Monday, September 2, 2019


23 DOMINGO  DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – 2019

El domingo pasado las lecturas nos invitaban a la humildad, hoy la primera lectura y el evangelio nos hablan de la necesidad de la sabiduría, la prudencia

·       Sabiduría de reconocer que los pensamientos de Dios van mucho más allá de los nuestros

·       Prudencia de saber elegir en nuestra vida lo que es de verdad esencial.

LIBRO DE LA SABIDURÍA

ü  Basándose en el contenido y estilo literario de este libro, la fecha de su composición se sitúa hacia el 50 A.C.

ü  En un tiempo de grande agitación para los judíos.

ü  Se escribió en Alejandría de Egipto por un judío familiarizado con la cultura y lengua griega  

ü  Dios quiso a través de este libro mostrar al pueblo judío que la verdadera sabiduria estaba en la revelación de Dios y no en las religiones paganas.

ü  El libro puede dividirse en 3 partes:

o   Primera – La sabiduría divina y el destino humano en la vida y después de la muerte

o   Segunda, el autor pone palabras en boca de Salomón para alabar la Sabiduría y orar para obtenerla

o   La Sabiduría de Dios al guiar al pueblo en el éxodo, centrándose principalmente en la providencia  de Dios.

PRIMERA LECTURA – Sab 9,13-18b

v ¿Quién puede conocer lo que Dios piensa hacer?

v Los planes de los humanos son inciertos

v Nuestro cuerpo, nuestra parte material constituye un peso con sus muchas preocupaciones

v Y se nos hace difícil entender

v Cuando las cosas no son de aquí sino del cielo, ¿quién puede conocerlas?

v Sólo aquel a quien tú, Dios, le hayas dado la sabiduría, tu espíritu santo

v Así se hace recto el camino aquí en la tierra.

Qué interesante descripción.  Esta sabiduría no está limitada al pueblo de Israel, ni siquiera al pueblo cristiano, todo ser humano que vive su vida desde los valores que Dios ha puesto en nuestro corazón es capaz de vivir con esta sabiduría, que no está en los libros.

Cuántos de nosotros hemos conocido personas bien humildes con pocos conocimientos pero que respiran una paz, una capacidad de escucha y de consejo que nos dejan admirados.

SALMO RESPONSORIAL – Sal 90,3-4-5-6.12-13.14-17

R. (1) Tú, Señor, nuestro refugio.
Tú haces volver al polvo a los humanos,
Diciendo a los mortales que retornen.
Mil años para ti son como un día
que ya pasó; como una breve noche.
R.
Tú, Señor, nuestro refugio.
Nuestra vida es tan breve como un sueño;
Semejante a la hierba,
que despunta y florece en la mañana
y por la tarde se marchita y se seca.
R.
Tú, Señor, nuestro refugio.
Enséñanos a ver lo que es la vida
y seremos sensatos.
¿Hasta cuando, Señor, vas a tener
compasión de tus siervos? ¿Hasta cuando?
R.
Tú, Señor, nuestro refugio.
Llénanos de tu amor por la mañana
y júbilo será la vida toda.
Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos,
puedan mirar tus obras y tu gloria.
R. Tú, Señor, nuestro refugio.

v La primera estrofa que leeremos 

o   nos habla de la brevedad de nuestra vida, (mil años…)

o   de que participamos de la vida con el resto de lo creado (polvo)

v La segunda estrofa ofrece otras imágenes para describir esta brevedad

o   Un sueño

o   La hierba que hoy es y mañana ya no existe

v La tercera estrofa es una petición de sabiduría

o   Conocer de  verdad ¿qué es nuestra vida?

o   Sólo entonces seremos sensatos, sabios

o   Hay como una queja, por la tardanza en que esto ocurra

v  La cuarta estrofa es una oración

o   Pidiendo el gozo en nuestra vida

o   Para que podamos mirar las obras y la gloria de Dios

EVANGELIO  Lc 14,25-33

Lucas  nos presenta a Jesús diciendo una de esas afirmaciones que nos dejan pensativos y preocupados, ¿qué querrá decir?

Ø  Sólo si “odiamos” a los nuestros y a nuestra vida podremos ser sus discípulos

Ø  ¿Qué quieres decirnos Señor?

o   Tú que eres el autor de la Ley que nos manda amar a nuestros padres, y respetar toda vida, nos dices ahora que tenemos que “odiarlos” si queremos seguirte.

o   Odiar no tiene el significado que nosotros le damos ahora en nuestro tiempo, odiar es amar menos, es no preferir

o   ¿Nos estarás diciendo que te tenemos que amar, preferirte  a ti más a los nuestros y a nosotros mismos?

