El tema de este domingo es la vida. El tercer domingo de cuaresma, primer
escrutinio, vimos el símbolo o significado del agua, a la Samaritana el Señor
le ofrece y le da el agua viva, que ella acepta. El cuarto domingo, segundo
escrutinio y domingo de Laetare vimos
el símbolo de la luz. El ciego deja que la luz ilumine su corazón y cree. Hoy
quinto domingo de cuaresma, tercer escrutinio, vemos el significado o símbolo
de la vida, vida de la gracia que el elegido recibe el día de su bautismo
simbolizada con la vestidura blanca que se le entrega a cada neófito.
Primera Lectura. Libro de Ezequiel
Ø Libro
profético con una gran variedad de
formas literarias.
Ø El
profeta desarrolló su ministerio en los tiempos más difíciles y decisivos de la
historia de Israel, entre los exiliados a Babilonia en 593-57 A.C. Probablemente
se contaba entre el número de los exiliados.
Parece ser que como Jeremías, también
Ezequiel se había opuesto a las intrigas políticas de su tiempo que
pretendieron oponerse y enfrentarse al poder Babilonio.
Ø Este
libro está actualmente colocado después de Isaías y Jeremías
Ø No
siempre ocupó este lugar, en un tiempo el orden era:
o Jeremías
que profetiza desgracia, castigo
o Ezequiel
empieza así y termina anunciando consolación
o Isaías
que es todo consolación
Ø Los
oráculos en el libro de Ezequiel siguen el siguiente orden cc 1-24 oráculos de juicio contra Israel
cc.25-48 ofrece gran variedad de palabras de consuelo y esperanza. Es decir
empieza de forma negativa y termina en forma positiva.
Ez 37,12-14
« El
fragmento que leeremos este domingo pertenece a la segunda parte, la parte de
consolación.
« Ciertamente
el texto es de consolación.
o Usando
la imagen de los muertes saliendo de sus sepulcros
o El
profeta anuncia al pueblo que la restauración
después de terminar el sufrimiento del exilio será como el gozo de estos
muertos saliendo vivos de sus sepulcros.
« Cuando
esto suceda el pueblo sabrá que Dios es el Señor.
« En
nuestra vida, cuando el sufrimiento se cambia en gozo, reconocemos con alegría
que de verdad Dios es el Señor, el único que puedo cambiar nuestro luto en
danza.
Rm 8,8-11







Evangelio Jn 11,1-45
ü Este
signo, el milagro de Lázaro demuestra que el Padre ha dado a su Hijo Jesús
poder sobre la vida y sobre la muerte.
ü En
los evangelios de Marcos y de Lucas (Mc
5,22-23; Lc 7,11-16) el Señor devuelve a la vida alguien que acaba de morir.
ü Pero
en el caso de Lázaro ya han pasado los días suficientes para que el espíritu se
haya ya separado del cuerpo, y éste haya empezado a descomponerse.
ü Así
se muestra que Jesús tiene poder sobre la muerte y es Señor de la vida.
ü Lázaro,
el hombre muerto, es el hermano de Marta y María quienes el evangelio de Lucas nos las presenta dando
acogida en su casa al Maestro; al que María escucha y Marta se afana en servir.
ü En
vv. 9 y 10 hay un juego de palabras y significados con la luz y la tiniebla.
Jesús es nuestra luz, con él no tropezamos porque su luz nos ilumina, podemos
hacer las obras del espíritu(de que nos habla la carta a los Romanos) pero cuando nos alejamos de Él tropezamos
porque no vemos, nos falta su luz y hacemos las obras de la carne (como nos
dice la carta a los Romanos).
ü Jesús
tarda en ir a ver a Lázaro, espera que haya muerto, y dice a sus discípulos que se alegra porque
esto les ayudará en su camino de fe.
