« En el primer domingo nos recuerdan las tentaciones de Jesús, para
que contemplemos su vulnerabilidad como miembro de la raza humana
« Y en el segundo
domingo estamos invitados a contemplar
su glorificación, su ser divino.
« Necesitamos meditar y
contemplar ambas realidades para poder seguir al Señor incondicionalmente.
PRIMERA LECTURA – Gen 22,1-2.9.10-13.15-18.
Ø Con este relato del sacrificio de Isaac,
termina el ciclo de Abraham. Relato
escalofriante y que suscita un sinfín de preguntas, tal vez porque hemos tenido
la tendencia de leerlo literalmente, de una manera fundamentalista.
Ø De acuerdo a un
comentarista el autor bíblico usa una leyenda para darnos un mensaje sobre el
significado de la fe, sobre el valor de la vida y que Dios es el Dios de la
vida que no quiere sacrificios humanos. Una leyenda que va bien con la vida y
comportamiento de Abraham.
Ø Otro comentarista piensa
que Abraham en su proceso de ir conociendo al Dios que le ha hablado, llamado y
hecho las promesas, desea ofrecerle lo mejor que tiene, aunque esto comporte
que las promesas no podrán hacerse realidad, o más bien creer que Dios
proveerá.
Ø Un tercer comentario nos
dice que la narración se refiere a un creyente que descubre a través del camino
tortuoso del silencio divino la promesa de una salvación total.
Ø En el Antiguo Testamento
se nos presenta a Dios muchas veces de manera contradictoria, pues unas veces
parece que tienen mucha ternura y otras mucho rigor. O que promete y luego pide
algo contrario.
Ø La verdad es que no es
Dios quien es ambivalente, sino la fe del ser humano que en su proceso de
crecimiento va descubriendo a Dios poco a poco; y esto los autores sagrados lo
reflejan en sus escritos, ya que tenemos escritos de muchas épocas diferentes. La Biblia es en realidad el relato de Dios
que busca al hombre, y la respuesta lenta y a veces contradictoria del hombre.
Ø Tratemos de sacar para
alimentar nuestra fe, algo de la gran
riqueza teológica de este texto.
Ø Abraham no tiene ya a
Ismael, pues ha enviado a la madre y al hijo fuera de su casa. La garantía de
tener descendientes radica ahora en Isaac.
Ø Abraham entiende, o cree
que Dios lo llama y responde prontamente en obediencia “Aquí estoy”.
Ø Piensa que Dios le pide que le devuelva el hijo que un día le
dio. Y se dispone a ejecutar lo que cree
es la voluntad de Dios.
Ø Pero esto comportará que
las promesas no se harán realidad pues no habrá descendencia, ni tierra, ni
promesas. Todo se habrá terminado.
Ø Abraham perderá todo
cuanto ha sido el sostén de su fe, y se lanza en plena oscuridad a realizar lo
que cree es la voluntad de Dios, y será así de verdad el padre de los creyentes
de todos los tiempos, que confiarán a pesar de no ver, que esperarán contra
toda esperanza.
Ø Dios detiene el brazo de
Abraham. Dios condena los sacrificios de niños o de cualquier ser humano.
Ø Abraham, movido por Dios,
no sacrifica al hijo y en su lugar sacrifica un carnero.
Ø El pueblo de Israel probablemente
influenciado por este relato entendió siempre que el primogénito le pertenece a
Yahvé y por eso lo rescata con un
sacrificio, el cordero pascual en la noche de Pascua. De la misma forma
que Abraham ofrece en sacrificio al carnero en lugar del hijo. Recordemos
también la presentación de Jesús en el
Templo, ofrecen dos tórtolas y dos pichones como rescate del hijo.
Ø Estamos llamados a vivir
nuestra fe, nuestra relación de intimidad con Dios en todas las situaciones de
nuestra vida, en las que son luminosas y en las que la oscuridad es tal que
parece que no queda nada y que estamos solos ante el abismo. Este es el momento
del amor incondicional, la fe sin ver, sin luz. Es ciertamente el momento más
luminoso de nuestra vida.
