XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A – SEPTIEMBRE 3, 2017
ü El profeta Jeremías
confiesa que no puede dejar de hablar lo que Dios le revela, es como fuego en
su interior que le impulsa a seguir hablando.
ü Jesús nos dice que quien
quiera seguirle necesita negarse a si mismo antes.
ü Pablo nos invita a
ofrecernos como sacrificio viviente y santo agradable a Dios
ü El seguimiento de Jesús,
nuestra respuesta a su llamada comporta gozos y sufrimientos al mismo tiempo,
pero su amor y su llamada son tan fuertes que no podemos dejar de seguirlo y en
ello encontramos la fuente de nuestra alegría, a pesar de las dificultades y
oposiciones.
ü El Papa Francisco tiene
una reflexión sobre este evangelio, dice que quien no sigue a Jesús es como la
sal que ha perdido el sabor….
ü Y el Papa Benedicto XVI
dijo sobre este pasaje del evangelio que “Aceptando voluntariamente la muerte, Jesús lleva la cruz de todos los
hombres y se convierte en fuente de salvación para toda la humanidad.”
PRIMERA LECTURA Jer 20:7-9
v Este fragmento
está tomado del final de la sección
llamada “confesiones de Jeremías” que empieza en el capítulo 10.
v A lo largo de
todos estos capítulos se van intercalando en el libro de Jeremías lo que se ha
llamado “confesiones” textos que revelan una intimidad sin igual del profeta
con su Dios. Todos estos textos son de
una belleza extraordinaria y nos revelan la figura de un hombre enamorado de su
Dios.
v Me sedujiste…
palabras fuertes que revelan la lucha interior de este hombre totalmente
enamorado de Dios y al mismo tiempo cansado de sufrir por causa de la palabra
que se vuelve fuego en su interior
v Tú fuiste más
fuerte que yo por eso me pudiste, esta es una imagen muy fuerte que describe lo
que pasa en la seducción, y Jeremías dice que esto es lo que ha sucedido entre
Dios y él.
v La queja de
Jeremías por esta seducción es que desde entonces tiene que hablar lo que Dios
le revela, y lo que le revela son las desgracias que su pueblo sufrirá como
consecuencia de su infidelidad que le
llevará por caminos extraviados.
v Y el mismo
Jeremías nos dice que en su interior toma la decisión de no escuchar ya más, y
de no transmitir el mensaje, de no hablar más en nombre de Dios
v Pero ¿qué
pasa? No puede y ¿por qué?
v La palabra se
ha vuelto fuego dentro de él y tiene que sacarla, pronunciarla, darla porque no
puede resistir el sufrimiento que le causa guardarla sin compartirla.
v ¡Qué imagen
tan hermosa del amor a la Palabra, del poder de seducción que tiene la Palabra!
v ¿Nos hemos
dejado seducir como Jeremías? ¿Es la Palabra de nuestro Dios fuego que nos
quema las entrañas?
v Si aún no lo
es, pidámosle a Dios, a Jesús que su palabra se vuelva fuego que nos abrase
para que podamos abrasar el mundo entero en su amor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 63, 2. 3-4. 5-6.
8-9
R. (2b) Señor,
mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a i te busco;
de ti sedienta está mi alma.
Señor, todo mi ser te añora
como el suelo reseco añora el agua.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Para admirar tu gloria y ti poder,
con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia;
siempre, Señor, te alabarán mis labios.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Podré así bendecirte mientras viva
y levantar en oración mis manos.
De lo mejor se saciará mi alma;
te alabaré con jubilosos labios.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Porque fuiste mi auxilio,
y a tu sombra, Señor, canto con gozo.
A ti se adhiere mi alma
y tu diestra me de seguro apoyo.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a i te busco;
de ti sedienta está mi alma.
Señor, todo mi ser te añora
como el suelo reseco añora el agua.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Para admirar tu gloria y ti poder,
con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia;
siempre, Señor, te alabarán mis labios.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Podré así bendecirte mientras viva
y levantar en oración mis manos.
De lo mejor se saciará mi alma;
te alabaré con jubilosos labios.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Porque fuiste mi auxilio,
y a tu sombra, Señor, canto con gozo.
A ti se adhiere mi alma
y tu diestra me de seguro apoyo.
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
ü Este salmo tiene el mismo
tono de intimidad que hemos visto en la primera lectura.
ü Tú eres mi Dios, te
busco, me adhiero a ti, te busco, elevo mis manos hacia ti…
ü Dios es todo para el
salmista que exhala como un suspiro su anhelo de Dios, su atracción hacia su
Dios.
ü ¿Anhelamos, como este
salmista, al Dios que nos habita?
EVANGELIO Mt 16,21-27
v Después de la confesión
de Pedro, “tú eres el Cristo, el Mesías” que leíamos el domingo pasado Jesús empieza
a enseñarles lo que significa que él es el Cristo.
v Ser el Cristo, su
fidelidad a su misión va a comportar para Jesús sufrimiento, desprecios,
persecución y finalmente muerte.
v Pero la muerte no será el
final, porque al tercer día resucitará.
v ¿Qué significa que
resucitará? ¿Qué quiere decirnos? No entendemos…
v Pedro, el hombre amigo
íntimo de Jesús, al que quiere con todo su ser, el Pedro siempre impulsivo
vuelve a hablar, pero esta vez no repite las palabras del Padre, sino las suyas
propias.
v ¡No lo quiera Dios Señor!
