o
Los que van a trabajar la viña y reciben todos el mismo
salario
o
Los dos hijos a quienes el padre les pide que vayan a la
viña a trabajar
o
Hoy se trata de la viña que el Señor ha plantado y
arrendado.
Ø Con estas parábolas el
Señor ha querido llegar al corazón de los dirigentes de su pueblo, de aquellos
que supuestamente deberían estar en el lugar de su Padre aquí en la tierra.
Ø Con la parábola de hoy es
como si quisiera agotar todos los intentos para poder reconquistar a esos
hombres por los cuales está entregando su vida con amor.
Ø Tal vez tengamos que
aplicar todo esto a nuestra vida particular, de comunidad y de iglesia.
PRIMERA LECTURA Is 5,1-7
Este pasaje
de Isaías tiene como tres partes:
- El canto de la viña dirigido a los habitantes de
Jerusalén
- Viña que su amigo ha
plantado
- Viña que este
amigo ha cuidado, la ha rodeado de toda clase de atenciones y de cariño
- Sin embargo lo
que ha recogido han sido frutos amargos
- El amo de la viña pregunta a los
habitantes de Jerusalén
- ¿Qué más podía
yo hacer por mi viña, que no lo haya hecho?
- ¿Por qué me da
frutos amargos en lugar de uvas?
- El amo dice que ya sabe lo que va a hacer
- Le va a quitar
la protección, la cerca
- Será pisada por
todos, será pasto de los animales
- La convertirá
en una ruina
- No la cuidará
como ha hecho hasta ahora, y más todavía
- Dirá a las
nubes que no la rieguen
- Como conclusión el profeta Isaías nos
dice que
- esta viña es la
casa de Israel, el pueblo de Judá, ambos son su predilecto
- que cuando
quiso encontrar sensatez, juicio, sabiduría
- en lugar de
justicia no encontró más que violencia
SALMO
RESPONSORIAL Sal 80, 9,12,13-14,15-16,19-20
LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL
Tú sacaste de Egipto una vid,
expulsaste a los paganos y la
plantaste;
extendió sus sarmientos hasta el
mar
y sus retoños hasta el Río.
¿Por qué has derribado sus cercos
para que puedan saquearla todos
los que pasan?
Los jabalíes del bosque la
devastan
y se la comen los animales del
campo.
Vuélvete, Dios de los ejércitos,
observa desde el cielo y mira:
ven a visitar tu vid,
la cepa que plantó tu mano,
el retoño que tú hiciste
vigoroso.
y nunca nos apartaremos de ti:
devuélvenos la vida e invocaremos
tu Nombre.
¡Restáuranos, Señor, Dios de los
ejércitos,
que brille tu rostro y seremos
salvados!
Este domingo en la liturgia leemos o cantamos 4 de las
estrofas de este salmo
En la primera el salmista habla con Dios para recordarle como
sacó a su viña de Egipto y como la cuidó y rodeó de tantas atenciones
En la segunda estrofa el salmista le pregunta a Dios, por
qué este cambio, por qué deja a su viña devastada y abandonada.
En la tercera estrofa el salmista le pide a Dios que
venga a visitarnos, que venga a curarnos, a cuidarnos de nuevo
En la cuarta es la promesa hecha a Dios en nombre de la
viña, promesa de conversión, de cambio de vida.
EVANGELIO Mt 21,33-43
Ø Jesús cuenta a los jefes
de su pueblo esta parábola, y ellos entiende muy bien que va dirigida a ellos.
Ø Esta parábola se parece
grandemente a la lectura de Isaías que hacemos este mismo día, el poema de la
viña
Ø Cuando llega el tiempo de recoger los frutos,
el amo envía sus mensajeros, sus servidores, pero los maltratan y matan a todos
Ø Finalmente manda al hijo,
y a ésta también lo matan fuera de la viña, alusión clara a como morirá y donde
morirá Jesús.
