14 Domingo del tiempo ordinario – C – 2022
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La palabra clave que
nos da el sentido de las lecturas de esta semana es “Alegraos” una palabra en
imperativo
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Isaías invita a todos
a alegrarse con Jerusalén y Jesús en su evangelio dice a los apóstoles que se
alegren de tener su nombre escrito en el cielo
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Mientras Pablo dice
que se gloría – se alegra solo en la cruz de Cristo
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La Cruz de Cristo es
la fuente y origen de nuestra alegría cristiana
PROFETA
ISAÍAS
ü El fragmento que leeremos hoy está tomado del último capítulo de Isaías,
el profeta nos invita a contemplar la promesa del Señor “alegría y consuelo”
ante la presencia y la obra del Señor, manifestada por fin en el esplendor de
Jerusalén.
ü Esta es la promesa que recorre todo el libro de Isaías, es como el hilo
conductor que unifica esta obra, aunque haya muchas diferencias.
ü Este hecho ha convencido a numerosos exégetas de que en el libro de
Isaías hay:
o Un primer Isaías (cc. 1-39)
o Un segundo Isaías o Deutero Isaías (cc.40-55)
o Un tercer Isaías o Trito Isaías (cc.56-66)
Ø Las imágenes que usa el
profeta Isaías en este fragmento están tomadas de la relación mamá/bebé y
tierra/agua
Ø El profeta invita a quienes
aman a Jerusalén a que se alegren, porque está experimentando una gran alegría
después de haber llevado luto, seguramente debido a luchas con otros poderes
políticos.
Ø Este gozo se describe como
el gozo del bebé que puede alimentarse de la madre.
Ø Otra forma de describir este
gozo está en la siguiente oración “la paz como un río” Esta es una imagen muy hermosa
de paz, paz que llena todo como el río
riega por donde pasa y despierta la vida que tal vez estaba adormecida.
Ø El profeta describe la
alegría de quien experimenta la ternura y la paz de Dios diciendo que el
corazón se alegrará y que los huesos florecerán, podríamos decir que los huesos
envejecidos rejuvenecerán, ya no dolerán.
Ø El resultado final de todas
estas experiencias es que los siervos, nosotros, conoceremos, experimentaremos
el poder del Señor, que es un poder que crea y recrea no un poder que aplasta.
Salmo
Responsorial: Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a, 16 y 20
R. (1) Las obras del Señor son admirables.
Que aclame al Señor toda la tierra;
celebremos su gloria y su poder,
cantemos un himno de alabanza,
digamos al Señor: “Tu obra es admirable”.
R. Las obras del Señor son
admirables.
Que se postre ante ti la tierra entera
y celebre con cánticos tu nombre.
Admiremos las obras del Señor,
los prodigios que ha hecho por los hombres.
R. Las obras del Señor son
admirables.
El transformó el mar Rojo en tierra firme
y los hizo cruzar el Jordan a pie enjuto.
Llenémonos por eso de gozo y gratitud:
El Señor es eterno y poderoso.
R. Las obras del Señor son
admirables.
Cuantos temen a Dios vengan y escuchen,
y les diré lo que ha hecho por mí.
Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica,
ni me retiró su gracia.
R. Las obras del Señor son
admirables
Ø Las obras descritas en la primera lectura, esas obras
que dan felicidad a la ciudad, a los habitants de Jerusalén a nosotros son:
o El transformó el mar Rojo, en tierra firme y también el Jordán para que el pueblo
pudiese pasar sin peligro.
o Esas son las dos grandes obras de liberación , obradas por Dios en favor de su pueblo en
peligro, en necesidad de ayuda. A lo
largo de la historia Dios hará nuevo prodigios en favor de sus hijos e hijas.
o El salmo responsorial termina con esta alabanza
“Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia
o Oración de alabanza que nos hace entender que hubo
antes una súplica insistente, “que no rechazó mi súplica” y tal vez también algún pecado, alguna falta “ni me retiró su gracia”.
o Miremos nuestra vida, descubramos en ella las obras hermosas
que Dios ha hecho para poder repetir conscientemente “Las obras del Señor son
admirables”.
EVANGELIO Lc.
10,1-9
Jesús elige, designa otros discípulos quiere decirse
que ya había enviado otros antes, seguramente los 12 que vivían con él.
Los envía de dos en dos, no los envía solos sino con
otro seguramente para poder compartir la misión, gozos y dificultades.
Jesús les pide que oren porque la mies es abundante,
son muchas las personas que necesitan oir la buena nueva que Jesús nos ha
traído.