Ø  Sigue luego en este relato evangélico una serie de afirmaciones que tal vez nos aclaren lo que el Señor  nos está diciendo, recordemos que el tema de este domingo es la sabiduría

o   Quien  no lleva su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.

o   ¿Qué es la cruz propia?

o   Creo que es nuestro propio ser, nosotros mismos

o   Yo tengo que seguir a Jesús, tal como soy, no como lo sigue otro, soy yo quien necesita desarrollar una relación personal, de cercanía y de seguimiento de Jesús

o   Cada uno de nosotros lleva un cargamento positivo en su vida y otro negativo que a veces se nos hace tan pesado como una cruz.

o   La cruz puede ser también una relación, un ser amado que no nos corresponde o que no obra como nosotros deseamos, un trabajo pesado, ….

o   Cada cual de nosotros puede pensar en cuál es mi cruz con la que el Señor me llama a que le siga.

Ø  Jesús  nos da otra explicación mediante unas reflexiones de prudencia

o   Quién empieza a construir, si quiere acabar la obra, será mejor que calcule sus posibilidades actuales.

o   Porque si no hace esto va a ser objeto de  burla de quienes lo ven.

o   Qué pueblo que quiere entrar en guerra con otro  no calcula primero sus posibilidades para enfrentarlo y ganar la batalla.

o   Si ve que no puede, lo prudente será enviar una delegación de paz

Ø  Termina la lectura de hoy diciendo

o   Si no renunciamos a nuestras posesiones no podremos ser sus discípulos

Ø  Creo que esta última frase explica lo que significa “odiar a los suyos y a la propia vida”

o   No se trata de abandonar a los nuestros

o   Se trata de cambiar nuestra relación con ellos

o   De poseerlos para nuestra conveniencia, satisfacción, egoismo, pasar a una relación de amor desinteresado, no para nuestro provecho sino para el bien de los que amamos. De querer pasar a amar.

Ø  Porque lo que sí estamos llamados a hacer es a poner al Señor por encima de todo cuanto “poseemos” ¿Qué es lo que posees y no quieres dejar?

SEGUNDA LECTURA Flm 9-10,12-17

Esta carta de Pablo a Filemón tiene un solo capítulo, por eso lo que citamos son los versículos.

*     Pablo se  nos presenta como un hombre anciano y además en prisión

*     Habla a Filemón que es cristiano como a un amigo, un compañero

*     Le habla en favor de un  tal Onésimo que Pablo considera como su hijo “engendrado” en su cautiverio y al que ama entrañablemente

*     Por lo que dice esta lectura, Onésimo era esclavo de Filemón y se escapó, llegando a encontrarse con Pablo que lo “engendró” a la fe en Cristo

*     Ahora envía de nuevo a Onésimo a Filemón para que lo reciba de vuelta, que no lo acuse ante las autoridades, pero que lo reciba como hermano en la fe

*     ¿Y por qué Pablo puede pedir esto? Porque Pablo y Filemón son amigos, compañeros.



 RINCON CLARETIANO



Todo lo que Dios Nuestro Señor se ha dignado manifestarme tocante al estado de la Santa Iglesia, todo se encontrará en los apuntes que entregué a mi Prelado, en 9 de junio de 1856, por mano de mi confesor D.N.N. [Curríus]  Las notas particulares que hay en dichos apuntes no deben ser presentadas  porque no me las dijo Nuestro Señor para hacerlas públicas por ahora sino para un aviso de amigo para el interesado. Antes quiere que estén ocultas hasta que el mismo sujeto las publique, si a él le parece bien para gloria de Su Divina Majestad. Tanto como esto lo quiere Dios Nuestro Señor. Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 81.



Desde muy niño me dieron unas cuentas de rosario que agradecí muchísimo, como si fuera la adquisición del mayor tesoro, y con él rezaba con los demás niños de la escuela, pues al salir de las clases por la tarde todos formados en dos filas, íbamos a la iglesia, que estaba cerca de allí, y todosjuntos rezábamos una parte de Rosario, que dirigía el maestro.'

Siendo aún muy niño, encontré en mi casa un libro que se titulaba el Roser, o el Rosal, en que estaban los misterios del Rosario, con estampas y explicaciones análogas. Aprendí por aquel libro el modo de rezar el Rosario con sus misterios, letanías y demás. Al advertirlo el maestro, quedó muy complacido y me hizo poner a su lado en la iglesia para que yo dirigiera el Rosario. Los demás muchachos mayorcitos, al ver que con esto había caído en gracia del buen maestro, los aprendieron también, y en adelante fuimos alternando por semanas, de modo que todos aprendían y practicaban esta santísima devoción, que después de la Misa es la más provechosa. San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 44-45.


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