DOMINGO DEL BAUTISMO DEL SEÑOR - ENERO 13, 2019
Ø Este
domingo marca el final del ciclo de Navidad-Epifanía y el principio del tiempo
ordinario
Ø El bautismo
del Señor, igual que la celebración de los Magos y de las Bodas de Caná, es una epifanía, una manifestación del Señor,
una revelación de quien es Él.
PRIMERA LECTURA Is
42,1-4. 6-7
Dios nos habla de su siervo al que ama entrañablemente, su preferido:
ü Sobre él ha puesto, ha derramado
su espíritu
ü Por eso traerá la justicia
a las naciones
o
No gritará , no hará oír su voz en las calles
o
No terminará de romper la caña a medio quebrar
o
No apagará el pabilo humeante
ü Es decir tendrá
paciencia, misericordia y compasión; sabrá esperar el tiempo oportuno de cada cual
ü Hasta que la justicia
esté establecida en la tierra
ü Las tierras de la costa,
las tierras lejanas esperarán sus enseñanzas.
ü Qué descripción tan
hermosa de la misericordia de nuestro Dios.
ü Sigue la lectura En la primera parte Dios nos habla de su
siervo, en esta segunda parte Dios habla a su siervo
o
Te he llamado para
que triunfe la justicia
o
Te he tomado de la mano, te he formado, te he puesto como
alianza del pueblo
o
Luz para las naciones, luz para que las naciones puedan
ver la justicia, que es la bondad y misericordia de nuestro Dios
o
Te he puesto como luz para abrir los ojos que no ven, los ojos cuya luz se ha
apagado
§ Puede ser la luz física,
pero también es la luz espiritual.
§ El siervo tiene la misión
de ayudarnos a ver como Dios ve
§ Vernos a nosotros mismos,
ver a los demás compañeros y compañeras en el camino de la vida, como Dios nos ve, ver nuestra verdad.
o
Esta luz dará la libertad a los prisioneros,
§ a los que están en las
cárceles,
§ pero sobre todo a los que
son prisioneros de sus propias pasiones, sus propias oscuridades y de sus
propios miedos.
Salmo
Responsorial: Salmo 28, 1a y 2. 3ac-4.
3b y 9b-10
R. Te alabamos, Señor.
Hijos de Dios, glorifiquen al Señor,
denle la gloria que merece.
Postrados en su templo santo,
alabemos al Señor.
R. Te alabamos, Señor.
La voz del Señor se deja oír
sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es poderosa,
la voz del Señor es imponente.
R. Te alabamos, Señor.
El Dios de majestad hizo sonar
el trueno de su voz.
El Señor se manifestó sobre las aguas
desde su trono eterno.
R. Te alabamos, Señor.
Hijos de Dios, glorifiquen al Señor,
denle la gloria que merece.
Postrados en su templo santo,
alabemos al Señor.
R. Te alabamos, Señor.
La voz del Señor se deja oír
sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es poderosa,
la voz del Señor es imponente.
R. Te alabamos, Señor.
El Dios de majestad hizo sonar
el trueno de su voz.
El Señor se manifestó sobre las aguas
desde su trono eterno.
R. Te alabamos, Señor.
v En la primera estrofa de este salmo que la
liturgia pone para este domingo, se nos invita a alabar a Dios en su templo
v Las otras dos estrofas
son una descripción de la voz de Dios
v La voz sirve para
comunicarnos unos con otros, a través de nuestra voz nos damos a conocer a los
demás, la voz expresa nuestro estado de ánimo.
v La voz del Señor es
fuerte, se oye a pesar del ruido de las aguas torrenciales
v Esta voz es omnipotente,
como lo es Dios, esta voz es su Palabra poderosa que en la plenitud de los
tiempos se ha hecho la voz de un bebe, para llegar a todos nosotros, para no
apagar en nosotros lo que queda de posibilidades de transformación.
v Dios ha hecho sonar su
voz como trueno,
o
pero este trueno es el llanto de un bebe necesitado de su
madre
o
este trueno es la voz del carpintero de Nazaret, hombre
sencillo y trabajador
o
este trueno es la voz del Maestro itinerante que se
inclina sobre toda necesidad humana, que abraza a todos los que están
extraviados, a todos los necesitados de que su dignidad sea reconocida.
o
Este trueno es la voz tenue pero fuerte que resuena en el
interior de todo hombre y de toda mujer llamándonos a la conversión del
corazón, a recuperar nuestra humanidad
o
Este trueno que nos llama a dejar que se conmuevan
nuestras entrañas ante el dolor de nuestros hermanos y hermanas,
o
Trueno que nos llama a ser misericordiosos como lo es el
Padre cuya voz resuena sobre las aguas torrenciales.
