XXXII DOMINGO DEL
TIEMPO ORDINARIO - CICLO C - 2019
- Nos estamos acercando al final del año litúrgico y la iglesia nos invita a reflexionar sobre las verdades que se refieren al final de nuestra vida terrena.
- Hoy de alguna manera la pregunta para nosotros es ¿cuál es mi fe en la resurrección de los muertos?
- ¿De verdad creo que yo resucitaré, como Jesús ha resucitado?
- No me preguntan si entiendo, si se como es, la pregunta es si creo, si cada domingo cuando me paro ante la asamblea durante la Eucaristía y digo "creo en la resurrección de los muertos y la vida eterna" ¿soy consciente de lo que digo, o lo digo por rutina?
- Y si damos un paso más, ¿espero con ilusión, como el que espera ver el ser amado, el encuentro definitivo con mi Creador y Redentor?
SEGUNDO LIBRO DE LOS MACABEOS
v Segundo libro
de los Macabeos no es la continuación del Primero, incluso hay capítulos en
ambos libros que se sobreponen uno al otro. 1Mac 3-7 y 2 Mac 8-15 tienen muchas
cosas similares.
v Segundo
Macabeos tiene una literatura más pulida.
v Estos
dos libros nos dan a conocer como Israel cayó bajo la influencia de la cultura
Helenista, y como vivió esta situación. Unos fueron fieles a la fe de sus
padres, otros se asimilaron a la cultura pagana que los rodeaba.
v Estamos
hablando de un período de la historia que tuvo su apogeo en Atenas en el siglo
V antes de Cristo.
v Hasta
entonces Israel había experimentado la influencia de los reinos del Este, del
continente asiático. La Helenización o corriente de la influencia de la cultura
griega pone a Israel y a otros pueblos bajo la influencia de la cultura
occidental.
v Estos
libros nos presentan la resistencia de los Israelitas fieles a esta corriente
cultural. El autor hace una reflexión sobre varios puntos de interés para la fe
de Israel y para la nuestra, nosotros también vivimos en una cultura que no es
la nuestra de origen y experimentamos su influencia, que nos cuestiona algunos
de los puntos de nuestra fe. Veamos algunos puntos de reflexión que nos
presenta este libro
·
Lo que les sucede de malo es consecuencia de
sus comportamientos, de lo que cada cual escoge en la vida; no es castigo de
Dios. Escoge estar con Dios o escoge
seguir sus propios antojos o lo que está de moda.
·
El martirio, es decir la capacidad del
hombre/mujer de ser fiel a las normas de su fe hasta entregar la vida.
·
De alguna manera este comportamiento
tiene en el trasfondo la fidelidad y el amor a Yahvé y la fe en la vida después
de la muerte.
·
Y por lo tanto la fe en la resurrección
de los que han muerto en el Señor.
v Este
libro está considerado como "Deuterocanónico", es decir de los libros
reconocidos como revelado por la iglesia católica, pero no reconocido ni por la
comunidad de fe de Israel, ni por las iglesias cristianas de otras tradiciones
diferentes a la católica.
PRIMERA LECTURA: 2
Mc 7,1-2, 9-14
ü Este
pasaje del libro de los Macabeos nos relata la historia de 7 hermanos que con
su madre, prefieren morir a comer carne de cerdo, pues la ley de Dios lo
prohibía.
ü Tal vez
nosotros pensemos que no tiene sentido morir por negarse a comer carne de
cerdo, que en realidad no tiene nada de malo, pues cuanto Dios ha creado es
bueno.
ü Pero
aquí no se trata del hecho de comer carne o no, sino de ser fiel a la fe que
tenemos en Dios. En una palabra se trata de adherirse a Dios por amor a él, y
por amor a él ser fieles hasta dar la vida. Es amarle más que a nuestra propia
vida, el martirio nace del temor de alejarnos de Él para siempre. De nuevo no
es Dios que nos aparta, somos nosotros que elegimos estar o no con Él.
ü Como
dice un salmo "porque tu amor vale más que la vida." .
ü A
nosotros personas que vivimos en una cultura donde tiene predominio lo
práctico, se nos hace difícil poner nuestra fe por encima de nuestro bienestar
e incluso de nuestra vida, y por lo tanto entender el valor del martirio.
ü Uno de
los jóvenes que sufren la tortura por su fe confiesa su fe en la vida después
de la muerte, más todavía en la resurrección "Tú nos arrancas la vida
presente, pero el Rey del universo nos resucitará a una vida eterna, ya que
nosotros morimos por su ley."
ü Otro de
los jóvenes dice "vale la pena morir a manos de los hombres cuando se
espera que Dios mismo nos resucitará
ü Esta
lectura es una llamada a entrar dentro de nosotros y preguntarnos como vamos de
fe y amor a Dios, ¿le amamos hasta el punto de ser capaces de dar la vida por
Él? Es cierto que el martirio es un don y una llamada que nos hace Dios, por
nosotros mismos no podemos, pero si podemos preguntarnos como está el
termómetro de nuestro amor.
ü SALMO RESPONSORIAL 17,1.5-6.8.15
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu
rostro.
Señor, hazme justicia
y a mi clamor atiende;
presta oído a mi súplica,
pues mis labios no mienten.
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes,
no tembló mi pisada.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondas.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras.
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos,
bajo la sombra de tus alas escóndeme,
pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro
y al despertarme, espero saciarme de tu vista.
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro
Señor, hazme justicia
y a mi clamor atiende;
presta oído a mi súplica,
pues mis labios no mienten.
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes,
no tembló mi pisada.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondas.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras.
