ASCENSIÓN DEL SEÑOR - CICLO C – 2019
La Ascensión del Señor se celebra el jueves
después del sexto domingo de Pascua
Algunas
naciones, por razones pastorales, tienen autorización de la Santa Sede para
celebrar esta solemnidad de la Ascensión de Jesús en el Domingo Séptimo de
Pascua.
La razón
pastoral es que en los países industrializados o en los que la fe católica no
es la única o la propia del lugar, al seguir los trabajos su curso normal, la
celebración del misterio de la Ascensión del Señor pasaba desapercibida.
PRIMERA LECTURA Hechos de los Apóstoles 1,1-11
Ø La liturgia nos lleva de nuevo al inicio del libro de los
Hechos.
Ø Ya dijimos al empezar el año litúrgico C en que leemos el
evangelio de Lucas, que Lucas escribió dos libros del Nuevo Testamento:
Evangelio y Hechos.
Ø Los Hechos, el segundo libro empieza repitiendo el final
del Evangelio, y ambos libros empiezan con una introducción, por la cual
sabemos que Lucas es el autor de ambos libros.
Ø Después de la introducción dirigida a un tal Teófilo,
Lucas narra la ascensión del Señor.
Ø En nuestra reflexión no nos vamos a detener en si el
Señor se elevó hacia arriba, si la nube lo cubrió, si unos ángeles hablaron a
los apóstoles.
Ø No creo que la intención de Lucas sea ésta, sino darnos
un mensaje con unos símbolos muy hermosos, pero si nos quedamos en el símbolo
no llegaremos al mensaje. Los relatos usando imágenes y símbolos dicen mucho en
pocas palabras.
Ø Vamos a intentar entrar en el significado de las imágenes
que nos da para dejarnos cautivar por el mensaje:
v Empieza diciéndonos que el Señor se presentó vivo ante
los apóstoles, después de su muerte en la cruz, y durante 40 días se manifestó
con pruebas para que pudiesen de verdad entender y creer que Él está vivo. Al
mismo tiempo les habla y explica el significado del Reino de Dios.
v 40 días ya es uno de los símbolos: 40 días del diluvio,
40 años por el desierto, 40 años del reinado del Rey David, 40 días de Jesús en
el desierto… 40 un número simbólico en la Biblia, un número que indica un largo
tiempo.
v Les recomienda o les dice de no alejarse de Jerusalén
antes de que Él les envíe la promesa del Padre, el Espíritu Santo, del que les
había hablado en repetidas ocasiones, pero sobre todo en la conversación de
sobremesa después de la Última Cena.
v Ellos y todos
nosotros seremos bautizados con el Espíritu Santo. Bautizar es sumergirse en,
seremos sumergidos, totalmente envueltos en el Espíritu Santo, el Espíritu del
Padre y de Jesús, el Hijo.
v Cuando ellos, hacen como nosotros, que en las
conversaciones más sublimes, preguntamos a veces lo que nos preocupa y que no
tiene que ver muchas veces con la autenticidad de la fe. Jesús no les responde
claramente, pero les dice de alguna manera que se preocupen o que se vayan
ilusionando del regalo tan hermoso que el Padre les va a dar, el Espíritu Santo
v Con él, esos hombres medio asustados todavía, serán
capaces de ser testigos hasta los confines de la tierra.
v Fue elevado, nosotros siempre que pensamos o hablamos de
Dios miramos hacia arriba, porque es algo en el corazón humano que entiende que
Dios es superior a nosotros y esto lo consideramos que está arriba.
v Jesús regresa al Padre y permanece con nosotros, así nos
lo ha dicho él.
v Su permanencia no es visible, de ese momento en adelante
será sacramental y a través de sus seguidores o de todo ser humano que haga el
bien.
v La nube, la nube es símbolo de la presencia de Dios, que
tiene dos funciones una ocultar, otra descubrir la presencia divina. En el
éxodo
ü la nube era oscura de día, luminosa de noche.
ü Cuando se posaba sobre la tienda del encuentro, sabían
que Dios estaba presente.
