DOMINGO
DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR- CICLO A –
2023
v La Iglesia nos presenta este domingo la solemnidad de la Transfiguración
del Señor, en lugar del 18° domingo del tiempo ordinario.
v Nos invita a contemplar a Jesús en su esplendor, en su gloria, en su
verdadera identidad divina.
v A los 3 apóstoles-amigos más cercanos de Jesús, él los llama para revelarles quien es Él, y ellos están
fuera de si de la visión, la revelación.
v No son los más santos, ni los más sabios, cada uno de ellos tendrá que
trabajar en su manera de ser: hijos del trueno o el que niega a su Señor- amigo
por tres veces.
v Reflexionemos juntos en quién es Jesús. Como dice un canto el Señor de la
historia es el siervo Jesús.
PRIMERA LECTURA - Dn 7, 9-10. 13-14
v El libro de Daniel participa de las características de
la literatura profética, así está clasificado y, de la literatura apocalíptica.
Nos muestra imágenes que se repetirán en el libro de la Revelación en el Nuevo
Testamento.
v La literatura apocalíptica se caracteriza por el uso
de imágenes grandiosas y fantásticas, unas tomadas de la naturaleza, de la
creación otras de la imaginación humana.
v Describe la presencia, la visión, la revelación de Dios
por medio de la descripción de fenómenos naturales espectaculares que producen
miedo y respeto en quienes los presencian.
v Como para decirnos lo grande y majestuoso y más allá
de todo cuanto podemos imaginar o pensar, que es Dios.
v El color blanco es también usado en relación a Dios,
tal vez porque Dios es luz y lo más cercano en cuanto a colores a la
transparencia y luminosidad de la luz es el color blanco.
v El fuego es también un elemento presente en las
teofanías o manifestaciones de Dios. El fuego es poderoso, fuerte, tal vez
quiere recordarnos la grandiosidad de Dios.
Su trono, llamas de fuego, el fuego también se usa para purificar, y el
amor de Dios nos purifica nos limpia de nuestros pecados.
v Daniel sigue contemplando en la visión y ve una figura
que es como hijo de hombre, es decir es un ser humano pero que participa
también del ser divino.
v Viene entre las nubes. En el génesis después del
diluvio Dios hace las paces con la humanidad y el signo es que él colgará su
arco sobre las nubes. Los que hacían guerra para indicar que se había acabado
la pelea colgaban su arco a la entrada de su tienda. Dios cuelga su arco “el
arco iris” a la entrada de su tienda “el cielo”
y lo cuelga en las nubes, que están en el cielo que vemos.
v Qué imagen tan hermosa de paz y belleza la del arco
iris, que siempre sale cuando hay tormentas, hablándonos de la paz que Dios
quiere.
v Este hijo de hombre recibe toda autoridad y soberanía.
v Es la imagen de Jesús resucitado y glorificado.
v Sí, Jesús recibe nuestra alabanza y nuestra entrega a su
amor incondicional para nosotros.
v La Iglesia celebra dos veces la transfiguración del
Señor en su liturgia:
o
Una el
segundo domingo de Cuaresma de cada año, para fortalecernos en nuestra fe en
que Jesús es el verdadero y único Hijo de Dios y no tambalee nuestra fe al
verle desfigurado, ofendido, destrozado en su pasión.
o La otra el 6 de agosto de cada año, para volvernos a
recordar quién es Jesús, que nada ni nadie puede destruir pues su amor es más
grande y Él es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios como el Padre
y el Espíritu Santo, imagen exacta del Padre, en quien el Padre se
complace.
Salmo Responsorial. Sal 96,1-2.5-6.9
R. (1a y 9a) Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor, alégrese la tierra;
cante de regocijo el mundo entero.
Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor
que se asienta en la justicia y el derecho.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Los montes se derriten como cera
ante el Señor de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia,
su inmensa gloria ven todos los pueblos.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Tú, Señor, altísimo,
estás muy por encima de la tierra
y mucho más en alto que los dioses.
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Ø
Este salmo es la respuesta a la lectura y nos da el
mismo mensaje de la majestad de Dios.
Ø
Pero habla de dioses, ¿cuáles son nuestros dioses?
EVANGELIO
- Mt 17, 1-9
El relato de la transfiguración se encuentra en los
tres evangelios sinópticos.
Jesús se lleva a tres de sus discípulos a un monte
alto, el monte símbolo de la cercanía de Dios. Si Dios vive detrás del cielo
azul que vemos, naturalmente los montes cuanto más altos, más nos acercan a la
morada del Altisimo.
Y allá en lo alto, Jesús les muestra la verdadera
morada de Dios, Dios mismo,El que es el Hijo unigénito del Padre.
El evangelista nos describe la imagen de Jesús, la
visión de su persona que ellos reciben con todos los signos con que se describe
a Dios en las teofanías del Antiguo Testamento.
En esta visión
tan hermosa dos personajes del Antiguo Testamento un profeta Elías, y el
legislador “Moisés” se dejan ver cerca de Jesús y hablan con él.
Jesús dijo a los suyos que no había venido a abolir ni
la Ley ni los Profetas.
Para los judíos lo que nosotros llamamos el Antiguo
Testamento es para ellos la Ley= la Torah= los cinco primeros libros de la
Biblia que nosotros llamamos “Pentateuco”
y todos los demás libros que ellos llaman los Profetas.
La ley que se creía escrita toda ella por Moisés.
Y aquí están dialogando con Jesús de lo que va a
suceder.
Jesus entra en diálogo con la ley, no solo ahora sino
en todo su ministerio. Ha tratado por todos los medios hacernos entender la
ley, es decir, hacernos entender cómo es el verdadero Dios, no las imágenes o ídolos
que nos hemos formado.
Y Jesús dialoga con los profetas, es decir con todos
los personajes del Antiguo Testamento que hablaron al Pueblo de Dios y de la
necesidad de ser fieles al único verdadero Dios.
Los discípulos se sienten felices y fuera de si, como
nos pasa a nosotros cuando hemos tenido una experiencia de Dios.
Y Pedro en nombre de todos dice "Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí!
Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías".
En este momento se oye la voz del Padre que repite lo
mismo que dijo en el bautismo de su Hijo Jesús "Éste es mi Hijo muy amado,
en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo"
Jesús es el hijo amado del Padre, toda su
complacencia, y nos llama a que nosotros como comunidad humana lleguemos a ser
la imagen del Hijo “escúchenlo”.
Todos nosotros también al tener estas experiencias de
Dios, de lo sobrenatural, deseamos que duren para siempre o que se repitan,
pero el Señor nos dice: "Levántense
y no teman".
SEGUNDA
LECTURA : 2 Pedro 1, 16-19
Ø Pedro en esta carta recuerda la experiencia inolvidable de la transfiguración
Ø Y así se lo explica a la comunidad de fe.
Ø Y Pedro nos dice que además de esta palabra suya, en que nos comparte su experiencia, tenemos las experiencias y testimonio de los profetas para alentar y hacernos crecer en la fe.
|
P