OCTAVO
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – C – 2022
Ø Las lecturas de este domingo nos ayudan a
reflexionar sobre nuestras palabras y a cuidarlas, ya que son el reflejo de
nuestro interior
Ø Jesus nos invita además a no juzgar a
nadie.
LIBRO DEL SIRACIDA
(Eclesiástico) [1]
v Este es el único libro del Antiguo
Testamento que lleva la firma de su autor (50,27)
v Escrito originalmente en Hebreo por el maestro
de sabiduría Jesús Ben Sira
v Hacia el 180 a.C. en Jerusalén
v Ben Sira se dedicó a estudiar lo que
nosotros llamamos ahora el Antiguo Testamento: La Ley, los Profetas y los otros
Escritos de sus antepasados.
v Escribió para los jóvenes de las familias
pudientes de Jerusalén.
v Quiso transmitir el patrimonio religioso
de Israel a las nuevas generaciones.
v Supo inculcar a los jóvenes el valor de
sus tradiciones y sobre todo, su fe incondicional en Dios
v Su nieto tradujo el libro al griego,
lengua más fácil y conocida por las nuevas generaciones.(132-117 a.C)
v Este libro quedó excluido del canon de los
libros, aceptados como revelados por la comunidad judía, por creerse había sido
escrito originariamente en griego.
v Y por lo tanto también de los libros del Antiguo Testamento aceptados como revelados por las comunidades de la reforma protestante que siguen la Biblia Hebrea.
PRIMERA LECTURA Sir 27, 5-8
ü Según el autor nuestros defectos
se hacen visibles en las discusiones.
ü Para explicar esto hace una comparación gráfica e interesante, la de
cernir, acción en la que se separa lo que no sirve la basura de lo que sirve.
ü Así pues, dice el autor, en las discusiones aparecen nuestros defectos
como en la acción de cernir aparece la basura.
ü Pone otra comparación, el horno del alfarero que prueba la calidad de la
vasija así nuestras palabras revelan nuestra mentalidad, nuestra mente, nuestros
razonamientos, nuestros pensamientos.
ü El fruto que da un árbol revela como ha sido cuidado cultivado
ü Así mismo el autor vuelve a decirnos que nuestra palabra revela nuestra
mentalidad.
ü Y por lo tanto un consejo sabio es no alabar a nadie antes de que hable
ü Porque ésta es la prueba del hombre es la palabra que manifiesta nuestro ser más íntimo.
SALMO
RESPONSORIAL - Salmo 92 (91)
R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo,
y celebrar tu nombre,
pregonando tu amor cada mañana
y tu fidelidad, todas las noches!
R. ¡Qué bueno es darte gracias,
Señor!
Los justos crecerán como las
palmas,
como los cedros en los altos montes;
plantados en la casa del Señor,
en medio de sus atrios darán flores.
R. ¡Qué bueno es darte gracias,
Señor!
Seguirán dando fruto en su
vejez,
frondosos y lozanos como jóvenes,
para anunciar que en Dios, mi protector,
ni maldad ni injusticia se conocen.
R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor
·
Este salmo es un himno individual de acción de gracias, cuya
introducción es:
o
Introducción (2-4)
o
Cuerpo del himno (5-12) se alternan las obras de los justos y de los
impíos
o Conclusión (13-16)Las acciones de Dios son piedra de escándalo en la que tropiezan los necios, como lo fue la muerte en cruz de Cristo (1Cor 1,23) Sólo quien vive en el Espíritu puede comprender las acciones de Dios en la pasión de Cristo.[2]
·
Siguiendo el tema empezado en la primera lectura, el salmo por medio de
imágenes sugestivas alaba a Dios por los justos.
·
Estos crecerán como palmas, como cedros, en la casa del Señor
·
En la edad anciana seguirán dando frutos como jóvenes
·
Con sus vidas anunciarán que en nuestro Dios no hay ni maldad ni
injusticia.
EVANGELIO 6,39-45
En el fragmento del evangelio que leeremos este
domingo hay 3 dichos o enseñanzas de Jesús a sus discípulos, que tienen que ver con llevar una vida
con sabiduría, no solamente humana, sino sabiduría divina.
