Monday, December 5, 2022

 

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO – DOMJINGO GAUDETE – A- 2022

Ø  Hoy la iglesia nos repite de muchas maneras que nos regocijemos, que nos alegremos, nos llenemos de gozo. Como signo externo de este gozo los ornamentos, la vela, y las ropas del sacerdote son de color rosado.

Ø  Al meditar en cada lectura veremos por qué nos hemos de alegrar, y cuales son los signos de todo este gozo.

Ø  Reflexionemos sin prisas en estas lecturas y saboreemos sus imágenes, dejando que nos hablen al corazón y también a la mente, a todo nuestro ser.

PRIMERA LECTURA – Is 35,1-6b.10

v  Los tres párrafos que leeremos este domingo son una invitación al gozo. La primera invitación se la hace Dios por boca del profeta a la madre tierra, que ha estado oprimida bajo la tiranía del hombre por tanto tiempo, ahora viene su liberación con la conversión de su opresor.

o   A la tierra árida y seca se le anuncia que florecerá:

o   Se le dará la belleza de tres lugares citados en la Biblia por ser hermosos: el Líbano, el Carmelo y el Sarón. 

o   El Monte Carmelo es una cordillera en el sur de la tierra de Israel, Famoso por su gran belleza. 

v  El nombre de Sarón se refiere a la franja de tierra formada por colinas, que se extiende entre las montañas y el Mediterráneo, yendo desde el sur hasta el Monte Carmelo en el Norte. Tierra donde se produce el trigo, el aceite, la naranja.  Cuando las muchas flores de colores están abiertas presentan una escena de una rara belleza. 

v  El siguiente párrafo va dirigido al ser humano, a los más desvalidos, a los que viven en el temor, pensemos en los emigrantes entre nosotros,  Dice el profeta que es el día de la venganza, si el día en que la verdad saldrá plena luz, así como la  maldad y Dios juzgará rectamente. El Señor hará justicia a todo el sufrimiento de sus hijos e hijas, y nos pedirá cuentas del dolor que hayamos causado. Tal vez la venganza del Señor sea dar la oportunidad a los extraviados a la conversión a regresar, esto solo lo sabe El. 

v  El tercer párrafo nos describe de forma festiva el retorno de los liberados por el Señor, regresan con gritos de júbilo  coronados de la eterna gloria; esta última frase nos hace pensar en que estos liberados son los que ya han salido de nuestro mundo para ir a la presencia del Señor, y van jubilosos con gritos de fiesta, de triunfo, ya no tienen miedo. 

SALMO RESPONSORIAL -   Salmo 145: 7. 8-9a. 9bc-10

R. (Is 35, 4) Ven, Señor, a salvarnos.
El Señor siempre es fiel a su palabra,
y es quien hace justicia al oprimido;
él proporciona pan a los hambrientos
y libera al cautivo.
R. Ven, Señor, a salvarnos.
Abre el Señor los ojos de los ciegos
y alivia al agobiado.
Ama el Señor al hombre justo
y toma al forastero a su cuidado.
R. Ven, Señor, a salvarnos.
A la viuda y al huérfano sustenta
y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente.
Reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
R. Ven, Señor, a salvarnos.

 

Este salmo sigue con el mismo tema de la primera lectura, el cambio de suerte entre sufrimiento y gozo.

 

SEGUNDA LECTURA – Santiago 5,7-10

§  Santiago nos invita a esperar la venida del Señor con paciencia como el labrador espera el fruto de la tierra.

§  Habla que el labrador hace dos cosechas la temprana y la tardía y después ve en verdad el fruto de su trabajo.

§  ¿Querrá esto decir que nosotros también en nuestra vida tenemos un momento fuerte de conversión en temprana edad y luego otro en edad madura?

§  Sigue Santiago y nos dice que el Juez, Dios nuestro juez supremo, está a la puerta.

§  Vivamos de tal forma que estemos siempre preparados para cuando el Señor llame a nuestra puerta.

EVANGELIO Mateo 11, 2-11

*      Juan está en la prisión por haber recordado al Rey que no podía seguir viviendo al margen de la Ley de Dios

*      En la prisión oye hablar más y más del joven primo que él bautizó con tanto gozo.

*      Pero oye cosas desconcertantes de este joven carpintero de Nazaret, predica una doctrina diferente y algo peligrosa pues parece no respetar las normas de los mayores.

*      Sin embargo, todos cuantos le hablan de él es para decirle que les ha hecho el bien.

*      Es cierto Jesús después de su bautismo y de su retiro en el desierto tomó una gran decisión, él había sido enviado a hablarnos de la eterna novedad de Dios, de necesidad de conversión continua para no quedarnos siempre en lo mismo. Por eso se aleja de Juan y sus discípulos para anunciar la gran novedad. Decisión que a la larga será la causa de su condena y muerte en la cruz.

*      Envía mensajeros a preguntarle a Jesús, ¿eres tú? ¿o hemos de esperar a otro?

*      Y Jesús no le responde a esto sino que le dice algo que le dará la respuesta a Juan.

o   Los ciegos, los leprosos, los cojos, los sordos, los mudos todos son curados

o   A los pobres se les anuncia la buena noticia

o   Felices quienes no se escandalizan de mi.

*      Con esto Juan tiene suficiente pues el profeta Isaías había ya anunciado que el Mesías haría todo cuanto ahora Jesús hace realidad.

*      Y habla al pueblo de Juan, les pregunta a quién han ido a ver? ¿por qué? Pues el no viste como los ricos ni come como ellos

*      Sin embargo, es el más grande de los nacidos de mujer, pero el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que Juan.

*      Meditemos en todas estas invitaciones y contrastes.

 RINCON CLARETIANO 

Otro día me dijo Nuestro Señor no extrañes hija que te hable desde la Cruz, porque la Cruz es mi cátedra y por la Cruz se va al Reino. (Madre Paris Diario 38) 

Por tanto, Madre mía, desde ahora ya comienzo a hablar y a gritar; ya acudo a Vos; sí, a Vos, que sois Madre de misericordia; dignaos dar socorro a tan grande necesidad; no me digáis que no podéis, porque yo sé que en el orden de la gracia sois omnipotente. Dignaos, os suplico, dar a todos la gracia de la conversión, pues que sin ésta no haríamos nada, y entonces enviadme y veréis cómo se convierten. Yo sé que daréis esta gracia a todos los que de veras la pedirán; pero si ellos no la piden, es porque no conocen su necesidad, y tan fatal es su estado, que ni conocen lo que les conviene, y esto cabalmente me mueve aún más a compasión. (Padre Claret – Autobiografía 160)