Monday, January 2, 2023

 

SOLEMNIDAD DE MARÍA MADRE DE DIOS – DIA MUNDIAL DE LA PAZ 

·         Empezamos un nuevo año, el ano 2023, siempre dicen en la iglesia el “ano de gracia”. Que así sea decimos y deseamos todos.

·         El ano litúrgico empieza con una celebración de María, María Madre de Dios

·         Y también en este primer día del año, celebramos “El día de la paz”.

·         Este día de la paz fue celebrado por primera vez por el Papa San Pablo VI en 1968 tres años después de terminado el Concilio Vaticano II. (The Holy See Vatican)

PRIMERA LECTURA Nm 6,22-27

Ø  En esta lectura se nos dice que el Señor habló a Moisés y le dijo como tenían los sacerdotes de Israel que bendecir a sus hermanos, su pueblo.

Ø  Esta bendición tiene tres puntos de interés

o   El sacerdote dice: el Señor te bendice y te guarda.

§  Así está formulada la primera de las bendiciones, en la traducción inglesa, mientras que en la española dice “Que el Señor te bendiga y te proteja.”

§  Ambas nos hablan de bendecir y proteger, una bendición está en presente, actual, la otra es un deseo.

§  Sí el Señor nos bendice siempre y siempre nos guarda “como a la niña de sus ojos.”

o   La segunda parte de la bendición dice        

§   “El Señor haga brillar su faz sobre ti y te conceda su favor”

§  Sí, todos deseamos que el rostro de Dios, que sus ojos, estén vueltos hacia nosotros y que nos conceda aquello que le pedimos a veces distraídos, otros con gran fervor e insistencia

§  Y a veces quedamos decepcionados porque aquello que pedimos siguiendo lo que nos dijo “pidan y recibirán…” “pidan con insistencia…” no se nos da o al menos no nos damos cuenta y nos decepcionamos.

§  ¿Qué querrá decirnos el Señor cuando no nos concede aquello bueno que le pedimos para nosotros y para los demás

§  Esto es una pregunta para orarla.

o   La tercera parte dice “El Señor te muestre su rostro y te de la paz”

§  Ciertamente si el Señor nos muestra su rostro, si vemos el rostro del Señor siempre tendremos paz, pues nuestro gozo será sin límites.

§  ¿Quién no ha deseado ver a Dios? ¿Quién no ha deseado escuchar a Dios llamarnos “hijos suyos”

§  No lo hemos visto ni oído con nuestros ojos y oídos físicos, pero Él se nos ha manifestado en muchas situaciones de nuestra vida, en muchas personas no solo precisamente amigas sino también en las no amigas, diríamos enemigas.

Ø  Termina esta bendición con las palabras de Dios que le dice a Moisés … y yo los bendeciré.

SEGUNDA LECTURA -  Gal 4,4-7  

v  Cuando llegó la plenitud de los tiempos, ¿qué quiere decir la plenitud de los tiempos?

v  Es como si Dios hubiese esperado que nosotros los seres humanos llegáramos a la edad de entender lo que Él iba a hacer, la encarnación de su Verbo, su Palabra en el seno de una joven mujer seguramente una adolescente.

v  Sí Dios como hacen los padres con sus hijos, esperan que puedan entender para explicarles cosas de la familia y de lo que les acontecerá en sus cuerpos, a que tengan la capacidad de entender, aunque solo sea medianamente.

v  Pues cuando llegó esta plenitud, del ser humano y del resto de toda la creación Dios se encarnó en el seno de una mujer llamada María.

v  ¿Porque dice Pablo solamente mujer y no da su nombre? Porque mujer es el nombre más digno y mas bello que pudo decir a María.

v  María es la mujer del Génesis que cuya descendencia aplastará la cabeza de la serpiente, símbolo de todo mal; María es la mujer, la joven desposada con José que dará a luz al Salvador. Es también la mujer de las bodas de Caná que pide más vino para aquella pareja, el vino del gozo, pero también el vino de lo necesario para la vida, el vino del amor. Y María es la mujer del Apocalipsis coronada de 12 estrellas que está para dar a luz. Sí María es la MUJER en letras mayúsculas, el orgullo de todas las mujeres y de toda la humanidad.

