Thursday, November 10, 2016


XXXIII  DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C - NOVIEMBRE 13, 2016

  • El tema de hoy nos habla del final y será retomado al principio del Adviento.
  • También se puede considerar como un hacernos caer en cuenta de la vaciedad del lujo, de la riqueza, de la seguridad en nuestras cosas.   
  • Es una exhortación a estar preparados siempre para la venida del Señor, para esperarlo con amor y deseo.

LIBRO DEL PROFETA MALAQUÍAS

v  Este libro está colocado al final del Antiguo Testamento.

v  Pero lo que nosotros consideramos un nombre es solamente un título significa "el mensajero"

v  El autor es  desconocido.

v  Por algunas indicaciones en el texto se cree que puede ser del siglo V antes de Cristo, antes de la reforma de Esdras y Nehemías entre 480 y 450 a.C.

v  El templo ha sido restaurado y el culto se celebra en él.

v  Denuncia el culto que dan los sacerdotes en el templo, sin dedicación, sin entrega, rutinariamente.

v  Ve en la purificación espiritual del culto la fuerza y fuente de renovación.

PRIMERA LECTURA:  Mal 3,19-20a

ü  Viene el día, relampagueando, con fuego como un horno, y en ese día los arrogantes y los malvados se quemarán.

ü  Cuando el Señor se hace presente destruye en nosotros todo cuanto es soberbia, todo cuanto es orgullo, vanidad, falta de amor. nos sentimos como el árbol sin las ramas de nuestra vanidad, sin las raíces de nuestra  falsa seguridad en nosotros mismos.  

ü  Ese día del Señor no es un día de destrucción del ser humano, ni de temor, es el día de la bendición en que Dios, nuestro Padre, nos lava de todas las inmundicias que no dejan que reflejemos su rostro amable.

ü  Es como una madre cariñosa que limpia y viste a su criatura que se ha ensuciado jugando o haciendo travesuras.

ü  El día del Señor, es un día de bendición que cada uno de nosotros debería desear que viniese a su vida para poder quitar de nosotros todo cuanto nos aleja de Él y unos de otros.

ü  Para ustedes que temen al Señor, dice el profeta,  no habrá esta purificación dolorosa y temible, en que Dios arranca de nosotros ramas y raíces, todo aquello que nos separa de Él.

Salmo 97, 5-6. 7-9a. 9bc

R.  Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor al son del arpa,
aclamemos al son de los clarines
al Señor, nuestro Rey.
R. Toda la tierra ha visto al Salvador.
Alégrese el mar y el mundo submarino,
el orbe y todos los que en él habitan,
Que los ríos estallen en aplausos
y las montañas salten alegría.
R. Toda la tierra ha visto al Salvador.
Regocíjese todo ante el Señor,
porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas
con las que rija a todas las naciones.
R. Toda la tierra ha visto al Salvador. 

Ø   Es una invitación a toda la creación de cantar con gozo exultante la presencia de Dios en medio de su obra, en medio de nosotros, en medio de todo cuanto existe.

Ø  Y es una invitación a cantar porque el Señor gobierna con justicia, trae la justicia en medio de nosotros

Ø  Los que andamos sedientos de que haya justicia entre nosotros, que no haya diferencias entre nosotros que somos hermanos y hermanas de un mismo Padre.

Ø  Los que deseamos ver la creación toda: plantas, animales, seres inanimados respetados y cuidados ya que son pertenencia y obra de nuestro Padre

Ø  Pero eso sólo se dará cuando le amemos incondicionalmente por encima de todo y de todos, cuando confiemos en él sabiendo que su amor no tiene fin.  

EVANGELIO Lc 21,5-19

*       Algunos están fascinados de ver la belleza y la riqueza del templo, y   lo manifiestan en alta voz.

*      Jesús como siempre los va a sorprender, de este maravilloso templo vendrá un día que no quedará piedra sobre piedra

*      No quedará piedra sobre piedra en la materialidad de sus piedras, ofrendas, adornos lujosos,

*      Pero tampoco en su centralidad como lugar de culto del pueblo de la antigua alianza

*      Esto les debió parecer imposible a aquellos hombres para quienes el templo era la manifestación concreta de la presencia de Dios entre su pueblo, de la seguridad de su protección.

*      Y quieren saber el tiempo en que esto pasará

*      Jesús no satisface su curiosidad, ni da nada concreto, sólo necesitan saber que esto ocurrirá, el cuando y como no les corresponde a ellos saberlo.

