NAVIDAD - 2016
A la luz del misterio de la Navidad podemos
reflexionar sobre el significado de este misterio en nuestra vida, siguiendo el “Christmas
Carol” de Carlos Dickens. Los tres fantasmas que le muestran la Navidad del
pasado, del presente y del futuro, son en realidad un mirar a nuestra vida. Nos
haremos tres preguntas que reflexionaremos en nuestro interior, y que podemos
luego compartir con alguien de nuestra familia o de nuestras amistades.
PREGUNTAS:



PRIMERA LECTURA: Isaías 9,1-6
« Este texto de Isaías canta el gozo y
la alegría exultante de una situación en que el pueblo ha pasado de la
oscuridad del sufrimiento y de la opresión a la luz de la liberación.
« El profeta compara esta alegría, a la alegría del campesino cuando recoge su
cosecha después de los meses de incertidumbre de si se dará o será destruida la
cosecha por causa del tiempo o por la invasión de un enemigo.
« La causa de esta alegría es porque los opresores- vara, yugo, bastón de
mando, bota que pisotea - han sido
eliminados.
« Todo esto sucede porque nos ha nacido un niño, un hijo, que tiene todos los
atributos de un adulto, lleno de sabiduría y bondad, es el Príncipe de Paz, y
sin embargo es un bebe indefenso y
necesitado como cualquier otro
« Será de la familia de David, su reino no tendrá fin, será un reino de
justicia y respeto de la ley.
« Y todo esto lo hará el celo, el amor del Señor todopoderoso.
Salmo
Responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3. 11-12.
13
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
que le cante al Señor toda la tierra;
cantemos al Señor y bendigámoslo.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Proclamemos su amor día tras día,
su grandeza anunciemos a los pueblos;
de nación, sus maravillas.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Alégrense los cielos y la tierra,
retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra,
manifiesten los bosques regocijo.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Regocíjese todo ante el Señor,
porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas
con las que rija a todas las naciones.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
que le cante al Señor toda la tierra;
cantemos al Señor y bendigámoslo.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Proclamemos su amor día tras día,
su grandeza anunciemos a los pueblos;
de nación, sus maravillas.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Alégrense los cielos y la tierra,
retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra,
manifiesten los bosques regocijo.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Regocíjese todo ante el Señor,
porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas
con las que rija a todas las naciones.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
SEGUNDA LECTURA:
Tito 2,11-14
Ø Esta es una hermosa lectura que leemos en la Noche de Navidad. Todo cuanto
nos anunciaba el Profeta Isaías se ha realizado en el Niño de Belén, en el Dios
hecho carne por amor nuestro.
Ø La gracia de Dios, que salva a todos, se ha manifestado en Jesús el hijo de
María, el niño de Belén
Ø Él nos enseña a vivir como verdaderos seres humanos, imagen de Dios
creador, vivir en justicia, es decir buscando todo cuanto es bueno y eliminando
de nuestra vida cuanto no lo es, todo aquello que hace daño a los demás seres
humanos.
Ø Y vivimos esta vida esperando que se manifieste nuestro salvador y Dios
Jesucristo.
Ø Él hará la liberación anunciada por Isaías entregando su vida en lugar de
la nuestra para liberarnos del mal y ayudarnos a vivir en el bien, que es
justicia y verdad.
EVANGELIO – Lucas 2,1-14
Ø En la Misa de Medianoche de Navidad leemos este evangelio de Lucas que nos
narra el nacimiento de Jesús en Belén.
Ø María, que está embarazada, y José
han viajado desde Nazaret para empadronarse en Belén, la ciudad de David, de
cuya familia es José.
Ø Lucas solo nos dice que han viajado y luego que le llegó a María su hora de
dar a luz.
Ø Pero nosotros podemos dejar que nuestra imaginación se traslade a aquella
realidad para poder profundizar un poco más en el misterio.
Ø María y José en este viaje seguramente que tuvieron la oportunidad de
compartir sobre el misterio en el que se vieron envueltos por voluntad de Dios,
que ellos aceptaron.
