«
El
domingo próximo se celebra el domingo mundial de las misiones. Tendremos la
opción de usar las lecturas propias del domingo XXIX del tiempo ordinario, o
las correspondientes al día de misiones.
«
Esta
reflexión la haremos sobre las lecturas del domingo XXIX
«
Las
lecturas nos vuelven a hablar de servicio, pero un servicio que se da
entregando la propia vida, entregándonos nosotros mismos.
PRIMERA
LECTURA: Is 53,10-11
Ø
El
siervo es fiel a Dios, Isaías en el verso 10 parece decirnos que el siervo ha
sido triturado, machacado, no por sus pecados (v.9) sino por los pecados
ajenos.
Ø
A
través de su sufrimiento, del ofrecimiento de su vida el Siervo tendrá una gran
descendencia que verá en una vida larga. Para el pueblo de Israel, y para otros
pueblos, la vida larga era sinónimo de bendición de Dios, para aquellos que con
su vida agradaban a Dios, hacían su voluntad.
Ø
Como
consecuencia de su aflicción, de su ofrecer su vida, el Siervo verá la luz. La
luz es siempre símbolo de la presencia de Dios, de todo aquello que se
relaciona con Dios, con el amor, con la verdad.
Ø
Por
sus sufrimientos justificará a muchos, y quitará su culpa. Sus sufrimientos tienen carácter de
intercesión y de rescate, por eso justificará.
Ø
Hermosa
imagen de la misión del Siervo, en quien
la reflexión posterior de la Iglesia ha visto una profecía de Jesús, de
su vida de su misión, de su entrega incondicional en la cruz para la salvación
de muchos, de todos.
Ø
La
Iglesia nos invita a través de las lecturas de cada domingo a seguir el mismo
camino de Jesús, hoy nos invita a que ofrezcamos nuestras vidas al Señor para
que las una a su sacrificio redentor a favor de los hombres y mujeres nuestros
hermanos y hermanas.
SALMO RESPONSORIAL – Sal. 33
QUE TU AMOR NOS ACOMPAÑE, SEÑOR, COMO LO ESPERAMOS DE TI
ü
El proyecto de Dios es instantáneo, pero su
realización en nuestra historia toma tiempo, a veces muy largo tiempo, y Dios
nos acompaña y protege en todo este caminar por la historia.
ü
El
Señor, como dice el salmo, ama la justicia y el derecho, y su bondad llena toda
la tierra. ¡Qué palabras tan consoladoras!
ü
El
Salmista sigue diciéndonos palabras de paz y consuelo: los ojos del Señor se
posan sobre los que le temen, sobre los que esperan en su bondad.
ü
La
última estrofa que diremos este domingo es como un suspiro del alma: nuestra
alma espera al Señor, que es nuestra ayuda y escudo. Con esta protección ¿a
quién temeremos?
EVANGELIO Mc 10:35-45
«
En
los versículos anteriores hemos leído la historia del hombre que desea alcanzar
la vida eterna, pero que no puede dejar las riquezas en las que ha puesto toda
su seguridad, y se va triste porque él mismo se priva de seguir al maestro
bueno.
«
Los
discípulos han oído cual será la recompensa de los que, como ellos, han dejado
todo para seguir al Maestro.
«
Ahora
los dos hermanos, llamados en otra parte “los hijos del trueno” vienen a pedir
un trato de preferencia para ellos. (En el evangelio de Mateo es su madre la
que hace la petición a Jesús)
«
En la
gloria, en el reino futuro, en la eternidad ellos quieren sentarse en lugares
de honor, no han entendido la lección que Jesús ha querido dar al hombre que
quiere alcanzar la vida eterna, no han entendido tampoco la lección sobre
servir que les dio unos días antes. El primero será el último, el que quiere
ser más importante que otros tendrá que servirlos.
«
Esta
es la eterna debilidad de todos los que somos humanos, deseamos ser únicos, los
primeros, los más importantes, pero lo buscamos lejos de lo que Dios nos enseña
y lejos de lo que nos puede hacer felices, porque nos plenifica.
« Y Jesús les asegura que beberán su cáliz,
es decir que cumplirán lo que Dios les tiene preparado
« También les asegura de que serán
bautizados con el mismo bautismo que Jesús, es el bautismo de su muerte en la
cruz
« Es decir que les asegura que estarán muy
cerca de él, tan cerca que compartirán su cruz, pero lo de los puestos
importantes no le corresponde a Él. Me parece que en el reino del Padre no hay
puestos más importantes unos que otros, pues el único importante es Dios, los
demás somos todos siervos buenos algunas veces,
inútiles otras.
