XXXI
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A – 2017
ü
Hace dos domingos el Señor nos decía que hemos de dar a Cesar lo que le
pertenece, la moneda con su rostro, pero a Dios le debemos devolver su imagen
que somos nosotros. Pertenecemos a Dios.
ü
La semana pasada Jesús nos dijo que el amor al prójimo es un mandamiento
tan importante como el primero que es amar a Dios.
ü Hoy el Señor nos invita, nos urge a que
nuestras obras correspondan a nuestra palabras, que seamos sinceros y honestos
en cuanto a nuestra responsabilidades.
Profeta Malaquías.
·
El libro se hace eco de la situación de Judá y Jerusalén en la época
persa, alrededor del 450 a.C.
·
La situación parece normal en
cuanto a la sociedad en general
·
El interés de este libro es el culto
·
El autor usa el género de controversia mezclado con oráculos propiamente
dichos
·
Malaquías recrimina a los sacerdotes que son negligentes y cínicos en el
servicio del Señor
·
Y tampoco se olvida de la exigencia fundamental de la fe de Israel: la
justicia.
Primera lectura
Mal 1, 14–2, 2. 8-10
Ø El Señor se presenta como el
rey soberano cuyo nombre es temible entre las naciones, entre los que no
pertenecen al pueblo de Dios.
Ø Y se dirige a los sacerdotes
para darles algunas advertencias:
o
Se han apartado del camino
o
Han hecho tropezar a otros, es decir han movido con su infidelidad a
otros a hacer lo mismo
o
La consecuencia de esto es que los sacerdotes serán considerados
despreciables por el pueblo
Ø Y el profeta hace una
pregunta que todavía nos seguimos haciendo
o
¿no es Dios nuestro Padre y Creador de todos?
o
¿Acaso podemos imaginarnos que Dios hace preferencias, ama a unos más que
a otros?
o
¿O tiene Dios una doble ley, una favorable para los que Él quiere y otra
desfavorable con los que no quiere? Así como hacemos los humanos
o
¿Por qué profanamos la alianza traicionándonos entre hermanos?
Ø Este evangelio es muy fuerte
y cuestiona profundamente nuestros comportamientos: si todos somos hermanos y
hermanas,
o
¿cómo es posible que nos destruyamos unos a otros? No solo con armas,
sino con nuestras palabras y nuestros desprecios y descriminaciones.
o
¿cómo es posible que permanezcamos día tras día insensibles al grito de
dolor de tantos seres humanos maltratados por el hambre, la necesidad que son
resultado del egoismo de otros seres humanos que son sus hermanos y hermanas y
también nuestros?
Ø Señor transforma nuestro
corazón, ayúdanos para que nuestras obras correspondan a lo que predicamos,
enseñamos y decimos que creemos.
Salmo Responsorial
- Salmo 130, 1.2.3
R. Señor, consérvame en tu paz.
Señor, mi corazón no es
ambicioso,
ni mis ojos soberbios;
grandezas que superen mis
alcances
no pretendo.
R. Señor, consérvame en tu paz.
Estoy, Señor, por lo
contrario,
tranquilo y en silencio,
como niño recién amamantado
en los brazos maternos.
R. Señor, consérvame en tu paz.
Que igual en el Señor esperen
los hijos de Israel, ahora y
siempre.
R. Señor, consérvame en tu paz.
Ø Este salmo es la
oración de
o
un corazón humilde, que no quiere ser más de lo que es
o
de alguien que se siente tranquilo en los brazos de
Dios como el bebé en brazos de su mamá
o
y el verso final invita a Israel, y con él a nosotros
a confiar siempre en el Señor
EVANGELIO – Mt 23,1-12
v En este evangelio
Jesús denuncia la deshonestidad, la falta de claridad y de sinceridad en las
actuaciones de los representantes de su Padre ante el pueblo.
v Pide al pueblo
obeder lo que enseñan porque es la
verdad,
v Pero les dice que
no hagan lo mismo que ellos
o Predican pero no
practican lo que predican
o Ponen muchas
exigencias en la vida de los demás con la excusa de que esto es lo que Dios
quiere pero ellos no lo hacen
o Todo cuanto hacen
lo hacen por ser vistos, en otro lugar dijo Jesús “que ya tuvieron su
recompensa”
o Buscan y aman los
lugares de honor y el trato de honor tambien , pero ustedes dice Jesús no se
hagan llamar con titulos de honor que los diferencian de los demás
o Y eso ¿por qué?
Pues porque todos ustedes son hermanos, por lo tanto no se hagan llamar
maestro, ni llamen padre a nadie sobre esta tierra, porque solo hay un Padre el
del cielo.
v El que se humilla
será exaltado y el que se exalta será humillado
v No creo que el Señor tenga ningún problema con
que nosotros llamemos maestro o padre a un ser humano siempre que sepamos,
creamos y actuemos en consecuencia de saber que somos todos iguales, todos
hermanos, que el saber o la responsabilidad que tengamos dentro y fuera de la
iglesia no nos hace superiores, nos hace servidores de los demás hermanos y
hermanas.
v Esta verdad de
nuestra igualdad es fuente de gran paz y gozo porque no tenemos que hacer nada
para sobrepasar a los demás pues hagamos lo que queramos la verdad será siempre
la misma hemos sido creados y redimidos todos por igual y todos ocupamos un
lugar de preferencia en el corazón del Padre.

SEGUNDA LECTURA 1
Tes 2:7b-9, 13
v Pablo hace una
descripción de su ministerio pero que es una lección de como necesita ser el
evangelizador, lleno de compasión y de ternura como la de una madre.
v Pablo no sólo ha
querido compartir el evangelio que ha predicado, sino su propia vida, y de tal
forma que ha trabajado incansable para no ser una carga para nadie.
v Y da gracias
porque la comunidad de Tesalónica recibió en mensaje como venido de Dios y no
como mensaje de Pablo.
RINCON CLARETIANO
Desde esta visión tengo mucho amor a la Pobreza Evangélica (ya la amaba
mucho antes), porque me dijo Nuestro Señor que la Santa Pobreza había de ser el
fundamento de sus nuevos Apóstoles, y que por la falta de esta virtud ha venido
a tierra toda la Religión. Venerable Maria Antonia
Paris, fundadora de las Religiosas de Maria Inmaculada Misioneras Claretianas,
Autobiografia 11.
Esa idea de la eternidad desgraciada que empezó en mí desde los cinco años
con muchísima viveza, y que siempre más la he tenido muy presente, y que, Dios
mediante, no se me olvidará jamás, es el resorte y aguijón de mi celo para la
salvación de las almas. San Antonio María Claret,
fundador de las Religiosas de Maria Inmaculada Misioneras Claretianas,
Autobiografia 15.