
La Ascensión del Señor se celebra el jueves después del sexto domingo de Pascual


PRIMERA LECTURA Hechos de los Apóstoles 1,1-11
Ø La liturgia nos lleva de nuevo al inicio del libro de los Hechos.
Ø Ya dijimos al empezar el año litúrgico C en que leemos el evangelio de Lucas, que Lucas escribió dos libros del Nuevo Testamento: Evangelio y Hechos.
Ø Los Hechos, el segundo libro empieza repitiendo el final del Evangelio, y ambos libros empiezan con una introducción, por la cual sabemos que Lucas es el autor de ambos libros.
Ø Después de la introducción dirigida a un tal Teófilo, Lucas narra la ascensión del Señor.
Ø En nuestra reflexión no nos vamos a detener en si el Señor se elevó hacia arriba, si la nube lo cubrió, si unos ángeles hablaron a los apóstoles.
Ø No creo que la intención de Lucas sea ésta, sino darnos un mensaje con unos símbolos muy hermosos, pero si nos quedamos en el símbolo no llegaremos al mensaje. Los relatos usando imágenes y símbolos dicen mucho en pocas palabras.
Ø Vamos a intentar entrar en el significado de las imágenes que nos da para dejarnos cautivar por el mensaje:
v Empieza diciéndonos que el Señor se presentó vivo ante los apóstoles, después de su muerte en la cruz, y durante 40 días se manifestó con pruebas para que pudiesen de verdad entender y creer que Él está vivo. Al mismo tiempo les habla y explica el significado del Reino de Dios.
v 40 días ya es uno de los símbolos: 40 días del diluvio, 40 días por el desierto, 40 días Jesús en el desierto… 40 un número simbólico en la Biblia, un número que indica un largo tiempo.
v Les recomienda o les dice de no alejarse de Jerusalén antes de que Él les envíe la promesa del Padre, el Espíritu Santo, del que les había hablado en repetidas ocasiones, pero sobre todo en la conversación de sobremesa después de la Última Cena.
v Ellos y todos nosotros seremos bautizados con el Espíritu Santo. Bautizar es sumergirse en, seremos sumergidos, totalmente envueltos en el Espíritu Santo, el Espíritu del Padre y de Jesús el Hijo.
v Cuando ellos, hacen como nosotros, que en las conversaciones más sublimes, preguntamos a veces lo que nos preocupa y que no tiene que ver muchas veces con la autenticidad de la fe. Jesús no les responde claramente, pero les dice de alguna manera que se preocupen o que se vayan ilusionando del regalo tan hermoso que el Padre les va a dar, el Espíritu Santo
v Con él, esos hombres medio asustados todavía, serán capaces de ser testigos hasta los confines de la tierra.
v Fue elevado, nosotros siempre que pensamos o hablamos de Dios miramos hacia arriba, porque es algo en el corazón humano que entiende que Dios es superior a nosotros y esto lo consideramos que está arriba.
v Jesús regresa al Padre y permanece con nosotros, así nos lo ha dicho él.
v Su permanencia no es visible, de ese momento en adelante será sacramental y a través de sus seguidores o de todo ser humano que haga el bien.
v La nube, la nube es símbolo de la presencia de Dios, que tiene dos funciones una ocultar, otra descubrir la presencia divina. En el éxodo
ü la nube era oscura de día, luminosa de noche.
ü Cuando se posaba sobre la tienda del encuentro, sabían que Dios estaba presente.
ü La nube es el símbolo, de la presencia de la gloria de Yahvé
v Jesús regresa al Padre, Jesús en realidad es la gloria de Dios Padre, Jesús es el hijo del Padre hecho carne.
v Ellos siguen mirando al cielo, también nosotros a veces ante las dificultades, o lo que nos hace sufrir, seguimos mirando hacia las alturas, no deseamos irnos de la presencia del Señor en nuestros templos.
v Pero los ángeles nos recuerdan que hay que ir a trabajar, hay que ir a anunciar el reino, hay que encontrar al Señor en los hombres y mujeres que caminan por la vida con nosotros, hay que encontrarlo aquí en nuestra tierra, que es también la suya, pues por el evangelio de Mateo sabemos que ‘YO ESTARÉ CON USTEDES HASTA EL FIN DEL MUNDO, EL FIN DE LA HISTORIA.
v Jesús regresará no sabemos cuando, pero mientras es el tiempo del Espíritu, es nuestro tiempo, el tiempo de la Iglesia para que continúe la labor empezada por el Hijo de Dios hecho hombre en Jesús de Nazaret, nuestro Maestro.
SALMO RESPONSORIAL Sal 47, 2-3,6-7,8-9
Dios asciende entre aclamaciones, el Señor asciende al sonido de trompetas.
Aplaudan, todos los pueblos,
aclamen a Dios con gritos de alegría;
porque el Señor, el Altísimo, es temible,
es el soberano de toda la tierra.
Dios asciende entre aclamaciones,
asciende al sonido de trompetas.
Canten, canten a nuestro Dios,
canten, canten a nuestro Rey:
Dios es el Rey de toda la tierra,
cántenle un hermoso himno.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
ü Este salmo no necesita mucha explicación, está muy claro que es un salmo de alabanza jubilosa a Dios, Rey de toda la tierra.
ü Como veíamos en otra ocasión, todo cuanto en el Antiguo Testamento se dice de Dios, la comunidad de Jesús se lo aplicó a Jesús después de la resurrección.
ü La iglesia usa este salmo en la solemnidad de la Ascensión, pues va muy bien porque “el Señor asciende al son de trompetas….”
SEGUNDA LECTURA Efesios 1,17-23