« En el Sínodo sobre la Nueva Evangelización
que se está celebrando ahora en el Vaticano, un obispo filipino dijo algo muy
interesantes, más que interesante diría verdadero que nos ha de ayudar a
reflexionar sobre nuestras misión evangelizadora como Iglesia y como miembros
de la comunidad eclesial:
o
Se
pregunta por la indiferencia hacia la iglesia y su mensaje, o sobre la
antipatía hacia la iglesia y dice que
o
La
nueva evangelización nos llama a una nueva humildad
o
El
Evangelio no puede convivir con el orgullo. Cuando el orgullo se apodera del
corazón de la Iglesia, se daña el anuncio del evangelio
o
La
tarea de la nueva evangelización tiene que empezar con un sentido de gran
admiración y reverencia hacia la humanidad y su cultura. Esto es como el eco
del Concilio Vaticano II que tuvo una mirada optimista y positiva sobre la
bondad del mundo y sobre los logros de la humanidad
o
La
evangelización ha sido lastimada y sigue siéndolo por causa de la arrogancia de
sus mensajeros.
o
La
jerarquía tiene que eliminar la arrogancia, la hipocresía, no puede cubrir como
si no existiesen sus faltas. Porque sigue diciendo “somos humanos en medio nuestro rebaño”
o
Y
sigue diciendo: “Nuestra misión está en proponer nunca en imponer. “
« Palabras estas que son fuertes dichas por
uno de los maestros y pastores de la Iglesia. Pero son palabras para todos y
cada uno de nosotros, qué hermoso que reconozcamos que necesitamos regresar a
ser humildes, pequeños, uno de tantos, porque solo entonces podremos ser
levadura en la masa. Sólo entonces de verdad seremos de los que necesitan de
médico, necesitan de Jesús, y por nosotros ha venido.
Quiera nuestro buen Maestro que es humilde, diría es la humildad misma,
enseñarnos la belleza de esta virtud que es la verdad.
SEGUNDA LECTURA: Heb 4,14-16
ü
Tenemos
un sumo sacerdote que ha entrado en el santuario del cielo
ü
Este
sumo sacerdote es Jesús, el Hijo de Dios
ü
Este
sumo sacerdote, Jesús, es capaz de comprender nuestra condición ya que la ha
compartido con nosotros, él sabe de nuestras debilidades, porque también el ha
sentido la debilidad de su carne, porque ha sido probado en todo como nosotros,
menos en el pecado.
ü
El no
puede caer en el pecado porque el pecado es volver a la nada, es dejar de ser
humano y esto no puede pasar en él, porque él es la vida, él es Dios mismo.
ü
El autor de la carta nos invita a acercarnos
al trono de la gracia, de la misericordia para encontrar su ayuda.
o
El
trono hermoso símbolo de la autoridad de nuestro sumo sacerdote, símbolo porque
en el reino de la eternidad no hay tronos, pero para que nosotros entendamos la
Escritura nos habla con palabra e imágenes humanas.
o
Es un
trono de gracia, de misericordia, de bondad, palabras todas que el Antiguo
Testamento usa para describir a Dios, de quien es propio la compasión, la
misericordia.
Funde
bien la madre maestra a sus novicias desde sus principios en las tres virtudes:
fe, esperanza y caridad, de las cuales nacen todas las demás virtudes y
perfección evangélica y sin ellas todas las demás son como un cuerpo sin alma.
La fe, las hace caminar sin tropiezos en
la oscuridad y noche de la ignorancia; la esperanza las enseña a vivir siempre
en los brazos de la divina providencia (...) y la caridad, las anima a
emprender las obras más arduas y perfectas, y las enciende en vivos deseos de
trabajar para la santificación de sus prójimos, sin descuidar la suya propia. Palabras de Maria Antonia París,
Fundadora, citadas en las Constituciones
de las Misioneras Claretianas, 82.
Los Santos Padres, para
dilucidar más esta materia, se valen de la comparación de la gallina y dicen:
¡Mirad qué amor, qué cuidado y qué celo tiene una gallina por sus polluelos! La
gallina es un animal tímido, cobarde, espantadizo mientras no cría; pero cuando
es madre tiene un corazón de león, trae siempre la cabeza levantada, los ojos
atentos, mirando a todas partes por pequeña apariencia de peligro que se le
presente para sus polluelos. No se pone enemigo delante de ella que no acometa
para defenderlos, viviendo en un perpetuo cuidado que la hace continuamente
vocear. Y es tan grande la fuerza del amor que tiene a sus hijos, que anda
siempre enferma y descolorida, ¡Oh qué lección tan interesante de celo me das,
Señor, por medio de la gallina!. San Antonio
María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 380.
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio María. Autobiografía.
PARIS, María Antonia. Autobiografía en Escritos.
SCHÖKEL, Luis Alonso. LA BIBLIA DE
NUESTRO PUEBLO. Misioneros Claretianos. China 2008.
The Catholic Study Bible, second
edition.
Información sobre el Sínodo de la “Nueva Evangelización” tomada de Whispers
in the Loggia.
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