ü La nube es el símbolo, de la presencia de la gloria de
Yahvé
v Jesús regresa al Padre, Jesús en realidad es la gloria de
Dios Padre, Jesús es el hijo del Padre hecho carne.
v Ellos siguen mirando al cielo, también nosotros a veces
ante las dificultades, o lo que nos hace sufrir, seguimos mirando hacia las
alturas, no deseamos irnos de la
presencia del Señor en nuestros templos.
v Pero los ángeles nos recuerdan que hay que ir a trabajar,
hay que ir a anunciar el reino, hay que encontrar al Señor en los hombres y
mujeres que caminan por la vida con nosotros, hay que encontrarlo aquí en
nuestra tierra, que es también la suya, pues por el evangelio de Mateo sabemos
que ‘YO ESTARÉ CON USTEDES HASTA EL FIN DEL MUNDO, EL FIN DE LA HISTORIA.
v Jesús regresará no sabemos cuando, pero mientras, es el
tiempo del Espíritu, es nuestro tiempo, el tiempo de la Iglesia para que
continúe la labor empezada por el Hijo de Dios hecho hombre en Jesús de
Nazaret, nuestro Maestro.
SALMO RESPONSORIAL Sal 47, 2-3,6-7,8-9
Dios asciende entre aclamaciones,
el Señor asciende al sonido de trompetas.
Aplaudan, todos los pueblos,
aclamen a Dios con gritos de alegría;
porque el Señor, el Altísimo, es temible,
es el soberano de toda la tierra.
Dios asciende entre aclamaciones,
el Señor asciende al sonido de trompetas.
Dios asciende entre aclamaciones,
asciende al sonido de trompetas.
Canten, canten a nuestro Dios,
canten, canten a nuestro Rey:
Dios asciende entre aclamaciones,
el Señor asciende al sonido de trompetas.
Dios es el Rey de toda la tierra,
cántenle un hermoso himno.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Dios asciende entre aclamaciones,
el Señor asciende al sonido de trompetas.
ü Este salmo no necesita mucha explicación, está muy claro que es un
salmo de alabanza jubilosa a Dios, Rey de toda la tierra.
ü Como veíamos en otra ocasión, todo cuanto en el Antiguo Testamento se
dice de Dios, la comunidad de Jesús se lo aplicó a Jesús después de la
resurrección.
ü La iglesia usa este salmo en la solemnidad de la Ascensión, pues va
muy bien porque “el Señor asciende al son de trompetas….”
SEGUNDA LECTURA Efesios 1,17-23
La liturgia de este domingo nos ofrece dos
opciones para la segunda lectura.
Para nuestra reflexión vamos a usar la primera
opción, tomada de la carta a los Efesios.
* Pablo desea para la comunidad de Éfeso que Dios
Padre les de el Espíritu de sabiduría y revelación. Es decir que ellos y
nosotros podamos saborear lo que Dios va suscitando en nuestro corazón en los
eventos de nuestra vida, y descubramos
en esto su palabra, su revelación, y que a través de todas estas situaciones
aprendamos a conocerle, no intelectualmente sino desde lo más profundo de
nuestro ser.
* Pablo también desea que los ojos del corazón de
la comunidad de Éfeso sean iluminados para que puedan conocer la esperanza que
va unida a la llamada que él nos hace
* Que podamos descubrir las riquezas de gloria en
la herencia de los santos
* Que descubramos también su poder que sobrepasa
todo poder
* Poder que resucitó a Jesús y lo hizo sentarse a
su derecha. Sentarse a la derecha del rey, era para la persona más importante y
querida del reino. Jesús, en este lenguaje figurado de Lucas, se sienta a la
derecha del Padre, es decir es el preferido del Padre “Este es mi hijo amado,
mi predilecto….” Oímos al Padre decir de Jesús en el bautismo y en la
transfiguración.
* Jesús en esta glorificación que celebramos hoy,
ha recibido todo poder y un nombre que está sobre todo nombre, y todo ha sido
puesto a sus pies, otro de los símbolos, estar a los pies o debajo de los pies
de alguien es reconocer a este alguien su autoridad sobre nosotros.
* Jesús ha sido hecho cabeza de la iglesia, que es
su cuerpo. Él es nuestra cabeza, todos nosotros formamos su cuerpo y estamos
llamados a seguir anunciando que Él vive, que está presente entre nosotros, y
esto hasta que vuelva.
