33° DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - C - 2022
- El tema de hoy nos habla del final y será
retomado al principio del Adviento.
- Un final que nos invita a la novedad, en la
naturaleza, en nuestra vida todo final implica un volver a empezar, un
horizonte nuevo, una vida nueva. Muchas veces no lo vemos y por eso no nos
gusta nos da miedo.
- Esta novedad se nos presentará domingo
próximo en la celebración litúrgica de Cristo, Rey del universo.
- También las lecturas de hoy pueden
considerarse como un hacernos caer en cuenta de la vaciedad del lujo, de la
riqueza, de la seguridad en nuestras cosas.
- Es también una exhortación a estar
preparados siempre para la venida del Señor, para esperarlo con amor y deseo.
LIBRO DEL PROFETA MALAQUÍAS
v
Este libro
está colocado al final del Antiguo Testamento.
v
Pero lo que
nosotros consideramos un nombre es solamente un título significa "el
mensajero"
v
El autor es
desconocido.
v
Por algunas
indicaciones en el texto se cree que puede ser del siglo V antes de Cristo, antes
de la reforma de Esdras y Nehemías entre 480 y 450 a.C.
v
El templo
ha sido restaurado y el culto se celebra en él.
v
Denuncia el
culto que dan los sacerdotes en el templo, sin dedicación, sin entrega,
rutinariamente.
v
Ve en la
purificación espiritual del culto la fuerza y fuente de renovación.
PRIMERA LECTURA: Mal 3,19-20a
ü Viene el día, relampagueando, con fuego como un horno, y
en ese día los arrogantes y los malvados se quemarán.
ü Cuando el Señor se hace presente destruye en nosotros
todo cuanto es soberbia, todo cuanto es orgullo, vanidad, falta de amor. nos
sentimos como el árbol sin las ramas de nuestra vanidad, sin las raíces de nuestra
falsa seguridad en nosotros mismos.
ü Ese día del Señor no es un día de destrucción del ser
humano, ni de temor, es el día de la bendición en que Dios, nuestro Padre, nos
lava de todas las inmundicias que no dejan que reflejemos su rostro amable.
ü Es un día en que nuestro buen Padre nos abre los ojos
para que podamos ver su rostro que nos mira con amor.
ü Es como una madre cariñosa que limpia y viste a su
criatura que se ha ensuciado jugando o haciendo travesuras.
ü El día del Señor, es un día de bendición que cada uno de
nosotros debería desear que viniese a su vida para poder quitar de nosotros
todo cuanto nos aleja de Él y unos de otros.
ü Para ustedes que temen al Señor, dice el profeta, no
habrá esta purificación dolorosa y temible, en que Dios arranca de nosotros
ramas y raíces, todo aquello que nos separa de Él.
Salmo 97,
5-6. 7-9a. 9bc
R.
Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al
Señor al son del arpa,
aclamemos al son de los clarines
al Señor, nuestro Rey.
R. Toda
la tierra ha visto al Salvador.
Alégrese el
mar y el mundo submarino,
el orbe y todos los que en él habitan,
Que los ríos estallen en aplausos
y las montañas salten alegría.
R. Toda
la tierra ha visto al Salvador.
Regocíjese
todo ante el Señor,
porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas
con las que rija a todas las naciones.
R. Toda la
tierra ha visto al Salvador.
Ø
Es una invitación a toda la creación de cantar
con gozo exultante la presencia de Dios en medio de su obra, en medio de
nosotros, en medio de todo cuanto existe.
Ø
Y es una
invitación a cantar porque el Señor gobierna con justicia, trae la justicia en
medio de nosotros
Ø
Los que
andamos sedientos de que haya justicia entre nosotros, que no haya diferencias
entre nosotros que somos hermanos y hermanas de un mismo Padre.
Ø
Los que
deseamos ver la creación toda: plantas, animales, seres inanimados respetados y
cuidados ya que son pertenencia y obra de nuestro Padre
Ø Pero eso sólo se dará cuando le amemos incondicionalmente por encima de todo y de todos, cuando confiemos en él sabiendo que su amor no tiene fin.
EVANGELIO Lc 21,5-19
Algunos están fascinados de ver la belleza y la
riqueza del templo, y lo manifiestan en
alta voz.
Jesús como
siempre los va a sorprender, de este maravilloso templo vendrá un día que no
quedará piedra sobre piedra
No quedará
piedra sobre piedra en la materialidad de sus piedras, ofrendas, adornos lujosos,
Pero
tampoco en su centralidad como lugar de culto del pueblo de la antigua alianza
Esto les
debió parecer imposible a aquellos hombres para quienes el templo era la
manifestación concreta de la presencia de Dios entre su pueblo, de la seguridad
de su protección.
Y quieren
saber el tiempo en que esto pasará
Jesús no
satisface su curiosidad, ni da nada concreto, sólo necesitan saber que esto
ocurrirá, el cuándo y como no les corresponde a ellos saberlo.
