SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN - C – 2022
Este domingo, segundo domingo de Pascua, se llama también el domingo de la Divina Misericordia,
desde el año 2000,en que Juan Pablo II así lo estableció en el calendario
universal de la Iglesia.
La lectura del evangelio nos lleva de la tarde del Primer
día de la semana de la Resurrección de Jesús al domingo siguiente en que Jesús
se encuentra con Tomas y le dice “No dudes más, cree.”
PRIMERA LECTURA: Hch 5,12-16
Durante el Tiempo litúrgico de Pascua la primera lectura será tomada de los
Hechos.
La lectura de hoy nos describe lo que hacían los apóstoles y como los veía
la gente:
Ø Hacían obras
maravillosas, más abajo veremos que se trata de curaciones, lo que todos
buscamos pues somos vulnerables y limitados, tampoco deseamos sufrir.
Ø Nos dice la lectura que
estaban juntos en uno de los pórticos del Templo
Ø Que nadie se atrevía a
juntarse con ellos, suponemos que se refiere mientas estaban en el Templo
Ø Pues más abajo dice que
cada día se les juntaban más seguidores
Ø La gente saca sus
enfermos a la calle y desea que por lo menos la sombra de Pedro los cubra para
poder sanar.
Ø Qué bella descripción de
Pedro, como su Maestro, su sombra hace bien.
Ø Como sucedía con Jesús cuando vivía entre nosotros la gente le traía de todas partes enfermos para que los curara, ahora hacen esto mismo con su Vicario, con Pedro a quien Jesús le ha dado las llaves de la Iglesia.
SALMO RESPONSORIAL Sal
118 2-4; 13-15; 22-24
« En este segundo domingo
de Pascua seguimos cantando algunas estrofas del salmo 118.
« Este salmo pertenece al
género de salmos hímnicos, que cantan la alabanza de Dios por sus obras
« Este salmo es pues una acción de gracias al Dios de Israel, nosotros lo ponemos en la liturgia para cantar las alabanzas y dar gracias a Jesús, vencedor de la muerte y del infierno.
R. La misericordia del Señor es eterna.
Aleluya.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna".
Diga la casa de Aarón: "Su misericordia es
eterna".
Digan los que temen al Señor: "Su
misericordia es eterna".
R. La
misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
La piedra que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
es un milagro patente.
Este es el día de triunfo del Señor:
día de júbilo y de gozo.
R. La misericordia del Señor es eterna.
Aleluya.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Que Dios desde su templo nos bendiga.
Que el Señor, nuestro Dios, nos
ilumine.
«La
mano del Señor hace proezas
R. La
misericordia del Señor es eterna. Aleluya..
La
piedra que desecharon los constructores
es
ahora la piedra angular
Esto ha sido hecho por el Señor
y es admirable a nuestros ojos.
Este es el día que hizo el Señor:
alegrémonos y regocijémonos en él.
R. La misericordia del Señor es eterna.
Aleluya..
SEGUNDA LECTURA Ap
l,9-11a. 12-13. 17-19
ü El libro del Apocalipsis es llamado también libro de la
Revelación, y en realidad es esto. Una revelación de Cristo glorificado, Señor
y Rey de Reyes.
ü Los evangelios son libros que nos anuncian a Jesús de
Nazaret, el Cristo Mesías durante su vida terrena entre nosotros.
ü El Libro de la Revelación nos presenta a Jesús
resucitado, el Cristo glorioso, a Cristo que es Dios, la Segunda Persona de la
Trinidad.
ü Este libro no nos habla del futuro como lo hacen los
adivinos, sino que a través de imágenes y símbolos de varias especies quiere
ayudarnos a entender el significado de la historia presente.
ü Por eso se llama Revelación, esta palabra significa
correr el telón. A través de los distintos capítulos del libro Juan, nuestro
hermano, inspirado por Dios, va corriendo este telón para que podamos ver lo
que hay detrás. Es decir, para que podamos entender el significado de los
acontecimientos de la historia.
ü Leí una vez un autor que decía que este libro está
escrito para dar esperanza a un pueblo que sufre.
ü Que uno de sus mensajes, tal vez el más poderoso, es que a Dios lo encontramos en los acontecimientos de la historia, no fuera de ellos. Pensemos un poco en esto y seguramente nos ayudará a crecer en la fe que Jesús le pide a Tomás: ¡deja de dudar, cree!
VEAMOS QUÉ MENSAJE NOS TRAE LA LECTURA DE HOY
El autor se
presenta como Juan, nuestro hermano, que comparte con nosotros las distintas
situaciones de la vida y la persecución por ser fiel a Jesús.
Porque ha
elegido ser fiel se encuentra desterrado en la Isla de Patmos. Patmos es una de las muchas islitas del sur de Grecia en
el mar Egeo.
Aquí tiene una
revelación del Cristo de la gloria. Jesús resucitado y glorificado se le
presenta y le habla para darle un mensaje para él y para sus hermanos.
