OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A – Febrero
26, 2017
ü La
primera lectura y el evangelio de hoy nos hablan de confiar en Dios.
ü Ambos
autores sagrados eligen unas imágenes de una ternura y belleza incomparables.
ü Después
de escuchar durante dos domingos consecutivos las exigencias de la Ley, ahora
Jesús nos habla de dejarnos en las manos del Padre, que no sólo hace llover y
salir el sol sobre buenos y malos, sino que cuida de todas sus criaturas
incluso de las flores del campo y de los pájaros del cielo.
ü Necesitamos
oír esta palabra que nos invita a confiar, después de haber oído el domingo pasado las
exigencias de la Ley tal como Jesús nos la explica.
PRIMERA LECTURA Is 49,14-15
El texto está
tomado del Profeta “Segundo Isaías”. En la actividad de este profeta se
distinguen dos momentos: el primero cc. 40-48 habla a los desterrados que deben
emprender el camino de regreso,
El segundo 49-55
se refiere a los que han regresado, algunos no han encontrado la acogida que
esperaban, pero han permanecido fieles
al Señor.
A esta parte del
libro de Isaías se le llama también el Libro de la Consolación. Consolación no sólo para el pueblo desterrado,
pero también consolación para Jerusalén, cuya suerte cambia con la caída del
poder de Babilonia.
v Isaías
nos presenta a Sion, la ciudad santa, de manera personificada lamentándose de
que “su Señor” se ha olvidado de ella, la ha abandonado.
v Y el
Señor le responde con una imagen tan tierna que no deja lugar a dudas del amor
tierno de su Señor, de su Dios.
v La ternura
de la madre es lo que todos tenemos por seguro en nuestros primeros días, meses
y años de vida.
v Sus
brazos dan seguridad y paz al bebé, le aseguran de que no está solo o sola ni abandonado.
v Pues
así, dice el autor sagrado, que es el amor de Dios para con nosotros.
v Y añade
algo más para darnos completa paz y seguridad y conquistar nuestro amor: Aunque
una madre pudiese olvidad y abandonar el bebé concebido en sus entrañas Yo
nunca te olvidaré.
v Nosotros
necesitamos oír estas palabras, pero sobre todo creerlas y dejarnos en brazos
de nuestro Dios, como un niño en brazos de su madre.
v Dios es
presentado en diferentes partes de la Escritura bajo las imágenes de padre pero
también de madre. De él recibimos los humanos, padres y madres, la capacidad de tener amor y ternura.
SALMO RESPONSORIAL Sal 62, 2-3. 6-7. 8-9
R. (6a) Sólo
en Dios he puesto mi confianza.
Sólo en Dios he puesto mi confianza,
porque de él vendrá el bien que espero.
El es mi refugio y mi defensa,
ya nada me inquietará.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.
Sólo Dios es mi esperanza,
mi confianza es el Señor:
es mi baluarte y firmeza,
es mi Dios y salvador.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.
De Dios viene mi salvación y mi gloria;
él es mi roca firme y mi refugio.
Confía siempre en él, pueblo mío,
y desahoga tu corazón en su presencia.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.
Sólo en Dios he puesto mi confianza,
porque de él vendrá el bien que espero.
El es mi refugio y mi defensa,
ya nada me inquietará.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.
Sólo Dios es mi esperanza,
mi confianza es el Señor:
es mi baluarte y firmeza,
es mi Dios y salvador.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.
De Dios viene mi salvación y mi gloria;
él es mi roca firme y mi refugio.
Confía siempre en él, pueblo mío,
y desahoga tu corazón en su presencia.
R. Sólo en Dios he puesto mi confianza.




EVANGELIO, Mt 6,24-34
Ø En nuestra lectura continuada
del evangelio de Mateo, llegamos a una de las páginas más hermosas de la
Escritura.
Ø En la primera Isaías nos
invitaba a confiar con la imagen tierna de la madre.
