DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO – C- 2022
Ø Hoy la primera lectura y
el evangelio nos proponen los temas
o
del recto uso de los bienes temporales
o
del compartir nuestros bienes
o
de la misericordia
PRIMERA LECTURA Amos 6,1a.4-7
v El profeta nos transmite
un oráculo en el que Dios nos dice cuan desgraciados son los que en Sion, en
Jerusalén, la ciudad santa
o
Se acuestan sobre lechos de marfil, cómodos, hermosos,
perfumados…
o
Banquetean, comiendo las ovejas y las vacas de los
rebaños y bebiendo vinos deliciosos
o
Componen cantos, como hacía el rey David, pero ellos no
cantan a Dios se cantan a si mismos
o
Se ungen con ricos aceites perfumados.
v Un detallado cuadro de
quienes viven en la opulencia, en el confort, en la vida fácil, en el
despilfarro, sólo preocupados por si mismos sin interesarles la suerte de los
menos afortunados.
v Cuando el profeta les
dice el oráculo, el Reino del Norte (Israel, aquí llamado José) está muy cerca a ser destruido, y sus
habitantes, sobre todo los poderosos, a ser llevados al exilio.
v Han acumulado riquezas
mal adquiridas y peor usadas.
v Y dice el profeta, todos
estos no se preocupan de la situación política del país, de su pronta
destrucción, se creen todopoderosos, pues tienen el poder económico de la
nación.
v Ese reino, ese pueblo,
fue labrando su propia destrucción, Dios no lo destruyó y sus enemigos tampoco,
fueron ellos con su vida y donde pusieron sus prioridades los que labraron su
ruina.
v Es cierto que nadie
escarmienta en cabeza ajena, pero lo que dice este corto fragmento del profeta
Amos, tiene mucha actualidad para todos nosotros, tanto de los lugares
opulentos como de los lugares menos afortunados económicamente.
SALMO RESPONSORIAL Sal. 146,7.8-9.9-10
R.
Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor siempre es fiel a su palabra,
y es quien hace justicia al oprimido;
él proporciona pan a los hambrientos
y libera al cautivo.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
Abre el Señor los ojos de los ciegos
y alivia al agobiado.
Ama el Señor al hombre justo
y toma al forastero a su cuidado.
R. Alabemos
al Señor, que viene a salvarnos.
A la viuda y al huérfano sustenta
y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente,
reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
R. Alabemos
al Señor, que viene a salvarnos.
v La primera estrofa de
este salmo nos habla de la bendición de quien obra el bien, y termina diciendo
que el Señor da libertad a los cautivos, la libertad es el mayor don que Dios nos
ha dado, nadie nos la da sino Él.
v En la segunda estrofa y
en la tercera el salmista alaba lo que Dios hace por sus creaturas
v Y termina diciendo como
Dios reina para siempre.
EVANGELIO
Lc 16,19-31
Es bueno antes de entrar en el análisis de esta parábola
ver que hay en el capítulo 16 de Lucas antes de esta parábola.
La razón es porque las parábolas y demás textos de los
evangelios tienen un orden a través del cual el autor ha querido ayudarnos a
entender el mensaje.
El capitulo 16 de Lucas empieza con
o
la parábola del "administrador astuto para unos,
infiel para otros", que leímos el domingo pasado.
o
Luego sigue la invitación a usar el dinero injusto en
cosas justas, y luego Lucas pone palabras de Jesús dirigidas a los fariseos,
amigos del dinero y del poder, en las que trastorna el orden establecido.
o
Y luego la parábola que leeremos este domingo.
En una palabra es un capítulo que nos habla y recuerda el
uso del dinero con justicia.
Veamos la parábola
§ Se trata de la historia
bien conocida de dos hombres, dos seres humanos.
§ Uno el rico no tiene
nombre, su vida está vacía y Lucas expresa esto no dando nombre a este hombre.
§ El otro personaje de la
parábola si tiene nombre a pesar de ser "nadie" para el rico que ni
siquiera lo ve, sólo lo ve cuando lo necesita para aprovecharse de él.
§ Se llama Lázaro = Eliezer
que significa "Dios ayuda" ¡qué hermoso nombre el de este
mendigo" y ciertamente Dios ayuda.
§ El pecado del rico no es
de abuso, ni aprovechamiento, ni de "injusticia social" sino de
indiferencia. No ve al pobre, no siente su necesidad, es totalmente
impermeable.
§ Los hombres no atienden
al pobre que tiene llagas, pero lo atienden los perros callejeros tan pobres
como él.
§ Estos dos hombres mueren,
pasan por lo que todos vamos a pasar. Ninguno se lleva nada consigo: ni las
riquezas, ni las llagas. En esta hora somos todos iguales, simples seres
humanos pobres e indigentes ante nuestro Creador y Padre, desnudos como dice la
Escritura, pobre salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él.
§ La suerte se cambia
inmediatamente: el rico es sepultado, ¿por qué nos dicen algo que es lo
normal? Porque es sepultado en el abismo
de los muertos, cae en el olvido de todos.
§ El pobre es llevado al
seno de Abraham, imagen de la paz y consuelo reservada a los que mueren en el
Señor y que gozarán por toda la eternidad.
§ La reacción del rico, tal
como la describe Lucas, es bien interesante.
o
Por un lado, sigue egoísta y aprovechado "que venga
Lázaro para aliviar mi sed mi sufrimiento"
o
por otro lado, tiene un sentimiento bueno la preocupación
por sus hermanos.