Ø Y ahora Jesús pasa de un
ejemplo de la agricultura, la viña a uno de construcción, la piedra que los
constructores desechan
Ø Piedra desechada y que se
convierte en la piedra angular
Ø Y Jesús termina hablando
con una claridad y crudeza impresionante
Ø Les digo que el Reino les
será quitado y se dará a un pueblo que produzca frutos
Ø Todo cuanto leemos en la
Eucaristía, o en la Biblia en cualquier otro contexto de oración o formación
fue escrito para nosotros, aunque sus autores no nos conocían, pero si el Padre
Dios que inspiró a los escritores
Ø Recibimos el mismo
mensaje con otros matices, que recibimos en las dos últimas semanas, la salvación
se nos da regalada, pero nosotros hemos de cuidarla, porque podemos perderla.
SEGUNDA LECTURA Flp 4,6-9
Ø Dice Pablo a su comunidad, no tengan angustia
ni ansiedad alguna
Ø Díganle a Dios su petición, su necesidad y
luego quédense en paz, acepten la paz de Dios
Ø Paz que según Pablo sobrepasa todo entendimiento, toda
capacidad de comprender.
Ø Luego Pablo invita a su
comunidad, a cada cual en particular a dejarse llevar del bien, a obrar
rectamente.
Ø Termina el fragmento de
hoy, invitando a su comunidad a continuar haciendo el bien.
Ø Y así la paz de Dios
estará con nosotros.
Cuanto más nos internábamos
en aquel mar inmenso de aguas, más se internaba mi espíritu en el mar inmenso
de Dios; cuando me miraba rodeada de aquella inmensidad de aguas, entonces me
veía más claro que en un espejo en medio del Corazón de mi Dios y Señor, y era
tanto lo que le gustaba a Dios este modo de considerar su
infinita grandeza que no pocas veces me dejó sentir la blandura de sus
santísimos brazos con que apretaba Su Majestad Santísima mi alma en su Sagrado
Corazón. De aquí resultaba aquella tranquilidad inalterable que gozaba y aquel
no cansarme un viaje tan dilatado como penoso. La inmensidad del mar me
recordaba la inmensidad de Dios, y aquel cielo tan dilatado me recordaba los
espacios inmensos de la gloria de los bienaventurados. La estrechez del buque, el crujido de las maderas y el ruido
continuo de las bombas, que no paraban de día ni de noche, me recordaba lo
primero: la apretura en que están los pobrecitos condenados en la estrecha
cárcel del infierno; y el crujir de las maderas y ruido continuo de las bombas,
los llantos y crujir de dientes con la confusión que padecen los condenados.
Esta gracia me hacía Dios, que ninguna cosa me hacía padecer, en vista del cielo
y del infierno. Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo que tan
abundantemente paga las gracias que Él mismo da.Venerable María Antonia París, Foundress of the Claretian
Missionary Sisters, Autobiography 159.
Quien no ha experimentado lo que son
los temblores grandes, no se puede formar de ellos una idea, pues que no
consisten únicamente en la oscilación u ondulación de la tierra y el ver cómo
corren los trastos y muebles de la habitación de una a otra parte. Si no fuera
más que esto, los que han navegado podrían decir que en una mar gruesa lo han
visto en un buque; pero no es esto sólo, hay algo más en un terremoto.
¡Ay!, uno ve que los caballos y demás
cuadrúpedos, que son los primeros que los presienten, se ponen de cuatro pies
firmes, como una mesa firme; ni con todos los latigazos ni espuelazos se pueden
mover; después se ven las aves, v.gr., gallinas, pavos, palomas, pericos,
catéis, loritos, etc., que [dan] gritos, graznidos, chillidos y aspavientos; y
luego se oye un trueno subterráneo, y al cabo de poco se ve menear todo, y se
oyen los crujidos de las maderas, puertas, paredes y se ven caer pedazos del
edificio; pero lo que es más, la chispa eléctrica que anda con todo esto, y se
ve en los gabinetes que el aparato del imán con el hierro, cuando da el
temblor, se descompone completamente. San
Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 530-31
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio María Claret, Autobiografía.
PAGOLA, José A. El camino abierto
por Jesús. PPC 2012
PARIS, María Antonia, Autobiografía
STOCK, Klemens. La Liturgia de la Palabra. Ciclo A (Mateo) 2007
LA BIBLIA, traducción tomada de la página web del Vaticano.
LA BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO, Luis Alonso Schökel.
SAGRADA BIBLIA. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española.
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