ü El
evangelista nos presenta a las dos hermanas reaccionando de una manera muy
parecida a como nos las presenta Lucas en su evangelio.
o Marta,
la mujer de acción, sale apresuradamente para encontrar a Jesús que todavía no
había llegado
o María
no se mueve hasta que su hermana le
comunica que el Maestro la llama
ü El
diálogo de cada una de estas dos mujeres con Jesús tiene algún parecido:
o Las
dos le dicen a Jesús, tal vez le reclaman que ha tardado en venir. Ellas
piensan que el Señor tiene que estar presente para obrar el signo.
o Jesús
habla a Marta, como hizo con la Samaritana, también intenta llevar a Marta de
plano natural al de la fe en la
resurrección en el último día, a creer que Jesús tiene el poder de dar de nuevo
la vida a Lázaro.
o Para
esto Marta tiene que creer que Jesús es la resurrección y la vida. “Sí Señor,
creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”.
o La
Samaritana recibió la hermosa revelación de que Jesús era el Mesías, el ciego
de que Jesús es el Hijo del Hombre, Marta que Jesús es la resurrección y la
vida.
ü Los
que están con las hermanas para consolarlas, se preguntan por qué si Jesús
había dado la vista al ciego, no pudo impedir que Lázaro muriera. De nuevo
estas preguntas que todos nos hacemos cuando no entendemos la lógica del actuar
de Dios. Porque lo que necesitamos no es entender sino confiar, tener una fe
incondicional en su amor.
ü De
nuevo Jesús dialoga con Marta para llevarla a la fe incondicional, a pesar de
no entender ni ver, sólo así verá la gloria de Dios. Sólo cuando nos
rendimos totalmente en sus brazos podemos gozar de la libertad que nos deja
volar al romper todas nuestras cadenas.
ü Lázaro
regresa a la vida, transformado liberado por Jesús. Desátenlo y déjenlo ir.
ü Los
que vieron el signo prodigioso, creyeron, por eso había ya dado gracias Jesús a
su Padre porque este signo haría que creyeran en el Padre. (v. 41a-42)
ü Los
que nos ven ¿se sienten arrastrados a dar gracias a Dios?
Mas como Nuestro Señor me
había dado a mí más resolución que a él, de ningún estorbo sirvió, antes
conociendo que todo era trampa del demonio para impedir el viaje, puse toda mi
confianza en Dios segura y cierta que andaría siempre bajo de su sombra; y con
buen guardador nadie podría ofenderme. Y así salimos de Tarragona para Barcelona,
el mismo día que teníamos señalado, que fue el 12 de febrero del año 1852. Di
el último adiós a mi cara Patria pasando por delante la casa de mis estimados
padres a las tres de la madrugada: me paré un poco pensando en la alegría que
tendría toda la familia si les daba el último abrazo; pero como tenía mis
brazos ofrecidos a la Cruz de mi Señor Jesucristo, y mi corazón bien
desprendido de todo lo que es carne y sangre, no tuve en nada el pasar en
silencio sin decirles adiós. María Antonia París, Fundadora de las Misioneras
Claretianas, Autobiografía 131.
Así empezamos y así seguíamos guardan(do)
estrictamente una vida perfectamente común. Todos íbamos trabajando en el
sagrado ministerio. Concluídos los ejercicios que yo di a la pequeña y naciente
Comunidad, me dijeron que diera otros ejercicios espirituales al clero de la
ciudad de Vich en la Iglesia del Seminario. Cuando he aquí que el día 11 de
agosto, al bajar del púlpito al concluir el último acto, el Ilmo. Sr. Obispo me
manda que vaya a Palacio, y al llegar allí me entregó el Real Nombramiento,
fechado del día 4 de agosto, para el Arzobispado de Cuba. Yo quedé como muerto
con tal noticia. Dije que de ninguna manera aceptaba y así supliqué al Sr.
Obispo que se dignase con(tes)tar por mí diciendo que de ninguna manera
aceptaba. San Antonio
María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 491.