EVANGELIO Lucas 24,46-53
Así como en la primera lectura hemos leído el inicio del libro de los Hechos, ahora leemos el final del evangelio de Lucas.
§ Al leer este evangelio nos damos cuenta de lo que dijimos al explicar la primera lectura tomada de Hechos.
§ Lucas que es autor de ambos libros nos dirá aquí que “después” no sabemos cuanto, de la tarde la resurrección, fue su ascensión. En los Hechos nos dice que habían pasado 40 días después de su muerte. Ciertamente al evangelista no le preocupa la exactitud histórica en cuanto a tiempo, sino en cuanto a la verdad que Dios nos comunica, es decir en cuanto a la teología de la historia, de la que hablamos al explicar la segunda lectura de la sexta semana de Pascua.
§ La lectura de hoy empieza en el v. 46 en que Jesús les enseña como buen Maestro









Unos días antes de hacer mi profesión religiosa me dijo Nuestro Señor cómo quería comunicar una gracia a mi Prelado pero que no lo haría hasta después de haberme profesado. Y María Santísima me dijo que ella cuidaría de hacerle entender cómo el cargo de la Iglesia gravitaba sobre él.
Así se cumplió a pocos días de haber profesado, que se le fue dicho cómo había de ser el Ángel del Apocalipsis. Esto me lo dijo él mismo (lleno de admiración y pasmo) el día que vino a despedirse para ir a la Visita; creo que era el día 1 de noviembre de 1855 y yo hice mi profesión a los 27 de agosto del mismo año 1855. Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 79-80.
La virtud más necesaria es el amor. Sí, lo digo y lo diré mil veces: la virtud que más necesita un misionero apostólico es el amor. Debe amar a Dios, a Jesucristo, a María Santísima y a los prójimos. Si no tiene este amor, todas su bellas dotes serán inútiles; pero, si tiene grande amor con las dotes naturales, lo tiene todo.
Hace el amor en el que predica la divina palabra como el fuego en un fusil. Si un hombre tirara una bala con los dedos, bien poca mella haría; pero, si esta misma bala la tira rempujada con el fuego de la pólvora, mata. Así es la divina palabra. Si se dice naturalmente, bien poco hace, pero, si se dice por un Sacerdote lleno de fuego de caridad, de amor de Dios y del prójimo, herirá vicios, matará pecados, convertirá a los pecadores, obrará prodigios. Lo vemos esto en San Pedro, que sale del Cenáculo ardiendo en fuego de amor, que había recibido del Espíritu Santo, y el resultado fue que en dos sermones convierte a ocho mil personas, tres en el primero y cinco en el segundo.San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 438-439
No comments:
Post a Comment