*      Luego les pone alertas para que la preocupación por la destrucción del templo, o por el final de todo no les haga creerse a cualquiera, sino que sigan aferrados fuertemente a su fe en las palabras de Jesús, en la palabra que Dios nos dirige en el libro sagrado de la vida y en el libro sagrado de la Biblia.

*      Esto no es inminente, pero si que habrá fenómenos naturales que nos asustan: terremotos, huracanes, fuegos, en fin lo que ya conocemos, pero esto no es manifestación del final.

*      habrá guerras, enemistades entre pueblos, pero esto tampoco es el final

*      incluso serán perseguidos por sus mismos familiares más íntimos, entregados a los tribunales, condenados a muerte, pero esto tampoco es señal de que ha llegado el final.

*      Jesús aquí elimina la distinción del tiempo, ya que habla de la destrucción del templo que fue en el primer siglo y de otras muchas cosas que han sucedido y siguen sucediendo a lo largo de la historia.

*      Es como si estuviese viendo un gran cuadro tejido con hilos de distintos colores que se entrecruzan para formar la obra de arte, las figuras. En el cuadro terminado no se sabe cuando un hilo entró a formar parte del diseño, ni que parte del cuadro se hizo primero y cual después.

*      Este es un discurso escatológico de Jesús, escatológico que habla de lo que sucederá al final.

*      El final será hermoso pues será la instauración en la creación del reinado de Dios, que regirá el mundo con justicia y equidad. Entonces finalmente seremos todos uno, una única familia de pueblos en que nos amaremos y respetaremos mutuamente y todos juntos experimentaremos el abrazo paterno del Padre de Jesús, nuestro Padre Dios.

*      Pero mientras llega esto  Jesús nos invita a perseverar en la búsqueda del bien, perseverar en el camino que nos conduce a él y a encontrarnos con nuestro hermanos y hermanas para hacer el camino juntos.

*      ¡Ven pronto Señor!

SEGUNDA LECTURA 2 Tes 3,7-12

v  El autor de esta carta invita a su comunidad a vivir de su trabajo, de no ser una carga para nadie, de no andar llevando chismes de un lado para otro. 

v  Les recuerda como él vivió en medio de ellos, sin pedir nada, sin comer nada que no se hubiese ganado trabajando, pues deseaba darles ejemplo, o tal vez quiera decir enseñar esta verdad con su propia vida.

v  Y les hace caer en cuenta que tenía derecho a pedirles ayuda, ya que quien trabaja dirá Pablo en otra carta merece su recompensa.

v  A los que andan muy ocupados sin hacer nada les pide que coman del fruto de su trabajo y si no quieren trabajar, bien sencillo, tampoco coman.

v  Pero dice algo para tener en cuenta, nosotros que estamos en el otro lado del péndulo, que trabajamos demasiado, de tal forma que no nos queda tiempo para vivir.

v  El fragmento de hoy termina diciendo "trabajar tranquilamente," creo que esto es una invitación a la serenidad en nuestra vida, a buscar un equilibrio sano entre trabajar para ganar el pan que comemos y también disfrutar y cultivar los valores de la convivencia humana y sobre todo familiar.  

 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
LA ALEGRÍA DEL AMOR (AMORIS LAETITIA)
DEL PAPA FRANCISCO

Con íntimo gozo y profunda consolación, la Iglesia mira a las familias que permanecen fieles a las enseñanzas del Evangelio, agradeciéndoles el testimonio que dan y alentándolas. Gracias a ellas, en efecto, se hace creíble la belleza del matrimonio indisoluble y fiel para siempre. En la familia, “que se podría llamar iglesia doméstica madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas, en la que se refleja, por gracia, el misterio de la Santa Trinidad. “Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida” 86)

La Iglesia es familia de familias, constantemente enriquecida por la vida de todas las iglesias domésticas. Por lo tanto, «en virtud del sacramento del matrimonio cada familia se convierte, a todos los efectos, en un bien para la Iglesia. En esta perspectiva, ciertamente también será un don valioso, para el hoy de la Iglesia, considerar la reciprocidad entre familia e Iglesia: la Iglesia es un bien para la familia, la familia es un bien para la Iglesia. Custodiar este don sacramental del Señor corresponde no sólo a la familia individualmente sino a toda la comunidad cristiana»(87).

BIBLIOGRAFÍA  

PAGOLA, José A.  Following in the Footsteps of Jesus. Meditations on the Gospels for Year C.

PAPA FRANCISCO, EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL, LA ALEGRÍA DEL AMOR (AMORIS LAETITIA)
RAVASI, Gianfranco, Según las Escrituras, Año C.

La Biblia de Nuestro Pueblo . Luis Alonso Schökel.

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