EVANGELIO
Lucas 24,46-53
Así como en la primera lectura hemos leído el
inicio del libro de los Hechos, ahora leemos el final del evangelio de
Lucas.
§
Al leer este evangelio nos damos cuenta de lo que dijimos al explicar la
primera lectura tomada de Hechos.
§
Lucas que es autor de ambos libros nos dirá aquí que “después” no sabemos cuan
después de la tarde la resurrección, fue su ascensión. En los Hechos nos dice que habían pasado 40
días después de su muerte. Ciertamente al evangelista no le preocupa la
exactitud histórica en cuanto a tiempo, sino en cuanto a la verdad que Dios nos
comunica, es decir en cuanto a la teología de la historia, de la que hablamos
al explicar la segunda lectura de la sexta semana de Pascua.
§
La lectura de hoy empieza en el v. 46 en que Jesús les enseña como buen
Maestro
- Estaba escrito que el Mesías tenía que padecer y resucitar y esto es lo que
ha sucedido con él que es el Mesías, el enviado.
- Que en su nombre se predicaría el perdón de los pecados a todas las
naciones.
- Sigue diciendo que ellos son testigos de esto, y que él les enviará la
promesa del Padre, por se tienen que quedar en la ciudad de Jerusalén, pues
todo lo relacionado con la salvación empieza en Jerusalén.
- En estos dos versos Lucas da una síntesis de la misión de Jesús y de la
historia de la Iglesia.
- Lucas aquí nos describe también con imágenes muy hermosas y dicientes el
misterio de la ascensión. Tengamos en cuenta que digo misterio, que quiere
decir una verdad de fe que va mas allá de nuestra capacidad de entender, y que
se nos explica por medio de comparaciones, símbolos, imágenes
- Jesús, aquí en este relato los bendice, dice bien sobre ellos.
- Ellos se postran, quiere decir que lo reconocen como Dios
- La consecuencia de todo esto es que regresan llenos de gozo, y pasan el
tiempo bendiciendo a Dios.
- La presencia de Jesús en nuestra vida, la del Padre y la del Espíritu son
siempre fuente de alegría profunda y desbordante y por eso contagiosa.
Unos días antes de hacer mi profesión
religiosa me dijo Nuestro Señor cómo quería comunicar una gracia a mi Prelado
pero que no lo haría hasta después de haberme profesado. Y María Santísima me
dijo que ella cuidaría de hacerle entender cómo el cargo de la Iglesia
gravitaba sobre él.
Así se cumplió a pocos días de haber profesado, que
se le fue dicho cómo había de ser el Ángel del Apocalipsis. Esto me lo dijo él
mismo (lleno de admiración y pasmo) el día que vino a despedirse para ir a la
Visita; creo que era el día 1 de noviembre de 1855 y yo hice mi profesión a los
27 de agosto del mismo año 1855. Venerable María Antonia París, Fundadora de las
Misioneras Claretianas, Autobiografía 79-80.
La virtud más necesaria es el amor. Sí, lo
digo y lo diré mil veces: la virtud que más necesita un misionero apostólico es
el amor. Debe amar a Dios, a Jesucristo, a María Santísima y a los prójimos. Si
no tiene este amor, todas su bellas dotes serán inútiles; pero, si tiene grande
amor con las dotes naturales, lo tiene todo.
Hace el amor en el que predica la divina
palabra como el fuego en un fusil. Si un hombre tirara una bala con los dedos,
bien poca mella haría; pero, si esta misma bala la tira rempujada con el fuego
de la pólvora, mata. Así es la divina palabra. Si se dice naturalmente, bien
poco hace, pero, si se dice por un Sacerdote lleno de fuego de caridad, de amor
de Dios y del prójimo, herirá vicios, matará pecados, convertirá a los
pecadores, obrará prodigios. Lo vemos esto en San Pedro, que sale del Cenáculo
ardiendo en fuego de amor, que había recibido del Espíritu Santo, y el
resultado fue que en dos sermones convierte a ocho mil personas, tres en el
primero y cinco en el segundo.San Antonio María Claret, Fundador de las
Misioneras Claretianas, Autobiografía 438-439
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