- En los domingos tercero,
cuarto y quinto de Cuaresma la liturgia nos presenta diferentes temas
bautismales (agua, luz, vida).
- Estas lecturas se encuentran
solamente en el ciclo A.
- Durante estos tres domingos los catecúmenos harán los escrutinios, o ritos penitenciales de auto-examen que les ayudará en su camino hacia los Sacramentos de Iniciación.
PRIMERA LECTURA – Ex 17,3-7
Ø En el capítulo 15 del
libro del Éxodo, hay otra escena con agua, allá no la pueden beber por ser
aguas amargas.
Ø Ahora están cansados y
sedientos, quieren agua.
Ø No atacan, en realidad, a
Moisés, a quien atacan es a Dios. Creen que Dios no es capaz de cuidarlos en su
camino por el desierto
Ø Su concepto de Dios es
todavía muy primitivo. Dios es quien soluciona todas las dificultades. Al paso
del tiempo, el Pueblo de Israel en su camino de fe aprenderá poco a poco a
conocer al verdadero Dios. Sus profetas les dirán que Dios desea tener una
relación personal e íntima con todo el Pueblo y con cada una de
las personas que lo forman. Más aún, Dios quiere tener esta relación con todo
ser humano.
Ø Moisés clama a Dios, y
Dios responde como siempre, como un padre cuidadoso y amoroso.
Ø Toma contigo a los
ancianos, para que sean testigos de lo que voy a hacer. Golpea la roca con el
bastón con el que golpeaste el río.
Ø Y el agua fluyó en
abundancia.
Ø La última frase de la
lectura de este domingo nos da a entender el verdadero significado de las
quejas del Pueblo, dudan de Dios, ¿está Dios con nosotros?
Ø ¿No es acaso este
comportamiento muy parecido al nuestro? Cuántas
veces dudamos de que Dios esté con nosotros, cuantas veces creemos que nos ha
abandonado porque no lo sentimos, no experimentamos su presencia. Nuestra falta
de fe=confianza se parece mucho a la del pueblo de Israel en este episodio de
su historia.
SALMO
RESPONSORIAL - Salmo 95, 1-2, 6-7, 8-9
Si hoy
escuchan la voz del Señor no endurezcan el corazón
¡Vengan, cantemos con júbilo al
Señor,
aclamemos a la Roca que nos
salva!
¡Lleguemos hasta él dándole
gracias,
aclamemos con música al Señor!
¡Entren, inclinémonos para
adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el
Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él
apacienta,
las ovejas conducidas por su
mano.
Ojalá hoy escuchen la voz del
Señor:
«No endurezcan su corazón como en
Meribá,
como en el día de Masá, en el
desierto,
cuando sus padres me tentaron y
provocaron,
aunque habían visto mis obras.
ü Este salmo nos invita a
no endurecer nuestro corazón a la voz y presencia de Dios en nuestra vida.
ü Nos hace mirar a la
historia de nuestro pueblo, a nuestros antepasados y a ver como no obedecieron,
no se fiaron, no confiaron, no tuvieron fe a pesar de haber visto las
maravillas que Dios hizo por ellos en la liberación de la esclavitud.
ü Dediquemos un tiempo esta
semana a recordar, hacer memoria de las maravillas que Dios ha obrado en
nosotros a lo largo de nuestra vida.
SEGUNDA LECTURA – Rom 5,1-2. 5-8
o
Hemos sido hechos
justos por la fe. Justo viene de justificar. En el oficio de carpintería se
decía de un tablón que tenía que ajustarse completamente a otro al hacer muebles o cualquier otra cosa de
madera.
o
Justificación hacer que podamos ajustarnos a la medida de
Dios. Dios nos justifica nos hace como Él.
o
Dios puede justificarnos si confiamos en él, si le
dejamos hacer.
o
Al dejarnos justificar por Dios mediante la fe en él,
tenemos también esperanza, confianza, seguridad en sus promesas.
o
La esperanza no nos engaña porque Dios ha derramado su
amor en nosotros cuando nos ha dado su Espíritu Santo.
o
Y la confianza, la seguridad, la esperanza de la
salvación se apoya en el hecho de que Cristo murió por nosotros que estábamos
lejos de Dios.
o
Pablo hace aquí una reflexión interesante, hace ver que
nadie da su vida por una persona malvada, que tal vez con dificultad se puede
dar el caso de quien tiene el valor de dar su vida por una buena persona.
o
Pero Dios nos da prueba de su amor por nosotros en el
hecho de que Cristo muere por nosotros pecadores, enemigos de Dios.
o
¿Todavía dudaremos de su amor?
EVANGELIO :
Jn 4,5-42
Este episodio del evangelio de Juan tiene la estructura de una obra de
teatro con diversos cuadros:
PRIMER CUADRO
« Jesús decide viajar a
Galilea,
« estando en Judea el
camino más corto es pasar por Samaría, va con sus discípulos.