Esto ocurre en
el día domingo (día del Señor. Señor en latín se dice dominum por eso su nombre de domingo), primera vez que aparece esta
expresión en el Nuevo Testamento.
Jesús se
presenta bajo la forma de un “hijo de hombre” nombre que Jesús se dio muchas
veces a si mismo durante su vida terrena entre nosotros y que viene del libro
de Daniel y es siempre una figura de autoridad.
Este hijo de
hombre va con vestiduras sacerdotales, y está en medio de siete candelabros de
oro, símbolo de su iglesia. En otros domingos ampliaremos más este concepto.
Juan cae
aterrado al ver semejante figura con tanta majestad, pero Jesús lo toca y le
dice lo de siempre “no temas”
Y luego le dice
quien es:
o
El Primero y último
–
o
El Viviente,
estuvo muerto pero ahora vive para siempre
o
Tiene las
llaves de la muerte y de la vida. Dirá Pablo en la carta a los Filipenses, el Padre le ha dado el nombre sobre todo
nombre de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la
tierra y en el abismo…
o
Cristo le da a
Juan el mandato de escribir lo que ve ahora y lo que seguirá viendo.
o El próximo domingo nos vamos a dar cita de nuevo con Juan y su libro de la Revelación.
EVANGELIO Jn 20,19-31
En los tres ciclos leemos el mismo evangelio tomado del Evangelio de Juan.
« Nos encontramos en la tarde del Primer Día de la Semana,
la tarde de la resurrección de Jesús cuando los discípulos hombres lo ven por
primera vez después de su muerte en la cruz.
« Jesús les habla y los constituye en los pilares de su
Iglesia
o Primero paz, para que puedan transmitirla a todos, así
como ellos la recibieron
o El don del Espíritu Santo, para Juan siempre es Jesús que
da el Espíritu Santo, que es su Espíritu: nos lo da en la cruz, y ahora en la habitación alta o cenáculo.
o El don de perdonar pecados que va unido a la recepción
del Espíritu Santo y a la paz.
« Seguramente que todos le cuentan esto a Tomás, llamado el
gemelo, que lleno de desilusión se ha ido del grupo por considerar que todo se
acabó.
« Jesús viene ocho días después y se dirige directamente a
Tomás y le dice de poner sus dedos en la marca de los clavos y su mano en la
herida del costado, tal como Tomás había puesto como condición para creer.
« Luego las palabras de Jesús:
o A Tomás: “deja de
dudar, cree”
o Para todos nosotros: “Felices los que sin ver han creído”
« Y Tomás dice aquellas hermosas palabras que los creyentes
de todos los tiempos hemos repetido una y otra vez con ternura y
agradecimiento: “Señor mío y Dios mío”.
« Oí una vez una homilía en que el predicador decía Tomás
es llamado el gemelo, ¿de quién? Pues nunca hablan de su hermano, y continuaba
diciendo es el gemelo de todos nosotros, que como él nos cuesta creer, aceptar
la novedad traída por Cristo, cambiar lo que siempre ha sido de una manera
determinada, los que nos descorazonamos y pensamos que ya no hay nada que hacer.
« Entonces es cuando todo puede ser posible, porque entonces le dejamos las manos libres a Dios para obrar.
RINCON CLARETIANO
Un día me hizo ver
Nuestro Señor la hermosura de su Santísima Ley, presentándome a la vista un
hermosísimo y muy dilatado prado, todo lleno de hermosísimas flores de toda
especie; daban un olor que sabía a todos los olores más exquisitos. Y vi que
todas estaban manchadas, unas más y otras menos: había algunas que no tenían
más que alguna pequeña manchita, pero afeaba aquella tan primorosa hermosura. Y
me dijo Nuestro Señor: « ¿Ves, hija mía, la belleza, de los Mandamientos
divinos? Estas manchas que afean estas hermosas flores es el quebranto de mi
Santísima Ley, que no tengo quien la guarde porque no hay quien cumpla el precepto
de la caridad». Venerable
María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía
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No podía sufrir que nadie hiciera
burla de ningún anciano, como tan propensos son a eso los muchachos… Además me acuerdo que en el templo, siempre
que llegaba un viejo, si yo estaba sentado en algún banco, me levantaba y con
mucho gusto le cedía el lugar; por la calle los saludaba siempre, y cuando yo
podía tener la dicha de conversar con alguno era para mí la mayor satisfacción.
Quiera Dios que yo me haya sabido aprovechar de los consejos que los ancianos
me daban...
¡Oh Dios mío, qué bueno sois! ¡Qué rico en
misericordia habéis sido para conmigo! ¡Oh, si a otro hubierais hecho las
gracias que a mí, cómo habría correspondido mejor que yo! Piedad, Señor, que
ahora empezaré a ser bueno, ayudado por vuestra divina gracia. San Antonio
María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 20-21.
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