XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – 2018
Ø Seguimos
con el tema del Pan de Vida que Juan trata en el capítulo 6 de su evangelio
Ø En
los dos domingos anteriores hemos visto: primero Jesús alimenta la muchedumbre,
luego al siguiente domingo hemos visto a un pueblo que ha experimentado una
acción sorprendente de Dios por medio de Jesús, pero que no ve y pide ¿qué
signo haces?
Ø Veamos
ahora el mensaje de este domingo.
PRIMERA LECTURA 1 Reyes 19, 4-8
Ø Elías
ha caminado un día por el desierto y se
siente cansado y desalentado.
Ø También
nosotros cuando estamos en algún desierto en nuestra vida, desierto interior,
desierto de soledad, desierto de desaliento, también nos sentimos cansados,
desalentados y creemos que ya no queda nada que hacer, sólo morir.
Ø Y
como el profeta le pedimos a Dios que nos conceda morir, para no sufrir más
Ø Pero
Él, en cambio, nos da nuevas fuerzas para que prosigamos nuestro camino en el
que seguramente tendremos la oportunidad de ayudar a otro hermano o hermana que
están sufriendo y esperando una mano amiga o un hombro en que llorar.
Ø A
Elías Dios le envía un ángel, a nosotros nos envía para que seamos ángeles para
quien lo necesite.
Ø Y
la segunda vez que Elías come el alimento que Dios le da, puede caminar hasta
llegar a donde Dios lo conduce, cuarenta días número simbólico que aparece
muchas veces en la Biblia, número de
plenitud.
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R. (9a) Haz la prueba y verás qué bueno
es el Señor.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegre su pueblo al escucharlo.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Proclamemos la grandeza del Señor
y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todas mis temores.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Confía en el Señor y saltarás de gusto;
jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres
y los libra de todas sus angustias.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Junto a aquellos que temen al Señor
el ángel del Señor acampa y los protege.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegre su pueblo al escucharlo.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Proclamemos la grandeza del Señor
y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todas mis temores.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Confía en el Señor y saltarás de gusto;
jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres
y los libra de todas sus angustias.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Junto a aquellos que temen al Señor
el ángel del Señor acampa y los protege.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor
Ø El
resto de la Escritura proclama las obras de Dios, su Ley y su plan de
salvación.
Ø En
los salmos la Palabra de Dios se hace a
la vez palabra de la humanidad, que se eleva en respuesta a su Palabra.
EVANGELIO –
Juan 6, 41-51
El evangelio
de este domingo tiene tres párrafos.
Primer
párrafo
Ø El
domingo pasado los judíos, los que habían comido de los panes murmuraban porque
tenían hambre
Ø Hoy
murmuran porque Jesús les había dicho “Yo soy el Pan vivo bajado del cielo”.
Ø ¿Qué
dice? Si nosotros bien conocemos quienes son su padre y su madre, conocemos de
qué pueblo viene y de qué familia. ¿De verdad saben?
Ø ¿No
nos pasa a nosotros también que juzgamos o clasificamos a las personas de
acuerdo a lo que creemos conocer de ellas?
Ø Ellos
saben bien que este hombre es carpintero e hijo de un carpintero y de una mujer
de Nazaret. No saben más ni creen que necesitan saber más. ¡Cuántas veces
hacemos esto! Y como ellos dejamos de beneficiarnos con el verdadero conocimiento
de la persona. Las personas son un tesoro, son la imagen de nuestro Padre Dios,
si supiéramos entrar con respeto en el santuario de cada ser humano, qué
felices seríamos y cómo nos entusiasmaría la obra que Dios hace en cada ser,
por imposible que nos parezca en algunas personas.
Segundo
párrafo
Ø Jesús
responde a su pregunta de cómo puede haber bajado del cielo uno del cual ellos
conocen su familia.
