El Mesías que
encontramos en este domingo es el Mesías que se hace solidario con el que
sufre, el pequeño, el oprimido, el aplastado por el sistema político dominante.
PRIMERA LECTURA: Sab
2,12.17-20
Ø
A
este libro la edición de la Biblia griega llamada Septuaginta lo llama
Sabiduría de Salomón, y la edición de la Vulgata en Latín le llama Sabiduría. Este
es el nombre que se usa generalmente en
las actuales traducciones.
Ø
No
conocemos al autor, el presentarse en la primera parte como Salomón es una
atribución ficticia, basada en la tradición bíblico-judía que reconoce a
Salomón como el mayor de los sabios, como el prototipo del sabio.
Ø
Aunque
no se conoce su identidad, podemos deducir que fue un judío profundamente religioso
que vivía en Alejandría.
Ø
Se
refleja en este libro la fidelidad del autor a su cultura judía y, por otro
lado, su apertura al diálogo con la cultura griega en que se encuentra inmerso.
LA LECTURA DE HOY:
Ø
Los
impíos hablan y dicen que quieren eliminar al justo, porque les echa en cara
sus malas acciones. El justo hace esto sin palabras, con su propia vida, que se
convierte en una acusación a la conciencia de los malvados y a la enseñanza que
recibieron de sus mayores.
Ø
Quieren
probar si es verdad lo que asegura de ser hijo de Dios, pues si lo es, Dios lo librará
de sus manos perversas.
Ø
Para
probar esto lo maltratarán, torturarán y someterán a una muerte vergonzosa para
destruir su confianza en su Dios
Ø
Estas
palabras son como un eco de la lectura del Siervo de Isaías, que leímos la
semana pasada. El siervo seguía confiando en su Dios y llamaba a sus
torturadores a enfrentarse juntos pues el justo, el siervo, sabe que su Dios
está con él, aunque parezca que está solo en el dolor.
Ø
¡Qué
hermosa imagen de fe! Qué apropiada para irnos preparando para empezar el Año
de la fe al que nos invita Benedicto XVI.
SALMO RESPONSORIAL – Sal. 54 EL SEÑOR
ES QUIEN ME AYUDA
El justo suplica a Dios en su sufrimiento:
§
Empieza
suplicando ser oído y ayudado
§
Porque:
o
Hombres
sin Dios se han levantado contra él
o
Dios,
eres mi protector, devuelve el mal a quienes te ofenden y me maltratan
o
Oh
Dios te doy gracias a tu Nombre porque
eres bueno, me has escuchado y me has librado
El orante empezó pidiendo ayuda y ahora termina
alabando porque ha sido escuchado, sus enemigos han sido derrotados.
EVANGELIO Mc 9,30-37
«
La
semana pasada entrábamos en la segunda parte del evangelio de Marcos, en que
Jesús acepta la confesión de Pedro de que él es el Mesías. A continuación Jesús da inicio a una serie de
lecciones a sus discípulos para descubrirles qué quiere decir que él es el
Mesías. Les dio el primer anuncio de la pasión y resurrección y la primera
lección de cómo ser discípulo del Mesías
«
Hoy
Jesús da el segundo anuncio de su pasión y resurrección y otra lección sobre el
discipulado,
«
Ellos
siguen sin entender, pero no preguntan lo que si hacen es comentar y
preguntarse entre ellos sin encontrar la respuesta válida
«
Jesús
los ha escuchado, sabe de qué discutían, pero como quiere enseñarles algo
importante, les pide que ellos inicien esta lección explicando de qué hablaban
por el camino.
«
Ellos
se quedan callados pues conocen ya
suficientemente al Maestro como para haber descubierto que no busca grandezas
para él ni para ellos.
«
Su
discusión era sobre ¿QUIÉN ERA EL MÁS IMPORTANTE?
Como
la semana pasada en que Jesús les enseñó algo que los desconcertó: tomar la
cruz, perder la vida como única forma de encontrarla…
La
lección de hoy va a ser actuada. Va a llamar a un niño, lo va a poner en medio
y va a darles otra lección paradójica, porque toma al niño como ejemplo, pero
para los judíos y demás culturas de aquel tiempo el niño no contaba era nada.
No se le consideraba que fuese totalmente una persona.
Con
cariño pero con firmeza Jesús les dice que para ser el primero hay que hacerse
el último y el servidor de todos
Luego
acariciando al niño les dice que quien recibe a alguien como este niño, es
decir al pobre, al que no cuenta en la sociedad, al marginado, le recibe a él.
Esto nos recuerda lo del evangelio de Mateo, tuve hambre… conmigo lo hiciste.
La última
parte de esta lección es realmente hermosa y sorprendente, quien recibe a Jesús
de verdad, está recibiendo no a Jesús sino al Padre.
Gracias
Señor por esta lección, que probablemente tardaremos toda nuestra vida en
comprender y poner en práctica, al menos que tú lo hagas en nosotros.
SEGUNDA LECTURA Stg 3,16-4,3
Santiago
sigue enseñando a su comunidad los valores cristianos
Donde
hay envidia hay desorden y maldad, podemos decir hay pecado
En
cambio la sabiduría verdadera es
o
Sin
doblez
o
Promotora
de paz
o
Envuelta
en la piedad, es decir en la relación de amistad con Dios y con los demás seres
humanos
Quien
siembra paz cosecha justicia.
Santiago
sigue diciéndoles que toda la violencia que hay en la comunidad viene de sus
malos deseos
Como resultado piden, pero como no piden lo que es
bueno, no lo obtienen, y como una cadena la violencia crece con la frustración
de no alcanzar lo que se quiere.
Dios mío
Trino y Uno Padre, Hijo y Espíritu Santo; os suplico que os dignéis iluminarme
con vuestra infinita sabiduría, para que os conozca a Vos y me conozca a mí, y
conozca también todo lo que Vos queréis que haga, para serviros y amaros con
toda la perfección que es posible en esta vida con vuestro divino favor;
enseñadme Dios mío, todo lo que conviene para toda la familia que me habéis
encomendado en general, y para cada una de mis amadas hermanas en particular:
dignaos iluminarlas a todas para que conozcan todo lo que Vos queréis de cada
una, para que seamos dóciles y no resistamos a vuestras divinas inspiraciones y
santísima voluntad. Venerable
María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas. Oración de la
Mañana.
No hay virtud que los atraiga tanto como la mansedumbre. Pasa lo mismo que
en un estanque de peces, que, si, se les tira pan, todos vienen a la orilla,
sin miedo ninguno se acercan a los pies: pero, si en lugar de pan se les tira
una piedra, todos se huyen y se esconden. Así son los hombres. Si se les trata
con mansedumbre, todos se presentan, todos vienen y asisten a los sermones y al
confesonario; pero si se les trata con aspereza, se incomodan, no asisten y se
quedan allá murmurando del ministro del Señor. San Antonio María Claret, Fundador de las
Misioneras Claretianas. Autobiografía 373.
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio María. Autobiografía.
PARIS, María Antonia. Oración de la
Mañana en Escritos.
RAVASI, GIANFRANCO. Según las
Escrituras – Año B. Traducido por Justiniano Beltrán. Bogotá 2005.
SAGRADA BIBLIA. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
SCHÖKEL, Luis Alonso. LA BIBLIA DE
NUESTRO PUEBLO. Misioneros Claretianos. China 2008.
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