v  Este hijo de la mujer es Jesús, que es nacido bajo la Ley, la ley de Israel, ley que oprimía al pueblo por la forma en que sus dirigentes la interpretaban

v  El hijo de la mujer nace bajo la ley para rescatarnos a todos y darnos la adopción de hijos.

v  La prenda de que somos hijos adoptivos es que hemos recibido el mismo Espíritu del Hijo por el cual llamamos a Dios “Abba” que quiere decir Padre.

v  Nosotros ofrecimos a Dios nuestra pequeñez, nuestra pobreza y Él ha compartido su filiación divina con nosotros, nos ha hecho hijos adoptivos del Padre y hermanos suyos.

EVANGELIO Lc 2,16-21

Vamos a detenernos en un par de líneas de este evangelio

*      Y María guardaba todas estas cosas en su corazón, meditándolas en su corazón.

o   María guardaba, atesoraba, acariciaba, besaba todas estas cosas en su corazón

o   Más adelante en el evangelio leeremos de nuevo cuando regresó del templo donde se había quedado Jesús, María guardaba y meditaba todas estas cosas en su corazón.

o   El corazón el lugar del amor, de las emociones.

o   ¿Qué es lo que guardaba María? Todo cuanto rodeaba la concepción y nacimiento de su hijo Jesús: el anuncio del ángel, sus conversaciones con Isabel, las dudas de José, las habladurías del pueblo, el viaje a Belén, la cueva, el nacimiento del hijo, ahora los pastores…

o   Las madres siempre guardan las cosas de sus hijos en su corazón, allá atesoran sus recuerdos alegres y dolorosos.

o   María ensénanos a guardar las cosas del Señor en nuestro corazón para que al calor del amor las podamos entender mejor o aceptarlas si no las entendemos.

*      Le pusieron por nombre Jesús, nombre que le dio el ángel antes de nacer

o   Jesús, es Dios salva, sí salva de tantas cosas  

o   Nos salva del mal, del que encontramos dentro y fuera de nosotros

o   El que nos hacen y el que hacemos

o   El que no queremos hacer, pero reincidimos en hacer sin tener la fuerza de vencerlo

o   María protégenos con tu amor de madre.

RINCON CLARETIANO

En fin llegados al puerto, como he dicho ya venía bien el padre en bajar e ir a encontrar al Obispo por ver si bajaríamos o no, más Dios Nuestro Señor que siempre me da la alegría a medida de los trabajos que por su amor padezco, se anticipó al padre, mandando el Obispo su mayordomo con el coche para conducirnos a su palacio y de allí al convento de las Concepcionistas Descalzas. Aquí o me hartaba yo de llorar por ver el cuidado paternal que Dios tiene en los que padecen un poquito de trabajo por su amor; y díjome Nuestro Señor con grandísimo amor: «¿No te dije, hija mía, que todo lo tenía yo para ti?» Yo no me había acordado en todo el viaje de esta promesa que me hizo Nuestro Señor porque hacía muchos años, y tengo por cierto que la cumplirá en toda la Orden mientras se conserve la perfecta Pobreza. (Madre Paris. Diario 140 12 mayo 1859).

 

¡Oh Dios mío!, dadme un celo discreto, prudente, a fín de que se obre en todas las cosas fortiter et suaviter, con fortaleza, pero al propio tiempo suavemente, con mansedumbre y con buen modo. En todo espero portarme con una santa prudencia, y al efecto me acordaré que la prudencia es una virtud que nace en el hombre con la razón natural, la instrucción la cultiva, la edad la fortifica, el trato y comunicación con los sabios la aclara y se consuma con la experiencia de los acontecimientos. (Padre Claret. Autobiografía 383).

 

 

 

 

 

 

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