Ø Abraham entiende que Dios
no quiere que se sacrifique ningún ser
humano. La felicidad que experimenta al
detener Dios su mano, me parece se
expresa en las frases que leemos “Por haber hecho esto y no haberme negado a tu
único hijo… porque me has obedecido…
Ø Les pongo a continuación
algo que he leído en un comentario sobre esta lectura y que me ha parecido
sumamente interesante y explicativo. En su libro Según las Escrituras pone un
comentario de este pasaje hecho por el filósofo
danés S. Kierkegaard en su obra Temor y
Temblor:
“Cuando el niño debe ser
destetado, la madre se tiñe de negro el seno. Sería cruel si el seno siguiera
siendo deseable cuando el niño ya no puede apegarse a él. Así, el niño cree que
el seno ha cambiado. Pero en realidad la madre es siempre la misma y su mirada
está llena de ternura y de amor precisamente en ese momento en el que se separa
de si al niño para ayudarlo a crecer.”
Ø Hay dos puntos
importantes en este episodio, la fe de Abraham, la llamada a la fe confiada en Yahvé
y el nombre del monte “el Señor provee” que sigue siendo una confesión de fe
incondicional en el Dios de las promesas.
Ø ¿Cuál es nuestro Isaac?
¿Estamos dispuestos a entregárselo al Señor? ¿Aunque esto comporte un cambio
radical en nuestra vida? O ¿aceptar una
oscuridad a la que tenemos miedo porque en ella pensamos que el Señor no está?
SALMO RESPONSORIAL 116,10.15.16-17.18-19
CAMINARÉ EN LA PRESENCIA DEL SEÑOR, EN EL PAÍS DE LA
VIDA.
Tenía confianza, incluso cuando dije:
«¡Qué grande es mi desgracia!».
¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!
Yo, Señor, soy tu servidor,
tu servidor, lo mismo que mi madre:
por eso rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo,
en los atrios de la Casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
ü Las palabras de la primera estrofa pueden
reflejar los sentimientos que llenarían el corazón de Abraham cuando pensó que
Dios le pedía a Isaac.
ü En la segunda estrofa, el autor se declara
servidor y sigue diciendo que Dios rompió sus cadenas. Sí el Señor rompió las
cadenas, liberó a Abraham de su angustia al revelarle que no le pedía la vida
de su hijo.
ü Su reacción es de gozo y de agradecimiento
“ofreceré un sacrificio de alabanza, invocaré su nombre”
ü La consecuencia de todo esto es que
cantará, vivirá con fidelidad su confianza en el Señor en medio de la comunidad de fe.
EVANGELIO DE MARCO 9,2-10
Ø Seis días después del
primer anuncio de su pasión Jesús se transfigura ante sus discípulos, como un
anuncio de su gloriosa resurrección.
Ø Los dos cuadros
grandiosos que nos presenta la liturgia de este domingo se desarrollan en un
monte. En la primera narración es el Monte Moria que la tradición posterior
identificará simbólicamente con la colina del Templo de Jerusalén.
Ø Moisés representa la LEY
y Elías representa los PROFETAS (Las Escrituras de acuerdo a la fe de Israel
está compuesta por la LEY Y LOS PROFETAS).
Ø Jesús lleva consigo al
monte a Pedro, Santiago y Juan que son los mismos que se llevará consigo cuando
ore en agonía en el huerto. Estos hombres presencian su gloria y luego
presenciarán su debilidad, su “derrota” humana. Serán pues los mejores testigos
de que Jesús es Dios hecho hombre de verdad.
Ø Pedro, como siempre habla
por los otros. ¡Qué bueno es estar aquí! Estar en la gloria sin pasar por la
oscuridad de la fe, de la cruz, del abandono. Pedro no desea que Jesús regrese
al llano, mejor es estar aquí, nosotros haremos las tiendas necesarias.
Ø Se oye de nuevo la voz
del cielo que dice “Este es mi Hijo querido. Escúchenlo.”
Ø En estas dos ocasiones se nos dice que la voz del Padre o la voz de
lo alto dice que Jesús es “su Hijo”. Situaciones en que se nos recuerda la
gloria de este hijo, que en la vida cotidiana pasa desapercibido o considerado
como alguien común como todo ser humano: el bautismo (inicio de su vida
ministerial), la transfiguración (en la mitad de su vida).
Ø La nube nos recuerda la
nube que cubría la tienda del encuentro en el desierto. La nube que es el
símbolo de la presencia de Dios. De la nube sale la voz, que atemoriza a los
discípulos.
Ø Pero al levantar los ojos
no ven más que a Jesús.