SEGUNDA LECTURA Tito 2,11-14. 3,4-7
El autor de la carta se dirige a un “hermano”, cualquiera
de nosotros puede ser también este hermano o hermana, para comunicarle una
buena noticia
o
La gracia de Dios se ha manifestado para salvarnos y nos
ha enseñado…
o
Esta gracia, esta bondad de Dios es Jesús que nos ha
hablado y enseñado el camino que nos lleva a la salvación, que es la
recuperación de nuestra dignidad de imagen de Dios, y nos ha hecho hijos como
lo es él.
o
Y ha hecho esto entregándose a nosotros y por nosotros,
para que su amor, tan poderoso como la
voz de Dios sobre las aguas torrenciales, nos conquiste nos ayude a descubrir
donde está nuestro bien.
Dice el autor que Él nos ha salvado manifestándonos la
bondad de Dios
o
Y esto no porque
lo merezcamos, sino que lo ha hecho por su misericordia, porque nos ama, porque
somos suyos.
o
Misericordia que tiene también un significado de
fidelidad, fidelidad a sus promesas
o
Todo esto, esta salvación se ha obrado por obra de la
Santísima Trinidad que nos ha hecho nuevos a través del bautismo, por la
mediación de Cristo, nuestro salvador.
o
Esta gracia recibida en el bautismo nos hace herederos.
De nuevo la misericordia, misericordia que crea,
misericordia que recrea o salva, que no deja que la llama que se está apagando
se apague sino que reviva.
EVANGELIO – Lucas 3,15-16. 21-22
Ø La gente espera, la
persona de Juan les hace pensar que tal vez sea él el esperado, el mesías
anunciado y prometido a través de la voz de los profetas.
Ø Juan los saca de dudas
diciéndoles que no es él, que es alguien mayor que él, cuyo bautismo no será de
agua sino que será en el Espíritu y con fuego.
o
Fuego que destruye, fuego que purifica, fuego que quema
por dentro no solo lo que es malo, sino que es la fuerza que nos lleva a obrar
el bien con pasión
Ø Jesús está en la fila de
los que se bautizan confesando sus pecados
Ø Él no tiene pecado, antes
bien, Él viene para quitarlo, “este es el cordero de Dios que quita…”
Ø Tal vez ha ido con otros
jóvenes de su pueblito, ha ido atraído por esa fuerza, ese fuego, esa luz que
le hizo quedarse en el templo cuando era adolescente,
Ø Fuerza y atracción hacia
Yahveh a quien él experimenta como Abba.
Ø Y en el bautismo el Padre
nos revela a su Hijo, el predilecto en quien se complace
Ø Jesús oye la voz del
Padre que resuena en su interior como trueno, como luz, como fuego esplendoroso
que ilumina toda su vida.
Ø Sí, eso que sientes
dentro es verdad, Yo soy tu Abba, y tengo una misión para ti: anunciar a todos
que los amo, que mis entrañas de Padre se conmueven con misericordia ante las
miserias de mis hijos e hijas; y que me regocijo cuando obran de acuerdo a su
condición humana tal como los estoy creando.
Ø Sí, comunícales a tus
hermanos y hermanas quien soy yo, amándolos a todos como yo los amo.
Ø Sí, tú eres mi hijo predilecto, el único,
comparte esta filiación con todos, búscalos, ponlos sobre tus hombres, venda
sus heridas, seca sus lágrimas, haz todo esto aunque ellos no quieran oírte y
terminen quitándote la vida a ti que puedes darles la vida eterna.
Ø Tú que eres Dios como yo,
ámalos a todos con corazón humano para que puedan entender el verdadero amor
que soy Yo.
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No extrañe
quien estos apuntes leyere, que andan tan desconcertados, porque nunca había
pensado de escribir tales cosas, así que empecé con tanta confusión y
vergüenza, que no he sabido seguir orden ni concierto, y por esto muchas cosas
que deberían estar al principio, están en el medio y otras que deberían estar
en el medio, están al fin. También echarán a menos las fechas, y también es por
el mismo descuido mío pero no por falta de verdad, porque por la misericordia
de Dios siempre he aborrecido la mentira. Sea todo a mayor Gloria de Dios y de
mi Santísima Madre.
Venerable María Antonia París, Fundadora, Autobiografía 232.
En cuanto a las
Canonjías, ya no se mira tanto. Yo no diré que S. M. ni el Ministro hagan
simonías; pero Dios sabe si los pretendientes, con los que rodean a S. M. y al
Ministro, harán algunos pactos, regalos, etc., etc., que delante de Dios no
andarán muy bien; yo por esto no he querido jamás meterme en este ramo de
pretensiones y de Canonjías. ¡Ojalá que todos los sacerdotes buscaran el ser los
últimos entre sus compañeros, como enseñaba el divino Maestro! La mejor
canonjía es el amar mucho a Dios y salvar almas, a fin de tener un lugar
distinguido en la gloria del cielo. A buen seguro que más cuenta le tendrá a un
sacerdote el haber sido misionero que no el haber sido canónigo. Escoja, pues,
ahora lo que hubiera haber escogido en la hora de la muerte. San Antonio María Claret, Fundador, Autobiografía 631.
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, San
Antonio María. Autobiografía 631.
PARIS, María
Antonia. Autobiografía 232.
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