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos,
bajo la sombra de tus alas escóndeme,
pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro
y al despertarme, espero saciarme de tu vista.
R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro
Ø El autor de este salmo
manifiesta su fe y amor a Dios, usando frases que repiten este mismo concepto
de muchas maneras.
Ø Se percibe en estas
palabras una confianza segura y profunda en el amor que Dios le tiene.
Ø Sus palabras son fuego de
amor que nos puede ayudar a reavivar el fuego del amor a Dios que, tal vez
tengamos bajo las cenizas de nuestras preocupaciones de cada día.
EVANGELIO Lc 20,27-38
Unos de los Saduceos, es
decir el grupo que no cree más que en lo que se puede ver y tocar, por lo tanto
en sus parámetros no entra la resurrección después de la muerte.
Se burlan de Jesús que
habla de la realidad de esta vida después de la muerte y le presentan un caso
inventado por ellos que demuestra su falta de fe, su falta de descubrir la
trascendencia, su espíritu, diría, grosero.
A parte del tema de la
vida y resurrección después de la muerte que ellos no creen, manifiestan con
esta historia un desprecio hacia la mujer considerada de alguna manera como el
objeto del cumplimiento de una ley. No se trata de vivir la ley por amor a
Dios, sino de usar otro ser humano, en este caso una mujer, para
"tranquilizar su conciencia" de hacer lo que dice la letra de la
ley.
Jesús les responde
diciéndoles que en la vida futura no se casarán porque nadie morirá sino que
vivirán eternamente.
Les recuerda que Dios es
el Dios de la vida, y les recuerda que incluso desde el tiempo de Moisés existe
esta fe al llamar a Dios el "Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob" .
De alguna manera Jesús
quiere que se reconecten con la fe que dicen profesar, que la fe en la
resurrección no es una novedad sino algo que ha existido desde muy antiguo en
sus creencias.
Este texto evangélico,
aunque poco atractivo, puede darnos la oportunidad de ver si de verdad creemos
que nuestro Dios es el Dios de la vida, el Dios que nos ha llamado a vivir para
siempre desde el momento en que fuimos concebidos, o tal vez podríamos decir
desde el momento en que Dios nos pensó, y si él es eterno quiere decirse que
pensó en nosotros desde siempre, y no sólo pensó en nosotros, sino que nos amó
pues él sólo sabe amar porque su nombre es Amor.
Este texto nos puede ayudar
a reflexionar sobre el valor de toda
vida humana, concebida en el corazón de Dios y destinada a regresar y unirse
para siempre a su Dios Creador y Redentor.
Tal vez esto también nos
puede ayudar, como creyentes, a reflexionar sobre la tendencia de nuestra
sociedad actual de eliminar toda vida que nos molesta y sólo pensar en nuestro
bienestar: aborto, eutanasia, y todas las demás formas de matar que tenemos:
guerras, pena de muerte, hambre en el mundo, falta de trabajo, abusos
psicológico, sexual, físico, discriminaciones de toda especie, difamación. A todos
nos espera el Padre del Cielo, cuando nos encontremos cara a cara con Él que le
responderemos a su pregunta, la que hizo a Caín “dónde está tu hermano?”
SEGUNDA LECTURA 2 Tes 2,16-3,5
v El autor de esta carta
pide a Dios que conceda a sus lectores valor y los fortalezca en toda obra
buena
v Les pide oraciones para
que:
· la palabra de Dios que él
predica se difunda y fructifique como lo
hizo entre ellos
· que Dios lo proteja del
maligno
v También les dice que está
seguro de que la Palabra predicada entre ellos continuará dando fruto en ellos.
v Termina este fragmento
pidiendo que el Señor los encamine hacia el amor a Dios y les conceda la
paciencia de Cristo.
v Podemos hacer nuestra
esta hermosa petición.
RINCON CLARETIANO
Esta permisión de Dios puso
en grande compromiso a mi Director, porque ya entonces todo cargaba sobre su
determinación. Los días de los ejercicios se iban acabando; yo no me inclinaba
ni en salir ni en quedarme, sólo me inclinaba en no inclinarme en nada; sino
estar colgada de la Obediencia. Las noches las pasaba enteras al pie de Cristo
Crucificado, o delante del Santísimo Sacramento rogando a Dios Nuestro Señor
sin cesar no permitiera por su misericordia infinita se errara en este paso de
tanta importancia; pero el Cielo se había vuelto de bronce y las continuas
lágrimas no lo ablandaban. Venerable
María Antonia
París, Fundadora de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 99.
En cierto día, yo dije al mayordomo de la
fábrica si aquella muestra que los dos teníamos en las manos se haría de esta y
de esta manera; él tomó el lápiz y marcó la manera que se había de componer el
telar para ello; yo me callé y le dije que, si no tenía a mal, lo estudiaría, y
al efecto me llevé a mi casa la muestra y el aparato que había trazado. Y a los
pocos días le presenté el dibujo del aparato necesario para producir aquella
muestra, haciéndole ver al mismo tiempo que el aparato que él había trazado no
produciría aquella muestra, sino otra cosa que yo le señalé. El mayordomo quedó
confundido y admirado al (ver) mis dibujos y al oír mis razones y explicaciones. San Antonio María Claret, Fundador de
las Misioneras Claretianas. Autobiografía 60.
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, San Antonio María. Autobiografía.
PAGOLA, José A.
El camino abierto por Jesús.
PARIS, Venerable María Antonia París. Autobiografía.
RAVASI, Gianfranco, Según
las Escrituras, Año C.
SCHÖKEL, Luis Alonso. La Biblia de Nuestro Pueblo.
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