19 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - A – 2020
ü Hoy el evangelio es una llamada a confiar en Jesús que nos
dice “ánimo, soy yo”.
ü En la primera lectura el profeta Elías reconoce la presencia de Dios
en la brisa suave.
ü Y Pablo en su carta a los
Romanos nos dice que sufre por su pueblo, y desea que todos conozcan a Jesús.
LIBRO LOS
REYES
Ø Los dos libros de los
Reyes son la continuación de los dos libros de Samuel.
Ø En la Biblia Hebrea los
libros de los Reyes constituyen un solo libro llamado Melakim.
Ø En la traducción griega
(LXX) y en la traducción latina (Vulgata) se les llama tercero y cuarto de los
Reyes ya que los dos libros de Samuel se llaman primero y segundo de Reyes.
Ø Forman parte de la
Historia Deuteronomista que va desde la entrada en la tierra prometida (Josué)
hasta el destierro de Babilonia (587 a.C). Esta colección de libros era llamada
por los judíos: profetas anteriores.
Ø Actualmente en nuestras
Biblias católicas los llamamos 1 y 2 de Samuel , 1y2 de Reyes.
Ø La lectura está tomada de
la parte del primer libro de Reyes en la sección que llamamos el ciclo de Elías
1Re 14-2Re1, es decir la parte del libro que está dedicada a contarnos la
historia de Elías.
PRIMERA LECTURA 1Re 19,9ª,11-13a
Ø Elías se encuentra en el
monte de Dios el Horeb.
Ø Debido a que en la Biblia
se narran algunos episodios repetidos ocurriendo indistintamente en el Horeb o
en el Sinaí algunos han llegado a pensar que es un solo monte con dos nombres.
Ø Para los que opinan es el
mismo Horeb seria el nombre usado por
los Madianitas y Sinaí por los Cananeos y Amorreos; el nombre de Horeb parece
aludir a la sequedad de la región, mientras que Sinaí se debería a su cercanía
al desierto de Sin.
Ø Sin embargo hay evidencia
también para pensar que son dos lugares
diferentes.
Ø Elías ha hecho caer una
sequía sobre todo el país, pero ya ha orado y el Señor les ha mandado la
lluvia.
Ø Ahora Elías se dirige al
Horeb y allí espera a Yahveh
Ø Dios le habla y le dice
que va a pasar delante de Él.
Ø Se dan diferentes
manifestaciones atmosféricas y Elías no percibe la presencia de Dios, sino
cuando percibe una brisa suave.
Ø En la Escritura muchas
veces las teofanías van representadas por rayos, relámpagos, muchas
manifestaciones meteorológicas, pero aquí
Dios quiere enseñar a Elías algo más
acerca de si mismo, Dios está en la paz, Dios es Dios de paz, de ternura.
Ø También Elías ha
trabajado mucho para transmitir a su pueblo la Palabra de Dios, ha sufrido
mucho, tiene más años y ahora es como la tierra que está preparada para
recibir la semilla, el corazón de Elías, hombre fogoso, hombre de fuego cuya
palabra ha parado la lluvia por largo tiempo, ahora puede descubrir otra faceta
del Dios al que ama con todo su ser. Dios se manifiesta en la suavidad de una
brisa, eso mismo hace en nuestro corazón por eso necesitamos pararnos y
escuchar atentamente este susurro de Dios en nuestro corazón.
Ø
SALMO RESPONSORIAL Sal 85, 9. 10.
11-12. 13-14
R. (8) Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria del Señor habitará en la tierra.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Cuando el Señor nos muestre su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria del Señor habitará en la tierra.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Cuando el Señor nos muestre su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Ø La promesa de la paz para
los que se convierten, y esto es ciertamente una realidad quien se acerca más
al Señor descubre poco a poco esta paz llena de gozo y de energía que da la
proximidad a Dios.
Ø La paz porque la cercanía
de Dios me ilumina para que vea mi pecado y lo ponga humildemente ante Dios
para que me sane.
Ø Parecería que el salmista
quiere decirnos que amor y justicia son realidades semejantes y que la verdad y
la paz lo son también.
EVANGELIO Mt 14,22-33
v Jesús pide a sus
discípulos que vayan a la otra orilla y allí le esperen. ¿Cómo pensaba él
llegar a la otra orilla?
v Despide a las personas
que habían ido para ser curados y a los que alimentó, y ahora ya solo se
entrega en la soledad del monte a dialogar con su Padre.
