SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
– CICLO B – 2018
Jesús sigue su ministerio de
anuncio del Reino, curando toda suerte de dolencias
« Hoy Jesús cura a un leproso. El tema de los enfermos de
lepra lo toca la lectura del Antiguo Testamento y la del Evangelio
« Pablo invita a ser todo para todos.
LIBRO DEL LEVÍTICO
Ø Este libro, el tercero del Pentateuco, se llama en Hebreo
Wayyiqrā’ = “Y él llamó”.
Ø El nombre de Levítico se deriva de la traducción Vulgata
de la traducción griega de Los Setenta “Leuitikon”.
Ø Es un nombre bien puesto ya que este libro tiene las
leyes litúrgicas para el sacerdocio levítico.
Ø Además de estas leyes, en este libro se encuentran otras
leyes que tienen que ver con la santidad de vida, en todos sus aspectos
físicos, psíquicos y morales.
Ø AUTOR – EL LIBRO
o
Como en
casi todos los libros, es imposible señalar un solo autor. El libro se fue
formando a través de los siglos con la contribución de muchas manos.
o
Pertenece a
la tradición “sacerdotal.”
o
La
legislación se relaciona fuertemente con la figura de Moisés
o
Aunque se
encuentran en el libro algunas leyes antiguas, en su forma actual se deriva del
tiempo después del retorno del exilio de Babilonia.
o
El libro
tiene las siguientes partes:
I LA LEY DEL SACRIFICIO
II LAS CEREMONIAS DE ORDENACIONES
SACERDOTALES
III LAS PURIFICACIONES LEGALES
IV LA FIESTA DE LA EXPIACIÓN
V EL CÓDIGO DE SANTIDAD
PRIMERA LECTURA Lv 13,1-2; 44-46






SALMO RESPONSORIAL – Salmo 32, 1-2,
5, 11
PERDONA SEÑOR NUESTROS PECADOS.
Feliz el que ha sido absuelto de su pecado
y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,
PERDONA SEÑOR NUESTRO PECADOS.
Pero yo reconocí mi pecado, no te
escondí mi culpa,
pensando: «Confesaré mis faltas al
Señor».
¡Y tú perdonaste mi culpa y mi
pecado!
y en cuyo espíritu no hay doblez
PERDONA SEÑOR NUESTRO PECADOS.
Alégrense en el Señor, regocíjense
los justos!
¡Canten jubilosos los rectos de
corazón!
PERDONA SEÑOR NUESTRO PECADOS.
El salmista describe muy bien aquí la alegría que experimentaba un leproso
a quien se le declaraba curado. Estaba curado físicamente, pero ahora sobre todo
espiritualmente y socialmente.
La lepra se ha usado muchas veces
para describir el pecado, que va destruyendo a la persona y a la sociedad, así como la lepra destruye al
leproso.
EVANGELIO – MARCOS 1,40-45
ü Un leproso, que como hemos visto estaba sometido a un
aislamiento y desprecio sorprendente, se acerca a Jesús.
ü Ha oído de este nuevo Maestro joven de Nazaret que ha curado a tantos, que
no rechaza a nadie, que se compadece de todos, que trata a todos como personas
dignas.
ü Si quieres, puedes curarme. Sí quiero.
ü Jesús al mismo tiempo que pronuncia las palabras “Sí quiero” toca al
hombre.
ü Es como si quisiera tomar para si la lepra de este hombre y el desprecio a
que ha estado sometido, para destruirlo en su persona, anticipo de lo que hará
en la cruz para todos.
ü Sí quiero ser uno contigo, sí quiero que puedas volver a los tuyos, a tu
comunidad, sí quiero que recobres tu estima propia, sí quiero que descubras el
amor inmenso que Dios te tiene, sí quiero que seas feliz.
ü Jesús es la plenitud de la revelación de Dios, es Dios mismo viviendo entre
nosotros. Y Él que ha venido para anunciarnos la buena nueva del amor del
Padre, nos dice que el Padre no quiere el desprecio y aislamiento de
nosotros pecador, sino que quiere que
experimentemos de tal forma que Dios
nos ama, que volvamos a Él y seamos felices.
SEGUNDA LECTURA 1 Cor 10:31-11:1
- Pablo habla a los miembros de la comunidad de Corinto, y les invita a que todo cuanto hagan (comer, beber, divertirse, trabajar, rezar, viajar, descansar…..) todo lo hagan para gloria de Dios. ¿qué quiere decir esto de hacer para la gloria de Dios?
- La gloria de Dios es el ser humano en plenitud, es decir un ser humano libre que no tiene otra atadura que el amor a Dios manifestado en el amor a los demás seres humanos.
- ¿Cómo ha de ser este amor a los demás seres humanos para ser de verdad amor a Dios?
- Dar gusto a todos
- No buscar el propio interés
- No dar motivo de escándalo a nadie
- Y todo esto para colaborar en la salvación de nuestros hermanos y hermanas
- En una palabra es tomarnos en serio nuestra vida de bautizados y de seguidores de Jesús.
BIBLIOGRAFÍA
FALEY, ROLAND J., T.O.R. “Leviticus” in The New Jerome Biblical
Commentary, Englewood Cliffs, New Jersey
1988.
FLOR SERRANO, GONZALO. “Salmos” en Comentario al
Antiguo Testamento II, Casa de la Biblia, 1997.
LOZANO, Juan Manuel, Escritos
María Antonia París, Estudio crítico, “El Misionero Apostólico”. Barcelona 1985.
VIÑAS, José María cmf y BERMEJO, Jesús, cmf. “Autobiografía” de San Antonio María Claret
en San
Antonio María Claret Autobiografia y
Escritos Complementarios, edición bicentenario Buenos Aires-Argentina 2008.
RINCON CLARETIANO
Muéstrese el Misionero, siempre afable y
sea todo para todos, pero sin perder un punto la gravedad, y circunspección
religiosa.
Guárdese que por su flojedad no se le
pierda el respeto y veneración que se debe al carácter sacerdotal de que está
revestido.
No tome familiaridad con nadie, y sea
tratable a todos; durante el viaje hable poco y medite mucho. Su posada en
poblado sea en los hospitales. .
Trate con respeto a todos, si quiere ser
respetado como conviene a un ministro del Señor: para esto le servirá el no
tomarse libertad con nadie.
María Antonia París, Fundadora de las
Misioneras Claretianas. El Misionero
Apostólico, 2.1-2.4,2.5
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Permaneciendo en Viladrau, todos los enfermos
de la población y muchos que de fuera traían, todos queda[ban] curados. Y
como se extendió de aquí la fama, así es que en todas las poblaciones a donde
iba se me presentaban muchísimos enfermos de toda clase de enfermedades; y
como eran tantos los enfermos y tan diversos los males y, por otra parte, yo
me hallaba tan ocupado en predicar y confesar, no tuve por conveniente en
señalar remedios físicos. Les decía que les encomendaría a Dios y entre tanto
les hacía la señal de la santa cruz y les decía estas palabras: Y decían que quedaban curados.
San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras
Claretianas, Autobiografía 180.
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