Algo muy obvio un ciego no puede guiar, porque no ve
o
Y Jesús sigue diciendo que el discípulo no es superior
al maestro pero
o
Cuando haya terminado su aprendizaje será como el
Maestro.
o
¿Cuándo se termina el aprendizaje? Será cuando se alcanza la santidad, o se llega a la
eternidad? porque una vez llegados a la eternidad, no hay más tiempo para
aprender.
El ejemplo participa de las exageraciones que a veces
Jesús usa.
o
Una paja puede estar en el ojo pero difícilmente una
viga
o
Tal vez Jesús quiere hacernos reflexionar que si
nuestro ojo no ve nada, somos como el ciego del otro dicho que no puede guiar
porque no ve
o
¡Qué fácil se nos hace juzgar, criticar actuaciones
ajenas y no vemos lo mismo en nosotros, tal vez todavía más grandes!
Cada árbol da los frutos correspondientes a la clase
de árbol y al estado de “salud” del árbol
o
Dice Jesús que conoceremos el árbol al ver sus frutos
o
Lo mismo pasa con nosotros, pues la boca habla de lo
que hay en el corazón
o Eso mismo quiso decirnos el sabio Ben Sira que hemos leído en la primera lectura.
¿Soy tan ciego que no veo como son mis frutos?
SEGUNDA LECTURA 1 Cor 15, 54-58
v Pablo nos dice que la muerte será aniquilada por la
victoria, la victoria de Cristo
v Y el apóstol nos invita a trabajar,
con fervor, en la obra de Cristo
v La obra de Cristo es nuestra
salvación, la de todos
v Y nosotros con nuestras obras
colaboramos, “completamos” la obra de Cristo
v Y nos dice Pablo que nuestras
fatigas, las fatigas por el anuncio de la salvación no se perderán
v ¿Trabajamos con entusiasmo,
colaboramos con fervor y con alegría en
la obra de Cristo, la salvación de nuestros hermanos y hermanas?
RINCÓN CLARETIANO
MADRE FUNDADORA
Estando una noche en oración
anegada en un mar de lágrimas, rogando a Nuestro Señor, que por su Santísima
Pasión y Muerte, tuviera compasión de las necesidades de la Santa Iglesia, que
en aquel tiempo eran muchas, me dijo Nuestro Señor señalándome con el dedo a
Mosén Claret como que yo le viera allí
entre Nuestro Señor y yo:«Éste es, hija mía, aquel hombre apostólico que con
tantas lágrimas, por tantos años seguidos me has pedido», manifestándome Su
Divina Majestad la gracia que había puesto en aquella santa alma para la
predicación evangélica, y me dijo Nuestro Señor que no había otro remedio para
la paz de la Iglesia. Entonces yo no conocía a este señor, sólo había algunos
días que oía decir que un capellán llamado Mosén Antonio Claret empezaba a
predicar con gran celo de la honra de Dios y salvación de las almas. Me parece
debe hacer de esto once o doce años lo menos.[3]
PADRE FUNDADOR
Siendo muy niño, cuando estaba en el
Silabario, fui preguntado por un gran señor que vino a visitar la escuela, qué
quería ser. Yo le contesté que quería ser sacerdote. Al efecto, concluidas con
perfección las primeras letras, me pusieron en la clase de latinidad, cuyo
profesor era un sacerdote muy bueno y muy sabio llamado Dr. D. Juan Riera. Con
él aprendí o decoré nombres, verbos, géneros y poco más, y como se cerró esta
clase, no pude estudiar más y me quedé así.
Como mi padre era fabricante de
hilados y tejido, me puso en la fábrica a trabajar. Yo obedecí sin decir una
palabra, ni poner mala cara, ni manifestar disgusto. Me puse a trabajar y
trabajaba cuanto podía, sin tener jamás un día de pereza, ni mala gana; y lo
hacía todo tan bien como sabía para no disgustar en nada a mis queridos padres,
a quienes amaba mucho y ellos también a mí.[4].
BIBLIOGRAFÍA
CLARET, San Antonio María.
Autobiografía.
PARIS, Venerable María
Antonia. Autobiografía
CONFERENCIA EPISCOPAL
ESPAÑOLA. Sagrada Biblia, versión oficial.
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