Ø Su
respuesta empieza diciendo “no murmuren” esta expresión no parece, a primera
vista, responder a su pregunta
Ø Y
ahora les explica que nadie puede ir a él, Jesús, si no es atraído por el
Padre, y Jesús lo resucitará, le dará una vida nueva
que no perece nunca. ¿Qué quiere decir en el último día? ¿Cuál último día? La
respuesta no se nos da ahora, necesitamos fiarnos de Jesús, del Padre. Este
último día sea cual sea, será un día lleno de la luz del resucitado, lleno de
la luz de la eternidad, llena de la luz que llena de gozo.
Ø Jesús
les repite las palabras del profeta que dice que todos serán discípulos del
Padre, quiere decir, todos los que escuchan. Necesitamos escuchar para que
podamos ser atraídos por el Padre.
Ø Y continua diciendo Jesús que quien escucha y
aprende del Padre se acerca a Jesús. Nosotros pensamos que es Jesús que nos
atrae al Padre, y será ciertamente cierto, pero hay una realidad de una
profundidad misteriosa en que el Padre que vive en nosotros es quien nos hace
descubrir la belleza y el atractivo de Jesús.
Ø Jesús
a su vez es el único que conoce de verdad al Padre, su belleza y atractivo.
Tercer
párrafo
Ø Y
Jesús vuelve a hablarnos de él como vida, como pan de vida.
Ø Quien
dio a Israel pan en el desierto fue el Padre, y sin embargo murieron, era pan
para alimentar su cuerpo
Ø Pero
Jesús es el pan que alimenta nuestro ser espiritual, el que nos prepara para la
vida eterna, para no morir nunca, solo cambiar de forma de vida.
Ø El
pan que Jesús nos da, el pan de vida es él mismo que se nos da en forma
sacramental como pan y como vino = como alimento y como gozo
Ø Jesús
ha pensado en darnos este pan para que nosotros a nuestra vez lo demos a otros
dándonos a nosotros mismos, siendo eucaristía.
Ø ¡Qué
tarea tan hermosa tenemos por delante, capaz de entusiasmar a cualquiera!
Ø Vivamos
esto y proclamemos esto a cuantos nos vean, muchas veces esta proclamación la
haremos con nuestra vida, vivida con
gozo y entrega.
RINCON CLARETIANO
A la S.
Hermana Antonia París
9 febrero de
1853 Muy apreciada Hermana en J. C.: ahora acabo de recibir su muy apreciada
del 4 del actual y al otro día recibí otra y quedo enterado de cuanto en ellas
me dice; y me parece bien de cuanto me dice tanto respecto de las Reglas como
de la subsistencia o de qué se ha de vivir o alimentar. Yo ya lo digo de palabra
al P. Barjau2 que ha venido para que lo explique al S. Vicario Gl.3 y confiar
en Dios y en María Sma. que todo andará bien. Esps. a todas las Hermanas y V.
con ellas mandar del Arzobispo Claret. (San Antonio Ma. Claret a la Venerable María Antonia Paris)
Muy venerable
Sr. y mi carísimo Padre en Jesucristo: No será difícil a V.E.I. penetrar la
satisfacción que siente mi corazón al ver cuán grande ha sido la bondad de Dios
nuestro Señor en conservarnos la preciosa vida de V.E.I., a pesar de haber intentado
tan bárbaramente el demonio quitársela, pues sin duda fue todo el infierno
quien instigó a aquel infeliz para que cometiera tan horrendo crimen; pero el
Señor que tiene cuidado de sus guardas no permitió que saliera con la suya,
aunque quiso dar a V.E.I. el grandísimo premio de derramar parte de su sangre
por celo de la divina palabra. ( Fragmento de una carta escrita el 28 de febrero de 1956 por la Venerable María Antonia París a San Antonio Maria
Claret)
BIBLIOGRAFÍA
RR. DE MARÍA
INMACULADA MISIONERAS CLARETIANAS. Cartas
de los Orígenes, 2009.
CANVIS, JEFF … Psalms
the School of Prayer. 2009
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