Ø Mateo nos toma de la mano
y nos lleva a mirar la creación que nos rodea con toda su belleza, y nos ayuda
a caer en cuenta de lo que Dios está haciendo aquí y ahora; y que tal vez nosotros damos por supuesto.
Ø En los dos domingos
pasados Mateo nos presentaba cómo Jesús enseña y descubre la verdad profunda y
exigente de la Ley.
Ø Empieza hoy diciéndonos
que no podemos servir a dos señores a Dios y al dinero. Podríamos decir a Dios
con mayúscula y a dios con minúscula es decir un ídolo, un dios falso.
Ø Sigue luego una
invitación a no preocuparnos y confiar
o
Nos invita a mirar nuestra vida, con todas sus
necesidades, menciona las más básicas y luego nos pregunta: ¿qué es más
importante la vida o la comida? o ¿la
ropa con que nos cubrimos?
o
Las aves no siembran, no recogen, ni guardan para
después, sin embargo el Padre las alimenta.
o
Las flores del campo, no las flores que destacan y que
ponemos para adornar nuestras mesas, casas, iglesias, banquetes…. no, sino las
que pisamos, no miramos y no son objeto de venta.
o
Jesús nos invita a mirarlas, a ver qué hermosas son y,
que no tejen ni hilan pero se visten mejor que Salomón, el Padre las viste.
o
Si Dios alimenta los pájaros y viste las flores ¿no hará
mucho más con nosotros?
o
Y Jesús nos pregunta esto y nos dice a ti y a mi:
“hombres/mujeres de poca fe”.
o
No te angusties por el mañana cuando venga vendrá con sus
propias dificultades y también con la presencia de Dios en nuestra vida.
Ø Esta lectura no es una
invitación a no hacer nada, sino a confiar
Ø El trabajo no es
solamente para proveer a nuestras necesidades, el trabajo es un derecho del ser
humano llamado a ser co-creador con su Dios.
Ø En el trabajo estamos
llamados a desarrollar este don recibido, ser co-creadores, transformar la
creación que Dios inició y continúa ahora con nuestra colaboración.
Ø Por lo tanto esta lectura
es una invitación a trabajar, a proveer, a hacer todo cuanto necesitamos hacer,
pero sabiendo que hay un Padre que nos cuida con ternura de madre.
Ø Otro tema que seguramente
veremos en algún otro domingo, es el pecado de quienes convierten al ser humano
de co-creador en instrumento de producción, privándole de su dignidad recibida
de Dios. La dignidad de ser imagen del creador y por lo tanto con la capacidad
de transformar la creación y no de ser usado como un objeto.
Ø Y la primera parte de la
lectura de hoy, “ servir a Dios y servir al dios dinero” suscita siempre en mi
una pregunta que me golpea y no se ver la respuesta, o mejor dicho la veo, pero
no sé como se hace. Mi preocupación no va dirigida principalmente a la
sociedad, aunque también, sino a nosotros los seguidores de Jesús de cualquier
tradición cristiana que seamos. ¿Cómo podemos llamarnos y querer ser sus
seguidores, sin abrazar de todo corazón sus valores? Él nos ha explicado la Ley
diciendo, pero yo les digo….. ¿Cómo podemos tener lujo en algunos de nuestros templos, casas… cuando los verdaderos templos de nuestro
Padre Dios, los seres humanos, siguen muriendo de hambre, y nos dicen que son un número incontable, cómo es posible? No están lejos,
algunos están bien cerca de nuestras casas, en nuestro mismo barrio.
SEGUNDA LECTURA 1Co 4,1-5






RINCON CLARETIANO
Oh Señor y Dios mío! Cuán grande es vuestra bondad! Cuán infinita
vuestra misericordia!... ¿Quién, Señor, sino vuestra abrasada caridad sufriría
tantos desprecios?... tantas indignidades?... tantas profanaciones?... Y de
quién, Redentor mío sois tan ultrajado? Ah!!! Vuestros hijos, Dios mío los
hijos predilectos de la Santa Iglesia! Los Sacerdotes del Señor han pisado las
leyes más sagradas, poniendo debajo de sus pies a nuestra Santa Madre la
Iglesia!!! Por esto no hay fe! No hay caridad en la tierra!... Oh Jesús mío!
