SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO – A – 2022

Ø  En el segundo domingo de Adviento se nos presenta un nuevo personaje es Juan el Bautista

Ø  ¿Quién es Juan? Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.

Ø  El es esa voz que clama en el desierto. Hay muchas clases de desiertos, Juan predica en el desierto geográfico, pero sobre todo en el desierto de los corazones humanos.

Ø  Veamos qué mensaje nos traen las lecturas de hoy

Ø  La semana pasada las lecturas nos hablaban de un final, hoy las lecturas nos invitan a mirar con esperanza hacia el futuro.

PRIMERA LECTURA -Is 11, 1-10

·         El capítulo 11 de Isaías tiene dos oráculos unidos por la referencia al tronco y raíz de Jesé. Nosotros leeremos el primer oráculo, que tiene una belleza sumamente atractiva.

·         Empieza diciéndonos “en aquel día” no sabemos la fecha de aquel día

·         Que pasará en “aquel día” algo muy esperanzador un brote, un renuevo en el  tronco de Jesé

·         ¿por qué es esto esperanzador? Del tronco, de la familia de Jesé, la familia de David[1] se ve brotar un nuevo vástago.

·         De este tronco que parecía seco, como pasa tantas veces en la naturaleza, de este tronco seco brota de nuevo la vida, que creíamos todos que ya no existía ¿No es esto lo que nos está pasando al contemplar la sociedad y sobre todo a nuestra querida Iglesia? Miremos con ojos de fe y seguramente veremos que está naciendo algo nuevo a nuestro alrededor.

·         El Espíritu de Dios en sus diversas manifestaciones se posa sobre este renuevo, este vástago.

·         Tiene los dones de sabiduría, entendimiento, consejo y fortaleza que los reyes necesitan para reinar, gobernar y los jueces para juzgar con justicia.

·         No juzgará de oídas, sino con justicia, es decir conociendo la verdad

·         Protegerá o hará justicia al desamparado, simbolizado aquí como viuda y huérfanos, que eran los ciudadanos más desamparados.

·         Dice el profeta que este vástago herirá al violento y al malvado. Creo que quiere decir que las palabras  y los hechos justos y llenos de paz derrumban a los soberbios y alguna vez los hará emprender el camino de la conversión.

·         A continuación el profeta nos describe una sociedad y una creación exenta totalmente de violencia y una convivencia que parece imposible. Pero estas imágenes que el profeta nos pinta, son el reino que Dios nos ofrece si queremos aceptarlo, donde no hay diferencias, ni enemistades, ni violencia de ninguna especie, solo amor, justicia y paz.

SALMO RESPONSORIAL: Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17

R. (cf. 7) Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio
y tu justicia, al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres
y regirá a tu pueblo justamente.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Florecerá en sus días la justicia
y reinará la paz, era tras era.
De mar a mar se extenderá su reino
y de un extremo al otro de la tierra. 
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Al débil librará del poderoso
y ayudará al que se encuentra sin amparo;
se apiadará del desvalido y pobre
y salvará la vida al desdichado.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Que bendigan al Señor eternamente
y tanto como el sol, viva su nombre.
Que sea la bendición del mundo entero
y lo aclamen dichoso las naciones.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.

ü Es un hermoso salmo, es una oración por el rey

ü Describe lo que la primera lectura nos habla, paz, justicia, rectitud…. En fin una oración por nuestros gobernantes para que podamos vivir en paz, fraternidad y felicidad.

ü Muchas veces me he puesto a pensar, ¿oramos de corazón por nuestros gobernantes? Como discípulos y discípulas de Jesús sabemos que los gobernantes como todo ser humano son nuestros hermanos. Nuestra oración es un deber por ser todos hermanos y hermanas, es una necesidad para que todos podamos vivir en paz, y para que ellos como personas se encuentren de verdad con el Senor y le abran las puertas de su corazón.

SEGUNDA LECTURA -Rom 15, 4-9

v  Pablo nos dice que todo cuanto está escrito en los libros santos, es decir los libros del Antiguo Testamento, se escribió para que nosotros podamos mantener nuestra esperanza.

v  El segundo párrafo de esta lectura es una oración para que nosotros con un solo corazón y una sola voz alabemos a nuestro Dios.

v   ¿Es así como oramos, o mas bien oramos con el corazón dividido, el corazón lleno de rencor hacia nuestros hermanos y hermanas.

v  Pablo nos pide que nos acojamos unos  otros como Él(Jesús)nos ha acogido a todos, y se ha puesto al servicio del pueblo judío, cumpliendo así las promesas.

v    Si pudiéramos vivir así, amándonos tal como somos, si fuésemos siempre acogedores y dispuestos a servir a quien nos pide ayuda, los no creyentes descubrirían que Jesús es el Señor, el creador, el redentor.

EVANGELIO  Mt 3, 1-12

      Hoy, el evangelista Mateo nos presenta y describe la persona de Juan el Bautista y nos comparte algo de lo que Juan dice.

      Juan es un profeta al estilo de Elías, que encontramos en el libro de Samuel.

      Juan es fuerte, anuncia castigo para quien se obstina en seguir en el mal. Tiene un aspecto que impresiona, vestido de piel de camello y su alimentación es de lo que encuentra en el desierto.

      Su voz es fuerte y amenazante. No teme o al menos no lo hace ver, pues se enfrenta con las autoridades religiosas de su pueblo para denunciar sus actuaciones, su hipocrecía.

      Invita a preparar el camino del Señor. No es un camino físico es el camino del corazón humano, sí necesitamos preparar nuestro corazón, cada cual sabe qué preparación necesita su corazón.

      Necesitamos hacer rectos los caminos torcidos, llenar lo que está vacío y rebajar lo que está demasiado subido para que el camino sea de verdad llano, para que nuestro corazón sea un lugar de paz, de acogida, de humildad.

      Juan anuncia que el que viene detrás de él bautizará en Espíritu y fuego.

	RINCON CLARETIANO

 

 

Las palabras que hablé al pueblo comprendían a todos los pueblos que desde entonces han sido,  son y serán porque en mí no hay pasado ni porvenir, porque todo está presente en mí y hablando con estos pocos hablaba con todos, y lo que decía a ellos decía a cada uno en particular de todos los cristianos que han sido, son y serán hasta el día del Juicio. Las palabras que dirigía a los Apóstoles unas eran para el pueblo, y otras eran para sí: las que eran para el pueblo comprendían toda la Ley que ellos habían de enseñar predicando a toda criatura en todo el mundo hasta el día del Juicio sin diferencia de tiempos ni lugares, porque todos los tiempos y lugares tenía yo presentes. (del Diario de María Antonia París, 35)

Ea, pues, Madre mía, ¿qué falta? ¿Queréis acaso un instrumento del que valiéndoos pongáis remedio a tan gran mal? Aquí tenéis uno, y al mismo tiempo que se conoce el más vil y despreciable, se considera el más útil a este fin, para que así resplandezca más vuestro poder y se vea más visiblemente que sois Vos la que obráis y no yo. Ea, amorosa Madre, no perdamos tiempo; aquí me tenéis, disponed de mí; bien sabéis que soy todo vuestro. Confía que así lo haréis por vuestra gran bondad, piedad y misericordia, y os lo ruego por el amor que tenéis al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén. (De la Autobiografía de S. Antonio María Claret, 156.)

 

 
 
  
 

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[1] Jesé era el padre de David.