Ø No digan a nadie, ¿por
qué? Porque esto se entenderá solamente después de la resurrección, ahora no es
el tiempo.
Ø Como los discípulos
nosotros también deseamos estar en la gloria, en el gozo sin pasar por la
oscuridad de la fe, por el camino difícil del seguimiento del Señor hasta la
cruz.
SEGUNDA LECTURA DE LA CARTA DE PABLO A LOS ROMANOS 8,31-34
Con este himno al amor de Dios Pablo concluye la sección
central de su carta
La fe oscura de Abraham, en su camino hacia el monte
Moria, el lugar del sacrificio del hijo, de todas sus esperanzas, es la fe
confiada de este himno.
o
¿Quién estará contra nosotros? ¿Quién nos acusará? ¿Quién
nos condenará?
o
Si Dios con y por nosotros nada ni nadie nos puede dañar
Esta es la seguridad del creyente, aunque todo alrededor
esté gritando otra cosa. Nada ni nadie nos separará de este amor incondicional
de Dios en Cristo Jesús.
BIBLIOGRAFÍA
- GUILLÉN TORRALBA, Juan,
“Génesis” en Comentario al Antiguo Testamento I. La Casa de la Biblia,
Estella Navarra, 1997.
- LA BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO,
comentarios de Luis Alonso Schökel. Misioneros Claretianos, 2010.
- LOZANO, Juan Manuel, Escritos María Antonia París, Estudio
crítico, “El Misionero Apostólico”. Barcelona 1985.
- RAVASI, GIANFRANCO. Según las Escrituras. Doble Comentario de las lecturas del domingo. Año B. San Pablo, Bogotá,Colombia 2005.
- VIÑAS, José María cmf y BERMEJO, Jesús, cmf. “Autobiografía ” de San Antonio María Claret.
RINCON CLARETIANO
Con tantos sinsabores iba
Dios como preparándome para recibir la grande, la indecible alegría que había
de inundar mi alma al llegar la Bula de Roma, que vino el 16 de julio de 1855,
con tanta prontitud como yo esperaba y se la había dicho al Arzobispo siempre
que me ponía tantas dificultades. Las luchas y peleas, lágrimas y suspiros que
me cuesta la fundación de esta primera casa, sólo Dios que se complace en los
suspiros de un corazón atribulado (por su amor), las sabe.
Cuando vino el real permiso
de Madrid, para la fundación, entonces vieron el Arzobispo y el Provisor; el
error que antes despreciaron como un aviso de una mujer ignorante y alucinada
en su modo de pensar.
El Provisor vino a leerme el
Real permiso, al locutorio, y sin parar la atención a las leyes, fijó el día
para mi profesión, mas yo sin contradecirle me reía interiormente porque aunque
yo no tengo letras, ya Dios me había dicho cómo habían de andar estas cosas, y
estaba cierta que mi profesión dependía o había de venir de Roma, pero esto
para el Provisor era una herejía. (María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas,
Autobiografía 202-204)
También con el S.
Provisor quitamos los muchos y gravísimos abusos que había en Capellanías. Y
procuraba que las Capellanías que eran de derecho devoluto, que podía dar,
siempre las daba a los hijos del país que eran buenos, que eran seminaristas
internos y daban esperanzas de que con el tiempo serían buenos Curas.
Aumenté el número
de Parroquias y dispuse que los Curas enseñasen la doctrina cristiana y que en
todos los domingos predicasen o leyesen al pueblo.
Puse la Hermandad
de la Doctrina Cristiana, y en un principio de hallarnos en la Isla, todos los
Estudiantes tenían que enseñar la doctrina distribuidos en todas las Iglesias.
En los domingos hacíamos procesiones de niños, y en los atrios o plazas de las
Iglesias se paraba la procesión y se colocaban dos mesas, y encima de ellas
subían dos niños y en alta y clara voz se preguntaba
n mutuamente. Y así los
demás, y el pueblo, que se agrupaba con esta novedad, aprendía la doctrina
cristiana, que tanto necesitaba. Visitaba siempre y en todas las poblaciones
las escuelas de niños y de niñas y platicaba en ellas a los Maestros y Maestras
y a los discípulos y discípulas.
Puse un convento
de Monjas de la Enseñanza para las niñas [y] les compré una casa que me costó
cerca [de] doce mil duros.(Antonio María
Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 558-561)