PRIMER DOMINGO
DE CUARESMA – CICLO C - 2019
Empezamos el tiempo santo y lleno de bendiciones de
Cuaresma, ejercicios espirituales que la iglesia pone delante de nosotros todos
los años, de una manera siempre nueva.
Resalta en las lecturas
Ø
la confianza en Dios que nace de la
memoria de sus obras en favor nuestro
Ø
el apoyo en la Palabra contra toda
tentación que pretende alejarnos de nuestro Dios
Ø
El recuerdo o la memoria de quienes
somos “mi padre fue un arameo errante…”
PRIMERA LECTURA Dt 26, 4-10
v Cuando
llevas tu ofrenda al Señor recuerda quien eres y quien es el Dios a quien le
traes la ofrenda
v Moisés
dice al pueblo que cuando llevan la ofrenda, el sacerdote la recibirá y lo
pondrá en frente del altar de Dios.
v Recordarás
quien eres, “soy descendiente de un arameo errante” uno que no tenía lugar fijo y estable, que
emigraba de un lugar a otro.
v A este
arameo errante Dios le ha concedido un sin número de bendiciones, y son las que
yo ahora recuerdo, traigo a mi memoria ante el altar del Señor
v Traigo
esta memoria, hago memoria de las obras que Dios ha hecho en favor de mi
pueblo, en favor mío para aprender que si Dios hizo esto en el pasado lo sigue
haciendo en el presente, sólo necesito ojos para ver, fuego en el corazón para
admirar y agradecer
v Este
“credo” de Israel es de una gran belleza, al recitarlo pasa delante de los ojos
del corazón, como una película, toda la historia del pueblo, su aventura en
compañía y bajo la guía de su Dios.
v También
nosotros tenemos nuestro credo, no está redactado con tanta unción como el que
estamos viendo ahora, pero en él también podemos saborear las obras
maravillosas hechas por Dios, en favor de todos nosotros, los seres humanos.
Salmo
Responsorial Sal 90, 1-2. 10-11.
12-13. 14-15
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo
y descansas a la sombra del todopoderoso,
dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza;
tú eres mi Dios y en ti confío”.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
No te sucederá desgracia alguna,
ninguna calamidad caerá sobre tu casa,
pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden
de protegerte a donde quiera que vayas.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos
para que no te tropieces con las piedras,
podrás pisar los escorpiones y las víboras
y dominar las fieras.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
“Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor,
yo te libraré y te pondré a salvo.
Cuando tú me invoques, yo te escucharé,
y en tus angustias estaré contigo,
te libraré de ellas y te colmaré de honores”.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo
y descansas a la sombra del todopoderoso,
dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza;
tú eres mi Dios y en ti confío”.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
No te sucederá desgracia alguna,
ninguna calamidad caerá sobre tu casa,
pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden
de protegerte a donde quiera que vayas.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos
para que no te tropieces con las piedras,
podrás pisar los escorpiones y las víboras
y dominar las fieras.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
“Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor,
yo te libraré y te pondré a salvo.
Cuando tú me invoques, yo te escucharé,
y en tus angustias estaré contigo,
te libraré de ellas y te colmaré de honores”.
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
ü Tú eres mi Dios y
en ti confío.
ü Confianza
ilimitada en Él porque es “mi Dios” “me
conoces y me amas”.
ü Cuando me invoques
yo te escucharé.
ü ¿Son estos
nuestros sentimientos respecto a Dios, o hay en nuestro corazón todavía la
desconfianza y el miedo?
ü Hagamos memoria en
nuestro corazón de las obras que el Señor, nuestro Dios,
ha hecho por cada uno de nosotros.
SEGUNDA
LECTURA Rom 10, 8-13
·
La Palabra está cerca de ti, si crees en ella
serás salvo.
·
¿Por qué dice esto Pablo? Pienso que es algo
así como decía Jesús siempre que curaba a alguien “tu fe te ha salvado”
·
Sí, tu
fe te ha salvado, porque fe no es decir simplemente “creo”.
·
La fe es algo vital, es una relación de amor,
de intimidad creciente con el Dios que obra la salvación, que obra grandes
cosas en y para nosotros.
·
La fe es confianza y seguridad en Dios que no
es un ídolo, sino el Dios vivo, el creador, el redentor.
·
Confianza en el Dios que no puedo manipular,
sino sólo dejarme amar por él y aprender día a día a amarle como Él se merece.
EVANGELIO
Lc 4,1-13
Lucas nos narra
las tentaciones de Jesús en distinto orden que lo hace Mateo. En Lucas la
segunda es la tercera de Mateo y la tercera de Lucas es la segunda de Mateo.
Cuando leo las
tentaciones en cualquiera de los dos evangelistas, me llama la atención y me ha
hecho pensar mucho es “si eres el hijo de Dios…”
Es como que la
tentación es ésta, no es el pan, ni el poder, ni la ambición…. Es como si fuese
la duda ¿seré de verdad el Hijo, como experimenté a mis doce años, como volví a experimentar en el Jordán?
Y esto me ayuda en
mi vida cuando vienen las dudas y la desconfianza. “Él también experimentó esta
limitación humana, quiso ser uno de nosotros.
El tentador
presenta diferentes circunstancias como para decirle “si eres el hijo, como tú quieres
creer o como te ha dicho tu padre, haz todo esto para estar seguro de que es
verdad esta palabra que Dios te ha dicho.
Y Jesús responde
con esta misma palabra, que es él mismo, Palabra hecha carne “y el Verbo se
hizo carne…”
Gracias Jesús,
Palabra eterna del Padre, lleno de gracia y de verdad; gracias porque me enseñas a confiar sin
límites en el Padre que nos ha dado su Palabra, que eres Tú.
RINCÓN CLARETIANO
Estaba yo muy atenta admirando lo que pasaba y me parecía iba leyendo la
Ley Santa del Señor; pero sin ver ningún libro, ni letras, la veía escrita, y
la entendía tan bien que parecía se imprimía en mi alma; pero de un modo muy
particular el libro de los Santos Evangelios, que hasta entonces yo nunca había
leído ni tampoco la Sagrada Escritura, y después que por la gracia de Dios he
leído alguna cosa, lo he visto escrito a la letra como entonces me lo enseñó
Nuestro Señor desde el Árbol Santo de la Cruz, que de su santísima boca me
parecía salían las palabras que yo entendí. Venerable Ma.
Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 5.
Esto me daba
mucha lástima, porque yo, naturalmente, soy muy compasivo; y esta idea de la
eternidad de penas quedó en mí tan grabada, que, ya sea por lo tierno que
empezó en mí, o ya sea por las muchas veces que pensaba en ella, lo cierto es
que es lo que más tengo presente. Esta misma idea es la que más me ha hecho y
me hace trabajar aún, y me hará trabajar mientras viva en la conversión de los
pecadores, en el púlpito, en el confesionario, por medio de libros, estampas,
hojas volantes, conversaciones familiares, etc., etc. San
Antonio María Claret. Fundador de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 9
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio
María. Autobiografía.
PARIS, María
Antonia. Autobiografía.
RAVASI, Gianfranco. Según
las Escrituras – Ciclo C. San Pablo 2006.
SCHÖKEL , Luis Alonso, La Biblia de nuestro Pueblo.
SAGRADA BIBLIA, Versión Oficial de la Conferencia
Episcopal Española
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