Ø Compartirían sus muchos interrogantes referente a este niño, que aun siendo
igual a todo niño era también bien diferente, el Hijo de Dios. ¿qué quería
decir esto de hijo de Dios? ¿sabrían ellos educarlo? y ¿cómo?
Ø Compartirían también sus miedos, ¿cómo daría a luz? era una joven madre por
primera vez, lejos de su familia, de las otras mujeres adultas de su pueblo.
¿Quién la ayudaría?
Ø José por su parte también tenía sus temores, ¿cómo podría él ayudar a
María, su esposa, en esta situación?
Ø Me gusta pensar que sería él quien le ayudaría en el parto y que ambos se
llenaron de una alegría indecible al ver por primera vez el rostro de aquel
niño, que lloraba como cualquier otro, pero que ellos sabían en fe que era el Hijo del Padre Dios.
Ø Creo que ante este misterio tan sublime y al mismo tiempo tan cercano, el
nacimiento de un niño, sólo nos queda
permanecer en silencio adorando, amando, dejándonos invadir por el
misterio.
Ø Dios está ya entre nosotros en carne humana y se queda para siempre con
nosotros, pues se ha hecho uno de nosotros, de nuestra misma carne, de nuestra
misma raza.
Ø Con su encarnación y nacimiento ha aunado todas nuestras diferentes razas
en una sola, la de sus hermanos y hermanas que compartimos con él el mismo y
único Padre, su Padre Dios.
La Iglesia romana celebra el nacimiento y la
Iglesia oriental la epifanía. Los dos misterios son lo mismo,
EPIFANÍA DE DIOS EN SU HIJO HECHO CARNE EN EL SENO DE MARÍA.
TANTO EN NAVIDAD COMO EN EPIFANÍA ES
EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN DE LO QUE HACEMOS MEMORIA,
LA PALABRA HA PUESTO SU TIENDA ENTRE NOSOTROS.
DIOS SE HA HECHO HUMANO PARA HACERNOS A NOSOTROS DIVINOS.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
AMORIS LAETITIA – PAPA FRANCISCO
AMORIS LAETITIA – PAPA FRANCISCO
101. Hemos dicho muchas veces que para amar a los demás
primero hay que amarse a sí mismo. Sin embargo, este himno al amor afirma que
el amor «no busca su propio interés», o «no busca lo que es de
él». También se usa esta expresión en otro texto: «No os encerréis en vuestros
intereses, sino buscad todos el interés de los demás» (Flp 2,4). Ante
una afirmación tan clara de las Escrituras, hay que evitar darle prioridad al
amor a sí mismo como si fuera más noble que el don de sí a los demás. Una
cierta prioridad del amor a sí mismo sólo puede entenderse como una condición
psicológica, en cuanto quien es incapaz de amarse a sí mismo encuentra
dificultades para amar a los demás: «El que es tacaño consigo mismo, ¿con quién
será generoso? [...] Nadie peor que el avaro consigo mismo» (Si 14,5-6).
102. Pero el mismo santo
Tomás de Aquino ha explicado que «pertenece más a la caridad querer amar que
querer ser amado» y que, de hecho, «las madres, que son las que
más aman, buscan más amar que ser amadas». Por eso, el amor puede ir más allá de la
justicia y desbordarse gratis, «sin esperar nada a cambio» (Lc 6,35),
hasta llegar al amor más grande, que es «dar la vida» por los demás (Jn
15,13). ¿Todavía es posible este desprendimiento que permite dar gratis y dar
hasta el fin? Seguramente es posible, porque es lo que pide el Evangelio: «Lo
que habéis recibido gratis, dadlo gratis» (Mt 10,8).
BIBLIOGRAFÍA
PAGOLA, José A.
El camino abierto por Jesús. PPC 2012
PAPA FRANCISCO, EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS
LAETITIA
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS USTEDES Y
PARA SUS FAMILIAS
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