« Jesús retorna a su
pueblo, al lugar amado y conocido, regresa a casa. Pero para eso tendrá que
pasar por un lugar donde puede encontrar rechazo.
SEGUNDO CUADRO (éste es el más largo)
« Llega al pueblo
donde se encuentra el pozo de Jacob
« Jesús está cansado
del camino, como cualquiera de nosotros, y se sienta junto al pozo
« Juan nos dice
expresamente que era mediodía, hora que
no es la usual venir a buscar agua, pero
por lo que oiremos a continuación tal vez, por su vida poco ejemplar, no podía
juntarse con las demás mujeres del pueblo.
« Jesús toma la
iniciativa, Dios siempre toma la iniciativa, y le pide agua a la mujer
« Mientras tanto sus
discípulos se han ido a buscar comida al pueblo
« La mujer se extraña
que este judío, este extranjero le hable siendo ella samaritana y no solo le
hable sino que le pide agua
« Jesús sigue
hablando aunque ella se hace la que no entiende, “Si conocieras el don de Dios,
tú le pedirías de beber y te daría agua viva.
« Sigue la mujer
respondiendo a Jesús, Señor, (ya cambió su forma de dirigirse a él le llama
Señor) no tienes con que sacar el agua, acaso eres más grande que nuestro padre
Jacob….
« Jesús sigue
hablándole sin responder a algunas de las cosas que dice, sino que la va
llevando a otro nivel de conversación “El que bebe…. Tendrá sed, pero el que
beba del agua que Yo le daré….
« La mujer se
entusiasma con la idea de no tener que regresar al pozo a buscar agua “Señor
dame de esta agua de que hablas….
« Y Jesús, que quiere
darle esta agua viva de la que ella está sedienta sin saberlo, da un salto en
su conversación y le habla de sus maridos, la invita así a mirar su vida, a
entrar dentro de si, ir de lo externo superficial a lo interno donde lo hallará
a él.
« La mujer muy
sincera le dice que no tienen, y Jesús le recuerda que ha tenido 5 y que el que
tiene ahora no es suyo tampoco. (simbolismo de los 5 ídolos de Samaría)
« La mujer ante estas palabras de Jesús lo
reconoce como profeta y tal vez porque desea saber o porque desea evadir el
terreno donde Jesús la está llevando, saca la conversación de donde hay que dar
culto a Dios.
« Jesús explica como
el Padre desea el culto y termina “Los adoradores en espíritu y verdad”
« El culto al Padre no está ligado a ningún
lugar, todos son buenos.
« Ella le habla del
Mesías y recibe la gran revelación de Jesús “Yo soy”
« De verdad que
Jesús, que nuestro Dios es sorprendente.
TERCER CUADRO
« Regresan los
discípulos, la mujer está todavía conversando con Jesús
« se extrañan de que hable con una mujer, pero como
siempre no se atreven a preguntar.
« le invitan a comer,
él quiere también llevarlos a otro nivel como hizo con la mujer samaritana
« tengo otra
comida…..la voluntad del Padre. La comida nos da vida, la voluntad del Padre es
la vida de Jesús
« Miren alrededor y
vean que los campos ya están para la siega, los campos de la tierra y los
campos, el corazón de los hombres
« Les envío a
cosechar lo que ustedes no sembraron. Los samaritanos que vendrán son esta
cosecha.
« La mujer deja el cántaro,
símbolo de su vida, de sus deseos más profundos, ya no necesita ni el agua
material ni nada, ha hallado la vida. Se va corriendo al pueblo, corriendo a
compartir la buena nueva, como todo el que se encuentra con el Señor
CUARTO
CUADRO
« La mujer
revoluciona el pueblo, hay un hombre que me ha dicho… será el Mesías
« Ellos que la
conocen oyen lo que dice y siguen su invitación “no será el Mesías?”
QUINTO Y ÚLTIMO CUADRO
« Van a donde está
Jesús, creen en él no porque la mujer les ha dicho sino porque lo han escuchado
y visto. Lo de Job “te conocía de oídas, ahora mis ojos te han visto….”
RINCÓN CLARETIANO
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Cuanto más nos internábamos en aquel mar inmenso de aguas, más se
internaba mi espíritu en el mar inmenso de Dios; cuando me miraba rodeada de
aquella inmensidad de aguas, entonces me veía más claro que en un espejo en
medio del Corazón de mi Dios y Señor, y era tanto lo que gustaba a Dios este
modo de considerar su infinita grandeza que no pocas veces m e dejó sentir la
blandura de sus santísimos brazos con que apretaba Su Majestad Santísima mi
alma en su Sagrado Corazón….La inmensidad del mar me recordaba la inmensidad
de Dios, y aquel cielo tan dilatado me recordaba los espacios inmensos de la
gloria de los bienaventurados. Venerable María
Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 159.
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