§ Lo que dice Abraham hace
pensar "entre ustedes y nosotros hay un gran abismo que es infranqueable
por ambos lados"
§ Pensaba que tal vez esta
sea la descripción más clara de lo que pasa entre el egoísmo y la capacidad de
darse incondicionalmente.
§ No creo que esta parábola
necesite que alguien nos haga la aplicación a nuestra realidad, entremos en
nuestro corazón y veamos cuanto del rico hay en nosotros y cuanto del pobre. A
partir de esta reflexión tomemos decisiones para nuestra vida aquí y ahora.
§ Dice Yves Chamberland que
hay una conexión, una continuidad entre la vida de ahora y la que continuará
después de la muerte. Por eso cuando Jesús nos habla del cielo es para
regresarnos a la tierra, es para invitarnos a construir un mundo mejor, el
reino de Dios. Si en nuestro pequeño mundo los pobres se quedan
fuera, a las puertas de nuestra vida, ya nos hemos encerrado en “la morada de
los muertos.”
§ No necesitamos ser ricos
como el rico para actuar como él; ni ser pobres como el pobre para sufrir como
él. Porque no se trata de rico o pobre económico solamente sino
espiritualmente. Y a este nivel en esta parábola el rico es pobre y miserable,
mientras que el pobre es rico con la riqueza de Dios.
SEGUNDA LECTURA: 1Tm 6,11-16
Se dirige a un
hombre de Dios, a Timoteo, compañero de viaje y misión de Pablo, estuvo al
frente de la iglesia de Éfeso, fue hombre de confianza de Pablo que lo envió en
misiones especiales a varias iglesias.
Le recomienda el comportamiento propio de un ser honesto
verdaderamente humano, de un cristiano
El autor pide a este hombre de Dios que guarde los
mandamientos, la ley, hasta que Jesús regrese
Y le pone por ejemplo a Jesús que fue el testigo fiel
hasta el final
Sigue una alabanza a Jesús, Señor de Señores
Él vive en una luz inaccesible al ser humano, y nadie lo
ha visto
Tal vez estas últimas palabras se refieren al Padre,
pues a Jesús, no lo podemos ver nosotros
ahora pero lo vieron todos cuantos vivieron con él.
La
Madre Fundadora tiene un conocimiento personal de las necesidades de una
Iglesia particular, la española; pero Dios Nuestro Señor la eleva al
conocimiento de las necesidades de la Iglesia universal:
Aquí me puso de nuevo
delante todas las Órdenes Religiosas y me hizo ver el deplorable estado de toda
la Iglesia universal... (Aut. 88).
Ahora
bien, Dios no ha llamado a la Madre María Antonia París para confiarle un
mensaje destinado solamente a los demás (“ve y diles”), sino un mensaje que se
orienta, en primer lugar, a ella misma; y, después, a otras personas que han de
continuar su propia tarea o misión.
Ella
empieza por adoptar una actitud nueva ante el Dios que se le manifiesta: y es
una actitud de disponibilidad incondicional para aceptar y cumplir el encargo
que Dios le confía. No es la actitud del profeta a quien sele dice: “Ve y
diles”; y en consecuencia, a pesar de las dificultades, va a transmitir el
oráculo de Yahveh; sino la actitud del que dice: “¿Qué queréis que haga” “Heme
aquí”. Ella está “disponible” para
cumplir la misión que se le confía, a cualquier precio, incluso a costa de la
propia vida
..le ofrecí mi vida en
sacrificio como otras veces había hecho (Aut. 2).
3.2. Las objeciones
Ante la misión que Dios le
confía, el elegido se experimente a si mismo como absolutamente incapaz de
llevarla a cabo: ve una contradicción entre lo que él es y la especificidad de
la misión: “Soy tartamudo”; “soy el más pequeño de mi familia “; “soy de labios
impuros”, etc. Pero en realidad no se trata de una verdadera objeción o rechazo
de la misión recibida de Dios, sino más bien de una información, que el llamado
se siente en la necesidad de hacer al mismo Dios, en torno a su incapacidad
para el cumplimiento de la misión.
En el caso de la Madre
Fundadora, la objeción es, en efecto,
una información sobre sus limitaciones personales. Ella se declara
absolutamente disponible, pero se ve a si misma incapaz de llevar a
cumplimiento la misión que Dios le encomienda:
...bien persuadida que no
era de ningún valor mi vida para satisfacer tantos males ; pero como no tenía
virtudes en mí para ofrecerle, le suplicaba se dignara enseñarme lo que había
de hacer para darle gusto y gloria cumpliendo su santísima voluntad (Aut.3).
BIBLIOGRAFÍA
ALVAREZ GOMEZ, Jesús, cmf. LA VISION INICIAL.
CHAMBERLAND, Yves. “Lazare ne viendra pas”en la Revista Prions en Église, Septiembre 2019.
JENSEN, Joseph. Ethical Dimension of the Prophets. Collegeville,
Minnesota 2006.
PAGOLA, José A.
Following in the Footsteps of Jesus. Meditations on the Gospels
for Year C.
RAVASI, Gianfranco, Según
las Escrituras, Año C.
SCHÖKEL, Luis Alonso, Comentario a La Biblia de nuestro Pueblo
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