¿Cómo va a ser esto verdad? Imposible, tú eres el Cristo ¿no te acuerdas? Y el
Cristo no puede sufrir, ni ser derrotado.
v Pedro tú piensas como
hombre, Jesús les está invitando, nos está invitando a ver la vida con los ojos
del Padre que sabe cuál es nuestro bien.
v La respuesta de Jesús es
fuerte “ponte detrás de mi Satanás…” ¿qué sentiría Pedro al oírse llamar
Satanás, es decir “tentador”.
v ¿Podía Pedro con sus
palabras, ser tentación para Jesús? Esto
es un misterio insondable.
v ¿Acaso le pasaba a Jesús
lo que a Jeremías? No hablaré más de ti, pero no, tu palabra es fuego dentro de
mi. Serían las palabras de Pedro eco de la tentación en el desierto: tú puedes
ser Mesías de una manera más fácil y espectacular y todos te seguirán….
convierte las piedras… tírate abajo… arrodíllate ante mi…
v ¿Por qué ponte detrás,
que es lo mismo que sígueme? Porque quien va delante es el maestro, el
discípulo sigue al maestro.
v Y Jesús les da la gran
lección, la gran revelación:
o
Quien quiera seguirme, irá detrás de mi,
§ renuncie a si mismo =
niéguese
§ Tome su cruz, su vida, su
propio ser
§ Y venga detrás de mi
o
Y esto por qué,
§ Porque quien quiera
salvar su vida al margen de mi, la perderá
§ Pero quien la pierda por
mi y conmigo la encontrará de nuevo
§ Porque qué le aprovecha a
un hombre o a una mujer ganar todo el mundo si pierde en ello su vida.
§ Y ¿qué podrá dar entonces
a cambio de su vida, o para rescatarla?
v Este evangelio nos
enfrenta a la pregunta fundamental de nuestra vida, el seguimiento de Jesús al
que hemos sido llamados antes de ser concebidos, y que se ha hecho visible y
público en nuestro bautismo.
v En nuestro bautismo
fuimos sumergidos en la muerte y resurrección de Jesús para ser otros cristos y
así continuar en el mundo su misión de buscar los hermanos y hermanas que se
han perdido por el camino.
v Termina el evangelio de
este domingo con estas palabras de Jesús: el Hijo del hombre vendrá al final de
los tiempos, vendrá no en la humildad como ahora, sino en la gloria del Padre
que es su gloria, y dará a cada cual lo suyo.
v Ven Señor Jesús ya desde
ahora y tú que eres el camino, camina con nosotros para que cuando vengas al
final nos digas las palabras tan esperadas “ven bendito, ven bendita de mi
Padre porque me amaste en cada hermano y hermana necesitado que encontraste en
el camino de tu vida”.
SEGUNDA LECTURA Rom 12,1-2







RINCON CLARETIANO
No había
una hora que habíamos llegado al puerto cuando se supo por la población que
acababa de entrar «Rosalía», la que creían perdida por las fatales noticias que
corrían (que yo no sé cómo se pudo saber porque desde el día que empezó a
entrar el agua, permitió Dios Nuestro Señor, que quiso ser nuestro ayudador,
que no encontrásemos ningún buque para que nadie nos sacara del apuro sino su
omnipotente mano. Así que luego se dijo que llevaba monjas, y movió Dios tan
fuertemente las entrañas de piedad a una señora muy devota, que al momento
mandó a su marido a ofrecernos toda su casa y personas. Y no pudiendo desembarcar
en este puerto por el temporal sobredicho, nos mandó este buen señor una carta
de recomendación con un bote que parecía un caballo a la posta por encima de
las espumas de aquel mar tempestuoso (también nos trajo provisión de víveres).
Esta carta iba dirigida a un amigo suyo que tenía en Lanzarote en donde se
creía desembarcaríamos, y le decía hiciera con nosotras todo lo que haría por
su familia. Cumplió tan finamente éste su amigo, que fue preciso poner término
a sus excesos. Venerable María Antonia
París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 153.

Yo me quedé en la Ciudad, abrí y empecé
la Santa Visita, empezando por la Catedral, parroquias, etc., y todos los días
administraba el sacramento de la Confirmación, y como había tanta gente para
confirmar, a fin de evitar confusión hice imprimir unas papeletas al efecto,
repartiendo en los curatos el día antes el número que en el día siguiente se
podrían confirmar. En dicha papeleta se escribía el nombre del confirmando,
Padres y Padrino, y así evitaba confusión [y] aglomeración de gente, y con más
reposo y sosiego se copiaban después en los libros los nombres; así lo hice
siempre, y me fue muy bien en tantos como confirmé, que no bajarán de
trescientos mil en los seis años y dos meses que estuve en aquella Isla.
Además de la visita y confirmaciones,
predicaba en todos los domingos del año y fiestas de guardar; esto nunca jamás
lo omití en cualquier parte de la Diócesis en que me hallase. A los principios
de junio, ya salí de la ciudad, y fui al Caney a concluir la Misión que habían
empezado y continuado con grande provecho el P. Esteban y el P. Curríus; yo
confirmé a todos y terminé la Misión. San Antonio María Claret, Fundador de las
Misioneras Claretianas, Autobiografía 515-516.
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio María Claret, Autobiografía.
LA BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO. Texto de Luis Alonso Schökel.
LA BIBLIA, traducción tomada de la página web del Vaticano.
Pagina Web del Vaticano, Papa Benedicto XVI ángelus 8/28/2011; Papa
Francisco ángelus 8/31/2014
PAGOLA, José A. El camino abierto
por Jesús. PPC 2012
PARIS, María Antonia, Autobiografía
STOCK, Klemens. La Liturgia de la Palabra. Ciclo A (Mateo) 2007