DOMINGO DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR- CICLO A – 2017
PRIMERA LECTURA - Dn 7, 9-10. 13-14
v El libro de Daniel participa de las características de
la literatura profética, así está clasificado y, de la literatura apocalíptica.
Nos muestra imágenes que se repetirán en el libro de la Revelación en el Nuevo
Testamento.
v La literatura apocalíptica se caracteriza por el uso
de imágenes grandiosas y fantásticas, unas tomadas de la naturaleza, de la creación
otras de la imaginación humana.
v Siempre que Dios se hace presente se dan fenómenos
naturales espectaculares que producen miedo y respeto en quienes los
presencian.
v Como para decirnos lo grande y majestuoso y más allá
de todo cuanto podemos imaginar o pensar, que es Dios.
v El color blanco es también usado en relación a Dios,
tal vez porque Dios es luz y lo más cercano en cuanto a colores a la
transparencia y luminosidad de la luz es el color blanco.
v El fuego es también un elemento presente en las
teofanías o manifestaciones de Dios. El fuego es poderoso, fuerte, tal vez
quiere recordarnos la grandiosidad de Dios.
Su trono, llamas de fuego,
v Daniel sigue contemplando en la visión y ve una figura
que es como hijo de hombre, es decir es un ser humano pero que participa
también del ser divino.
v Viene entre las nubes. En el génesis después del
diluvio Dios hace las paces con la humanidad y el signo es que él colgará su
arco sobre las nubes. Los que hacían guerra para indicar que se había acabado la pelea colgaban su
arco a la entrada de su tienda. Dios cuelga su arco “el arco iris” a la entrada
de su tienda “el cielo” y lo cuelga en
las nubes, que están en el cielo que vemos.
v Qué imagen tan hermosa de paz y belleza la del arco
iris, que siempre sale cuando hay tormentas, hablándonos de la paz que Dios
quiere.
v Este hijo de hombre recibe toda autoridad y soberanía.
v Es la imagen de Jesús resucitado y glorificado.
v Sí Jesús recibe nuestra alabanza y nuestra entrega a
tu amor incondicional para nosotros.
Salmo
Responsorial. Sal 96,1-2.5-6.9
R. (1a y 9a) Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor, alégrese la tierra;
cante de regocijo el mundo entero.
Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor
que se asienta en la justicia y el derecho.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Los montes se derriten como cera
ante el Señor de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia,
su inmensa gloria ven todos los pueblos.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Tú, Señor, altísimo,
estás muy por encima de la tierra
y mucho más en alto que los dioses.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor, alégrese la tierra;
cante de regocijo el mundo entero.
Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor
que se asienta en la justicia y el derecho.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Los montes se derriten como cera
ante el Señor de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia,
su inmensa gloria ven todos los pueblos.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Tú, Señor, altísimo,
estás muy por encima de la tierra
y mucho más en alto que los dioses.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Ø Este salmo es la respuesta a la lectura y nos da el mismo mensaje de la
majestad de Dios.
Ø Pero habla de dioses, ¿cuáles son nuestros dioses?
EVANGELIO
- Mt 17, 1-9
El relato de la transfiguración se encuentra en los tres evangelios
sinópticos.
Jesús se lleva a tres de sus discípulos a un monte alto, el monte
símbolo de la cercanía de Dios. Si Dios vive detrás del cielo azul que vemos,
naturalmente los montes cuanto más altos, más nos acercan a la morada del
Altisimo.
Y allá en lo alto, Jesús les muestra la verdadera morada de Dios, Dios
mismo,El que es el Hijo unigénito del Padre.
El evangelista nos describe la imagen de Jesús, la visión de su persona
que ellos reciben con todos los signos con que se describe a Dios en las
teofanías del Antiguo Testamento.
En esta visión tan hermosa dos
personajes del Antiguo Testamento un profeta Elías, y un legislador “Moisés” se
dejan ver cerca de Jesús y hablan con él.
Jesús dijo a los suyos que no había venido a abolir ni la Ley ni los
Profetas.
Para los judíos lo que nosotros llamamos el Antiguo Testamento es para
ellos la Ley= la Torah= los cinco primeros libros de la Biblia que nosotros
llamamos “Pentateuco” y todos los demás
libros que ellos llaman los Profetas.
La ley que se creía escrita toda ella por Moisés.
Y aquí están dialogando con Jesús de lo que va a suceder.
Jesus entra en diálogo con la ley, no solo ahora sino en todo su
ministerio. Ha tratado por todos los medios hacernos entender la ley, es decir,
hacernos entender cómo es el verdadero Dios, no las imágenes o idólos que nos
hemos formado.
Y Jesús dialoga con los profetas, es decir con todos los personajes del
Antiguo Testamento que hablaron al Pueblo de Dios y de la necesidad de serle
fieles.
Los discípulos se sienten felices y fuera de si, como nos pasa a
nosotros cuando hemos tenido una experiencia de Dios.
Y Pedro en nombre de todos dice "Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí!
Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías".
En este momento se oye la voz del Padre que repite lo mismo que dijo en
el bautismo de su Hijo Jesús "Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo
puestas mis complacencias; escúchenlo"
Jesús es el hijo amado del Padre, toda su complacencia, y nos llama a
que nosotros como comunidad humana lleguemos a ser la imagen del Hijo
“escúchenlo”.
Todos nosotros también al tener estas experiencias de Dios, de lo
sobrenatural, deseamos que duren para siempre o que se repitan, pero el Señor
nos dice: "Levántense y no
teman".
SEGUNDA
LECTURA : 2 Pedro 1, 16-19
Ø Pedro en esta carta recuerda la experiencia inolvidable de la
transfiguración
Ø Y así se lo explica a la comunidad de fe.
Ø Y Pedro nos dice que además de esta palabra suya, en que nos comparte su
experiencia, tenemos las experiencias y testimonio de los profetas para alentar
y hacernos crecer en la fe.
Ø
|
Pedro, los profetas y muchos otros nos han compartido
su experiencia de Dios, la experiencia que cambió sus vidas y que los alentó a
lo largo de su vida. ¿Cuál ha sido nuestra experiencia? Y como ellos ¿la
compartimos con otros?
RINCON CLARETIANO
… Y parecía que tenía su asiento
o morada en el centro del Corazón Sagrado de mi Dios y Señor. Digo «en el
centro del Corazón de mi Dios», porque no me parecía que estaba Dios en mi
corazón sino que vi cómo toda yo en cuerpo y alma estaba metida dentro del
Sagrado Corazón de mi Dios y Señor. (Venerable María Antonia París. Relación a Caixal 9).
¡Oh Dios
mío!, os doy palabra que lo haré. Predicaré, escribiré y haré circular libros
buenos y hojas volantes en abundancia a fin de ahogar el mal con la abundancia
del bien.(S.
Antonio Maria Claret. Autobiografía 453).
BIBLIOGRAFIA
CLARET, S. Antonio María, Fundador de las Misioneras
Claretianas. Autobiografía.
PARIS, Venerable María Antonia. Fundadora de las
Misioneras Claretianas. Autobiografía.
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