Luego les
pone alertas para que la preocupación por la destrucción del templo, o por el
final de todo no les haga creerse a cualquiera, sino que sigan aferrados
fuertemente a su fe en las palabras de Jesús, en la palabra que Dios nos dirige
en el libro sagrado de la vida y en el libro sagrado de la Biblia.
Esto no es
inminente, pero sí que habrá fenómenos naturales que nos asustan: terremotos,
huracanes, fuegos, en fin lo que ya conocemos, pero esto no es manifestación del
final.
habrá
guerras, enemistades entre pueblos, pero esto tampoco es el final
incluso
serán perseguidos por sus mismos familiares más íntimos, entregados a los
tribunales, condenados a muerte, pero esto tampoco es señal de que ha llegado
el final.
Jesús aquí
elimina la distinción del tiempo, ya que habla de la destrucción del templo que
fue en el primer siglo y de otras muchas cosas que han sucedido y siguen
sucediendo a lo largo de la historia.
Es como si
estuviese viendo un gran cuadro tejido con hilos de distintos colores que se
entrecruzan para formar la obra de arte, las figuras. En el cuadro terminado no
se sabe cuando un hilo entró a formar parte del diseño, ni que parte del cuadro
se hizo primero y cual después.
Este es un
discurso escatológico de Jesús, escatológico que habla de lo que sucederá al
final.
El final
será hermoso pues será la instauración en la creación del reinado de Dios, que
regirá el mundo con justicia y equidad. Entonces finalmente seremos todos uno,
una única familia de pueblos en que nos amaremos y respetaremos mutuamente y
todos juntos experimentaremos el abrazo paterno del Padre de Jesús, nuestro
Padre Dios.
Pero
mientras llega esto Jesús nos invita a perseverar en la búsqueda del bien,
perseverar en el camino que nos conduce a él y a encontrarnos con nuestro
hermanos y hermanas para hacer el camino juntos.
¡Ven pronto
Señor!
SEGUNDA LECTURA 2 Tes 3,7-12
v
El autor de esta carta invita
a su comunidad a vivir de su trabajo, de no ser una carga para nadie, de no
andar llevando chismes de un lado para otro.
v
Les recuerda como él vivió
en medio de ellos, sin pedir nada, sin comer nada que no se hubiese ganado
trabajando, pues deseaba darles ejemplo, o tal vez quiera decir enseñar esta
verdad con su propia vida.
v
Y les hace caer en cuenta
que tenía derecho a pedirles ayuda, ya que quien trabaja dirá Pablo en otra
carta merece su recompensa.
v
A los que andan muy ocupados
sin hacer nada les pide que coman del fruto de su trabajo y si no quieren
trabajar, bien sencillo, tampoco coman.
v
Pero dice algo para tener en
cuenta, nosotros que estamos en el otro lado del péndulo, que trabajamos
demasiado, de tal forma que no nos queda tiempo para vivir.
v El fragmento de hoy termina diciendo "trabajar tranquilamente," creo que esto es una invitación a la serenidad en nuestra vida, a buscar un equilibrio sano entre trabajar para ganar el pan que comemos y compartir con los demás; y también disfrutar y cultivar los valores de la convivencia humana y sobre todo familiar.
RINCON CLARETIAN
Ser contemplativa en la
acción, significa para la Misionera Claretiana estar siempre en búsqueda
de algo; mejor, de alguien; significa estar en actitud permanente de peregrina,
de peregrina de la fe, dispuesta a dejarse sorprender por cada acontecimiento, a ejemplo de María la Madre de
Jesús a quien Juan Pablo II definió como la “peregrina de la fe” (Redemptoris
Mater, 5), porque Ella “guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón”.
Precisamente porque estaba dispuesta a dejarse instruir, dejarse sorprender, por las palabras y por los
acontecimientos, los guardaba en
su corazón. Por eso fue peregrina de la
fe; tuvo que ir peregrinando en la incertidumbre de la fe hasta llegar
al descubrimiento del misterio que encerraban aquellas palabras o aquellos
acontecimientos.
La Misionera Claretiana, como María, a quien toma como señal luminosa en su caminar (Const. 9), sabe que en su pequeña e insignificante historia personal de cada día en el rostro cansado y hasta desfigurado de cada hermano, a quien ve en misión salvífica. Dios mismo le sale al encuentro con una llamada personal. La propia historia y el rostro de los hermanos son para ella un lugar teológico donde puede descubrir al Dios de la Historia de la salvación.
BIBLIOGRAFÍA
ALVAREZ GÓMEZ, Jesús cmf. La visión inicial.
PAGOLA, José A. Following in the Footsteps of Jesus. Meditations on the Gospels for Year C.
RAVASI, Gianfranco, Según las Escrituras, Año C.
La Biblia de Nuestro Pueblo . Luis Alonso Schökel.
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