Enviad un rayo de vuestra divina luz y alumbrad toda la tierra, especialmente
Señor mío iluminad a todos los Prelados de la Iglesia; romped, Señor este velo
de la vanidad mundana, y hacedles ver con ojos despreocupados los deberes de su
estado según Vuestra Santísima Ley.
Debe el Obispo en
la santa visita repartir el pan de la Divina Palabra; no excuse el confesar,
entrañe en el corazón de todos la Ley Santa del Señor; enseñe por palabra y
obra el cumplimiento de los Mandamientos Divinos. (Venerable María Antonia París, Fundadora
de las Misioneras Claretianas, Puntos para la Reforma de la Iglesia 32-33)
Bases de buen gobierno
El gobierno de un buen Prelado ha de tener por bases
las siguientes virtudes: 1ª La humildad, porque con esta virtud se
agrada a Dios, y a los humildes les da la gracia y el don de gobernar bien. 2ª La mansedumbre, y con ésta se
agrada a los hombres, como lo hizo Moisés y así es como se
conquistan los corazones. 3ª La paciencia, y con ella se posee su propia alma y
la de los feligreses; disimulando a veces, según aquel proverbio que dice: “quien
no sabe disimular, no sabe reinar”. 4ª
Escuchando a las gentes en sus cuitas y pretensiones, aunque sean
imprudentes; si se puede consolarles se les concede lo que piden, y si no es
posible, con buen modo se les desengaña, pero nunca se les despide con enfado y
de mal modo.
Medios para alcanzar el don de
gobierno
El Prelado, para alcanzar el don de gobierno, se ha
de valer de los medios siguientes:
1º Es la oración, como hizo Salomón. Este es el medio primero y más eficaz para alcanzar de Dios la gracia de gobernar bien. 2° Es la imitación de Jesucristo, Pastor y Obispo de nuestras almas, como lo llama San Pedro; la imitación de los santos Apóstoles y de los Santos Prelados, tomando alguno por especial patrón o modelo en el episcopado, como San Francisco de Sales, San Carlos Borromeo, Santo Tomás de Villanueva, el Beato Juan de Ribera, San Ligorio, el venerable D. Pedro de Castro; y leer sus vidas escritas por extenso. 3° Es el consejo, no de cualquiera, sino de hombres sabios, prudentes y benévolos. 4° El estudio e informaciones, y nunca jamás precipitarse, y dar la corrección a su tiempo y del modo debido. (San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Apuntes de un Plan para conservar la hermosura de la Iglesia: Sobre el Buen Gobierno).
1º Es la oración, como hizo Salomón. Este es el medio primero y más eficaz para alcanzar de Dios la gracia de gobernar bien. 2° Es la imitación de Jesucristo, Pastor y Obispo de nuestras almas, como lo llama San Pedro; la imitación de los santos Apóstoles y de los Santos Prelados, tomando alguno por especial patrón o modelo en el episcopado, como San Francisco de Sales, San Carlos Borromeo, Santo Tomás de Villanueva, el Beato Juan de Ribera, San Ligorio, el venerable D. Pedro de Castro; y leer sus vidas escritas por extenso. 3° Es el consejo, no de cualquiera, sino de hombres sabios, prudentes y benévolos. 4° El estudio e informaciones, y nunca jamás precipitarse, y dar la corrección a su tiempo y del modo debido. (San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Apuntes de un Plan para conservar la hermosura de la Iglesia: Sobre el Buen Gobierno).
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio
María Claret, Apuntes de un Plan para conservar la
hermosura de la Iglesia.
PARIS, María
Antonia, “Puntos
para la Reforma de la Iglesia”.
LA BIBLIA,
traducción tomada de la página web del Vaticano.
SAGRADA
BIBLIA, versión oficial de la
Conferencia Episcopal Española.
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