¿nos acordamos de orar por esta intención? ¿Y si el
Señor elige a mi hijo o hija únicos, o si tengo varios hijos e hijas el Señor
elige uno o una, colaboro, animo, o me dejo llevar de mis intereses y me opongo
porque quiero nietos…?
Dice un comentarista que Jesús invita a los que
envía a mirar, contemplar la mies y orar. En un segundo momento de la misión
tendrán que ponerse en marcha y anunciar y hacer presente el Reino.
El Señor les previene o avisa de las dificultades
“como corderos entre lobos”
Esto hace pensar en la oposición, la perscución, el desprecio, ….. cuando esto se da en mi vida, porque
todos somos enviados de una manera o de otra, ¿Cómo respondo? Con venganza,
pagando con la misma moneda, o como Jesús que curó el siervo a quien Pedro le
cortó la oreja?
Luego les dice que no lleven dinero y describe otras cosas, que nos hacen pensar
en la confianza absoluta del discípulo en la providencia de su Maestro que
cuida de cada uno de nosotros.
Y siguen otras recomendaciones, que me parecen
decirnos que no busquemos nuestra comodidad, nuestros intereses, que aceptemos
todo cuanto se nos da y aceptemos todas las personas sin distinción.
Sólo así podremos decir que el “Reino de Dios se
acerca” porque seremos heraldos creíbles del Reino.
SEGUNDA LECTURA Gal 6, 14-18
v Pablo quiere gloriarse
solamente en la cruz del Señor
v No en lo que vio cuando se
encontró con el Señor en el camino de Damasco, “vio lo que ni ojo vio, ni oído
oyó” no, a él sólo le interesa la cruz de Cristo
v En esta cruz el mundo está
crucificado para Pablo, es decir no tiene ningún valor, es algo depreciable
como lo es todo hombre crucificado, cuya imagen hiere a la vista.
v Y se percibe la discusión
que siempre tiene Pablo con los judíos acerca de la circuncisión. Esta no vale
nada, lo que vale después de haber descubierto a Cristo en la cruz es ser una
nueva creatura, una nueva creación.
v Copio a continuación un
fragmento del credo del Obispo brasileño
Elder Cámara que dice así:
Quiero creer
en los derechos del hombre, en la mano abierta, en el poder de los no
violentos.
No creo ni en la raza, ni en la riqueza , ni en los
privilegios, ni en el orden establecido
Quiero creer que el mundo entero es mi casa.
Quiero creer que el derecho es uno aquí y allá, y
que no soy libre mientras haya un solo hombre sea esclavo.
No creo que
la guerra y el hambre sean
inevitables y que la paz sea inaccesible[…]
No creo que el sueño del hombre vaya a permanecer
solo como un sueño y que la muerte será el final[…]
Me atrevo a creer en el sueño de Dios: Un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la
justicia.
v Creo que no hay que añadir
nada más a este fragmento de este Credo, pues describe magníficamente el cielo
nuevo y la tierra nueva donde todos seremos una nueva criatura.
v Ser una nueva criatura
quiere decir entrar en la muerte y resurrección de Cristo para vivir del amor
que mana de su vida crucificada.
v ¿Nos atreveremos a trabajar para que se haga realidad el “cielo y la tierra nuevos” ?
RINCON CLARETIANO
El ofrecimiento victimal se une con una entrega total a la divina misericordia. Aspecto muy destacable en su espiritualidad durante los últimos anos de su vida.
A
la divina misericordia se entrega cuando siente su debilidad en las caídas:
“no desalentarme en mis
caídas, por muchas que sean, arrojarlas en el Corazón de Jesús y vuelta a
comenzar. Vivir completamente abandonada en sus brazos, confiando,
ilimitadamente en su misericordia…” (ejercicios espirituales agosto 1944)
A la misericordia de Dios se abandonaba cuando le oprimían los sufrimientos del espíritu.
En
ocasiones el recuerdo de esta Misericordia de Dios le devolvía la paz, al menos
por un tiempo:
“[…] he tenido que sostener luchas que a veces me han hecho llorar, que no he sido en ocasiones bastante generosa con Jesús y esto me ha producido tristeza, pero me he acordado de su Misericordia, me he arrojado en sus brazos, la paz más profunda ha vuelto a reinar en mi corazón. Gracias Dios mío”. (Ejercicios espirituales, agosto 1944)
BIBLIOGRAFÍA
Credo de Helder
Camara, officecatechese.qc.ca
Mariae Teresiae – Positio super virtutibus
US
Conference of Catholic Bishops, usccb.org
ZEVINI, Giorgio y
CABRA, Pier Giordano. Lectio divina para cada día del año. Vol.15 Domingos del
tiempo ordinario, ciclo C. Traducción Miguel Montes. Editorial Verbo Divino.