Esto es por lo que había venido, pero la compasión no le permitió desatender
a
tantas personas necesitadas y enfermas que lo estaban esperando.
v Mientras él está en
oración en la soledad y silencio de la noche, los discípulos están en medio del
mar y su barca está en peligro a causa del
viento fuerte.
v Jesús va hacia ellos
caminando sobre el mar.
v Los discípulos andan
asustados ante el peligro de muerte en que se encuentran
v Al ver a Jesús que va
hacia ellos se asustan todavía más, creen es un fantasma.
v Y Jesús los tranquiliza
identificándose, SOY YO, no teman.
v Pedro, impetuoso, como
siempre, hombre práctico e inclinado a lo que es concreto y palpable, le pide
de poder caminar sobre las aguas como él y así poder estar seguro de que es el
Señor y no un fantasma.
v Y Pedro se lanza al
mar guiado por su corazón impetuoso,
¡oh! maravilla puede caminar como si el agua fuese tierra firme; pero viene la duda, se da cuenta de que
camina sobre agua y se olvida de que Jesús es quien le ha dicho “ven”… y
empieza a hundirse. Jesús lo sostiene y le reprocha ¡hombre de poca fe!
v Al llegar Jesús a la
barca los vientos se calman, y aquellos hombres se sobrecogen, se asustan, y
seguramente se avergüenza de haber temido y le gritan ¡Verdaderamente, tú eres
el hijo de Dios!
v Creo que este evangelio
nos puede ayudar mucho en este momento de nuestra historia humana, a nosotros los seres humanos que vivimos sobre nuestro
planeta tierra, y experimentamos el dolor, la muerte, la impotencia, nuestra
limitación y pobreza y nuestro pecado.
v Como aquellos discípulos
hace más de 2000 años clamamos llenos de miedo a Jesús ¡Ten compasión de
nosotros, que no sabemos qué hacer en medio de esta pandemia que sufrimos! Hagamos silencio fuera y dentro de nosotros
para poder escuchar a Jesús que nos dice ¡hombre, mujer de poca fe, Yo he
vencido la muerte! Como Pedro tomemos la mano que Jesús nos extiende y
escuchemos para descubrir modos de colaborar juntos en la lucha contra el mal
que nos envuelve dentro y fuera de nosotros.
SEGUNDA LECTURA Rom 9,1-5





RINCON CLARETIANO
Cuando ya estaba el buque tan lleno de agua
que entraba por la abertura que dejo referida, y ya humanamente no podía
sostener más, sino que era preciso hundirse, entonces va al despensero, en
Santa Bárbara, a buscar azúcar movido por una fuerza interior; como él mismo
confesó, porque ni tenía necesidad de aquel azúcar, ni en tal hora (eran las 4
de la mañana) nunca iban en tal lugar. Mas Dios Nuestro Señor que se tomó tan
en cuenta esta navegación, quiso avisar el peligro cuando no había ya remedio
humano, para que fuese más manifiesto el prodigio, y así que entró el
despensero en Santa Bárbara, se encontró en una balsa de agua inmensa, pues había
entrado tanta que ya llegaba a siete palmos en alto de un hombre.
Había hecho yo muchos actos de abandono y ofrecimiento en brazos de la
Divina Providencia, en medio de tantos peligros, cierta y segurísima que a Dios
nunca le faltan medios ni en el mar ni en la tierra, para socorrer las
necesidades de sus hijos, hasta en aquel espacio inmenso de aguas, en donde no
teníamos otro refugio que las encrespadas olas. Esta fe tan viva que ha puesto
Dios en mi alma, me hacía descansar en medio de tantos sobresaltos, y así quiso
Dios en esta ocasión dar prueba de que no queda confundido quien en su poder
infinito tiene toda su esperanza. Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras
Claretianas, Autobiografía 146 y 149.
Continuamos el
viaje hasta Cuba con suma felicidad y admirable orden. La cámara estaba
dividida en dos partes; del palo mayor a la popa estaba yo con todos mis
agregados, y del mismo palo mayor a la proa estaban todas las Hermanas,
enteramente incomunicadas con unas puertas persianas que había de por medio.
Nosotros, todos los días por la mañana en hora fija nos levantábamos, nos
lavábamos, etc., y teníamos media hora de oración mental en común. Las Hermanas
en su departamento hacían lo mismo, concluía la oración mental, celebraba la Misa
en la misma cámara, en un altar que habíamos armado. Yo celebré todos los días
de la embarcación, y oían la Misa todos los de mi comitiva, y también todas las
Hermanas desde su departamento, quienes al efecto abrían entonces las puertas
que había en la línea divisoria. Las Hermanas y todos los sacerdotes comulgaban
, menos uno, que se reservaba para celebrar la segunda Misa que había cada día
en acción de gracias. Y el sacerdote que celebraba la segunda Misa andaba por
turno, por manera que cada día en el buque se celebraron dos Misas, una yo y
otra uno de los Sacerdotes, por turno.
Al llegar al Golfo de las Damas, yo empecé la misión encima cubierta.
Todos asistían, todos se confesaron y comulgaron en el día de la Comunión
general, tanto viajeros como de la tripulación, desde el capitán hasta el
último marinero, y siempre más quedamos muy amigos, de modo que en cada viaje
que hacían nos venían a visitar… San Antonio María Claret, Fundador de las
Misioneras Claretianas, Autobiografía 506 y 509.
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio María Claret. Autobiografía.
PAGOLA, José A. El camino abierto
por Jesús. PPC 2012
PARIS, María Antonia, Autobiografía
SCHÖKEL, Luis Alonso. La Biblia de nuestro pueblo.
Biblia del peregrino América Latina. 2015.
STOCK, Klemens. La Liturgia de la Palabra. Ciclo A (Mateo) 2007
SAGRADA BIBLIA. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española,
Madrid 2012.
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