafo es una descripción de quien es ese Hijo en cuyo reino hemos sido introducidos.

Ø  Es la visibilidad del Dios invisible.

Ø  Es el primogénito, el primero de todo cuanto existe

Ø  Para Él, por medio de Él y por Él todo fue creado

Ø  Todo encuentra en Él su cohesión.

Ø  Él es la cabeza de la Iglesia

Ø  Él es el primer resucitado

Ø  Toda la plenitud del ser reside en Él

Ø  Y por medio de Él todo encuentra su reconciliación, haciendo la paz en su sangre, es decir en su vida entregada por amor.   

v  Ésta es una hermosa  descripción de la realeza de Cristo, que Lucas nos describe en el episodio del criminal, compañero de muerte de Jesús, que hasta el final de su vida se encuentra rodeado de quienes la sociedad rechaza.

v  Todo lo que leeremos este domingo es una invitación a volver a encontrar en el fondo de nuestro ser la respuesta a la pregunta de Jesús ¿Quién dices que soy yo? ¿Quién soy yo para ti?



EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
LA ALEGRÍA DEL AMOR (AMORIS LAETITIA)
DEL PAPA FRANCISCO

Paciencia

La primera expresión utilizada es makrothymei. La traducción no es simplemente que «todo lo soporta», porque esa idea está expresada al final del v. 7. El sentido se toma de la traducción griega del Antiguo Testamento, donde dice que Dios es «lento a la ira» (Ex 34,6; Nm 14,18). Se muestra cuando la persona no se deja llevar por los impulsos y evita agredir. Es una cualidad del Dios de la Alianza que convoca a su imitación también dentro de la vida familiar. Los textos en los que Pablo usa este término se deben leer con el trasfondo del Libro de la Sabiduría (cf. 11,23; 12,2.15-18); al mismo tiempo que se alaba la moderación de Dios para dar espacio al arrepentimiento, se insiste en su poder que se manifiesta cuando actúa con misericordia. La paciencia de Dios es ejercicio de la misericordia con el pecador y manifiesta el verdadero poder.

Tener paciencia no es dejar que nos maltraten continuamente, o tolerar agresiones físicas, o permitir que nos traten como objetos. El problema es cuando exigimos que las relaciones sean celestiales o que las personas sean perfectas, o cuando nos colocamos en el centro y esperamos que sólo se cumpla la propia voluntad. Entonces todo nos impacienta, todo nos lleva a reaccionar con agresividad. Si no cultivamos la paciencia, siempre tendremos excusas para responder con ira, y finalmente nos convertiremos en personas que no saben convivir, antisociales, incapaces de postergar los impulsos, y la familia se volverá un campo de batalla. Por eso, la Palabra de Dios nos exhorta: «Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad» (Ef 4,31). Esta paciencia se afianza cuando reconozco que el otro también tiene derecho a vivir en esta tierra junto a mí, así como es. No importa si es un estorbo para mí, si altera mis planes, si me molesta con su modo de ser o con sus ideas, si no es todo lo que yo esperaba. El amor tiene siempre un sentido de profunda compasión que lleva a aceptar al otro como parte de este mundo, también cuando actúa de un modo diferente a lo que yo desearía. (91-92)

BIBLIOGRAFÍA  

PAGOLA, José A.  Following in the Footsteps of Jesus. Meditations on the Gospels for Year C.

PAPA FRANCISCO  EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL LA ALEGRÍA DEL AMOR (AMORIS LAETITIA)
RAVASI, Gianfranco, Según las Escrituras, Año C.

La Biblia de Nuestro Pueblo . Luis Alonso Schökel.

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